Según el gobierno municipal, deberían ser los vecinos los encargados de requerir la eliminación del cableado aéreo y sufragar los gastos
Una de las imágenes que dan un aspecto tercermundista, es ver una amalgama de cables en las paredes de las fachadas de los edificios. Cada vez quedan menos, pero todavía podemos verlas en alguna de nuestras barriadas. A pesar de que hace unos años se aprobó una normativa para que se obligara a las grandes compañías a soterrar el cableado aéreo, en l’Hospitalet todavía existen zonas con esta imagen. Una moción presentada por el Partit Popular exigía al equipo de gobierno de la ciudad a hacer cumplir la normativa existente en este aspecto y destinar una partida económica para tal fin y modificar las ordenanzas para su cumplimiento.
Hace dos años entró en vigor la Ley 11/2022, de 28 de junio, General de Telecomunicaciones, para regular, entre otras cosas, la instalación de cableado aéreo y en superficie por parte de los operadores eléctricos y de telecomunicaciones, grandes culpables de la situación caótica en la que se encuentran nuestras calles donde se pueden ver enjambres de cables sin ningún orden ni protección.
“Los operadores eléctricos, de fibra, y de teléfono, utilizan la instalación de cableado aéreo o en fachada como una herramienta rápida y barata para llevar a cabo sus trabajos, y precisamente el impacto estético, el más evidente, es el que genera una oposición más fuerte por parte de los vecinos de las comunidades y calles afectadas”, denunciaba el grupo municipal del PP en la moción.
La maraña de cables que se amontonan en las fachadas de miles de edificios de la ciudad no solo son un problema estético, sino que también puede suponer un problema para la seguridad de los vecinos.
En una interpelación anterior al ayuntamiento sobre el mismo tema, el gobierno local se quitó la responsabilidad de encima manifestando que son los vecinos los que pueden proponer soterrar u ordenar el cableado de las fincas, siendo éstos los que han de sufragar su coste. También manifestó en julio de 2023 que no existía en aquel momento ningún plan de paisaje urbano que contemplara el soterramiento del cableado eléctrico aéreo, ni relativo a las instalaciones de fibra o cableados grapados en fachadas.
El Partido Popular ha instado al gobierno municipal no solo a que destine una partida económica anual para la retirada de postes eléctricos y la ordenación del cableado en las fachadas de los edificios históricos del patrimonio de la ciudad, sino que también se abra una línea de ayudas a aquellas comunidades de propietarios que presenten un proyecto privado para soterrar el cable de las fachadas de sus fincas.
Varios ayuntamientos de Catalunya se han preocupado por el soterramiento de cables, y la eliminación de postes, y lo están regulando en sus ordenanzas. Un ejemplo es Lleida, o Barcelona, que recientemente anunció una partida de más de 10 millones de euros para soterrar líneas eléctricas y eliminar postes.
La necesidad de una ordenanza municipal ha motivado al grupo popular a instar al gobierno municipal que en el periodo de seis meses presente una propuesta que contemple la regulación del cableado aéreo y en fachadas en la ciudad. Y que de forma inmediata se establezca un calendario de reuniones entre el Ayuntamiento y las operadoras eléctricas y de telecomunicaciones para informarles de las regulaciones que se van a aplicar en cuanto a cableado en la ciudad, buscando la colaboración de todas ellas.