El poder de cultivar el cuerpo y la mente en The Warriors Martial Arts Club

Grupo de alumnos entrenando en The Warriors Martial Arts Club/ Fuente: Jose Silva

Este gimnasio de L’Hospitalet dirigido por Jose Silva ofrece una gran variedad de deportes de defensa personal y artes marciales mientras sigue haciendo frente a la crisis por el covid-19

27 de noviembre, 2020

Las artes marciales y la defensa personal son un deporte, aunque minoritario, de mucho interés para aquellos quienes desean cultivar el cuerpo y la mente. En The Warriors Martial Arts Club, situado en el barrio de Collblanc de L’Hospitalet, ofrecen clases para jóvenes y adultos pero, sobre todo, para gente apasionada.

Boxeo, kick-boxing, MMA y Budo Taijutso son algunas de las modalidades que se imparten en el centro que dirige Jose Silva, con la ayuda de dos chicas de marketing y administración. Allí los alumnos aprenden proyecciones, golpeos, estrangulaciones, luxaciones, controles y armas para saber protegerse en caso de riesgo. 

Jose Silva en el mostrador de The Warriors Martial Arts Club/ Fuente: Lara Ballesteros

Las instalaciones están totalmente equipadas con colchonetas, barras de techo, sacos de boxeo, pelotas de pilates y todo el material necesario para aprender a canalizar las emociones negativas y convertirlas en estímulos positivos. 

Además, The Warriors también organiza eventos fuera del gimnasio para que sus alumnos se conozcan. “Los conocí a través de una clase de defensa personal gratuita y me gustó mucho las ganas que tienen de enseñar y de explicarlo todo con muy buen humor. Se ha convertido en una verdadera familia”, cuenta Raquel Bermúdez, alumna de Budo Taijutso.

Los beneficios del deporte para la salud

Y es que es totalmente imposible negar que el deporte, en cualquiera de sus variantes, tiene un impacto muy positivo en nuestra salud. Además de mantener nuestra forma física y reducir el riesgo de enfermedades y la presión arterial, alivia el estrés y mejora nuestra salud mental. Gracias al movimiento del cuerpo y el establecimiento de rutinas, el ejercicio puede ser útil para sofocar sentimientos de ansiedad y depresión. “El cuerpo humano es como una máquina que, cuando la fuerzas, va mejorando. El cuerpo piensa que está en riesgo y, con el miedo de no volverlo a padecer, mejora físicamente”, nos cuenta Jose.

Socios del club The Warriors durante uno de sus entrenamientos/ Fuente: Jose Silva

La importancia de los valores en el club

Por otro lado, The Warriors también está muy comprometido con la educación de nuestros pequeños quienes, al fin y al cabo, son las generaciones del futuro. Es por este motivo que en el centro tienen muy en cuenta cuáles son los valores que quieren transmitir: Gi (justicia), Yu (coraje), Jin (benevolencia), Rei (respeto), Makoto (honestidad), Meiyo (honor) y Chuugi (lealtad). A pesar de sonar un poco arcaicos, son valores muy efectivos y que forman parte de un proyecto antibullyng, concienciación e igualdad. Todos ellos suponen el núcleo pedagógico del centro, sin dejar de lado la defensa personal.

Tablero con los valores del club/ Fuente: Lara Ballesteros

Y como era de esperar con todas los ideales que transmiten, en el club también son muy conscientes de la todavía existente violencia de género contra las mujeres. Es por este motivo por el que, la defensa personal también supone un aprendizaje para ellas y saber defenderse en caso de cualquier agresión física. “Les da la oportunidad de hacer algo y no quedarse con los brazos cruzados y creerse inferiores. Te da ese empujón a creer más en ti y a tener más confianza”, nos dice Miriam Andrades, quien está de prácticas en The Warriors y se encarga de la administración de tareas, recibir pagos, archivar recibos, dar información a los clientes y demás.

Dos mujeres entrenando en The Warriors/ Fuente: Jose Silva

El covid-19, un bache y una fortaleza

Sin embargo, como muchos otros locales o establecimientos deportivos, la pandemia causada por el covid-19 también ha afectado gravemente a los empleados y socios de The Warriors. Y es que, al tratarse de deportes cuerpo a cuerpo y donde es esencial el contacto con el adversario, ha habido grandes dificultades en el normal desarrollo de las clases. Durante los meses de confinamiento se decidió ofrecer la alternativa de hacer lecciones virtuales desde casa y directos de Instagram, donde la gente se podía conectar para seguir el entrenamiento. En esta ocasión Jose decidió no obligar a pagar quota a aquellos quienes no quisieran. 

Los baches también fueron patentes en la perdida de socios y la reducción de grupos de niños, cuyas familias se vieron afectadas económicamente y con muchos menos recursos. En diciembre del año pasado eran 140 adultos y 40 niños y ahora solamente son 40 adultos y 10 niños. Además, antes de esta crisis se impartían clases de parkoury de baile, destinadas a cualquier edad. 

Sin embargo, tal y como ellos mismos defienden: “tan importante es saber afrontar una victoria como una derrota”. Con este lema bien grabado en la mente, The Warriors ha hecho honor a su nombre y ha ido ganando batallas y recuperándose poco a poco. La ilusión y el compromiso por parte de sus trabajadores ha sido esencial en todo este proceso.

Un niño entrenando con un adulto en The Warriors/ Fuente: Jose Silva

Ahora el gimnasio tiene un aspecto mucho más recuperado y no tan vacío, como lo había estado en meses anteriores. A pesar de que las incógnitas que la crisis por el coronavirus sigue cerniendo sobre nuestra población y que queda mucho por hacer, la esperanza y las ganas por sacar adelante el negocio siguen intactas. 

Por Lara Ballesteros

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