Carta abierta al alcalde David Quirós

Por: El hijo del portero

Estás cerca de cumplir un año de alcalde, David Quirós. 15 de junio 2024. Desde que te conocí, tu expresión no verbal me generó confianza y esa sensación me resulta positiva. Otro aspecto que me genera aprecio y consideración es que comparto la afición contigo por el básquet. Es un deporte que ayuda a desarrollar armónicamente al individuo.

Más aspectos positivos. Te has criado en Pubilla Casas, el mismo barrio al que un día llegué en 1970. También por eso me caes bien. Eres de Pubilla, no del Centre.

Hice, o hicimos, hace más de 50 años, lo que tú dices “una ciudad más amable”, yo digo más justa, partiéndonos la cara y el pecho en la AAVV para evitar que construyeran en la Bóvila. Soy de esos anónimos que sin ningún interés en figurar hemos trabajado por l’Hospitalet.

Alcalde, soy de los que aún habiendo nacido en el Poble Sec de padre aragonés y madre catalana, me enamoré de l’Hospitalet desde el principio. Fue un flechazo. L’Hospitalet es una ciudad diversa. Una ciudad complicada. Hay varios l’Hospitalets dentro de nuestra ciudad. Es una ciudad apasionante que he observado que le han faltado políticos que la entiendan, la cuiden, y la amen. L’Hospitalet es como una mal querida y vosotros sois como un mal marido.

Los socialistas lleváis 45 años gobernando y yo llevo 45 años esperando. Es verdad que habéis ganado democráticamente pero también es verdad que vuestro poder ha enquistado la dinámica política, social y cultural de la ciudad. No puedo ni quiero obviar decir que habéis hecho cosas que valoro positivamente, como las Aulas de Cultura en los 80. Seguro que me dejó alguna, pero no muchas más.

Habéis tenido la habilidad de controlar la mayoría de entidades de nuestra ciudad. Las habéis domesticado. Las políticas clientelares no son la mejor manera para hacer crecer a las entidades con buena salud, para que aumente la participación. Estamos, en cuanto a participación, en horas bajas. La sociedad civil está desmovilizada. No todo es culpa vuestra, pero vosotros no hacéis nada para reactivarla. Ya os va bien.

Casi siempre he sido crítico con los que tienen el poder, pero hoy, con el paso del tiempo, me siento con la autoridad moral para escribirte está carta y decirte unas cuantas verdades sobre lo que pienso. Con un solo objetivo: ayudar a nuestra ciudad.

Lo primero y esencial para ser un buen alcalde es pensar en tu ciudad, en sus barrios y, sobre todo, en su gente, pero no solo para que te vuelvan a votar, que también, si no para romper esa frialdad y el vacío que hay entre los gobernantes y los gobernados.

Los socialistas de l’Hospitalet en general tenéis una capacidad corporativa y una soberbia política de enormes proporciones.
Tenéis habilidades que en política son importantes. Sois tan simpáticos como sectarios. Si los partidos a vuestra izquierda tuvieran la mitad de sentido y de responsabilidad de partido por su organización como vosotros, otro gallo cantaría en l’Hospitalet.

Pero no es así. Los partidos de izquierdas se han ido dividiendo mientras vosotros os manteníais compactos electoralmente como una roca. En eso os felicito, aunque lo lamente porque esa actitud no ayuda a mejorar la salud y la diversidad política de ninguna ciudad.
Aterriza alcalde, no dejes que te lleven por donde quieren que vayas. El partido, normal que lo tengas en cuenta, pero en su justa medida. Lo primero son los ciudadanos. Todos, los que te votan y los que no te votan. Trabaja para erradicar la mediocridad que tienes a tu alrededor.

L’Hospitalet necesita un Alcalde que diga basta a la construcción especulativa, que abra puertas y ventanas en la Casa Grande y que entre aire nuevo, gente que cumpla con las nuevas formas de hacer política con luz y con visión de futuro, que trabaje para que en nuestra ciudad baje la densidad demográfica, no para dejar de ser acogedora si no para hacerla más humana y habitable.

No podemos aumentar más la densidad y tú lo sabes. Tienes que escuchar a los que no te hacen la pelota, a los que tienen opiniones diferentes y luego llegarás a tus propuestas de consenso y de racionalidad.

No voy a citar barbaridades que se han hecho recientemente en nuestra ciudad, pero igual que en los 70 cuando seguramente aún no habías nacido unos cuantos locos luchamos —y solo lo pongo como ejemplo—, en la Bovila de Pubilla para conseguir un barrio y una ciudad más digna y habitable.

Hoy te ánimo a que rompas y demuestres que eres valiente, que hay otras maneras de hacer política. Pide minuto y cambia jugadores de tu equipo. Cambia la táctica. No veo que cambies la dinámica gris del anterior equipo. Por eso me atrevo a decirte que tú eres el director y por tanto el que puedes cambiar la dinámica del partido. Los equipos los dirige el entrenador y tú eres el responsable. En política, como en la vida, hay muchos aduladores, pelotas y guías espirituales que viven de eso. No les hagas caso. Ten en cuenta a los que te criticamos. Nunca nos atreveremos a pedirte una contrapartida.

La imagen la trabajas muy bien, lo haces genial, pero ahora ya hacen falta hechos. Democratiza la ciudad. Ser alcalde es un honor; ser hijo de Pubilla Casas también. No te olvides. Los hechos son lo que cuenta. Estoy seguro de que el programa de tu partido te da posibilidad de cumplir el compromiso contra los poderosos que insisten y persisten en mantener a l’Hospitalet como una ciudad de segunda.

Sólo una actitud valiente determinaré el cambio y el desarrollo de nuestra sociedad, de nuestra ciudad y ganarás el partido. Hazla más participativa y la harás más humana y digna. Ganarte los votos de esta manera te hará ser el alcalde de la mayoría. Te voten o no te voten.
No te hagas trampas al solitario, sabes a lo que me refiero. Se que no es fácil, por eso te aconsejo que lo intentes. Saca lastre.

Queremos una ciudad como tú dices tantas veces “amable”, yo digo justa, participativa, racional, abierta con espacios para respirar, para habitar, para aprender, para disfrutar. Para nacer, vivir y morir dignamente. Con futuro, moderna, con identidad, que sus vecinos y vecinas se sientan orgullosas de haber nacido en l’Hospitalet.

Aunque ya no es fácil porque ya te conocen, te aconsejaría como ejercicio básico que, de incógnito, te pasees y escuches en los bares y entidades no pro-ayuntamiento y en los mercados y en las colas de las escuelas y en las escaleras de los vecinos, lo que realmente piensan del Ayuntamiento. Comprobarás que mis caborias tienen sentido. El único objetivo de toda esta reflexión son las personas de l’Hospitalet. Como decía el viejo slogan: ¿cuento contigo?.