Solo hace falta voluntad política para reflotar los mercados de la ciudad, afirma Jordi Delgado, presidente del mercado 1 de Bellvitge.

“Es de extrema urgencia que Administración, paradistas y expertos se encuentren para recuperar los Mercados, evitar que se hundan, y mueran de abandono e incompetencia”.

Tarde de abril, dos cafés en la La Flama de Bellvitge para hablar de comercio. Jordi Delgado Roca (50 años) es un joven charcutero y presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado 1 de Bellvitge (el primero).

Jordi posee el valor innato de lo que ahora llamamos “ser emprendedor”. Le viene por genética, sus padres eran charcuteros y Jordi, de niño, empezó a ayudar en la tienda que tenían en la Avda. Miraflores de Pubilla Casas.

Agradezco a Jordi dedicar un tiempo de su descanso para conversar sobre algo que a los dos nos apasiona: el comercio en los Mercados Municipales de l’Hospitalet. Cuando le pregunto cómo ve la situación de los Mercados, su respuesta es instantánea y contundente: “mal. No mal, muy mal.”

Jordi se levanta a las 2 de la madrugada para elaborar, en su obrador, el producto fresco que venderá al día siguiente en la parada del mercado. Me produce una gran admiración. Es evidente que el trabajo es esfuerzo, pero las personas que poseen la capacidad de disfrutar con su trabajo son unos privilegiados. Jordi es uno de ellos.

Para él, su clientela es sagrada, lo aprendió y lo “mamó” de sus padres. Todo requiere un sacrificio: “si quieres que cuenten contigo tienes que trabajar para que vuelvan a comprar al día siguiente”. La parada la regenta Anabel Márquez su mujer-compañera. Ella es una pieza clave en el buen trabajo y el éxito de Jordi. Tiene una teoría clara: “si tú negocio va mal déjalo”. Viene a decir, “que la mediocridad perjudica al conjunto de los colectivos, en este caso de los Mercados”.

Jordi se manifiesta en algún momento de forma pesimista. Domina más en nuestra conversación, sin embargo, el factor optimista. Compartimos dos aspectos claves que operan en lo que nos ocupa. Está la responsabilidad de los paradistas y la responsabilidad de la Administración.

Es verdad que los pequeños comerciantes nos deberíamos de unir más y trabajar juntos colectivamente y no siempre pasa, pero los dos estamos de acuerdo que “la Administración es la máxima responsable del estado actual de nuestros Mercados”.

La profesión de charcutero es un oficio, muy demandado, y él ha tenido y tiene ofertas de empresas que le ofrecen trabajo y buena remuneración, pero prefiere continuar con su negocio y ser autónomo. Jordi es vital, quiere ser dueño de sus decisiones.

Cuando hablamos de su relación con el Ayuntamiento, Jordi también responde rápido: “los políticos navegan en la ambigüedad, no quieren invertir, solo ponen parches. Vienen a pedir el voto y luego hacen ver que se preocupan, pero en realidad no hacen nada. Una vez uno me dijo: no invertiremos nunca en los mercados”. Jordi reconoce, no obstante, que su director de mercado, Jordi Aznar, es el funcionario próximo que le ayuda cuando tiene un problema.

Él considera que los técnicos hacen lo que mandan los políticos y están bloqueados por las normas. Normas obsoletas, que se deberían de renovar para desbloquear la paralización que tienen nuestros Mercados.

Cita el mercado de la Florida como el único renovado y que tiene un cierto aire de esperanza. “Muy pocas veces hemos sido convocados todos los presidentes de las asociaciones de comerciantes para hablar del problema de los Mercados en l’Hospitalet”.

Lo último que han hecho ha sido “alargar la agonía con 15 años más de renovación. Eso va a servir de poco, más bien de nada. Nos venden la moto y nos hacen callar, pero el problema continúa”.

Se queja de los horarios de los Pakis y de la falta de inspección sanitaria que el ayuntamiento no ejerce por falta de personal. Cuando le pregunto sobre qué le parece la apertura de dos grandes superficies cerca de los dos mercados, Jordi responde que se siente impotente, no entiende como pueden ser tan insensibles. Cree que una buena medida sería una moratoria por parte del gobierno de la ciudad para no permitir nuevas grandes áreas.

Su propuesta sería hacer nuevo el mercado con paradas más grandes y cómodas. Tener un espacio diáfano que sirviera como lugar multidisciplinar para acciones y actividades que generarán vida atractiva al mercado. “Que los que mandan hablaran con nosotros y entendieran nuestras necesidades y facilitarán, y promovieran, el interés de los vecin@s para acudir a nuestros mercados.

La formación es otro de los aspectos que considera muy importantes para que hubiera continuidad. Para eso, Jordi está de acuerdo que es de extrema urgencia que la administración y los paradistas, asesorados por expertos en comercio, arquitectos, sociólogos y juristas, se encuentren con la voluntad política de reflotar, buscar alternativas y no permitir que los Mercados en nuestra ciudad se hundan y mueran de abandono e incompetencia.

Jordi Delgado es un diamante en bruto que entiende perfectamente el estado de lo que hablamos. El Ayuntamiento, el gobierno de la ciudad, los técnicos, el alcalde, tienen la obligación de escuchar y cuidar a Jordi Delgado y a todos los Jordis que hoy están trabajando en nuestros mercados. Deberían de hablar y escuchar con máximo respeto y consideración a un joven que se levanta casi cada mañana a las dos de la madrugada para dar un servicio de calidad a los vecinos y vecinas de nuestra ciudad.

Gracias Jordi, por ayudar a explicar un problema de ciudad.