La antipedagogía del nuevo gobierno de Catalunya, con agostismo y alevosía

JAVIER MARÍN VÁZQUEZ (Secretario General de la Alianza de la Izquierda Republicana de España)

Hace más o menos un par semanas se constituía el nuevo Ejecutivo de la Generalitat. Para los que vuelven ahora de las vacaciones, si se han aplicado la máxima de que esta breve etapa es para desconectar del mundanal ruido, se habrán encontrado con la sorpresa de que hay nuevos inquilinos en el Palau de la Generalitat, pero que la letra y música que sale por sus ventanales, aunque de distinta orquesta, sigue tocando las mismas canciones. Déjenme hacer un breve recordatorio pedagógico para poner al día a los que hoy se reconectan.

La cesión del voto es un compromiso contractual, por medio del cual los partidos piden el voto a la ciudadanía, a cambio de unas promesas de beneficios materiales, que presuntamente mejorarán su calidad de vida y que vienen reflejados en determinadas políticas públicas del programa electoral.

Cuando por medio de esos votos se accede al gobierno, y en vez de cumplir el compromiso prometido en el programa electoral, se hace justo lo contrario, se está produciendo una estafa electoral al ciudadano que otorgó su confianza a ese partido, al tiempo que una desconfianza generalizada en el sistema político del país, que debiera ser posible denunciar como incumplimiento de contrato por publicidad engañosa.

El programa electoral de ERC no engañaba a nadie. Prometieron:

1.       Financiamiento singular de la Hacienda Pública Catalana.

  • Creación de una Consejería de Política Lingüística

3.      Consolidar y reforzar el modelo de acción exterior

  • Conseguir la transferencia de todas las competencias y recursos sobre la gestión de las migraciones.

5.      Ejercer el derecho a la autodeterminación por medio de un referéndum sobre la independencia.

Por su parte, el PSC había prometido en su programa electoral:

  1. Pacto de financiación con el Gobierno Central en los primeros 100 días de administración.
    1. Inversión de 3.500 millones de euros para mejorar la infraestructura hídrica y combatir la sequía en Cataluña.
    1. Aumento de la plantilla de los Mossos d’Esquadra con 570 nuevos agentes cada año
    1. Modelo educativo con un sistema trilingüe en las escuelas para garantizar el aprendizaje del catalán, el castellano y el inglés.
    1. Incrementar el presupuesto destinado a la cultura en un 2%.
    1. plan de renovación para las viviendas de más de 50 años

El acuerdo PSC+ERC para la investidura de Illa recoge “fil per randa” los 3 primeros compromisos íntegros de ERC:

1.       Que Cataluña salga del régimen común y que la Agencia Tributaria Catalana gestione, liquide, recaude e inspeccione todos los impuestos

  • Creación de una Consejería de Política Lingüística. Pacto Nacional por la Lengua que cuente con 200 millones de € de financiación en su primer año. El catalán como lengua vehicular y de aprendizaje en el sistema educativo. (por lo tanto excluyente del idioma español)
  • Ampliación de la Consejería de Acción Exterior y UE y apoyo al programa del cuerpo consular establecido en Cataluña; así como reforzar la presencia de la Generalitat en organismos y agencias internacionales

Ni una palabra en ese acuerdo de investidura, sobre la rebaja del tiempo para la atención sanitaria en las listas de espera, lo que implicaría mayor inversión en nuevas plazas de profesionales sanitarios.

Ni una palabra sobre la mejora de la calidad en la Educación Pública. Su único interés es reforzar la Gestapo lingüística, por medio de la marginación absoluta del idioma español. Acabarán poniendo multas a los profesores o alumnos que sorprendan hablando español (denles tiempo).

Nada que ver con las declaraciones de Illa de febrero de 2023 en las que prometió su negativa radical a reeditar un tripartito en Cataluña, ni con la de algunos medios de comunicación subvencionados, que han intentado engañar a la ciudadanía diciendo que con su presidencia, acabarán 14 años de gobiernos independentistas. Es justo todo lo contrario, los hechos están demostrando que con su Govern se dará respiración asistida a la secesión.

Cambia la nomenclatura de los partidos y personas en el Govern de la Generalitat, para mantener las mismas políticas continuistas de los últimos 14 años. No es un cambio de ciclo, es simplemente un cambio de personas y siglas, que favorecerán los intereses personales de los nuevos gobernantes, al tiempo que seguirá perjudicando los intereses colectivos de la mayoría social.

¿Quien gana y quien pierde con este cambalache?

Con tan solo el 13 % de los votos del censo electoral catalán —425.000 votos—, ERC ha impuesto los 3 puntos principales de su programa electoral.

Gana, pues, ERC que ve cumplido su programa secesionista, el único que le importa, después de fracasar estrepitosamente con sus políticas en Educación, Sanidad, Vivienda y Seguridad Pública.

Viendo el organigrama de gobierno, es más que obvio que van a crear una ingente cantidad de puestos de trabajo como funcionario público en los ámbitos exigidos por ERC —Exterior, Inmigración, Política Lingüística— que están destinados a los militantes que mantienen el aparato de ERC, que probablemente asuma la dirección de esas Consejerías en un futuro inmediato.

Gana Salvador Illa y el PSC, que asumen en primera persona el poder institucional para aplicar el programa secesionista de ERC.

¿Quién pierde?

Pierden los ciudadanos catalanes que usan la lengua española de forma mayoritaria, ya que con este acuerdo se verá postergados en la Administración Pública y en la Enseñanza, a pesar de la obligatoriedad en la cooficialidad, que establecen la Constitución Española, el Estatuto de Cataluña y las numerosas sentencias judiciales que obligando al Govern de la Generalitat, han sido reiteradamente incumplidas por esta.

Pierde la ciudadanía de Cataluña que seguirá viendo cómo se desvían los recursos económicos de sus impuestos a la duplicidad de “embajadas en el extranjero” que ya están cubiertas por el Estado Español.

Pierde la ciudadanía del conjunto de los pueblos de España, que ve como el Gobierno Central, por el propio interés personal de su Presidente, permite que la segunda CC.AA más rica del país deje de contribuir a la caja común de solidaridad interterritorial.

Pierde el conjunto del pueblo español que comprueba con tristeza y rabia contenida, como se elimina el principio de IGUALDAD, que rige nuestra Constitución, para favorecer los privilegios de las regiones más desleales con España. Con evidente peligro de fracturar la unidad territorial, para invertir a marchas forzadas en una confederación que satisfaga a los partidos que sostienen a P. Sánchez –BILDU, ERC; BNG; JUNTS; PODEMOS, y SUMAR,— que son los que reclaman esa confederación, que presagia terribles enfrentamientos de imprevisibles consecuencias.

Perspectivas de futuro

Para seguir combatiendo a favor de la mayoría social, para conseguir mayores cuotas de calidad e igualdad en la Educación, en la Sanidad, en la Seguridad Pública, en respeto al uso normativo y legal de la lengua española, hace falta una izquierda consecuente, de ámbito estatal, que se comprometa a denunciar con fuerza el rumbo confederalizante que está siguiendo la política española, con la nave nodriza catalana al frente, y la vasca detrás. Una izquierda que esté en la calle, llamando a la movilización social por la mejora de las condiciones de vida.

Desde la humildad de un pequeño partido político, AIRES no cejará en hacer denuncias con mucha pedagogía social, impulsando esas protestas y llamando a la lucha activa.

Quaranta anys d’història i de fer ciutat

Lídia Santacana/Enric Ferreras

El 13 d’abril de 1984 registràvem els estatuts del Centre d’Estudis de l’Hospitalet. L’acta formal de constitució es va fer al Centre Catòlic i l’entitat va tenir com a membres fundadors segons l’acta de constitució a: Joan Egea, Jaume Botey, Juliana Joaniquet, Pere Pinyol, Joan Camós, Ferran Navarro, Andreu Trilla i Casimir Martí.

L’entitat va néixer amb la voluntat de treballar per  la identitat de l’Hospitalet i per posar en valor la pertinença a la ciutat, però també per donar a conèixer d’una forma rigorosa la seva història política, econòmica, demogràfica, social, cultural, tot allò que havia passat i passava a l’Hospitalet. Tot allò que podia definir la identitat d’una ciutat massa propera a Barcelona. Tant és així que es van posar en marxa diferents projectes i la majoria encara vigents. 

Es pot dir que el Centre d’Estudis de l’Hospitalet ha estat en alguns aspectes avançat i pioner. El CELH va ser una de les primeres associacions del país en elaborar bibliografies locals i també fórem pioners en posar en marxa la base de dades bibliogràfica de l’Hospitalet coneguda com a BABEL’H que avui té 6.647 referències.

I quan ningú pensava en Memòria Democràtica es va posar en marxa el grup de l’Hospitalet Antifranquista, nascut el 15 de juny  de l’any 1995 a l’entitat i, que amb el temps, es concretà en L’Hospitalet lloc de memòria,

 

També, com a Centre d’estudis fórem capdavanters en l’àmbit de l’anàlisi de les migracions i la identitat de la ciutat, des dels  Cinquanta quatre relats d’immigració del Jaume Botey editat l’any 1986, fins l’anàlisi de les migracions actuals. 

És un referent a nivell local el Manual d’història, Història de l’Hospitalet. Una síntesi del passat com a eina de futur i la seva aplicació  amb l’Hospitalet és escola i totes les eines didàctiques que se’n derivaren. 

D’altra banda, remarcar la constància i el rigor en l’estudi que s’ha anat concretant al llarg d’aquests quaranta anys en vuitanta-vuit  publicacions: trenta-set Quaderns d’Estudi, deu Recerques, quinze de la col·lecció Josefina Gómez Olivares,  deu que no estan dins de cap col·lecció, també destaquem els nou materials editats dins del projecte L’Hospitalet és escola, tres Memòries fotogràfiques de barris, quatre publicacions dedicades a barris de la ciutat  a més del  Celh Comunica que canviant de format  arriba fins avui amb cent-quaranta-quatre números.

Tot això ha estat possible per la participació activa de persones ben diverses de la ciutat que compartien i comparteixen una mateixa preocupació pel futur de la ciutat i sobretot per les persones que conformem a quest paisatge, i que han col·laborat amb l’entitat durant aquests 40 anys.

Un projecte que fa 40 anys que dura gràcies a totes les persones que ens han fet confiança i que a la llarga han resultat ser el valor més important de l’entitat.

Tot i que han passat 40 anys des d’aquell 13 d’abril de 1984, avui encara arrosseguem problemàtiques iguals a les d’aquells anys a més de noves situacions de diferents àmbits: mediambientals, urbanístics, patrimonials, de model de ciutat que fan d’aquells objectius inicials objectius actuals.

La ciutat ha crescut i ha canviat, i el CELH ha crescut i també ha canviat per continuar donant sentit al què fem i al que volem fer en els pròxims anys. Podem dir que ja hem fet 40 anys amb la voluntat de fer-ne molts més per poder continuar treballant des d’aquesta ciutat que és l’Hospitalet de Llobregat però sobretot amb tota la seva gent. 

Calor i desesperació a les aules: el retard de les inversions promeses

Caldria aplicar i fer realitat el Pacte de Ciutat sobre Educació

Aula de uncol·legi de L’Hospitalet.

Toni García

El canvi climàtic es deixa notar a les escoles, i alumnes i professors pateixen les altes temperatures a les aules. Cada any es repeteix la mateixa història i cada any es fan les mateixes declaracions per part de la consellera de torn, que anuncia inversions per solucionar aquesta greu problemàtica, però que després no es compleixen ni s’executen. De la instal·lació d’aire condicionat anunciada fa uns anys pel govern de la Generalitat, hem passat al pedaç d’instal·lar 3.500 ventiladors per a tots els centres de Catalunya, fet que ha irritat la comunitat educativa.

Les escoles s’han convertit en els únics edificis públics que no estan climatitzats. El més indignant és que, fa més d’un any, el ple de l’Ajuntament de l’Hospitalet va aprovar per unanimitat de totes les forces polítiques destinar més de 2,5 milions d’euros a climatitzar les escoles d’infantil i primària públiques de la ciutat (com ja va informar en el seu moment aquest digital: https://lestacarevista.wordpress.com/wp-admin/post.php?post=5361&action=edit). Un pla acordat, amb una operativa d’execució conjunta amb el gremi d’instal·ladors, per agilitzar l’acondiciament dels centres educatius que  mai es va dur a terme perquè des de la Conselleria d’Educació no es va donar el permís.

Aquest conflicte de competències obliga les famílies a comprar o portar ventiladors de casa perquè els alumnes no pateixin la calor extrema. Les mancances de climatització agreugen encara més la situació d’emergència educativa de la nostra ciutat, amb escoles saturades, ràtios que superen els límits, edificis del pla d’urgència que ja tenen més de 50 anys i que esperen una reforma integral, a més de les mancances en l’educació infantil i especial, i la manca de noves escoles i instituts.

Vells problemes que continuen sense solucions efectives per part de les administracions, especialment del Departament d’Educació, que es va comprometre a cobrir les necessitats educatives que s’arrosseguen des de fa anys i a establir un calendari d’inversions i d’execució de millores en els diferents àmbits educatius de la ciutat.

Cada declaració de la Consellera sembla una reiteració de les anteriors, sense accions concretes que millorin realment la situació educativa. Tot al contrari, la situació aquests darrers anys, en lloc de millorar, ha empitjorat.

Acabem el curs escolar amb calor a les aules i el començarem de la mateixa manera i amb els mateixos problemes. Tenim un repte col·lectiu de millorar l’educació pública a la nostra ciutat, i per fer-ho possible és necessari que les diferents administracions, siguin del color polític que siguin, assumeixin la seva responsabilitat i afrontin amb el conjunt de la comunitat educativa els reptes que tenim. Això és el que vam acordar i signar, en un pacte de ciutat, la comunitat educativa, les administracions i els diferents agents socials i polítics de la ciutat.

Les esquerres europees han d’assumir l’autodeterminació de les nacions sense Estat (i II)

Josep Ferrer (Gent pel Canvi)

A l’article anterior reivindicàvem el dret de la ciutadania a participar en la determinació de les fronteres mitjançant l’exercici de l’autodeterminació. En aquest denunciem tres fal·làcies que s’acostumen a brandar contra aquest dret.

Sovint s’esgrimeixen recels apriorístics contra el dret a l’autodeterminació de les nacions i més en general contra la reconfiguració de fronteres. Per exemple, una interpretació esbiaixada de l’internacionalisme, una demonització genèrica dels nacionalismes o una pretesa contraposició amb les reivindicacions socials.

INTERNACIONALISME

Es diu que l’internacionalisme progressista (del proletariat, de la classe obrera…)  advoca per la supressió de les fronteres i més encara per evitar-ne la creació de noves. Però en realitat proclama la fraternitat, la solidaritat i la cooperació per sobre de les fronteres administratives, és a dir, al marge de quines siguin les fronteres estatals i per tant de la seva creació o supressió. 

Doncs, aquest internacionalisme no comporta suprimir fronteres, ni demonitza establir-ne de noves, sinó que habilita debatre-les democràticament, en el ben entès que el resultat no ha d’afectar la lluita comuna ni les bones relacions entre els pobles afectats. Aquest internacionalisme, doncs, és plenament compatible amb la defensa del dret a l’autodeterminació dels pobles. De fet, el mateix Lenin defensava aquesta conclusió.

NACIONALISME

Una segona fal·làcia que intenta desacreditar les reivindicacions independentistes és la condemna genèrica dels nacionalismes, pressuposant que tots són perniciosos. S’extrapola el comportament de certs nacionalismes en el passat (i també en el present) i molt especialment el nazisme alemany del segle XX. 

Complementàriament, es titllen de nacionalistes les reivindicacions independentistes, mentre s’obvia aquest adjectiu per als que s’hi oposen. Ben al contrari, el nacionalisme és ben present en molts dels qui així qualifiquen malèvolament els adversaris. En particular, és ben palesa l’exacerbació nacionalista dels estats-nació actuals, manifestada en múltiples actuacions, fins i tot culturals o esportives. No cal dir que és el cas espanyol, des de la vella “antes roja que rota” fins l’actual “unidad nacional” o els crits de “a por ellos” en els estadis.

Tanmateix, el que més importa aquí és destacar que ser nacionalista no és necessàriament pejoratiu, ja que hi ha molt diverses formes de nacionalisme. No es poden equiparar el nacionalisme tibetà amb el xinés, el saharaui amb el marroquí o el palestí amb el jueu. Hi ha nacionalismes segregadors i integradors, imperialistes i emancipadors, violents i pacífics, oligàrquics i interclassistes. L’esquerra ha de distingir entre uns i altres, entre els que mereixen el seu suport i els que cal combatre. 

En el nostre cas, si més no en els darrers segles, el nacionalisme català ha estat de resistència, sense voluntat ni capacitat d’expansionisme o dominació, mentre que el nacionalisme espanyol continua mostrant-se dominador, rebutjant qualsevol bilateralitat igualitària.

DRETS SOCIALS

Finalment, cal denunciar la pretesa contraposició entre drets nacionals i drets socials. Probablement es basa en el fet que hi ha hagut sectors nacionalistes burgesos i eclesiàstics  guiats per interessos econòmics i actituds reaccionàries. Però cal reivindicar que domina una llarga tradició històrica de catalanisme progressista i republicà, que entronca amb el procés actual.

De fet, ambdues reivindicacions són perfectament compatibles i fins i tot complementàries, ja que per assolir millores socioeconòmiques satisfactòries cal el ple autogovern i la plena disposició dels recursos propis. Com ja s’ha dit, aquest lligam apareix clarament en la lluita catalanista des de fa més d’un segle i en particular a la transició post-franquista. I també a hores d’ara, quan és precisament la falta de sobirania el que posa en perill tant la llengua i la cultura com les infraestructures i el progrés social.

Les esquerres europees han d’assumir l’autodeterminació de les nacions sense Estat (I)

Josep Ferrer (Gent pel Canvi)

El procés sobiranista català ha fet emergir entre les esquerres el debat sobre la qüestió nacional i en particular sobre la revisió pacífica i democràtica de les fronteres estatals a l’Europa occidental moderna. Es hora que incorporin l’autodeterminació al catàleg de drets bàsics de la ciutadania..

Els objectius de caràcter nacional (la preservació de la llengua i la cultura, l’autogovern, l’autodeterminació…) han estat assumits per l’esquerra quan es donaven situacions clares d’opressió o colonialisme a ultramar. Però generen més dubtes quan el conflicte es planteja dins l’Europa Occidental. De fet es fa ulls grossos a l’existència mateixa d’aquestes situacions d’opressió o persecució, que caldria qualificar, si més no, de paracolonials. Sembla com si amb aquestes negacions es volgués evitar un debat que probablement duria a la conclusió que aquestes nacions europees minoritzades tenen també dret a l’autogovern i a l’autodeterminació.

En el cas de Catalunya, l’actitud colonialista per part de l’Estat Espanyol és força evident: impugnació de lleis, espoli econòmic, ofec de la llengua pròpia… Fins i tot hi ha una gran resistència al reconeixement de Catalunya com a nació, amb llengua i cultura pròpia, i per tant subjecte polític amb ple dret a decidir sobre el seu futur.

QUI DETERMINA LES FRONTERES?

Més en general, entre els drets de la ciutadania europea mai s’ha inclòs el de participar en la definició de les fronteres estatals, que s’han determinat en la seva majoria com a resultat de conflictes bèl·lics o de pactes entre les oligarquies dominants. Malauradament en els conflictes actuals es continua ignorant l’autodeterminació dels afectats com una via de solució (de fet, la més respectuosa amb els seus drets).

Els estats i les cúpules dirigents continuen traficant amb els territoris, i fins i tot amb els seus habitants, com si fossin mercaderies de la seva propietat. Continua vigent la denúncia d’Ovidi Montllor a la “cançó de les balances”. Ben al contrari, qui té més dret a disposar d’un territori és la seva ciutadania. Una excepció positiva en aquest sentit és Gibraltar, on es reconeix als seus habitants la decisió de formar part o no del Regne Unit. Però la pràctica majoritària (Alsàcia, Tirol i tants d’altres) no reconeix aquests drets.

Ni tan sols a escala autonòmica: els habitants del Condado de Treviño fa anys que malden inútilment per incorporar-se a Alava, amb un argument tan evident com un millor accés als serveis públics (sanitat, educació…). Potser fa por obrir una caixa de Pandora que podria ser de gran abast (la Franja, León…).

Tanmateix, un dret bàsic no pot ser denegat per les dificultats de la seva aplicació o regulació. De fet, aquestes dificultats són igualment presents a molts altres drets (vaga, manifestació, divorci, avortament, eutanàsia…) reconeguts en les democràcies avançades.

EMPODERAMENT I SUBSIDIARIETAT

Més encara, aquest dret a decidir sobre les fronteres (estatals, autonòmiques…) cal inscriure’l en un procés d’empoderament ciutadà, que reverteixi el sentiment creixent d’inutilitat i menysteniment dels mecanismes de participació i decisió, que està duent bona de la població a posicions antisistema. Cal recuperar l’Europa dels pobles, en lloc de l’Europa dels estats i dels mercats.

Element clau en aquest procés d’empoderament ciutadà és la proximitat entre els òrgans decisoris i els afectats. La història és plena de com les oligarquies busquen contrarestar la voluntat popular aïllant-se o allunyant-se de les unitats naturals d’organització reivindicativa immediata, com ara la fàbrica o el municipi. Saben que més enllà de la comarca o la regió, els moviments de base tenen dificultats per actuar de forma unificada i coordinada.

Aquest principi de subsidiarietat apunta, a l’hora d’aplicar el dret ciutadà a decidir sobre les fronteres, més aviat cap a estats de mida mitjana o petita, que sovint s’han demostrat capdavanters en dinamisme i en desenvolupament social i polític. Catalunya en podria ser un bon exemple.

No hem de tenir por de donar la veu a la ciutadania a l’hora de configurar les estructures de govern i administració. Recordem, per exemple, que els USA van configurar-se per agregació voluntària dels diferents estats en una estructura federal, alhora que mantenien els governs de proximitat. Les esquerres europees haurien de liderar aquest procés d’empoderament ciutadà sobre la determinació de fronteres mitjançant l’exercici del dret a l’autodeterminació.

Un poble amb mil anys d’història, una ciutat que cal regenerar

Lluïsa Carmona (Activista en defensa del Patrimoni, historiadora i psicoterapeuta)

Cal Matxacot. Foto del arxiu del Centre d’Estudis de L’Hospitalet.

A l’Hospitalet els adjectius importen. L’Hospitalet no ha estat mai un “vell suburbi”, com va dir l’alcaldessa Marín en el seu discurs de comiat. L’Hospitalet és un poble amb mes de 1000 anys d’història, i no en va el símbol de la ciutat és la medusa, una resta arqueològica del temps dels romans… Tenim alguns altres exemples significatius, cada cop menys és veritat, a causa de la poca cura en conservar-los efectes que provoquen la desaparició de molts vestigis preuats. Per exemple, el Castell de Bellvís a La Torrassa o el propi conjunt del carrer Xipreret, on va ser-hi l’Hospital de la Torre Blanca a l’Edat Mitjana i origen del nom, primer de la Pobla de l’Hospitalet, i després del poble de l’Hospitalet. Així doncs, hi va haver vida, cultura, economia, camps, boscos, riu i mar, abans de l’arribada del governs municipals actuals, amb la democràcia… Fa ja molts anys de tot això i encara no en sabem prou d’història…

Cert que el franquisme va convertir camps i boscos en ciment i sovint fang, on van anar a viure refugiats econòmics del franquisme d’arreu de l’Estat. Refugiats que van lluitar, elles i ells sí, per convertir el fang en asfalt i serveis… En poc mes de 30 anys es va triplicar la població de la ciutat, una ciutat que, per ser ho, per ser ciutat titulada, va perdre una part important del seu territori, una rica zona agrícola que exportava a tota Europa productes de la terra, com ve ens ha explicat la Matilde Marcé… A canvi d’aquest arrabassament de 70 masies i 900 ha de rica terra fèrtil i una platja, la de la Farola —un altra antiquíssim vestigi a tocar del riu—, vam ser titulats de “ciutat”…

Un preu i una porta oberta a convertir un poble agrícola i manufacturer en una ciutat dormitori. El poble va perdre els camps, el riu i la platja, alhora que vivia l’impacte social i cultural de la nova població… En cap cas però, això no era una terra erma, se la convertir en erma per poder enriquir els poders fàctics i econòmics del franquisme… I això encara no s’ha revertit. Per això, parlar de suburbi es menystenir la història d’aquest poble mil·lenari que, com tants altres, ha sobreviscut a les lluites pels recursos i el poder com ha pogut, i encara ho fa. Si no reconeixem aquesta història, neguem el passat i aquesta ciutat té els peus de fang. Ara bé, és cert, sense autoestima ni arrels, sense amor pel territori i el patrimoni.

No, l’Hospitalet no era un suburbi vell, era un vell poble i ara una jove ciutat que ha de conèixer la seva història i lluitar pel seu reconeixement i per la seva regeneració!

L’Hospitalet referente está por llegar

Edificio del Ayuntamiento de L’Hospitalet.

Sonia Esplugas (Portavoz del Grupo Municipal del Partido Popular)

Cuarenta y cinco años de gobierno municipal socialista son muchos, y también lo son los dieciséis años que Nuria Marín ha estado a cargo de la ciudad como alcaldesa, tiempo suficiente para poder aplicar políticas efectivas que reviertan en la calidad de vida de los vecinos, pero lamentablemente Marín se ha ido dejando la ciudad en su peor momento.

Si hacemos balance de estas últimas legislaturas, las gestionadas por la alcaldesa saliente, su gestión deja más sombras que luces, especialmente en los últimos cinco años, cuando Nuria Marín ha estado comprometida con otras administraciones, primero como presidenta de la Diputación de Barcelona, y luego como senadora en Madrid; y como no se puede estar en misa y repicando, L’Hospitalet quedó relegado a los ‘ratitos’ que quedaban en su agenda.

En el año 2008, cuando Marín juró el cargo de alcaldesa fijó sus objetivos de gobierno: políticas de proximidad en los barrios, trabajar por la cohesión social y la convivencia; el soterramiento de las vías, la construcción de vivienda pública y de residencias para mayores; una mejora de los servicios de limpieza, seguridad, y construcción de nuevos equipamientos. Humo, solo humo. Nada de esto se ha materializado, nada de esto se ha hecho realidad.

Y por si no fuera poco, ella, quien prometió una ciudad transparente, se va dejando dos causas judiciales abiertas en la gestión municipal, una por presuntas irregularidades en el Consell Esportiu de la ciudad y otra por la convocatoria de oposiciones para la plaza de superintendente de la Guardia Urbana, dejando tres miembros de su gobierno imputados.

¿Y en qué situación se encuentra ahora L’Hospitalet? Pues estamos ante una ciudad con servicios sociales colapsados para los que más lo necesitan, con conflictos internos dentro de la Guardia Urbana, aulas saturadas y colegios en barracones,mercados municipales agonizando; una ciudad sin un plan ambicioso de vivienda social, con un patrimonio abandonado, y con serios problemas de seguridad, ocupación ilegal, incivismo y convivencia en gran parte de los barrios.

Ahora, habiendo dimitido Nuria Marín, tenemos nuevo alcalde, David Quirós, pero no es alguien nuevo; es más de lo mismo, un miembro del equipo de gobierno que viene gestionando la ciudad todos estos años. De hecho, su paso por las áreas que él ha gestionado, deja mucho que desear, como por ejemplo, la municipalización de les cinco escoles bressol o la climatización de los centros educativos, promesas incumplidas de manera reiterada. 

Llegados a este punto, el Partido Popular no puede dar ni un solo voto de confianza a ningún gobierno socialista. Ha quedado demostrado que el suyo es ya un proyecto agotado; de hecho, este relevo de alcaldía no deja de ser un cambio de caras desesperado ante la imposibilidad de dar respuesta a los problemas de una ciudad que se les ha ido de las manos.

Desde los últimos comicios municipales, cuándo el Partido Popular cuadriplicó su representación municipal, hemos sido llamados a las urnas en varias ocasiones: elecciones generales, autonómicas y europeas, y en todas ellas el PP ha conseguido aumentar notablemente el número de votos, y más aún, la confianza de los hospitalenses.

Esta fuerza que nos trasladan los vecinos es la que utilizaremos para continuar trabajando, por ahora desde la oposición, para forzar medidas en favor de la ciudad y con políticas reales que reviertan en los ciudadanos, así como reivindicar el potencial cultural, social y económico de L’H.

Queremos ser una ciudad referente para los que aquí vivimos y para los que nos observan desde fuera. Somos la segunda población de Cataluña en número de habitantes, y tenemos que luchar para ser la primera en calidad de vida, con una fiscalidad justa, impuestos que reviertan en servicios de calidad, en una ciudad limpia, y en unos servicios sociales de primera.

En definitiva, ante una trayectoria socialista que deja una ciudad sucia e insegura, yo, Sonia Esplugas, como portavoz de Grupo Popular, puedo asegurar que plantaremos cara a quienes nos han llevado a esta situación, con la convicción de que somos la alternativa real al gobierno municipal desde el centro derecha, lejos de los extremos, y que no cesaremos en trabajar para que L’Hospitalet sea un referente, más allá de nuestra ciudad.

Marxa l’alcaldessa i continua el desgovern

Núria Marín a l’acte de possesió con alcaldessa.

Jaume Graells (Portaveu municipal d’ERC+EUiA a l’Ajuntament de l’Hospitalet)

Amb la marxa de Núria Marín es tanca una etapa molt grisa a l’Hospitalet. L’alcaldessa fa temps que va dimitir de les seves responsabilitats i va abandonar la ciutat per més altes dedicacions. El darrer mandat, com a presidenta de la Diputació, i ara al Senat, demostren que la seva prioritat no ha estat L’Hospitalet. Només cal veure com tenim la ciutat.

Aquest és el trist llegat d’aquesta alcaldessa. Una ciutat bruta i degradada, amb zones verdes insuficients, poc amable i insegura, que no cuida ni escolta els seus veïns, amb un ajuntament absolutament paralitzat i amb molts dels serveis essencials acumulant pròrrogues en les contractacions per una gestió pèssima. Una etapa marcada per la manca de projecte de ciutat, basant tota la seva acció de govern en vendre fum i fer grans anuncis que després quedaven en res mentre a poc a poc s’abandonaven els barris. També per casos de presumpta corrupció com el Consell Esportiu, sense que ella hagi donat fins ara explicacions. Amb un desgovern que incompleix amb allò que s’aprova al Ple, però també amb tot allò que es compromet o acorda amb els veïns.

L’etapa Marin no ha tingut projecte propi. S’ha limitat a desenvolupar de manera acrítica part d’allò que havia projectat l’anterior alcalde. El món canviava, la ciutat canviava i es persistia en aplicar models del passat. Velles receptes que ja no ens serveixen —si es que van servir en algun moment— per afrontar els reptes de present i de futur de L’Hospitalet.

Durant el seu mandat hem viscut moments de crisis importants. Temps d’enormes dificultats, però que alhora també comporten noves oportunitats que no hem sabut aprofitar. Darrerament, hem deixat passar un cop més el tren de les oportunitats. Com la important injecció econòmica que ens ha arribat de la Unió Europea per modernitzar la nostra economia que no l’hem sabut capitalitzar per engegar polítiques realment transformadores que donessin oportunitats a la nostra gent. Hem persistit en la cultura del ciment i el totxo. No apostem per la qualitat sinó per la massificació.  

El govern de Nuria Marin, tampoc ha estat capaç de teixir confiances i complicitats amb altres administracions, de diferent color polític, i això ha fet que la nostra ciutat es trobi a la cua en polítiques actives d’ocupació, d’habitatge i en serveis públics. Tampoc no ajuda, ni la manca d’espais per construir els equipaments necessaris, ni la paràlisi administrativa endèmica del govern municipal. Aquests darrers anys han estat temps perdut per a la nostra ciutat.

L’Hospitalet té un posicionament estratègic que ens obre moltes possibilitats, i malgrat tot som incapaços de donar resposta a les necessitats i oferir oportunitats a la nostra gent. Ho fem, a més, amb menys recursos que la resta de ciutats metropolitanes.

Tenim el pressupost municipal per habitant més baix de Catalunya. Som qui menys invertim en enllumenat públic, neteja, seguretat, en educació i cultura. Aquesta és la realitat de l’Hospitalet, i no la visió futurista de la ciutat-aparador: la de la plaça Europa que tant lloen els lobbies econòmics i empresarials quan venen de visita a la fira.

El miracle no ha operat, no existeix, no som la ciutats de les oportunitats. Ens ho hem de poder dir: la nostra gent és més pobre, en alguns barris la pobresa infantil supera el 50%, i tenim menys recursos per fer-hi front. I aquesta equació s’agreuja amb un govern ineficient i una maquinària municipal col·lapsada.

Urgeix posar l’emergència social que patim sobre la taula i reivindicar-nos. Hem d’encendre tots els semàfors vermells. O abordem polítiques transformadores, amb recursos suficients i ben gestionats, amb un urbanisme inclusiu i social, i amb una visió de “l’Hospitalet sencer”, o no ens en sortirem.

Ens cal relat, intel·ligència política i lideratge compartit per captar els recursos addicionals que necessitem i acabar amb el greuge que patim com a ciutat treballadora.

I el que podria ser un bri d’esperança amb la notícia de la marxa de Nuria Marín, es converteix en una preocupació encara més gran. El seu substitut no és sinó qui fins avui ha ostentat les responsabilitats en les àrees d’Educació i Cultura. Pels seus fets el coneixereu, que diuen.

Doncs bé, parlem de fets. Si alguna cosa hem comprovat els darrers mesos és la nefasta gestió de, l’ara ja alcalde Quirós, al capdavant d’aquestes dues àrees. Un balanç molt negatiu, marcat pel menyspreu al català i a la immersió lingüística, però també a la cultura popular de la ciutat, donant l’esquena a la majoria d’entitats que treballen dia a dia fent una grandíssima feina malgrat l’Ajuntament. Impagament de subvencions, enganys, bloquejos i obstacles permanents. Potser és que no són prou smart.

Hem vist com es tancaven equipaments com la biblioteca de Santa Eulàlia o el Centre de Memòria Democràtica a Can Riera, i d’altres que segueixen degradant-se davant la passivitat municipal com la Biblioteca de la Tecla Sala, així com bona part del patrimoni històric de la ciutat. Tampoc ha complert amb les famílies de la ciutat, prometent la municipalització d’unes escoles bressol, actualment ja subvencionades, per acabar deixant-les tirades després. També s’ha dedicat a posar traves i  obstaculitzar inversions en reformes i noves construccions d’escoles a la ciutat, només per sectarisme contra la Generalitat.

Això ja demostra que aquest canvi a la cadira de l’alcaldia no suposarà pas un canvi d’etapa. Ho lamento per aquells que ho esperaven, alguns de bona fe i d’altres com a excusa per justificar un apropament al govern. Ens trobem davant la continuïtat d’un desgovern que no augura cap canvi positiu per a la ciutat.

Tot i això, escoltarem les propostes de l’alcalde i cercarem ponts de diàleg des de l’oposició per sumar esforços, sempre que sigui per posar la ciutat que tant ens estimem, al centre. Nosaltres seguim on sempre, treballant per construir una alternativa progressista perquè necessitem un canvi real a l’Hospitalet. 

Cal Trabal: L’últim Espai Agrícola en perill

Antoni García

Durant molts segles, l’Hospitalet ha estat un petit nucli agrari. No va ser fins al segle XIX que la nostra ciutat va experimentar una notable etapa de creixement econòmic, fomentada per la riquesa de la seva agricultura, convertint-se en una de les zones més fèrtils del país amb una àmplia oferta agrícola i una elevada producció.

Avui, però, d’aquell passat agrícola només ens queda Cal Trabal, l’última zona agrícola de l’Hospitalet i també un important pulmó verd.

La importància de Cal Trabal va més enllà de l’agricultura. Aquesta zona acull el 80% de la biodiversitat local i és llar de més de 70 espècies d’aus, moltes d’elles protegides en l’àmbit europeu.

Actualment, Cal Trabal torna a estar amenaçat, ja que el Govern de la Generalitat ha donat llum verda a un Pla de Desenvolupament Urbà (PDU) i s’ha negat a catalogar aquest espai com a zona agrícola i incorporar-lo al Parc Agrari del Baix Llobregat.

Esquerra ha deixat en paper mullat la reivindicació històrica compartida amb molts sectors socials de la ciutat de preservar la totalitat de la zona agrícola, a més d’avalar amb la seva aprovació més de la meitat dels edificis projectats que no tenen res a veure amb el sector biomèdic, obviant la consulta ciutadana que tan insistentment s’havia demanat abans d’arribar al govern.

Tenien la clau amb la Presidència i la Conselleria de Territori, però han fet cas omís a les propostes que sempre s’havien defensat. Un fet que no sorprèn veient com alguns no fa massa temps defensaven a capa i espasa totes les versions del PDU des del govern del PSC, i ens alliçonaven al Consell de Districte de Bellvitge manifestant des de la ignorància que Cal Trabal era un espai “cutre” i degradat.

L’actual PDU continua sent molt millorable, i no s’hauria d’utilitzar un projecte de país com és el Biopol per camuflar interessos especulatius que no tenen res a veure amb la investigació, la recerca, la innovació i  la biomedicina.

La defensa de Cal Trabal en la seva totalitat no només és la defensa d’un espai agrícola sinó la preservació de la nostra història, la biodiversitat, la seva riquesa natural i la qualitat de vida per a les futures generacions. No deixem que destrueixin i malmetin aquest indret.

A LH deixem passar un cop més el tren de les oportunitats

Jaume Graells. Portaveu del grup municipal d’ERC-EUiA

Ens trobem amb un planejament urbanístic al servei d’interessos especulatius, amb la construcció desenfrenada sense preveure la reserva de sol per als equipaments necessaris.

En el Ple del mes d’abril es va debatre –es nota que estem en campanya– sobre quin era el Govern de la Generalitat que necessitava la nostra ciutat per encarar el futur. Més enllà que cadascú defensa el govern dels seus com a millor opció possible, el debat a l’Hospitalet més aviat hauria d’anar sobre què ha de fer el govern municipal (i què no està fent) per aprofitar totes les oportunitats i recursos d’altres administracions, governi qui hi governi, sota la premissa de que els governs estan per col·laborar i no per posar-se pals a les rodes per treure’n rèdit del desgast polític dels altres. Per fer oposició, ja estan els parlaments i els plens municipals.

Al Ple, però, ens vam trobar el victimisme habitual del govern municipal, secundat per algun altre grup que li dona suport, culpant els successius governs de la Generalitat, sense distinció, de la situació històrica certament deficitària que viu l’Hospitalet. És bo reivindicar la ciutat davant altres institucions, però també ho és fer autocrítica i preguntar-nos pel paper jugat pel nostre Ajuntament, i la seva alcaldessa, per liderar, captar el màxim de recursos i facilitar l’acció del Govern de torn, en benefici de la ciutat. La realitat és que, més que com a administració facilitadora, l’Ajuntament ha actuat, per acció o per omissió, com un obstacle a l’hora d’aterrar recursos, oportunitats i polítiques progressistes al territori.

Posem exemples. La ciutat pateix una situació complexa, d’emergència educacional i creixent demanda. Sí, les competències són de la Generalitat, i és qui n’ha de donar resposta. Sobta, però, que davant d’uns pressupostos que ha incrementat, en els darrers tres anys, més d’un 30% la inversió en educació, desencallant també molts dels reptes pendents, a l’Hospitalet no es percebi com a positiu, a diferència d’altres ciutats. Ràtios desbordades, manca d’equipaments escolars, o de places bressol municipals, etc. És perquè al departament d’Educació ens tenen mania, com es va insinuar al Ple… o el nostre Ajuntament alguna cosa no ha fet bé, en els darrers anys?

Ens decantem per la segona opció. No és només pels greus errors comesos per l’actual regidor d’Educació, que ha actuat més com a diputat de l’oposició que com a membre d’un govern corresponsable i constructiu, posant pals a les rodes per evitar que s’avancés en trobar sortides als reptes plantejats, aplicant la filosofia del quan pitjor, millor. Més enllà de la incompetència personal, hi ha tot un seguit de mancances estructurals que requereixen un canvi cultural i de model a l’Ajuntament, que va més enllà de petits retocs o el relleu de qui no funciona. Ens cal molt més, un gir copernicà en el relat i en el govern de la nostra ciutat.

Ens trobem amb un planejament urbanístic al servei d’interessos especulatius, amb la construcció desenfrenada sense preveure la reserva de sol per als equipaments necessaris. I després és quan la Generalitat es troba amb un problema insalvable: la manca de solars per construir escoles, instituts o equipaments sanitaris. Això limita la dotació d’equipaments a l’Hospitalet, a diferència d’altres ciutats.

Però també tenim un greu problema amb la paràlisi administrativa de l’Ajuntament. Un bloqueig que fa que res avanci. Els tràmits es tornen inacabables. Per exemple, tot i que el departament d’Educació té tot enllestit i amb pressupost assignat des del 2021 per iniciar les obres de construcció de quatre nous edificis escolars a la ciutat, els tràmits municipals ho tenen tot bloquejat des de fa tres anys. Lamentable.

Podem parlar també de l’oferta d’escola bressol. Som el municipi amb menys places municipals de 0-3 de les ciutats de més de 25.000 habitants. Això són menys places, però també menys famílies de l’Hospitalet que es beneficien de la gratuïtat de l’I2 que ha impulsat aquest Govern de la Generalitat. La ineptitud de la regidoria d’Educació, a més, té paralitzat el procés d’incorporació a la xarxa pública de les cinc escoles bressol subvencionades, que van prometre abans de les eleccions, i que hem denunciat també el darrer Ple acompanyant les famílies afectades.

I si parlem de l’àmbit de la Salut, hem de celebrar que per fi el CAP Florida Sud sigui una realitat, que entrarà en funcionament en les properes setmanes, i que ja s’hagi licitat el nou CUAP i CAP Sant Josep. Reivindicacions històriques, fetes realitat gràcies a la col·laboració i cooperació entre administracions, amb més diligència en la cessió de solars, i s’ha notat. Però tenim encara molts reptes, com la construcció del nou Hospital General de l’Hospitalet a la zona de Can Rigal. Aquest és, ho hem de dir clarament, el gran engany i el fracàs de l’alcaldessa Núria Marín, incapaç de liderar el desenvolupament de la zona nord des dels interessos públics i de ciutat, i cedint la iniciativa, un cop més, als interessos urbanístics privats i especuladors. A Barcelona sí han fet els deures, amb un acord a vàries bandes que aplana el camí per al trasllat de l’Hospital Clínic a la zona de la Diagonal, a tocar del nostre terme municipal. Un cop més a l’Hospitalet, el nostre Ajuntament arriba tard.

Podríem destacar altres exemples, en sectors com el de l’habitatge, els serveis socials, l’ocupació, la promoció econòmica etc. En tots ells hi trobarem la inacció i la incompetència del nostre Ajuntament. Un govern més interessat en treure redit polític de les mancances d’altres, sense assumir el seu paper corresponsable i facilitador de les polítiques progressistes i de lideratge per atraure projectes i recursos a la ciutat. Un cop més, a l’Hospitalet se’ns està passant el tren de les oportunitats. Altres se n’aprofiten.          

Jaume Graells

Portaveu del grup municipal d’ERC-EUiA