Sonia Esplugas (Portavoz del Grupo Municipal del Partido Popular)
Cuarenta y cinco años de gobierno municipal socialista son muchos, y también lo son los dieciséis años que Nuria Marín ha estado a cargo de la ciudad como alcaldesa, tiempo suficiente para poder aplicar políticas efectivas que reviertan en la calidad de vida de los vecinos, pero lamentablemente Marín se ha ido dejando la ciudad en su peor momento.
Si hacemos balance de estas últimas legislaturas, las gestionadas por la alcaldesa saliente, su gestión deja más sombras que luces, especialmente en los últimos cinco años, cuando Nuria Marín ha estado comprometida con otras administraciones, primero como presidenta de la Diputación de Barcelona, y luego como senadora en Madrid; y como no se puede estar en misa y repicando, L’Hospitalet quedó relegado a los ‘ratitos’ que quedaban en su agenda.
En el año 2008, cuando Marín juró el cargo de alcaldesa fijó sus objetivos de gobierno: políticas de proximidad en los barrios, trabajar por la cohesión social y la convivencia; el soterramiento de las vías, la construcción de vivienda pública y de residencias para mayores; una mejora de los servicios de limpieza, seguridad, y construcción de nuevos equipamientos. Humo, solo humo. Nada de esto se ha materializado, nada de esto se ha hecho realidad.
Y por si no fuera poco, ella, quien prometió una ciudad transparente, se va dejando dos causas judiciales abiertas en la gestión municipal, una por presuntas irregularidades en el Consell Esportiu de la ciudad y otra por la convocatoria de oposiciones para la plaza de superintendente de la Guardia Urbana, dejando tres miembros de su gobierno imputados.
¿Y en qué situación se encuentra ahora L’Hospitalet? Pues estamos ante una ciudad con servicios sociales colapsados para los que más lo necesitan, con conflictos internos dentro de la Guardia Urbana, aulas saturadas y colegios en barracones,mercados municipales agonizando; una ciudad sin un plan ambicioso de vivienda social, con un patrimonio abandonado, y con serios problemas de seguridad, ocupación ilegal, incivismo y convivencia en gran parte de los barrios.
Ahora, habiendo dimitido Nuria Marín, tenemos nuevo alcalde, David Quirós, pero no es alguien nuevo; es más de lo mismo, un miembro del equipo de gobierno que viene gestionando la ciudad todos estos años. De hecho, su paso por las áreas que él ha gestionado, deja mucho que desear, como por ejemplo, la municipalización de les cinco escoles bressol o la climatización de los centros educativos, promesas incumplidas de manera reiterada.
Llegados a este punto, el Partido Popular no puede dar ni un solo voto de confianza a ningún gobierno socialista. Ha quedado demostrado que el suyo es ya un proyecto agotado; de hecho, este relevo de alcaldía no deja de ser un cambio de caras desesperado ante la imposibilidad de dar respuesta a los problemas de una ciudad que se les ha ido de las manos.
Desde los últimos comicios municipales, cuándo el Partido Popular cuadriplicó su representación municipal, hemos sido llamados a las urnas en varias ocasiones: elecciones generales, autonómicas y europeas, y en todas ellas el PP ha conseguido aumentar notablemente el número de votos, y más aún, la confianza de los hospitalenses.
Esta fuerza que nos trasladan los vecinos es la que utilizaremos para continuar trabajando, por ahora desde la oposición, para forzar medidas en favor de la ciudad y con políticas reales que reviertan en los ciudadanos, así como reivindicar el potencial cultural, social y económico de L’H.
Queremos ser una ciudad referente para los que aquí vivimos y para los que nos observan desde fuera. Somos la segunda población de Cataluña en número de habitantes, y tenemos que luchar para ser la primera en calidad de vida, con una fiscalidad justa, impuestos que reviertan en servicios de calidad, en una ciudad limpia, y en unos servicios sociales de primera.
En definitiva, ante una trayectoria socialista que deja una ciudad sucia e insegura, yo, Sonia Esplugas, como portavoz de Grupo Popular, puedo asegurar que plantaremos cara a quienes nos han llevado a esta situación, con la convicción de que somos la alternativa real al gobierno municipal desde el centro derecha, lejos de los extremos, y que no cesaremos en trabajar para que L’Hospitalet sea un referente, más allá de nuestra ciudad.