Este domingo por la noche llegaba a nuestra redacción la triste noticia del fallecimiento de la periodista Conchita Gómez Ordóñez, a causa de la covid. Conchita Gómez estuvo vinculada al periodismo activo de la ciudad desde finales de la década de los 70 con apenas 20 años cuando se convirtió en una de las corresponsales de prensa más jóvenes de la ciudad en los diarios de Barcelona y más tarde como redactora de Economía y Trabajo en las páginas de l’Estaca, el primer semanario independiente en papel que apareció en esta ciudad, y precedente de este digital. Más tarde se incorporó a Ràdio l’Hospitalet, la emisora municipal fundada en 1982, de la que llegaría a ser directora entre 1985 y 1988 —tras el director fundador Enric Conde—, y conductora de uno de los principales programas informativos de la casa. En 1988 fue sustituida al frente de la emisora por su responsable de Informativos, la también periodista Marga Solé, y a partir de ese momento se incorporó al gabinete de prensa municipal y más tarde a los servicios administrativos del Ayuntamiento, tras abandonar forzadamente la profesión a la que dedicó todo su talento y toda su profesionalidad. Se casó en 1982 con el reconocido periodista deportivo Ricard Maxenchs con el que tuvo una hija, Marta, y un hijo, Ricard. Viuda de Ricard Maxenchs desde el año 2008, estaba presta a jubilarse en un par de años cuando cumpliera los 65.
El caso de Conchita Gómez ha sido uno más en los que se ha puesto de manifiesto la dureza de un comportamiento coherente en la profesión, puesto que fue destituida sin causa objetiva por los cargos políticos que han regido la emisora municipal con mano férrea y que más tarde acabarían por cerrarla, desaprovechando toda la experiencia, el trabajo desarrollado y la capacidad de una de las mejores profesionales del mundo del periodismo que ha tenido la ciudad a lo largo de su historia.
Lamentamos su pérdida personal como en su día lamentamos su pérdida profesional. Valga este rincón para recordar su valía.
Por Redacción