No será fácil el apoyo de los concejales electos de Ciudadanos a un previsible gobierno en minoría del PSC local, pero tampoco serían descartables del todo acuerdos puntuales que permitieran que Núria Marín siguiera gobernando con cierta tranquilidad en la ciudad tras el 28-M.
Esta fue al menos la sensación que se dejó entrever de las palabras que Miguel García, actual portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de la ciudad y nuevo candidato a la alcaldía, pronunció en la sesión del debate de candidatos que tuvo lugar en L’Harmonia el pasado jueves 16. Tras la conversación/entrevista del mes de enero con la candidata del PP, Sonia Esplugas y de febrero con el candidato de Comuns, Manuel Domínguez, le tocó el turno a Miguel García, quien desglosó a lo largo de prácticamente dos horas, una síntesis de su programa electoral y las respuestas a más de una decena de preguntas concretas que la Junta Directiva de FIC hizo al candidato. Con un tono distendido y natural, en la línea de lo que nos tiene acostumbrados el concejal de Ciudadanos, se refirió a la voluntad de su partido de contribuir a la mejora de las condiciones sociales de los hospitalenses, poniendo en entredicho la política elitista que aplica el gobierno de la ciudad y que beneficia especialmente a los sectores que se lucran con la política de escaparate que, en sus palabras, practica el PSC desde hace muchos años. García criticó con fuerza la barbaridad urbanística que ha puesto en marcha el gobierno de Núria Marín en los últimos años, con promociones exageradas y lesivas para la ciudad, que se va a ver perjudicada gravemente por la evidente falta de equipamientos y servicios a los que se van a ver abocados los ciudadanos en los próximos años. “Si ahora ya son muy limitados los servicios que se están ofreciendo a la población, no me quiero imaginar lo que ocurrirá cuando se incrementen por millares los habitantes”.
García puso énfasis, asimismo, en el escándalo que ha supuesto la política de entrega gratuita del patrimonio municipal a empresas cuyo único objetivo es el lucro empresarial (caso Planeta, Godó y Trías, Germans Albert, etc) y se mostró muy crítico con algunas iniciativas recientes como por ejemplo el Distrito Cultural. En la misma línea se refirió al papel subalterno de l’Hospitalet en todo lo que se refiere a dar facilidades a lo que no quiere Barcelona, con la exclusiva compensación de que la alcaldesa tenga una cierta visibilidad.
García se refirió a las eternas promesas sobre la desaparición de las fronteras que dividen la ciudad (la red ferroviaria, por ejemplo) asegurando que ninguno de los presentes va a ver terminado ese proyecto: “y suerte tendremos si lo llegan a disfrutar nuestros nietos”, por lo que la mejora de espacio que podría conseguir la ciudad con el soterramiento, no se va a notar en el inmediato futuro. Del mismo modo se pronunció por una ciudad al servicio de las personas y reivindicó la necesidad de una ciudad con infraestructuras culturales y con comercio de proximidad.
Fue crítico con algunas propuestas referidas a la memoria histórica, asegurando que se ha de evitar alimentar el revanchismo y se mostró favorable, en otro ámbito, a una policía de barrio al servicio de la ciudadanía. Se refirió al pésimo funcionamiento de la gestión municipal (un par de ejemplos son los de la guardia urbana y los servicios sociales) y puso en cuestión las “enormes redes clientelares” que el PSC ha establecido en la ciudad “desde que gobierna”.
Pese a todo, Miguel García explicó que si el PSC requiere su ayuda después del 28-M para seguir gobernando, su apoyo, específicamente desde fuera del gobierno, no sería gratuito. “Nosotros tenemos un programa y va a costar muchísimo que el PSC tenga ninguna tentación de negociar nada con nosotros. Ya lo intentaron la última vez que se quedaron en minoría y nosotros éramos la fuerza mayoritaria. No tenían ningún interés en aplicar ningún programa sino en negociar componendas. Al final convencieron a un par de tránsfugas que no les exigieron nada más que unas cuantas prebendas y así gobernaron cuatro años sin que les hiciéramos ninguna falta. Ellos están acostumbrados a comprar a los que se venden. Y nosotros, los de Ciudadanos, no estamos en venta. Otra cosa será que pactemos apoyos concretos, cosa ciertamente muy difícil, pero para eso se tendrán que avenir a aplicar nuestras medidas”.
El próximo debate/entrevista será el próximo 13 de abril con el candidato de ERC, Jaume Graells, en la sala de actos del CCM Tecla Sala y se cerrará el ciclo, si es que la candidata del PSC se aviene a ser entrevistada, a primeros del mes de mayo.