De Marín a Rociíto, y un mundo que da muchas vueltas

Núria Marin y Rocío Ramírez, distintos destinos.

Nada más enterarme del nombramiento de la senadora Marín como delegada del Govern en Madrid, me acordé, como aquel rayo inesperado que ilumina una noche sórdida, del desmentido que hicieron llegar a L’Estaca sobre que alguien se había inventado lo del piso que la familia Hernández Marín se había comprado en Madrid. Y me lo ha vuelto a recordar ahora la noticia que leí ayer de la dimisión de la Rociíto, que también había sido pronosticada por estos periodistas estaqueños que empiezan a afinar las teclas con que tocan la actualidad. La noticia del piso de Madrid de la alcaldesa llegó entonces como llegan estas cosas, desde dentro, pero sin documentación, y explicando que las sesiones del Senado exigían mucha presencia activa en la capital, por lo que una buena manera de invertir justificadamente era comprar un piso en Madrid para no tener que tirar permanentemente de hotel o de alquileres a precios desorbitados.

Se desmintió la noticia también desde dentro y sin documentación, pero ahora resulta que la senadora Marín va a tener que vivir en Madrid, de manera estable y no a ratos, porque la delegación del gobierno no es el Senado, sino una cosa muchísimo más concreta. Ya veremos si también desmienten eso de que la Rociíto se ha ido escaldada y sin sueldo, o acaban de asumir que tienen un coladero en casa porque hay mucho cabreo escondido. A ver si aprenden de sus colegas de la dirección que jamás abandonan a los amortizados. Y si no, nada más hay que ver lo de la Marín y el Belver.

La senadora Marín fue ascendida el martes 3, hubo Comité Federal el 7 y ya se la vio chupando cámara pegadita a Illa y el miércoles 11 presidió en Madrid la Diada Nacional en Blanquerna. En estos casos todo se acelera, de modo que ser nombrada un martes, ir de delegada el jueves y presidir un acto oficial el miércoles siguiente, no supone gran esfuerzo si tienes infraestructura suficiente en la capital. Consultada su declaración patrimonial pública, no existe piso en Madrid, sino un piso y una vivienda heredada más una plaza de parking en l’Hospitalet, al 50%, y una casa en Altafulla también a medias, lo mismo que cuando tomó posesión de senadora.

Existe, eso sí, una nómina de la Administración pública, unas acciones, un plan de pensiones y un depósito bancario que dan, por lo menos, para poder arriesgar sin lágrimas una solicitud de hipoteca. Es igual, si Marín tiene o no piso en Madrid. Lo que tiene en Madrid es un premio por su intensa militancia en el socialismo patrio desde que tenía 18 años —la página oficial de su partido explica que era ya socialista, entre los 15 y los 17: a eso se le llama tener conciencia de clase y ella siempre ha tenido mucha clase— y ahora va a cumplir 61, el día de Sant Esteve. Y un premio añadido por su larguísima carrera en la Administración pública cuya primera nómina cobró cuando tenía 22 años con algo parecido a una diplomatura en ciencias empresariales, pero sin serlo. Se casó con el hijo de un viejo militante socialista de Collblanc, su barrio, y así consiguió, por méritos muy propios, ser muy prontito concejala, después alcaldesa, más tarde diputada provincial, luego presidenta de la Diputación, muy a tiempo vicepresidenta de su partido y de la AMB, cuando todo parecía terminar, senadora, y ahora, delegada del Govern.

Estuvo 16 años de alcaldesa en su ciudad natal y fue la primera alcaldesa mujer en toda la historia de su pueblo. Se la recordará por haber dejado que la ciudad se ganara a pulso el título de ciudad más densa de Europa, en plena competición con las ciudades universales más colapsadas, como Calcuta, a la que siempre se pone de ejemplo cuando se quiere hacer broma de un hormiguero humano infame y patético, y con la que debiera hermanarse, para por lo menos compartir desgracia.

La nueva delegada entró en política con 32 años y está decidida a mantenerse en el escalafón por lo menos 32 años más, que la política solo desgasta a quienes se la toman en serio. Como se ve, ha tenido paciencia, y se ha enfadado siempre poco con los que han ostentado poder… hasta que han dejado de tenerlo. Su predecesor en el cargo probablemente se sintió tan extraño y descolocado como le ocurrió a ella cuando en la sesión de investidura del nuevo alcalde, este se olvidó de darle un abrazo cuando saludaba a los más cercanos. La diferencia es que ella le dio la espalda a un exministro que ya no estaba para trotes, mientras que el nuevo alcalde no se podía permitir estos lujos con alguien que sigue trotando por las alturas. Pero todo se andará, porque los cargos no son eternos y los agradecimientos se mueren en el baúl de los recuerdos, cuando al benefactor solo le queda poder en su memoria.

Qué enormes diferencias entre la nuera del socialista Hernández de Collblanc i la concejala Rocío del Mar, la compañera del Peña. Dicen que la primera siempre se supo granjear amistades de relumbrón y en puestos clave y eso sirve más para hacer carrera que gastarse los codos en las salas de estudio. La segunda tampoco parece tener durezas en los codos y, hasta hace poco, ha vivido muy bien según los que la conocen, pero se hizo amiga de quien no debía: un socialista al que algunos le llaman Falete y que está señalado por la justicia, razón por la cual perdió poder en su misma agrupación norte. Los mismos méritos, pero destinos muy distintos y muy distantes. Es lo que tiene esta política nuestra tan destructora, que cualquiera puede ascender en una escalera de oportunismos cuyos escalones son tan transparentes que a veces dejan de existir y descubres que el suelo no es aquello que veías desde arriba, sino el lugar habitual de los humanos. Pero mientras tanto, cualquiera puede vivir en su piso de Madrid cerca de las estrellas o decir adiós desde el rincón de pensar que es un sitio lleno de humillación y desengaño. El mundo da muchas vueltas, tantas, que los hay que no salen nunca del mareo, y si no que se lo pregunten al exalcalde Pujana.

On va Correus a l’Hospitalet?

Oficina de Correus de La Florida

No sembla bon periodisme escriure d’un tema que afecta personalment a l’autor. Segurament, però, ja pot considerar-se periodisme quan el tema, el problema afecta a moltes persones molt més enllà del propi entorn. El tema és el desastre de servei que ofereix correus al veïnat de l’Hospitalet.

A molts sectors dels barris de la ciutat el veïnat veu com passen dies, setmanes i mesos sense que els arribi correspondència a les seves bústies. Al menys, des del més de juny, les cartes es deuen acumular en els magatzems de les oficines de correus de l’Hospitalet. El servei es concentra, en el millor dels casos, en el repartiment de paqueteria i de les cartes certificades. La resta està abandonada.

Segons informava un treballador de Correus, el serveis a la ciutat està repartit en 22 zones. A hores d’ara només hi ha en plantilla, setze treballadors, per cobrir aquestes vint-i-dues zones, i alguns d’aquests es troben de vacances o de baixa. La manca de personal és un fet que ha estat denunciat —no només a l’Hospitalet— pels sindicats de Correus de forma repetida però, al menys de moment, no sembla que hagin tingut gaire èxit.

Aquesta situació de falta de servei té efectes diversos, i cap d’ells bo, pel veïnat. Correspondència oficial com cites mèdiques o canvis de programació hospitalària, notificacions d’organismes com l’Imserso força esperades per gent gran, talonaris de receptes per persones usuàries de Muface, la mutualitat dels funcionaris, o correspondència bancària, com ara renovacions de targetes de crèdit o d’altres, així com les renovacions de carnets de conduir, etc. arriben fora de termini, amb els perjudicis i problemes corresponents.

Cal recordar que, avui Correus és la major empresa pública de l’Estat Espanyol. Integrada en el SEPI (Societat Estatal de Participacions Industrials) i depenent del Ministerio de Economía y Hacienda  és la responsable del servei postal universal a tot el territori de l’Estat Espanyol. Ja fa uns anys es va privatitzar el seu servei de banca postal i a hores d’ara disposa de diverses filials com Correo Express, Nexea Gestión Documental i Correos Telecom.

A més a més, de Correus existeixen treballant en el negoci de la correspondència i la paqueteria, diferents empreses privades de missatgeria, algunes d’elles de caràcter multinacional que, per estendre el seu negoci, s’aprofiten de les deficiències de servei que ofereix Correus.

Els problemes de personal que arrossega Correus a l’Hospitalet i les afectacions que això suposa pel veïnat hauria de ser una de les preocupacions del govern municipal de la ciutat, una de les qüestions a abordar des de l’Ajuntament exigint d’una empresa pública com aquesta que garanteixi el servei exigible pel conjunt de la ciutadania. És també un tema urgent.

La antipedagogía del nuevo gobierno de Catalunya, con agostismo y alevosía

JAVIER MARÍN VÁZQUEZ (Secretario General de la Alianza de la Izquierda Republicana de España)

Hace más o menos un par semanas se constituía el nuevo Ejecutivo de la Generalitat. Para los que vuelven ahora de las vacaciones, si se han aplicado la máxima de que esta breve etapa es para desconectar del mundanal ruido, se habrán encontrado con la sorpresa de que hay nuevos inquilinos en el Palau de la Generalitat, pero que la letra y música que sale por sus ventanales, aunque de distinta orquesta, sigue tocando las mismas canciones. Déjenme hacer un breve recordatorio pedagógico para poner al día a los que hoy se reconectan.

La cesión del voto es un compromiso contractual, por medio del cual los partidos piden el voto a la ciudadanía, a cambio de unas promesas de beneficios materiales, que presuntamente mejorarán su calidad de vida y que vienen reflejados en determinadas políticas públicas del programa electoral.

Cuando por medio de esos votos se accede al gobierno, y en vez de cumplir el compromiso prometido en el programa electoral, se hace justo lo contrario, se está produciendo una estafa electoral al ciudadano que otorgó su confianza a ese partido, al tiempo que una desconfianza generalizada en el sistema político del país, que debiera ser posible denunciar como incumplimiento de contrato por publicidad engañosa.

El programa electoral de ERC no engañaba a nadie. Prometieron:

1.       Financiamiento singular de la Hacienda Pública Catalana.

  • Creación de una Consejería de Política Lingüística

3.      Consolidar y reforzar el modelo de acción exterior

  • Conseguir la transferencia de todas las competencias y recursos sobre la gestión de las migraciones.

5.      Ejercer el derecho a la autodeterminación por medio de un referéndum sobre la independencia.

Por su parte, el PSC había prometido en su programa electoral:

  1. Pacto de financiación con el Gobierno Central en los primeros 100 días de administración.
    1. Inversión de 3.500 millones de euros para mejorar la infraestructura hídrica y combatir la sequía en Cataluña.
    1. Aumento de la plantilla de los Mossos d’Esquadra con 570 nuevos agentes cada año
    1. Modelo educativo con un sistema trilingüe en las escuelas para garantizar el aprendizaje del catalán, el castellano y el inglés.
    1. Incrementar el presupuesto destinado a la cultura en un 2%.
    1. plan de renovación para las viviendas de más de 50 años

El acuerdo PSC+ERC para la investidura de Illa recoge “fil per randa” los 3 primeros compromisos íntegros de ERC:

1.       Que Cataluña salga del régimen común y que la Agencia Tributaria Catalana gestione, liquide, recaude e inspeccione todos los impuestos

  • Creación de una Consejería de Política Lingüística. Pacto Nacional por la Lengua que cuente con 200 millones de € de financiación en su primer año. El catalán como lengua vehicular y de aprendizaje en el sistema educativo. (por lo tanto excluyente del idioma español)
  • Ampliación de la Consejería de Acción Exterior y UE y apoyo al programa del cuerpo consular establecido en Cataluña; así como reforzar la presencia de la Generalitat en organismos y agencias internacionales

Ni una palabra en ese acuerdo de investidura, sobre la rebaja del tiempo para la atención sanitaria en las listas de espera, lo que implicaría mayor inversión en nuevas plazas de profesionales sanitarios.

Ni una palabra sobre la mejora de la calidad en la Educación Pública. Su único interés es reforzar la Gestapo lingüística, por medio de la marginación absoluta del idioma español. Acabarán poniendo multas a los profesores o alumnos que sorprendan hablando español (denles tiempo).

Nada que ver con las declaraciones de Illa de febrero de 2023 en las que prometió su negativa radical a reeditar un tripartito en Cataluña, ni con la de algunos medios de comunicación subvencionados, que han intentado engañar a la ciudadanía diciendo que con su presidencia, acabarán 14 años de gobiernos independentistas. Es justo todo lo contrario, los hechos están demostrando que con su Govern se dará respiración asistida a la secesión.

Cambia la nomenclatura de los partidos y personas en el Govern de la Generalitat, para mantener las mismas políticas continuistas de los últimos 14 años. No es un cambio de ciclo, es simplemente un cambio de personas y siglas, que favorecerán los intereses personales de los nuevos gobernantes, al tiempo que seguirá perjudicando los intereses colectivos de la mayoría social.

¿Quien gana y quien pierde con este cambalache?

Con tan solo el 13 % de los votos del censo electoral catalán —425.000 votos—, ERC ha impuesto los 3 puntos principales de su programa electoral.

Gana, pues, ERC que ve cumplido su programa secesionista, el único que le importa, después de fracasar estrepitosamente con sus políticas en Educación, Sanidad, Vivienda y Seguridad Pública.

Viendo el organigrama de gobierno, es más que obvio que van a crear una ingente cantidad de puestos de trabajo como funcionario público en los ámbitos exigidos por ERC —Exterior, Inmigración, Política Lingüística— que están destinados a los militantes que mantienen el aparato de ERC, que probablemente asuma la dirección de esas Consejerías en un futuro inmediato.

Gana Salvador Illa y el PSC, que asumen en primera persona el poder institucional para aplicar el programa secesionista de ERC.

¿Quién pierde?

Pierden los ciudadanos catalanes que usan la lengua española de forma mayoritaria, ya que con este acuerdo se verá postergados en la Administración Pública y en la Enseñanza, a pesar de la obligatoriedad en la cooficialidad, que establecen la Constitución Española, el Estatuto de Cataluña y las numerosas sentencias judiciales que obligando al Govern de la Generalitat, han sido reiteradamente incumplidas por esta.

Pierde la ciudadanía de Cataluña que seguirá viendo cómo se desvían los recursos económicos de sus impuestos a la duplicidad de “embajadas en el extranjero” que ya están cubiertas por el Estado Español.

Pierde la ciudadanía del conjunto de los pueblos de España, que ve como el Gobierno Central, por el propio interés personal de su Presidente, permite que la segunda CC.AA más rica del país deje de contribuir a la caja común de solidaridad interterritorial.

Pierde el conjunto del pueblo español que comprueba con tristeza y rabia contenida, como se elimina el principio de IGUALDAD, que rige nuestra Constitución, para favorecer los privilegios de las regiones más desleales con España. Con evidente peligro de fracturar la unidad territorial, para invertir a marchas forzadas en una confederación que satisfaga a los partidos que sostienen a P. Sánchez –BILDU, ERC; BNG; JUNTS; PODEMOS, y SUMAR,— que son los que reclaman esa confederación, que presagia terribles enfrentamientos de imprevisibles consecuencias.

Perspectivas de futuro

Para seguir combatiendo a favor de la mayoría social, para conseguir mayores cuotas de calidad e igualdad en la Educación, en la Sanidad, en la Seguridad Pública, en respeto al uso normativo y legal de la lengua española, hace falta una izquierda consecuente, de ámbito estatal, que se comprometa a denunciar con fuerza el rumbo confederalizante que está siguiendo la política española, con la nave nodriza catalana al frente, y la vasca detrás. Una izquierda que esté en la calle, llamando a la movilización social por la mejora de las condiciones de vida.

Desde la humildad de un pequeño partido político, AIRES no cejará en hacer denuncias con mucha pedagogía social, impulsando esas protestas y llamando a la lucha activa.

Parlem de la immigració

No fem cap favor a les persones que venen de l’estranger o, en tot cas, el favor és mutu.

MANUEL DOMÍNGUEZ. Portaveu de L’Hospitalet En Comú Podem.

Comencem pel començament. Primera premissa: la riquesa, els recursos, són produïts pel treball humà. Sense treball humà no n’hi ha tomàquets o pantalons ni els tomàquets i els pantalons seran a prop teu. Sense treball humà no hi ha electricitat a casa teva i els residus ens menjarien i provocaries malalties.

Et diuen que la riquesa la generen els/les emprenedors/es. És una mitja veritat: generen riquesa en tant que també treballen. Després s’apropien de la riquesa generada pels/per les treballadors/es. Aquesta és una altra història que tractarem un altre dia.

Segona premissa: els països rics de l’actualitat ho són com a conseqüència de l’explotació imperialista dels països pobres de l’actualitat a partir del segle XV. Desenvolupament i subdesenvolupament són les dues cares de la mateixa moneda, un ha generat i genera l’altre.

Evidentment que hi ha excepcions, provocades per diverses peripècies històriques i necessitats polítiques i econòmiques del capital. Els mapes dels indicadors del desenvolupament humà i el dels imperis dels segles XVIII al XX deixen poc marge al dubte.

Tercera premissa: la població dels països rics va decidir tenir pocs fills al llarg del segle XX. En concret, a Espanya, des de la dècada de 1990 tenim una de les fecunditats (mitjana de fills per dona) més baixes del món, al voltant de 1,2.

La conclusió d’aquestes premisses és que als països desenvolupats, si volem generar riquesa, necessitem gent. I aquesta gent només pot venir dels països no desenvolupats. Per tant,

Les diferents formes de racisme són molt antigues i han adoptat moltes formes. Per exemple, l’odi a les persones jueves, l’antisemitisme. L’arribada als regnes ibèrics de la població gitana en el segle XV també va desenvolupar un racisme ben arrelat. Però va ser l’imperialisme que hem esmentat el que va crear el racisme modern. El racisme és una eina de la lluita de classes.

El racisme fou creat per a justificar l’explotació de les poblacions conquerides amb l’esclavitud, la mita (una forma de treball forçat a la població d’Amèrica), etc… Ara continua amb la mateixa funció: justificar l’explotació de la classe treballadora, com a mà d’obra barata, i permetre el consegüent enriquiment extra del capital.

El racisme, malauradament, troba adeptes en la part de la població considerada superior, fins i tot en la de classe obrera. A molta gent li deu agradar que li diguin que és millor…

Avui, l’extrema dreta proposa un pacte a una part de la població dels països desenvolupats amb el que li proporciona unes engrunes de la riquesa, alguns privilegis i la idea de la superioritat; no menyspreem la importància de les idees d’auto-reconeixement, poden passar per sobre de les condicions materials reals.

Un estudi fet a finals del segle XX deia que més de la meitat de la població de Catalunya era fruit de les dues onades immigratòries que s’havien rebut al voltant de les dècades de 1920 i 1960. A Catalunya la natalitat havia baixar abans que al conjunt d’Espanya.

Les zones rurals espanyoles expulsaren milions de persones a les zones urbanes i industrials d’Amèrica, Europa Occidental i Espanya. Fins fa uns 30 anys, Espanya era un país d’emigrants pobres; què ràpid ens hem oblidat d’això!

Segons aquest estudi, l’Hospitalet no arribaria als 20 mil habitants sense l’arribada de la gent com els meus pares. A partir del 2000 s’ha produït el tercer episodi immigratori, el de les persones procedents d’arreu del món.

A hores d’ara, al voltant d’un terç de la població de l’Hospitalet és d’origen estranger, una proporció que augmenta als barris per sobre de la via.

La immigració no és un problema, com he intentat exposar al començament, és una necessitat. El que és evident és que una concentració de persones immigrades pobres genera els problemes que qualsevol concentració de població pobre comporta, amb l’afegit dels problemes propis de les persones estrangeres, moltes de les quals no tenen regularitzada la seva situació.

En termes econòmics, el capital no assumeix els costos de les externalitats del trasllat de la mà d’obra que necessita pel seu funcionament des de l’estranger i genera situacions socials molt complicades.

El que no sabem és si aquestes situacions són creades pel desinterès del capital per tot el que no genera beneficis o si directament les provoquen per fomentar els conflictes i l’auge de l’extrema dreta.

A l’Hospitalet hem d’afegir l’extraordinària densitat de població i la manca d’espais públics, el que genera uns importants problemes de convivència.

Des de la consciència de classe, entomem el tema de la immigració en termes de lluita pels drets de les persones, especialment les de les persones treballadores, de les seves condicions laborals i socials, que són les de tothom.

El problema de l’habitatge afecta al salari real de tothom, però és sagnant entre les famílies desnonades. El salari indirecte no arriba per cobrir les necessitats bàsiques de les persones socialment més vulnerables. El moviment obrer, veïnal i pels drets socials hauria de superar les reaccions racistes, nacionalistes i xenòfobes.

Nou curs polític?. La ciutat no fa vacances a l’estiu

Un dels serveis qüestionats.

JAUME GRAELLS. Portaveu ERC i EUiA a l’Ajuntament de l’Hospitalet  

Els amics de la FIC em demanen el clàssic article d’inici del curs polític. Aquell que es fa en tornar de vacances. Cosa que és d’agrair perquè no sempre es fàcil poder expressar la nostra opinió en una ciutat on la llibertat de premsa no està garantida. El primer que vull dir és que no es pot parlar de la tornada de les vacances: la major part dels nostres barris no fan vacances a l’estiu, la nostra gent no s’ho pot permetre.

Els carrers i les places bullen en època estival. La calor, la pobresa i la massificació constitueixen una barreja que deriva en unes condicions de vida més que precàries. En una ciutat que pateix un urbanisme voraç, amb la proliferació d’infrahabitatges, amb manca d’espais verds, sense ombres i on predomina arreu el ciment que incrementa les temperatures en les temudes onades de calor. Això s’agreuja amb uns refugis climàtics que fan riure i amb la manca d’equipaments públics, que a més tanquen el mes d’agost. Es dona el cas d’equipaments que són refugi climàtic que no obren en aquest mes o que redueixen dràsticament els seus horaris, per la manca de personal substitut.

El mes d’agost a l’Hospitalet també es caracteritza pel tancament dels serveis públics: serveis socials passen a mínims, les regidories de districte i els centres culturals tanquen tot el mes, les biblioteques o tanquen o redueixen horaris i els efectius de la Guàrdia Urbana, ja de per sí precaris, es veuen reduïts a la meitat en els mesos d’estiu. Què no dir del servei de neteja de la ciutat totalment precari, i amb una maquinària, contenidors i camions envellits després de 14 anys amb el mateix contracte. No és d’estranyar els reiterats incendis de camions en els darrers dos mesos que han posat en perill a treballadors i ciutadania.

Amb això ens trobem amb un espai públic abarrotat de gent, també a les llargues nits d’estiu, cosa que contrasta amb l’esmentat tancament de serveis i equipaments, i amb una Guàrdia Urbana que no pot arribar a tot per la manca de personal, la falta d´educadors i dels serveis de mediació al carrer. Les famílies vulnerables, amb situació d’emergència habitacional, amb dèficits alimentaris que s’agreugen amb les vacances escolars (molts infants només tenen garantit un plat a taula de qualitat mínima en els menjadors escolars) i amb tota mena de mancances i sense satisfer les necessitats més bàsiques; aquestes famílies si ja de per sí són desateses tot l’any a l’estiu es troben directament amb la porta de l’administració tancada als seus nassos.

Un fet remarcable és la pobresa que ens arriba en aquests mesos a la qual no se li presta cap mena d’acollida. Ens podem trobar perfectament amb una matrícula viva escolar que depassi els 1000 infants que s’hauran d’escolaritzar el setembre perquè han arribat després del procés de matriculació ordinari del mes de juny. 1000 infants arribats en un parell de mesos sense cap acollida i que han d’esperar el setembre a ser atesos, ells i les seves famílies, per avaluar les seves necessitats i per iniciar el procés d’escolarització.

En uns barris que voregen i superen el 50% de pobresa infantil ens podem permetre fer vacances a l’estiu? No s’haurien de garantir uns serveix extraordinaris i transversals per atendre les necessitats de la nostra ciutadania i de la infància?

Les conseqüències de tot plegat són fàcilment deduïbles. A l’agost les necessitats es doblen i la resposta dels serveis municipals passa a ser de mínims o inexistents. Els greus problemes de convivència que han esclatat durant l’estiu, amb proliferació dels sorolls, percepció d’inseguretat, la manca de neteja, les males olors, desatenció a la vulnerabilitat etc fan insuportable l’existència de molts dels nostres conciutadans.

La resposta a aquest despropòsit, com passa sovint a la nostra ciutat, és el silenci i l’apatia d’un govern en vacances. I l’oblit de la nostra gent gran, que és el perfil predominant juntament amb el de les famílies vulnerables en expansió en molts dels nostres barris. Ambdós col·lectius accepten estoicament el destí que els ha tocat viure. La pobresa i la vellesa són silencioses. No tenen el ressò mediàtic perquè no disposen  dels recursos ni els mitjans per fer-se valer com a ciutadans de ple drets. Per no tenir, alguns no tenen reconegut ni els drets més bàsics com el de l’empadronament. Per a l’administració no existeixen. Un joc molt perillós aquest, que se’ns pot girar en contra si no li posem remei.

El que ha passat aquest estiu a la nostra ciutat no es toleraria en altres barris i ciutats de Catalunya. Aquesta, efectivament, és la nostra realitat, la nostra trista realitat, i no la que es vol vendre de la ciutat modèlica de les grans transformacions. La resposta del govern, com deia, és l’apatia. Lluny d’estar al peu dels problemes que es viuen en els barris ha decidit, un agost mes, marxar de vacances. I hi ha qui pot pensar que les vacances les allarguen durant tot l’any.

L’estiu hospitalenc ens il·lustra perfectament de com serà la nostra ciutat i de quina serà la resposta i el programa del nou govern municipal la resta de mesos d’aquest nou curs polític i de la resta del mandat. Cap novetat, en aquest sentit. Nou alcalde, vells tics: la passivitat de sempre, la negació dels problemes com a norma i control ferri dels mitjans de comunicació públics que, per cert, també tanquen per vacances.

La pregunta que ens hem de fer és si serem capaços de donar veu a la majoria silenciosa i activar el canvi de rumb que necessita la nostra ciutat. Amb aquest govern, i amb alguns grups de l’oposició, malgrat tinguem un nou alcalde, sembla més que improbable. Pels seus fets els coneixereu, als uns i als altres. ERC i EUiA farem tot el possible per revertir en el futur aquesta situació. Per nosaltres no serà.

Nou curs polític i transformació: l’Hospitalet en la cruïlla del futur

El nou alcalde té la responsabilitat de redefinir el futur de la ciutat.

ANTONI GARCÍA

El curs polític arrencarà al setembre carregat d’actes, activitats i esdeveniments. D’una banda, s’inicia una nova etapa a la Generalitat de Catalunya, on l’independentisme ha perdut l’hegemonia parlamentària tant per mèrits propis com per la davallada d’Esquerra, que des de les darreres eleccions municipals ha anat perdent bous i esquelles i ha decidit cedir la presidència de la Generalitat a Salvador Illa.

Caldrà veure com el nou govern afronta els problemes que afecten el país i si, a més, aporta beneficis a l’Hospitalet complint els compromisos històrics que encara queden pendents en diversos àmbits. El temps dirà si es tradueixen les paraules en accions, ja que l’experiència amb l’anterior govern, que va generar moltes expectatives però va acabar passant amb més pena que glòria, va donar l’esquena a l’Hospitalet. De fet, lluny de resoldre o encarrilar problemes greus, com els que la ciutat pateix en l’àmbit educatiu i social, aquests s’han agreujat.

L’Hospitalet de Llobregat es troba en un moment crucial de la seva història. Amb l’arribada del nou alcalde, David Quirós, la ciutat es troba davant d’una cruïlla: seguir un model de ciutat que molts considerem esgotat o emprendre una nova transformació que respongui als reptes socials, econòmics i ambientals del segle XXI. El nou alcalde té la responsabilitat de redefinir el futur de la ciutat. En una entrevista recent, Quirós va afirmar que L’Hospitalet necessita “menys urbanisme i més humanisme”, una afirmació que reflecteix un sentiment creixent i compartit entre la població, que reclama un model de ciutat més centrat en les persones, els barris i les seves necessitats, i menys en el creixement desmesurat.

L’Hospitalet no són només els seus edificis; és el conjunt de veïns i veïnes, entitats, comerços, petites i mitjanes empreses, i dels treballadors que hi viuen o que cada dia han de marxar per treballar fora de la ciutat. La transformació que la ciutat necessita és inajornable i ha de ser profundament humanista, centrada en el benestar de la seva gent. Aquesta transformació no pot limitar-se a grans projectes urbanístics, molts d’ells obsolets, sinó que ha de prioritzar les necessitats reals de la ciutadania, promovent una ciutat més inclusiva, sostenible i que ofereixi oportunitats per a tothom.

L’Hospitalet té davant seu grans reptes que cal abordar: una desigualtat socioeconòmica creixent, emergència educativa, dificultats en l’accés a l’habitatge, manca d’oportunitats per al jovent, necessitat de millorar la convivència i la neteja, i un espai públic i una ciutat que s’ha d’adaptar a la realitat del canvi climàtic. Tots els qui vivim a L’Hospitalet volem una ciutat neta, segura i endreçada, amb serveis públics eficients i un model econòmic diversificat que creï riquesa, aposti pel talent, generi ocupació de qualitat i preservi el seu escàs patrimoni històric i natural.

Aquests reptes compartits han de ser la prioritat de l’acció política en la nova transformació de la ciutat. L’Hospitalet es mereix un projecte clar i ambiciós que reforci l’orgull de pertànyer a la segona ciutat de Catalunya, i que pensi i faci política quotidiana amb majúscules per als qui hi viuen, la fan viure i perquè hi puguin viure.

El futur de L’Hospitalet dependrà de la capacitat del seu govern de situar les persones al centre de totes les decisions, amb l’objectiu prioritari de millorar la qualitat de vida dels seus veïns i veïnes, així com dels barris. Per aconseguir-ho, serà imprescindible generar sinergies, establir complicitats i sumar esforços per fer possible aquesta transformació necessària. Només així es podrà crear un entorn on la qualitat de vida dels ciutadans esdevingui la mesura real de l’èxit i del progrés de la ciutat.

Felices sueños, director general

Francesc Belver, en un pleno municipal.

Vale, pasan de mis vacaciones y me dicen que me ponga las pilas, que el President de la Generalitat está cubriendo los centenares de vacantes de altos puestos muy bien remunerados y que hay noticias. No me lo puedo creer. Tal como me lo explican me da por pensar que el tal Illa se ha vuelto loco y que anda buscándome. Y lo peor, que no me va a encontrar, y que por eso les ha dicho a estos de L’Estaca que me den un toque. Y resulta que no. Que quiere bien al Candelas, y que no le va a llenar la cuenta corriente de ceros ni la cabeza de pájaros, y que al que ha llamado para agradecerle lo mucho que ha hecho por el partido es a un viejo conocido de la casa que hace poco más de dos meses dijo que abandonaba la política y que se iba a su antiguo trabajo de informático, donde parecía que todavía le echaban de menos.

Así, como os lo cuento. El Presidentillo Illa acaba de nombrar director general de Administración Local del Departamento de Presidencia, al insigne Francisco J. Belver Vallés, hasta hace 8 semanas primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de l’Hospitalet, de donde dimitió para acompañar a la hoy senadora y exalcaldesa Nuria Marín, en el descanso merecido.

El que pudo ser alcalde de la ciudad en lugar de Triple Q (Querido Quesito Quirós) y que parecía que estaba harto de la política, vuelve ahora con cargo, despacho, secretarias y sueldazo, para subir un escalón más en su carrerón. Que empezó como director de Recursos Humanos en Hospi de donde pasó al ejercicio de representación como concejal en las elecciones del 99 haciendo un poco lo mismo, hasta que en las siguientes consiguió ser teniente de alcalde añadiendo a la informática y los recursos humanos, la organización municipal y la seguridad ciudadana. A partir de 2011 fue primer teniente de alcalde y exactamente, según quienes lo conocían de cerca, el que tenía el Ayuntamiento en la cabeza. O Belver tiene una cabeza muy grande, o el Ayuntamiento cabe en un cenicero, pero lo que nadie puede obviar es que ha acumulado experiencia y que algunos dirán que ha sido precisamente eso lo que ha llevado al Presidentillo a proponerlo para el cargo.

Yo opino que estas cosas no se producen por esas causas. A Belver había que pagarle convenientemente su fidelidad a las siglas y lo bien que se ha llevado con quienes no le dieron su confianza cuando la estaba esperando y, de esta manera, se agencia 93.160 euros anuales que son cerca de 20.000 euros más al año por, probablemente, menos de la mitad de la mitad de la mitad del trabajo que tenía en Hospi, aunque solo fuera por mantener los equilibrios sin romper ninguna pieza.

Belver, por otra parte, es el paradigma del hombre espabilado, hecho a sí mismo. Empezó en Aguas de Barcelona —una empresa muy bien conectada históricamente al poder local— arreglando programas de gestión, se hizo fácilmente socialista porque el sello comprometía a poco pero habría enormes horizontes y, como que era hábil, enseguida fue escalando posiciones como han hecho todos: desde el gran Triple Q hasta el Presidentillo. No era imprescindible tener demasiados títulos, demasiados estudios o demasiadas lecturas. Uno empieza de la nada, hace una diplomatura gerencial en ESADE y termina convertido en pocos años en profesor del Máster de Gestión Pública del mismo sitio donde empezó. Y todo eso tiene muchísimo mérito, porque primero tienes que adquirir un poco de conciencia social aunque solo sea para disimular cuando hablas y, poco a poco, tienes que aprender qué es eso de la política al uso: una forma de ganarse la vida haciendo sobre todo gestión y procurando que los grandes poderes no salgan nunca perjudicados.

A mí siempre me ha caído bien ese hombre, la verdad. Tanto, que me ofrecí para mediar entre los redactores de L’Estaca y el dimitido teniente de alcalde para que les concediera una entrevista que le solicitaron por correo electrónico un poco antes de dejar los trastos. Me dijeron que no hacía falta la mediación, que la entrevista era segura pero que la haría cuando las ranas criaran pelo. Me ofrezco otra vez a lo mismo, a ver si ahora la evolución ha pegado un crujido y los renacuajos nacen como los pollitos.

Por lo demás, hay casi 400 altos cargos para cubrir, cada vez que cambia un gobierno, y muy pocos acumuladores de experiencia. Para ejercer las responsabilidades no solo hacen falta voluntad y compromiso. Hace falta especialmente paciencia para encajar tantas frustraciones y reveses. Y en esos partidos nuestros de larga trayectoria, las carreras políticas nunca acaban cuando uno lo decide sino cuando lo decide el que te tiene que nombrar.

Pues nada, felices sueños al director general que va a poder finalmente descansar, sin que se le resienta demasiado la cuenta corriente.

¿Liberar suelo o liberar propiedades?

Hay un montón de cosas del mundo de hoy que no entiendo y una de ellas es el problema de la vivienda. Y no porque yo tenga vivienda, que la tengo, sino porque quienes más jalean el problema de la vivienda, aparte de los que no la tienen, son los que tienen dos, diez o quizás 300, especialmente en venta y ahora en alquiler. Si, no voy a negar que hay problema con la vivienda, porque si no hubiera tal problema, no se hablaría de ello. Y hay, desde luego, un problema de vivienda en aquellos que quieren tener una y no pueden. Hay un problema con la vivienda, en primer lugar, en las ciudades grandes, porque no parece que, en los municipios pequeños, en las ciudades medianas y en las zonas rurales haya tal problema. Por lo tanto, delimitar el problema iría muy bien para encontrar la solución.

Estaría bien preguntarnos por qué hay un problema de vivienda precisamente en las ciudades grandes, las más urbanizadas, las más saturadas de espacio ocupado y de edificios residenciales. Si justamente lo que sobran son edificios de viviendas… a qué se debe que sea justamente ahí donde hay problemas de vivienda. Y ¿por qué todo el mundo parece convencido de que para terminar con el problema de la vivienda hay que construir más y más, hay que ocupar más espacio libre, hay que planificar más solares urbanizables…? La primera respuesta es que hacen falta más viviendas en las grandes ciudades porque es en las grandes ciudades donde se concentra la gente. Pero lo que deberíamos preguntarnos también es por qué, en la única época de la humanidad en que se puede trabajar a distancia, donde los productos cada vez son más de servicios que de industria y por lo tanto las distancias han dejado de ser eso, distancias, todo el mundo aspira a concentrarse en las grandes ciudades donde vamos a terminar echando a los turistas —que dan de comer a buena parte de este país— para caber nosotros.

Y la respuesta no es sencilla, pero la aproximación sí lo es: funcionan las grandes ciudades porque en esta sociedad en la que nos movemos, todo funciona bajo las leyes del mercado y todo se compra y se vende, especialmente aquello que resulta imprescindible. Y si hay alguna cosa imprescindible de verdad es un suelo donde vivir. No deberíamos olvidar que el 90% de l’Hospitalet se creó a base de que los propietarios del suelo, que eran todos de Barcelona —es un decir, porque había gente de muchas procedencias que tenía suelo en propiedad en aquel pueblo rural de principios del XX— se hicieran ricos a base de parcelar y vender con el permiso municipal, para que los recién llegados se hicieran una vivienda, a ratos libres y con sus propias manos. Luego, muchos descubrieron que en lugar de trabajar en una fábrica textil o del vidrio, o de la cerámica, construir viviendas iba a tener en adelante mucho futuro. Y eso mismo descubrieron los propietarios del suelo y quienes les daban permiso para parcelar. Unos vendían tierra, otros vendían permisos y los que podían, compraban materiales para construirse un hogar.

En Barcelona, desde que tiraron las murallas, se colmató la venta de suelo. En l’Hospitalet y en tantos municipios del entorno, se vendió el territorio para hacer fábricas y para hacer viviendas para quienes acudían a las fábricas mientras los propietarios se compraban fincas rurales para disfrutar de lo que prohibían a sus obreros, más allá de la precariedad del salario: la precariedad del espacio, del aire libre, de la tierra sin cemento. O sea, vivimos en las grandes ciudades porque a eso nos ha empujado la revolución industrial y porque la revolución industrial era cualquier cosa menos una revolución: aquello de la industria parece que se acabó, pero de aquel dinero, estos promotores, que siguen amasando con el beneplácito general.

Se me ocurrió discurrir al respecto cuando el otro día leí en este mismo pantallómetro que l’Hospitalet había cedido tres solares a la AMB no para construir un parque sino para construir 142 pisos “de lloguer accesible”. Lo dicho, Ayuntamiento, Área Metropolitana y Generalitat (los mismos perretes con distintos collaretes) van a hacer la vida más llevadera a 142 familias sobre la base de edificar en suelo libre. Atención, en un suelo libre, que no volverá a estar libre hasta que no haya la hecatombe de la extinción. O sea, esperemos que para los siglos.

Y me diréis: hombre, lo que faltaba, un loco que prefiere que haya árboles en lugar de personas. Decidme loco, pero sí. Porque lo que hace falta en el Área Metropolitana son árboles y lo que sobran son personas… Joder Candelas, ¿y qué hacemos con las personas, las matamos? Tú, que eres tan progre siempre a favor de la emigración, ¿dónde los metemos a esos?

No soy de matar: ni personas, ni árboles, ni cucarachas, diga lo que diga la Copla de la Piquer, que dice poco. Y estoy con los que defienden que en un mundo finito es imposible crecer infinita y desaforadamente. Así que, si en las grandes ciudades no caben más almas, habrá que ir pensando en recuperar lo que está vacío para meter las nuevas almas.

Mira por dónde. No hace mucho leí que en los 36 municipios de la AMB hay 121.107 viviendas vacías. Viviendas vacías quiere decir suelo ocupado y vacío. ¿Y el AMB, el Ayuntamiento y la Generalitat se comen tres solares en Hospi para hacer 142 viviendas, para 142 familias? ¿Así de buenos y generosos? Venga ya… Quizás sería muchísimo más inteligente recuperar esos solares para plantar árboles y recuperar las más de 8.600 viviendas que hay vacías en la ciudad, según el INE. Pero eso no es negocio para nadie. Es más trabajo para quien debería legislar, que son los mismos que mandan en el Ayuntamiento, en la AMB y en la Generalitat. En cambio, construir 142 viviendas es negocio para muchísimos. Para los promotores, para el Ayuntamiento y para los bancos que dan hipotecas. Menos para los compradores, para todos los demás que aparecen en la operación. Los compradores, dobles perdedores: porque se empeñarán de por vida y porque vivirán en una ciudad invivible.

El problema es general en toda España. Ya lo hemos dicho. Especialmente en las grandes ciudades donde hay todavía mucha demanda. Pero quizás deberíamos ponernos a pensar cuál es la razón de que en España haya 3,8 millones de viviendas vacías, de las cuales 448.000 (el año pasado) estaban todavía sin estrenar, esperando comprador, y nos bombardean todos los días con que faltan viviendas y que hay que construir más. Lo mismo dicen del PIB, que hay que desbordarlo año tras año, lo mismo decían del petróleo hasta que empezaron a pensar que, el día menos pensado, no bombean un decilitro.

La fiebre de la vivienda es un clamor interesado. Y estoy convencido de que hay gente sin vivienda —muchas personas en la calle desahuciadas por no poder pagar— que la necesita y con urgencia. Pero la solución es llenar esos 3,8 millones de viviendas, porque sobre la problemática de la vivienda hay dos crímenes sin resolver que huelen desde hace décadas y que no entiendo como no despiertan por la noche a quienes condenan (a abandonar su hogar a gente vulnerable) y a quienes no obligan (a hacer leyes para poner toda la oferta en el mercado a gente poderosa).

Así que, menos liberar suelo y más liberar propiedades, si queréis ayudar a la gente… ¡Que ya se ve que no, coño!

Es tanca una botiga, es trenca el paissatge

L’aparador de la Ferreteria Tormo

El 1959 Paco Candel escrivia una novel·la amb el títol “Han matado un hombre, han roto un paisaje” en la que explicava els canvis de paisatge del barri de la Marina, amb l’arribada de les barraques, la modificació dels camps de conreu i l’arribada de les industries. La mort d’un home i el perible vital en els anys li servia a l’autor per explicar els canvis en el paisatge dels seus barris.

Divendres 26 de juliol ha tancat definitivament la cansaladeria del barri de Santa Eulàlia coneguda com Can Salat. No es tracta només d’una simple botiga. Hi tenien un obrador en el que fabricaven bona part dels seus productes. Eren famoses, per exemple, les seves botifarres.

Oberta el 1931 per la família Salat, ha estat sempre un comerç molt lligat al barri, com la mateixa família que participava en moltes de les activitats socials de l’entorn. Han aprofitat, de fet, la jubilació de la seva dependenta, la Mary, que hi ha treballat més de cinquanta anys, per tancar el negoci.

De fet, es queixen fonamentalment de la falta de personal per seguir endavant amb l’obrador i la feina de la cansaladeria. En els darrers anys, el seu obrador va servir també com a lloc de pràctiques d’estudiants de xarcuteria, però això no ha estat suficient per aconseguir facilitar el necessari relleu generacional.

Queixa de clients de la ferreteria enganxada a l’aparador

Una mica més enllà, un altre comerç històric també anuncia que ben aviat tancarà les portes: la Ferreteria Tormo del barri de Collblanc. Una botiga que va obrir dos anys abans que Can Salat i que ha estat un dels referents en el seu ram ben a prop del mercat de Collblanc. La Rosa Maria, la actual propietària de la ferreteria repeteix arguments semblants als de la Neus Salat: la manca de relleu generacional i els canvis en els hàbits de consum.

A Santa Eulàlia i a Collblanc, com al conjunt de barris, el paisatge dels seus carrers està canviant. El comerç de barri s’està modificant profundament. I la causa de tants tancaments de botigues històriques, d’autèntics referents de la comunitat i de la seva memòria, té de ben segur, moltes causes. El comerç tradicional i familiar es veu d’alguna manera xuclat per les grans superfícies i, també per les botigues de franquícia.

Sembla com si existís una voluntat conscient per part dels poderosos (es pot llegit mercat i mercantilització en allò quotidià) de dificultat o impedir la vida comunitària, de trencar lligams i referents col·lectius en molts aspectes de la vida. El model que es vol referent és el d’una família, tancada en el seu pis, amb algun servei afegit a la comunitat del seu bloc, com les famoses piscines comunitàries, però sense cap relació amb l’entorn més proper, amb el barri.

La compra es fa, si es possible en cotxe, en una gran superfície (no només els centres comercials, sinó també les grans cadenes de supermercats) i si cal alguna cosa més es fa recurs a Internet, sigui via Amazon, o Glovo o qualsevol de les multinacionals que intermedien entre consumidors i comerços. L’espai que les botigues tradicionals i de barri deixen buit, s’omple parcialment per petis comerços de supervivència (fruites i verdures, roba de baix preu, tractaments d’ungles, petits bazars, etc.),  sostingudes amb força dificultats per famílies d’origen immigrant o per botigues franquiciades com els forns- cafeteries de diferents marques o les botigues de conveniència.

I realment, tancament de botigues com Can Salat a Santa Eulàlia, la Ferreteria Tormo a Collblanc, i tantes i tantes altres en el conjunt de l’Hospitalet modifiquen profundament el paisatge i la vida als barris. Segurament no hi, ara per ara, solucions màgiques a aquesta situació, però sí que caldria exigir a les administracions, la municipal en primer lloc, unes polítiques actives de comerç local molt lligada a facilitar les relacions comunitàries als barris. Les botigues i els mercats són, de manera especial, llocs de trobada i de convivència que cal afavorir. Hi caldrà treballar de valent per aconseguir-ho i per disposar en els nostres barris de paisatges sencers i comunitaris.

Missatge d’acomiadament de Can Salat

Quaranta anys d’història i de fer ciutat

Lídia Santacana/Enric Ferreras

El 13 d’abril de 1984 registràvem els estatuts del Centre d’Estudis de l’Hospitalet. L’acta formal de constitució es va fer al Centre Catòlic i l’entitat va tenir com a membres fundadors segons l’acta de constitució a: Joan Egea, Jaume Botey, Juliana Joaniquet, Pere Pinyol, Joan Camós, Ferran Navarro, Andreu Trilla i Casimir Martí.

L’entitat va néixer amb la voluntat de treballar per  la identitat de l’Hospitalet i per posar en valor la pertinença a la ciutat, però també per donar a conèixer d’una forma rigorosa la seva història política, econòmica, demogràfica, social, cultural, tot allò que havia passat i passava a l’Hospitalet. Tot allò que podia definir la identitat d’una ciutat massa propera a Barcelona. Tant és així que es van posar en marxa diferents projectes i la majoria encara vigents. 

Es pot dir que el Centre d’Estudis de l’Hospitalet ha estat en alguns aspectes avançat i pioner. El CELH va ser una de les primeres associacions del país en elaborar bibliografies locals i també fórem pioners en posar en marxa la base de dades bibliogràfica de l’Hospitalet coneguda com a BABEL’H que avui té 6.647 referències.

I quan ningú pensava en Memòria Democràtica es va posar en marxa el grup de l’Hospitalet Antifranquista, nascut el 15 de juny  de l’any 1995 a l’entitat i, que amb el temps, es concretà en L’Hospitalet lloc de memòria,

 

També, com a Centre d’estudis fórem capdavanters en l’àmbit de l’anàlisi de les migracions i la identitat de la ciutat, des dels  Cinquanta quatre relats d’immigració del Jaume Botey editat l’any 1986, fins l’anàlisi de les migracions actuals. 

És un referent a nivell local el Manual d’història, Història de l’Hospitalet. Una síntesi del passat com a eina de futur i la seva aplicació  amb l’Hospitalet és escola i totes les eines didàctiques que se’n derivaren. 

D’altra banda, remarcar la constància i el rigor en l’estudi que s’ha anat concretant al llarg d’aquests quaranta anys en vuitanta-vuit  publicacions: trenta-set Quaderns d’Estudi, deu Recerques, quinze de la col·lecció Josefina Gómez Olivares,  deu que no estan dins de cap col·lecció, també destaquem els nou materials editats dins del projecte L’Hospitalet és escola, tres Memòries fotogràfiques de barris, quatre publicacions dedicades a barris de la ciutat  a més del  Celh Comunica que canviant de format  arriba fins avui amb cent-quaranta-quatre números.

Tot això ha estat possible per la participació activa de persones ben diverses de la ciutat que compartien i comparteixen una mateixa preocupació pel futur de la ciutat i sobretot per les persones que conformem a quest paisatge, i que han col·laborat amb l’entitat durant aquests 40 anys.

Un projecte que fa 40 anys que dura gràcies a totes les persones que ens han fet confiança i que a la llarga han resultat ser el valor més important de l’entitat.

Tot i que han passat 40 anys des d’aquell 13 d’abril de 1984, avui encara arrosseguem problemàtiques iguals a les d’aquells anys a més de noves situacions de diferents àmbits: mediambientals, urbanístics, patrimonials, de model de ciutat que fan d’aquells objectius inicials objectius actuals.

La ciutat ha crescut i ha canviat, i el CELH ha crescut i també ha canviat per continuar donant sentit al què fem i al que volem fer en els pròxims anys. Podem dir que ja hem fet 40 anys amb la voluntat de fer-ne molts més per poder continuar treballant des d’aquesta ciutat que és l’Hospitalet de Llobregat però sobretot amb tota la seva gent.