Núria Espert gana el premio a toda una vida profesional

Núria Espert Honoris causa por la Drama, Speech and Arts University of London.

Fundación Mapfre reconoce la excepcional trayectoria profesional de la actriz de l’Hospitalet y su compromiso y solidaridad con causas humanitarias

El martes 8 de octubre, la actriz de Santa Eulalia que ha desarrollado una carrera prolífera en teatro, cine y ópera, participando en más de 80 montajes teatrales, una decena de largometrajes y nueve óperas, recogerá el galardón de manos de la reina Sofía en un acto que se celebrará en el Casino de Madrid.

La laureada actriz y directora de teatro Núria Espert había recibido todos los premios posibles de las artes menos el reconocimiento de su ciudad natal, l’Hospitalet, que finalmente llegó en forma de medalla de oro de la ciudad en 2020. Ahora, a la larga lista de galardones se une el de la Fundación Mapfre, que le ha concedido el Premio a Toda una Vida Profesional José Manuel Martínez Martínez. El galardón, dotado con 40.000 euros, lo concede anualmente la Fundación Mapfre a las personas que dedican su vida a mejorar la de los demás y para reconocer y agradecer ese carácter de generosidad y entrega.

Núria Espert (L’Hospitalet de Llobregat, 1935), está considerada como una de las actrices más destacadas de España y ha recibido numerosos premios a lo largo de su carrera, incluyendo el Premio Princesa de Asturias de las Artes y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Este mismo año, ha conseguido el Premio Max de Honor y su ciudad natal tardó demasiados años en ser reconocida, un extremo que se enmendó después de que diversos periodistas, entre ellos quien firma estas líneas, denunciaran en distintas publicaciones tamaño olvido por parte del Ayuntamiento de l’Hospitalet

Trayectoria profesional

Núria Espert inició su carrera teatral en 1950, con La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca, y con Medea de Eurípides, cuatro años más tarde, se consolidó en la escena española, participando posteriormente en montajes como El caballero de Olmedo de Lope de Vega, Las brujas de Salem de Arthur Miller y Don Juan Tenorio de José Zorrilla. Con 24 años, creó su propia compañía y forjó una sólida reputación con obras como Anna Christie de Eugene O’Neill, Las criadas de Jean Genet y Yerma de Federico García Lorca.

Además de su trabajo como actriz, Espert ha sido directora escénica, consiguiendo éxitos con obras como La casa de Bernarda Alba de Lorca, Madama Butterfly de Puccini, La Traviata de Verdi y Carmen de Bizet, colaborando con destacados directores musicales como Zubin Mehta. Fue también directora del Centro Dramático Nacional.

En total, a lo largo de sus más de 60 años en el mundo del arte ha participado en más de 80 montajes teatrales, una decena de largometrajes y nueve óperas, demostrando su versatilidad y talento en todo tipo de géneros y formatos, siendo reconocida internacionalmente como una de las figuras más importantes del teatro español.

Compromiso social

Además de su impecable trayectoria sobre los escenarios, Núria Espert ha demostrado un fuerte compromiso con diversas causas sociales y humanitarias que buscan hacer del mundo un lugar más igualitario, inclusivo y solidario. En 2019, recibió el Premio Internacional Humanismo Solidario “Erasmo de Rotterdam”, un galardón que reconoce el valor humano y la interculturalidad de personalidades e instituciones. Durante la pandemia de COVID-19, participó en varias campañas destinadas a mitigar el impacto económico y social de la crisis sanitaria, a través de la ayuda a las personas y colectivos más afectados. Y en 2022, aportó una donación para la recaudación de fondos para los damnificados por el volcán Cumbre Vieja de La Palma.

Núria Espert ha participado activamente en campañas de concienciación para la inclusión social y cultural, y ha sido una ferviente defensora de la libertad de expresión. A lo largo de su carrera, ha utilizado su plataforma para abogar por la importancia de la cultura y el arte como herramientas esenciales para una sociedad libre y democrática. Ha participado en numerosos eventos y conferencias donde ha subrayado la necesidad de proteger y fomentar la libertad artística y la libre expresión como medios para cuestionar, reflexionar y avanzar como sociedad.

Parte de su legado reside en las nuevas generaciones de actores y directores, a quienes Espert ha formado y con quienes ha compartido su experiencia, conocimiento, habilidades y pasión por el teatro y el arte. Sin duda, la Espert es una de las hospitalenses universales.

Los escritores de l’Hospitalet Antonio Fornés y Manuel Calderón ganan sendos premios literarios nacionales

Amancio López, presidente de Hotusa, Antonio Fornés y el rector de la UB, Joan Guàrdia.

El premio Comillas y el Eurostars de Narrativa de Viajes, dos prestigiosos galardones bien dotados económicamente

Este 2024 ha sido prolífero para la literatura con origen hospitalense. En enero conocimos que el periodista licenciado en Filosofía Manuel Calderón recibía el Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias con el libro Hasta el último aliento: “Puig Antich, un policía olvidado y una guerrilla contracultural en Barcelona”, y este jueves recibía el Premio Eurostars de Narrativa de Viajes el también filósofo de l’Hospitalet Antoni Fornés por el libro “Corazón ligero”.

Antonio Fornés Murciano (L’Hospitalet de Llobregat en 1968) es doctor en Filosofía, licenciado en Humanidades y diplomado en Ciencias Religiosas y este jueves ha recibido el Premio Eurostars de Narrativa de Viajes dotado con 18.000 euros y al que se habían presentado 150 obras, la mayoría de autores españoles y de Latinoamérica. El libro, titulado “Corazón ligero”, lo distribuirá en enero la editorial RBA, mientras que un mes antes ya estará en todas las habitaciones de la cadena hotelera Eurostars del Grupo Hotusa en los principales destinos de España, Europa, América Latina y Estados Unidos.

Por su parte, el periodista y también filósofo Manuel Calderón (Peñarroya-Pueblonuevo, Córdoba, 1957, que llegó a l’Hospitalet junto a su familia a los 12 años) ganó este año el XXXVI Premio Comillas 2024 y el libro “Puig Antich, un policía olvidado y una guerrilla contracultural en Barcelona”, ya ha sido publicado por editorial Tusquets cuando se han cumplido 50 años de la muerte por garrote vil de Puig Antich.

Un filósofo en el espacio

Fornés se considera un peregrino en todas partes, y con esa frase de Petrarca (“sum peregrinus ubique”) corona su perfil de WhatsApp. Pero ese sentimiento de extrañeza y ciudadanía global es a su juicio totalmente compatible con la defensa de nuestra civilización, “porque es la que nos conforma y por eso no podemos renunciar a ella, porque si borramos el pasado ¿qué nos queda?”. Así lo señaló este jueves en la gala de entrega del premio, a preguntas del escritor y periodista Sergio Vila-Sanjuán, que actuó de maestro de ceremonias. El conductor del acto también preguntó a Fornés si le gustaría viajar al espacio, ahora que hay empresas que ya lo hacen, a lo que respondió que “si pudiera económicamente, claro que sí lo haría porque para un filósofo es importante distanciarse del mundo”.

En su discurso, Fornés recordó cuando siendo un niño de La Torrassa (L’Hospitalet), “soñaba con los viajes mientras miraba fascinado aquel Informe Semanal televisivo en blanco y negro que me descubría que existían Haile Selassie y Etiopía, el obispo Makarios y Chipre, o que en Estambul, si uno tiene el dinero suficiente, puede comprar, incluso, un elefante blanco. Es decir, fue el conocimiento, a través de algo tan simple como un programa de televisión el que me impulsó a viajar”.

En busca del arca de la alianza

En un almuerzo con periodistas previo a la gala, reconoció que de los viajes que ha realizado por 75 países del mundo, el que más le marcó, con diferencia, fue Etiopía, donde transitó por caminos sin asfaltar, se encaramó a iglesias en la cima de montañas a las que sólo se podía acceder subiendo con una cuerda en busca del arca de la alianza custodiada en Axum en ese país de emperadores y reyes, como la reina de Saba, presunta amante del rey hebreo Salomón, lo que podría explicar la leyenda del arca de la alianza etíope.

También en Etiopía Fornés relata la curiosa experiencia de alimentar a hienas salvajes, después de que su guía se lo propusiera saliendo del lugar donde dormían: “clavó un corte de carne en un palo y me dijo que estirara el brazo; de pronto, empezaron a aparecer puntos amarillos brillando y se acercaron las hienas a comer de nuestras manos”. Acaricia la idea de volver a viajar a Irak, donde ya visitó el norte, pero ahora el filósofo quiere ir a Bagdad atraído por el inmenso patrimonio que atesora la capital de la cultura de Mesopotamia, de gran influencia en el viejo mundo.

La risa, compañera del viaje

En otro momento de su discurso, Fornés subrayó que “viajar ha de ser conocer, pero sobre todo reconocer, es decir, disfrutar de aquello de lo que ya se sabe algo, de aquello de lo que conocemos, aunque sea someramente, su trascendencia. Pues en realidad, quien viaja, como diría el maestro Javier Reverte, camina hacia la eternidad en una búsqueda incansable del tiempo detenido”. En ese sentido, sostiene que “viajar sin saber nada del lugar al que nos dirigimos es rebajar el viaje a una pura experiencia lúdica, como la de quien pasa un día en un parque de atracciones. Lo cual no excluye por supuesto que viajar, sea en su propia esencia, algo profundamente divertido. De hecho, la risa suele ser una de las compañías habituales del viajero”.

Sobre la industria de la felicidad y el sueño de la humanidad que supone el turismo, Fornés defiende la democratización de los viajes “que han dejado de ser un privilegio de ricos” y reivindica la comodidad “siempre que se pueda”, alejada de esa idea de la búsqueda de “lo auténtico” cuando no es lo representativo de la cultura de los países.

Sin respeto por la cultura

Sobre la salud de la filosofía en la actualidad, Fornés se queja de que “se ha perdido el respeto por la cultura en general y de la filosofía en particular”. Y recuerda que tras las grandes revoluciones de la historia, como la revolución francesa, “hubo pensadores en la Ilustración, y también tras la revolución bolchevique estaba el pensamiento de Marx y otros, pero ahora solo hay el vacío, la nada”. Y concluye: “ya no queremos ser gobernados, solo ser conducidos al pasto”, porque, entre otras cosas, “el problema de la modernidad es el vacío de la trascendencia y seguir como si no pasara nada”.

Sobre los viajes, el galardonado con el Premio Eurostars, que este año ha recibido un total de 150 originales, un 50 por ciento más que en la anterior edición, consolidándose como uno de premios más destacados en su género literario”, recomendó disfrutarlos tres veces: en la preparación mientras el viajero se documenta, en el recorrido y posteriormente en la asimilación de lo vivido. “Hay que intentar que la vida tenga un mínimo de densidad para que no sea un mero parque de atracciones”, subraya.

Texto de viajero reflexivo

La obra de Fornés, “Corazón ligero” no es un típico libro de viajes, sino una obra divertida, escéptica e irónica que explora diversos lugares desde una perspectiva filosófica. En lugar de centrarse en detalles turísticos habituales, el autor reflexiona sobre temas humanos profundos. Cada capítulo del libro está dedicado a un país (Kurdistán iraquí, Etiopía, India, Namibia, China, Azerbaiyán, Japón) donde, el autor explica algunas de sus experiencias en su visita y, además, aborda cuestiones trascendentales, como la muerte, los prejuicios, la globalización y la aculturación.

Fornés invita al lector a ver más allá de lo evidente, utilizando los viajes como vehículo para la reflexión filosófica. A través de anécdotas curiosas y filosofía accesible, busca entretener al lector mientras lo anima a convertirse en un viajero reflexivo. En esencia, es una obra que transforma el viaje en una exploración tanto del mundo exterior como del interior.

Libro repleto de ironía y anécdotas

Para Fornés, “viajar y filosofar es parecido porque parte de la admiración de que el mundo exista”. El libro está escrito con ironía y repleto de anécdotas, de modo que “no es La Metafísica y la Teoría del Conocimiento, de Platón”, porque lo he escrito con chascarrillos y situaciones críticas”. Por ejemplo, en Azerbaiyán viajó en verano y se sorprendió al ver que en los restaurantes había mantas porque el aire acondicionado en aquel país lo ponen a tope porque “es de mal tono no pasar frío, lo que me invitó a escribir sobre la sostenibilidad en una tierra productora de petróleo”.

Y concluye que “viajar es mucho, muchísimo más que un desplazamiento. Debe convertirse -agrega- en algo transformador, que nos haga diferentes de cómo éramos antes de emprender cada uno de nuestros viajes, y no hay nada más radicalmente transformador (y revolucionario) que aprender”. Al hilo de esa reflexión, el galardonado apostilló que “el auténtico viajero, invariablemente, debe caminar en dos direcciones, la que conduce geográficamente hacia su punto de destino y otra, mucho más importante, que transita hacia el interior de sí mismo”.

Sexto libro de Fornés

Antonio Fornés Murciano, nacido en L’Hospitalet de Llobregat en 1968, ha publicado cinco libros hasta el momento: “Las preguntas son respuestas”, “Reiníciate”, “Viaje a la sabiduría”, “Creo” y “¿Son demócratas las abejas?”, éste último escrito a cuatro manos junto a J.A. Vila. También ha colaborado en diversos programas de Radio Nacional, Radio Clásica y Ràdio 4. En el almuerzo con periodistas previo a la gala, Fornés recordó una curiosa anécdota de cuando, de joven, encontró trabajo en el sector farmacéutico. En la entrevista de selección, el empresario le comentó que tenía un curriculum muy curioso y le preguntó por qué quería trabajar con ellos, a lo que el filósofo le respondió con total sinceridad: “la verdad es que me hubiera gustado más dedicarme a estudiar las herejías medievales”. Tras ser seleccionado, en la primera reunión que mantuvo junto a otros directivos de la empresa, el directivo le presentó como “un especialista en orgías medievales”.

Manuel Calderón, otro hospitalense primado

Por su parte, el periodista, escritor y también filósofo Manuel Calderón (Peñarroya-Pueblonuevo, Córdoba, 1957 pero hospitalense de adopción, porque estudió el Bachillerato en el instituto Torras i Bages y ejerció de director del Aula de Cultura de Bellvitge), ha ganado este año ganó el XXXVI Premio Comillas 2024 de Historia, Biografía y Memorias, con el libro “Hasta el último aliento: Puig Antich, un policía olvidado y una guerrilla contracultural en Barcelona”.

El certamen, al que se presentaron en esta edición 83 textos, fue creado por Tusquets Editores en 1988, está dotado con 12.000 euros, una estatuilla de bronce diseñada por Joaquín Camps y la publicación de la obra, que se encuentra en todas las librerías en la colección Tiempo de Memoria. Del libro de Calderón, el jurado destacó la “minuciosa reconstrucción” que hace de la historia del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), organización armada que, en la Barcelona de los primeros años 70, pretendía ser heredera del viejo anarquismo barcelonés y estaba fascinada por los aires revolucionarios de mayo del 68.

Ejecución de Puig Antich

El jurado recuerda cómo su militante más conocido y rebelde, Salvador Puig Antich, fue ejecutado “de forma abyecta y vengativa por la dictadura franquista en marzo de 1974, tras el atentado mortal contra Carrero Blanco”, una figura en la que indaga la obra, que “muestra de forma extraordinaria las muchas caras e interpretaciones que ofrece una misma historia, al tiempo que rescata del olvido intrahistorias personales, episodios y dramas íntimos injustamente marginados”.

La obra recupera también la historia del joven subinspector Francisco Anguas, muerto en septiembre de 1973 en el trágico tiroteo con el MIL, y quien funciona como contrapunto de Puig Antich, quien es detenido y acusado de la muerte del policía. Un consejo de guerra lo condenaría a muerte al año siguiente y la ejecución, por garrote vil, sería la última en su tipo en España hace justo 50 años.

Testimonios de familiares y militantes del MIL

Calderón analiza también el juicio militar, que estuvo sometido a presiones políticas, y da cuenta del esfuerzo de los abogados de Puig Antich por evitar la sentencia. El autor contó asimismo con el testimonio tanto de los familiares de los principales protagonistas como de los antiguos militantes del MIL que sobreviven en la actualidad, hasta lograr una “brillantísima crónica”, según el jurado.

Calderón, quien ahora reside en Madrid, es también licenciado en Filosofía por la Universidad de Barcelona y ha publicado los libros “Bach para pobresEl hombre inacabadoEl músico del Gulag y Descampado”. Ha trabajado en medios como El SolABC Cultural y La Razón, donde dirigió el suplemento de libros Caballo Verde. Ha colaborado también en revistas como La LecturaRevista de Libros y Revista de Occidente.

Las máquinas tratarán a los pobres y quienes puedan pagarlo tendrán personas

El futuro de los hospitalenses que no dominen la Inteligencia Artificial (IA) de Chat GPT será servir a ciudadanos que puedan pagarles sus sueldos, mientras ellos serán tratados por máquinas al carecer de recursos

Las computadoras hacen mejor que las personas los cálculos complejos en microsegundos.

PLAZA EUROPA. JUAN CARLOS VALERO.- A mediados de febrero se formaron colas de hasta dos horas en el centro comercial La Farga de l’Hospitalet porque docenas de jóvenes deseaban que les escanearan su iris a cambio de criptomonedas al precio medio de 30 euros, cantidad que se duplicaba si llevaban a otra persona para también escanearse los ojos. El iris nos hace únicos y supone nuestro ADN externo. Por eso la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ordenó que se parara la cesión de datos tan sensibles de identidades humanas, aunque se paguara. Detrás de esa operación está la empresa Tools for Humanity Corporation, la matriz de Worldcoin, creada en 2019 por el director general de Open AI y su famoso ChatGPT, Sam Altman, con la intención de manejar identidades humanas a escala planetaria y así entrenar a sus equipos de aprendizaje profundo de las máquinas.

La AEPD se ha acogido a un artículo del Reglamento General de Protección de Datos que autoriza a las agencias estatales a intervenir con carácter de urgencia para proteger los derechos y libertades fundamentales de las personas. La prohibición es provisional y no podrá durar más de tres meses sin que la agencia adopte una decisión definitiva, de modo que máximo en junio se producirá un pronunciamiento. Según la AEPD, la medida adoptada contra Worldcoin “está justificada para evitar daños potencialmente irreparables”.

Afortunadamente vivimos en la Unión Europea, la única zona del mundo donde se protegen los datos de los ciudadanos y la primera que ha aprobado una directiva sobre el uso y aplicaciones de la Inteligencia Artificial (IA) cuya representación más popular es Chat GPT. Las computadoras hacen mejor que las personas los cálculos complejos en microsegundos. Y hasta ahora, las personas nos distinguíamos por identificar mejor los textos, las imágenes y la voz. Merced a que las personas hemos subido a internet millones de fotografías, de textos, de vídeos y de voces, las máquinas ya han aprendido mediante “machine learning” a identificarlos, de forma que al mostrar un gato la computadora sabe hasta de qué raza es.

La gigantesca capacidad de la IA generativa permite a las máquinas tener más comprensión lectora y de lenguaje que un estudiante de ESO catalán: también identifica imágenes, voces… Hasta el punto de que Chat GPT es capaz de aprobar los exámenes médicos del MIR o de acceso al ejercicio de la abogacía. Esta revolución de la IA junto a la robótica y el resto de las capacidades disruptivas, además de eliminar tareas repetitivas y de escaso valor añadido, también está eliminando empleos de científicos de datos, pero no puede sustituir a los camareros. Hacia donde vamos es a una sociedad en la que quien se lo pueda pagar le atenderá una persona y quién no tenga dinero le atenderá una máquina.

Entre los mayores desafíos a que nos enfrentamos destaca el de la ciberseguridad, porque un ataque a una empresa o persona no solo viola la privacidad, sino que llega a echarle fuera del servicio, con la pérdida de todo el sistema. En materia de responsabilidad social (RSC) también destacan los riesgos de establecer sesgos a través de los datos obtenidos, como hace el gobierno chino con sus ciudadanos, que los clasifica y vigila en tiempo real a través de la identificación de sus rostros, de modo que siempre sabe qué hacen y con quien, al estar todo el país repleto de cámaras. No queda otra que fiarse de los algoritmos y del buen uso que se hagan de ellos para evitar un impacto social negativo.

La lucha por la atención la libran todas las plataformas y aplicaciones al estar todos nosotros sometidos a una cascada de ofertas de contenidos basados en la dictadura del algoritmo, que nos ofrecerá aquello que nos complace, visitamos, vemos, etcétera. Será necesario que Chap GPT sea confiable, porque su evolución tiende a que desaparezcan todas las aplicaciones que ahora utilizamos para entregarnos en exclusiva a usar Chap GPT, a quien encargaremos nuestro viaje (compra de billetes, reserva de hotel, excursiones), por ejemplo. De esta forma, llegará la desintermediación que en otra fase se cargó las agencias de viajes, por ejemplo.

Pero la microsegmentación de los algoritmos también afectará a la libertad, puesto que si eres de renta baja, como la mayoría de los hospitalenses, te evitará el acceso de ciertas ofertas e información, dado que no responderán a tu perfil. También Chat GPT tendrá un impacto enorme en la fuerza laboral, puesto que el empleado que utilice IA será un trabajador aumentado y gozará de nuevas habilidades. Desaparecerán los becarios, no solo porque cada vez más se teletrabajará y los jóvenes tendrán más dificultades de aprender por observación en los centros de trabajo; tampoco las empresas querrán becarios porque Chat GPT será el becario listo.

La aceleración de esta hiperdisrupción que atravesamos también nos obligará a elevar nuestra formación. Porque si somos capaces de saber utilizar y hasta superar a Chap GPT, no serviremos. Por ejemplo, los presentadores de televisión que se limitan a leer en el teleprónter las noticias en un telediario van a desaparecer en el caso de que no transmitan confianza u otras cualidades al público. Esa simple figura está amenazada porque ya hay presentadores/as virtuales que hacen a la perfección ese trabajo. En el mundo complejo, el valor diferencial es y será cada vez más la confianza. Fiarte de a quién le das tus datos para que cuando te recomiende algo no te discrimine.

La copresidenta del Consejo Asesor de la Inteligencia Artificial (IA) de Naciones Unidas y exsecretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, que fue también secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial en el anterior Gobierno de Pedro Sánchez, califica de imperativo poner “orden” a la IA y ha advertido de riesgos a corto plazo que ya existen a día de hoy, entre los que cita la desinformación, problemas de salud mental y discriminación. Resulta imperioso poner orden y gobernar la IA desde una perspectiva humanista para evitar los riesgos de que se multiplique el padecimiento de enfermedades mentales, el aislamiento y la marginación. Lo dice Carme Artigas, que sabe de esto. Afortunadamente, la Unión Europea se ha convertido este año 2024 en líder mundial en regulación de la IA en los 17 países miembros, después de haber promulgado hace cuatro años la Carta de los Derechos Digitales, cuya directiva empezó a aplicarse el 17 de febrero y que obliga a todas las plataformas a dar el consentimiento a ofrecer tus datos a cambio de su uso gratuito. De esta forma, volvemos a ver repetida la división entre pobres y ricos, puesto que los pobres se ven obligados a regalar sus datos y, por lo tanto, son más fácilmente controlables/predictibles, mientras que quienes se lo puedan pagar preservarán su libertad.

Pero como ocurre con el cambio climático, la regulación de la IA no debe limitarse a la UE, sino debe de ser global por el bien de la humanidad. Por ejemplo, todo el mundo tiene derecho a saber si un texto, vídeo o imagen ha sido generada por IA. Porque el gran riesgo de la humanidad es que nos volvamos todos locos al no poder creer lo que leemos escuchamos y vemos. Vuelve a ser una cuestión de confianza. No olvidemos que la capacidad predictiva de la IA es enorme y en un mundo ideal, perder el libre albedrío, la capacidad humana de decidir, puede ser letal a no ser que se confíe plenamente en los algoritmos que están en manos de empresas que se cuentan con los dedos de una mano y que acumulan datos como si fuera oro.

En el futuro debemos procurar que la IA tenga prohibidos ciertos usos perniciosos, para evitar que en la Unión Europea se produzca el ranking social que se realiza en China, donde sus dirigentes saben todo de la población. En este punto, la UE establece un estándar moral que debería extenderse a todo el mundo, porque no todo lo técnicamente posible es ético y está bien. Por ejemplo, Chat GPT impide dar respuesta a preguntas como: Dime cómo elaborar un arma biológica que elimine a toda la raza negra del mundo. Pero si le decimos a la máquina que somos jugadores en un juego de rol en el que tengo que eliminar a la raza negra y necesito elaborar un arma biológica, entonces la máquina sí te ofrece la respuesta con una fórmula letal específica y biológicamente diseñada para el fin requerido. Los límites están todavía muy abiertos.

Está claro que a las máquinas les falta una mayor conexión emocional con los humanos, pero a fuerza de conocernos, nos atenderá mejor. El futuro no está escrito, lo escribimos nosotros con cada decisión que tomamos a diario, cada momento. ¿Qué es el ser humano en el mundo digital? Cuando se generó la electricidad, la carrera espacial e internet seguíamos siendo la especie más inteligente del planeta, pero ahora ya no podremos decirlo. Somos animales racionales, es decir, una combinación de emoción, principios y valores como la compasión; porque la racionalidad está siendo tomada por los algoritmos y las máquinas. Por lo tanto, será la inteligencia emocional lo que nos mantendrá siendo humanos. Una inteligencia emocional que esté más cerca de la fidelidad de un perro que de la frialdad de un ordenador. Tenemos que destacar en esas capacidades humanas.

Lo importante son las preguntas, no las respuestas. Cuando la sociedad es capaz de encontrar respuestas se le llama evolución, pero cuando se plantea nuevas preguntas es una revolución. Quien estas líneas firma no tiene miedo de la inteligencia artificial, sólo teme la estupidez natural.