Santiago Ballesté i Clofent (Montblanc-TARRAGONA.12 Septembre 1.954) es un ingeniero industrial. Es licenciado en ciencias exactas y master en empresariales. En 1979 fundó la empresa de construcciones metálicas Talleres R. Ballesté e Hijos.
Fue concejal del Ayuntamiento de l’Hospitalet durante 8 años desde 1983 a 1991. Fue diputado por el Partit Popular en la IV Legislatura del Congreso de los Diputados. En 1991 sustituyó en su escaño a Enric Lacalle i Coll. De 1992 a 1993 fue vocal de la Comisión de Industria, Obras Públicas y Servicios y de la Comisión de Régimen de las Administraciones Públicas del Congreso de los Diputados. Presidió el CE L’Hospitalet de l’Hospitalet desde el 2016 hasta 2.025.
Posteriormente ha continuado en el mundo de la empresa privada, actualmente es presidente de la Unión Patronal Metalúrgica de L’Hospitalet y Baix Llobregat (UPMBALL) y de AEBALL.Presidente de AEROS(Aeronàutica y del Espacio).Presidente de AEBALL SALUD.
Miembro del Comitè Executiu de FOMENT del TREBALL y Presidente de la Comisiòn Econòmica Delegada de FOMENT del treball. Y miembro de la Junta directiva de la CEOE.
Usted ha desarrollado gran parte de su trayectoria en l’Hospitalet y el Baix Llobregat. ¿Cómo llegó a esta ciudad y qué relación personal guarda con l’Hospitalet?
Llegamos inmigrados de un pueblecito de la provincia de Tarragona, donde mi padre era el herrero del pueblo y fue a trabajar como peón en la Hispano Olivetti (máquinas de escribir). Sólo tengo palabras de agradecimiento a la ciudad de l’Hospitalet desde mi llegada a la misma, allá por el año 1978. Junto con mi padre, nos habíamos instalado en la calle Miquel Romeu, pasando al cabo de unos años a la Travesía Industrial, que todavía estaba sin asfaltar, lo que ocasionaba que cuando llovía se convertía en una calle impracticable.
Justo la urbanización del sector “Carretera del Mig” fue el motivo por el que me asocié a la entidad “UPMBALL” (Unión Patronal Metalúrgica) y ahí se iniciaron los cambios urbanísticos de la ciudad. Hay que significar que toda esa urbanización la costearon las empresas vecinas de la Travesía Industrial y, como digo, fue el inicio de los cambios importantes urbanísticamente hablando.
Constituimos varias empresas, siempre relacionadas con el tema metalúrgico y ubicadas siempre en la ciudad (fábrica de somieres, estructuras metálicas, pintado por cataforesis, herrajes para muebles, etc…) y fuimos creciendo con mucho esfuerzo y sobreviviendo a las penurias de aquellos tiempos, hasta que nos adjudicaron algunos trabajos de los JJOO de Barcelona-91, y ahí empezó el verdadero crecimiento. Pero siempre en l’Hospitalet, una ciudad con un futuro impresionante, tal y como el tiempo nos ha demostrado.
¿Cómo ha influido la ciudad en su formación como empresario y como dirigente?
La ciudad de l’Hospitalet, lo ha sido todo en mi vida. La influencia que ha tenido en mi persona ha sido extraordinaria. Podría decir que mi vida sin l’Hospitalet no tendría sentido, no solo la empresarial, que como he apuntado fue de mucha intensidad, sino que tuve la ocasión de presentarme a las segundas elecciones municipales de la ciudad, saliendo elegido concejal de nuestro ayuntamiento y con ello empezó mi vida pública, aportando mis conocimientos para intentar hacer una ciudad mejor y conseguir una mejor calidad de vida para los ciudadanos de l’Hospitalet.
Estuve dos legislaturas, ocho años intensos de política municipal y ampliados con mi elección como diputado en el Congreso de los Diputados en la cuarta legislatura, hasta el año 1992. Todo ello, se lo debo a mi ciudad, a la ciudad de l’Hospitalet que me hizo crecer como empresario y como político. Eternamente agradecido.

¿Qué papel jugó l’Hopistalet en los inicios de Talleres R. Ballesté e Hijos y en su consolidación empresarial?
L’Hospitalet fue un actor clave y un facilitador estratégico. Para los inicios ofreció la combinación perfecta de bajo coste y alta conectividad, permitiendo el despegue con un riesgo económico controlado. Para la consolidación, proporcionó un entorno de clúster industrial dinámico, con acceso a clientes y proveedores y mano de obra especializada, que fue el caldo de cultivo ideal para que Talleres R. Ballesté e Hijos pasara de ser un taller familiar a una empresa consolidada y de referencia en el sector metalúrgico.
La simbiosis entre la empresa y la ciudad fue total. El éxito de Talleres Ballesté es, en buena parte, un reflejo del propio desarrollo industrial de l’Hospitalet de Llobregat durante el siglo XX. Fue durante las décadas de los 70 y 80 cuando las ventajas de estar en l’Hospitalet se multiplicaron, coincidiendo con el “milagro económico” español y la explosión industrial del cinturón de Barcelona.
L’Hospitalet se convirtió en uno de los epicentros de la industria metalmecánica catalana. Esto creó un ecosistema industrial perfecto para Talleres Ballesté. Encontrar talento especializado era más fácil. La identidad de l’Hospitalet, una ciudad de inmigración y tradición obrera e industrial, encajaba con los valores de trabajo duro de la época, esfuerzo y compromiso que caracterizaban a una empresa familiar como Talleres R. Ballesté e Hijos.
Como ha explicado, usted ha sido concejal del Ayuntamiento: ¿cómo ve, desde su perspectiva, la ciudad de hoy?
A la vista está: es un crisol de culturas, esto queda reflejado en sus comercios. Es una ciudad viva y diversa. La conectividad total, es una de sus mayores virtudes. Ha existido una apuesta constante por modernizar los espacios. La alta densidad de población hace que el precio de la vivienda siga siendo muy alto. La falta de espacios verdes amplios es una asignatura pendiente.
Algunos barrios aún requieren importantes inversiones para mejorar equipamientos y renovar edificios antiguos, pero es una ciudad en constante evolución. Hoy podemos considerar l’Hospitalet como una ciudad joven, vibrante, diversa y extremadamente bien conectada.
No es un dormitorio de Barcelona, sino una ciudad con entidad propia, con personalidad marcada por la mezcla de cultura y la dualidad de su pasado industrial y su presente de servicios y rascacielos. Hoy l’Hospitalet muestra la realidad más diversa y dinámica del área metropolitana de Barcelona. Es la primera ciudad de Cataluña después de Barcelona.
La ciudad lleva gobernada por el mismo partido desde 1979. ¿Piensa que esto ha sido bueno o malo para l’Hospitalet?
No se puede responder a esa pregunta con un simple “bueno” o “malo”. Desde un punto de vista de gestión y obra pública, el largo gobierno del PSC ha sido, en general, beneficioso para la modernización de la ciudad. Desde un punto de vista de calidad democrática y regeneración política, la hegemonía prolongada plantea serias dudas y desventajas.

En su opinión ¿qué razones explicarían que el PSC sea hegemónico durante más de 4 décadas?
Es un fenómeno extraordinario. Una de las posibles explicaciones reside en el perfil sociológico de la ciudad. Ciudad de clase obrera y tradición industrial, ciudad de inmigración obrera procedente de toda España, principalmente en los años 50-70, la convirtió en un feudo natural del socialismo y del movimiento obrero, en contraposición al nacionalismo conservador que se identificaba más con la burguesía barcelonesa.
El PSC ha tenido una política activa de captación del voto inmigrante. Para muchos nuevos ciudadanos, el PSC era la única institución estable y accesible. Y enfrente, una derecha fragmentada, con una falta de proyecto alternativo, con un voto útil y el miedo al cambio. La hegemonía del PSC se explica por la construcción de una red de influencia institucional muy potente más una gestión percibida como competente de los servicios públicos con un perfil sociológico de la ciudad que le es favorable.
L’Hospitalet es la segunda ciudad de Cataluña en población, pero a menudo se dice que le falta proyección exterior, mayor visibilidad. ¿Cómo cree que puede ganar más visibilidad?
El potencial es enorme. Tiene todos los ingredientes, sólo necesita cocinarlos con una estrategia de marketing urbano audaz y coherente. Con alianzas estratégicas:
– Con Barcelona, no contra Barcelona. En lugar de competir, debe posicionarse como “la puerta de entrada” o “el complemento perfecto”.
– Con el aeropuerto y AENA. Para entrar en Barcelona desde su aeropuerto, se debe pasar por l’Hospitalet. Probablemente, algunos de los mejores hoteles están ubicados en l’Hospitalet. La parte más importante de la Fira se realiza en l’Hospitalet y eso debe de ser un reclamo. Contar las historias de emprendedores pakistaníes, de artistas de Bellvitge, de jóvenes que montan Startups en los rascacielos. “Humanizar la ciudad, genera conexión”
Y aprovechar el deporte para la proyección de l’Hospitalet.
L’Hospitalet es la ciudad más densa del continente. Ahora el tema de la densificación urbana es recurrente, porque toda el área metropolitana está en riesgo de saturación urbana. Al mismo tiempo, hay demanda de vivienda. ¿Cuál sería su fórmula para compaginar derecho a la vivienda y calidad de vida en el área metropolitana?
Es uno de los desafíos urbanísticos y sociales más complejos, no existe una fórmula mágica, sino un conjunto de medidas interconectadas que deben aplicarse de forma coordinada y valiente. Por ejemplo:
*Construcción masiva de VPO (Viviendas de Protección Oficial). Que el ayuntamiento tenga prioridad para comprar viviendas y edificios que salgan al mercado para destinarlos a alquiler social.
*Cesión de suelo obligatoria.
*Rehabilitación de edificios vacíos.
*Control de precios de alquiler.
*Lucha contra la turistificación.
*Impuestos disuasorios.
La clave no es construir, sino cómo y dónde se hace. Se debe huir de la densificación salvaje que genera guetos y saturación. Es un camino difícil que requiere una inversión pública enorme y valentía política para enfrentarse a intereses económicos muy poderosos.
Existe un ejemplo a seguir: Viena, con un parque de vivienda pública enorme y de calidad. El beneficio, es una ciudad más justa, habitable y cohesionada.

Desde AEBALL y UPMBALL, ¿cómo valora la evolución de l’Hospitalet como centro económico en los últimos años?
Desde AEBALL se valoraría la evolución como muy positiva en términos de imagen macroeconómica y atracción de inversión, pero se alertaría sobre los riesgos que suponen los cuellos de botella en movilidad, vivienda y servicios para la sostenibilidad a medio y largo plazo del modelo económico. Hemos construido un escenario magnífico, ahora debemos resolver los problemas del backstage para que la función pueda continuar.
*Posicionamiento como “Ciudad Logística 4.0”
*Fomentar ecosistemas de innovación.
Crear viveros de empresa y espacios de coworking.
*Revitalización del comercio local.
*Alianzas público-privadas.
La competitividad de las empresas es la base de la prosperidad de la ciudad. Vemos con mucha preocupación la dificultad para atraer y retener talento joven y cualificado. Las empresas suelen quejarse de la burocracia y la lentitud en la gestión de licencias y permisos. Necesitamos una ventanilla única para facilitar la inversión y la operativa diaria. El desarrollo del distrito Gran Vía-L’Hospitalet, es el gran emblema del éxito. La ciudad ha sabido posicionarse como la alternativa de prestigio a Barcelona para sedes corporativas. Se ha pasado de una economía basada en la industria y la pequeña empresa, a una economía de servicios avanzados: logística, consultoría, TIC, salud y servicios empresariales.
La ciudad tiene una ubicación estratégica entre Barcelona y el Baix Llobregat. ¿Se está aprovechando suficientemente esta posición para atraer empresas e inversiones?
No, todavía no se aprovecha suficientemente. Para aprovechar plenamente su potencial, l’Hospitalet necesita:
– Dejar de ser la “alternativa”, y ser la “opción”. Es decir, crear una marca económica propia y fuerte.
– Invertir masivamente en movilidad interna.
– Liderar, junto a Barcelona, una estrategia metropolitana integrada que evite la competencia desleal y potencie la revisión.
– Atacar el problema de la vivienda.
Tenemos la base, pero falla el remate, el potencial es enorme, pero convertirlo en una ventaja completa requiere una visión más ambiciosa y holística que la mera construcción de torres de oficinas.
¿Qué sectores considera que tienen más potencial de crecimiento en l’Hospitalet?
L’Hospitalet tiene el potencial de pasar de ser un centro de oficinas a un ecosistema económico diverso e innovador aprovechando sus activos únicos: ubicación, multiculturalidad y un HUB sanitario de primer nivel. La clave está en la especialización inteligente y en resolver los problemas de fondo que hoy lo lastran, como vivienda asequible, movilidad interna, alianza público-privada-universidad y crear marca ciudad para dejar de ser “el lugar al lado de” y empezar a ser “el lugar para” (logística, salud, etc…).
¿Qué políticas o iniciativas empresariales serían claves para impulsar empleo de calidad en la ciudad?
La clave es la colaboración público-privada alrededor de una visión compartida. Las políticas públicas deben enfocarse en habilitar el terreno: vivienda, formación y conectividad.
Las empresas deben comprometerse con el territorio invirtiendo en talento local, colaborando entre ellas y con el ecosistema innovador. El objetivo final, es crear un círculo vicioso: empresas de calidad atraen y retienen talento, el talento atrae a más empresas, se genera más riqueza y empleo de calidad para la ciudad.
L’Hospitalet tiene todos los ingredientes para lograrlo, pero requiere una acción coordinada y decidida. Como indicativa empresarial clave, es la creación de un clúster de logística y última milla, que agrupe a empresas del sector, administración y universidades para definir necesidades, shared services y atraer inversión conjunta.
Fomentar un clúster de salud, alrededor del hospital de Bellvitge, donde empresas, investigadores y emprendedores colaboren en proyectos de innovación. Y creación de un programa de “captación de talento local”.
La digitalización y la innovación son ejes recurrentes en su discurso. ¿Cómo ve a l’Hospitalet en este terreno?
L’Hospitalet tiene la materia prima (ubicación, infraestructura, necesidades urbanas) para ser un referente en innovación aplicada. El desafío es pasar de ser un consumidor pasivo de tecnología a un productor activo de soluciones con una marca propia e inclusiva.
Queremos que L’H no solo se beneficie de la innovación, sino que sea un actor que la crea. Dejar de ser un banco de pruebas pasivo para convertirnos en un laboratorio activo de soluciones metropolitanas. Resaltar el potencial del Health Tech en Bellvitge o la oportunidad de la logística 4.0.
Se podría crear el primer “barrio laboratorio” en un área de la ciudad para testear soluciones. Invitamos a las empresas, universidades y emprendedores a colaborar con AEBALL para construir el l’Hospitalet del siglo XXI: ciudad innovadora, digital y humana.
¿Qué papel puede jugar la formación profesional en el futuro de la ciudad y en el empleo juvenil?
La formación profesional es la palanca más potente, práctica y realista que tiene L’H para asegurar su futuro económico y social. No es un gasto, es la mejor inversión posible en su mayor activo: su gente joven.
La inversión en una FP de calidad y bien conectada crea un círculo vicioso: las empresas encuentran el talento que necesitan, invierten y crecen en L’H, generan más y mejor empleo. Los jóvenes formados pueden vivir y prosperar en su ciudad. La ciudad recauda más impuestos y puede invertir en más y mejores servicios.
Es imprescindible la creación de un “consorcio de talento” de L’H, con una mesa de trabajo permanente con representantes del ayuntamiento, AEBALL, direcciones de centros de FP y grandes empresas, para detectar necesidades de cualificación, co-diseñar los currículos de los ciclos formativos y garantizar la oferta de plazas de prácticas.
Es muy importante que las empresas cedan espacios dentro de sus instalaciones para que los estudiantes aprendan con la tecnología real que usarán. Hay que fomentar la FP de grado medio, para combatir el abandono escolar temprano y ofrecer una salida vital a muchos jóvenes. Y la FP de grado superior, para crear técnicos especialistas de alto valor, atractivos para empresas que pagan buenos salarios.
Más allá de lo económico, ¿qué cree que caracteriza a l’Hospitalet como ciudad y comunidad?
L’Hospitalet és “la ciudad del esfuerzo”. Es la antítesis de una ciudad dormitorio. Es un ecosistema urbano complejo, vibrante y a veces caótico, donde la identidad se define no por un pasado monumental, sino por el presente intenso y multicultural de su gente. Es una comunidad que ha aprendido a vivir junta en un espacio limitado (12km2), encontrando en esa mezcla forzosa su mayor fortaleza y su rasgo más distintivo.
Lo podríamos definir como un laboratorio avanzado de la convivencia metropolitana del siglo XXI.
*La multiculturalidad como peña de identidad.
*Resiliencia y trabajo: La herencia obrera.
*Existe un orgullo de pertenencia muy marcado.
*Vida intensa de barrio en un marco ultra urbano.
*Una cultura joven y underground.
¿Qué aspectos de l’Hospitalet cree que deberían ponerse más en valor (cultura, deporte, tejido social…)?.
L’Hospitalet debe dejar de definirse por comparación con Barcelona y empezar a destacar lo que la hace única: su capacidad de convivencia, su energía vecinal y su papel de laboratorio de la metrópoli del futuro. Su valor no está en imitar, sino en abrazar y potenciar su propia identidad. “Dejar de ser un apéndice para ser un faro”.
En l’Hospitalet, la comunidad se crea en la calle, en las gradas de un club deportivo, en un ensayo de un grupo de música, en la puerta de una tienda. Somos la capital de lo común, donde lo que nos une es más fuerte que lo que nos separa. Este es el mensaje más poderoso que define a nuestra ciudad: “una metrópoli con alma de barrio”.
Si tuviera que resumir en una frase su visión de l’Hospitalet de aquí a diez años, ¿cuál sería?
Una metrópoli innovadora y diversa, que lidera la cohesión social metropolitana desde su identidad propia, habiendo cerrado la brecha entre el dinamismo económico y la calidad de vida vecinal.
*Superar su papel secundario.
*Abrazar sus dos grandes activos: La innovación económica y la diversidad social.
*Resolver su gran contradicción: Convertir su densidad y diversidad en un modelo de cohesión, no de conflicto.
*Garantizar que el proceso económico se traduzca en mejoras tangibles en el día a día de las personas (vivienda, movilidad, espacios verdes).