En la ciudad están previstas tan solo 179 viviendas de alquiler asequible a corto plazo
L’Hospitalet bate muchos records. Tener las barriadas con mayor densidad de población de Europa, la ciudad con menos metros cuadrados verdes por habitante… ahora otro más: el precio del alquiler. Según un estudio de Fotocasa, el precio en la segunda ciudad de Catalunya se ha disparado en un 127%, superior a la media nacional que se sitúa en un 78%.
En otros municipios del Área Metropolitana de Barcelona, como Badalona, y la propia capital de Catalunya también han sido significativos los incrementos de los precios de los alquileres, en un 106%, aunque l’Hospitalet los supera.
“Estamos asistiendo al mayor encarecimiento del arrendamiento de los últimos años. En algunas comunidades, el precio ha crecido más de un 150% en tan solo una década, lo que indica un contexto de sobreprecio de la renta. Esta tendencia supone una dificultad muy importante en el acceso a la vivienda”, dice María Matos, directora de estudios y portavoz del portal inmobiliario.
Según Matos, el precio del alquiler ha aumentado considerablemente desde la recuperación económica, impulsado por la promoción de la vivienda en alquiler como principal opción habitacional después de la crisis de 2008. El resurgimiento de la demanda, junto con la falta de oferta disponible, ha llevado a una creciente presión sobre los precios. Esta tensión ha intensificado progresivamente los costes del alquiler, superando en un 33% los niveles alcanzados durante la burbuja inmobiliaria de 2007.
La proximidad a Barcelona influye como elemento negativo
Manuel Domínguez, historiador y político de la ciudad, ya manifestó su preocupación por este tema en un artículo en Quaderns d’Estudi, publicación del Centre d’Estudis de l’Hospitalet: “En los años 2015 y 2016 el precio del m2 del suelo se situó por debajo de los 2.000 euros, en el 2022 se enfiló hacia arriba hasta llegar a los 3.411 euros”.
Existe una burbuja del alquiler: en el 2014 se situaba en 505 euros al mes, en el 2022 llegó a los 731 euros (un incremento del 45%) hasta el actual marcado por firmas inmobiliarias como Todocasa que lo sitúan en un 127%.
“La coincidencia de una mala situación urbanística y altos precios de la vivienda sólo se explica por la incidencia de otro factor: la proximidad al centro de Barcelona. La centralidad de l’Hospitalet en el área metropolitana, la mejora de los medios de transporte, la proximidad al puerto, aeropuerto y estaciones de ferrocarril, la localización de la Fira, etc, hacen que la ciudad se encuentre dentro de la zona delimitada por las primeras isócronas de la mayor parte de los principales elementos de la capital catalana”, dice Manuel Domínguez en su artículo, y añade: “La accesibilidad de los barrios de l’Hospitalet desde el centro de Barcelona es muy grande. Esta tensión suele resolverse con la expulsión de los más pobres y la transformación urbanística en función de los intereses de las empresas que entienden la ciudad como un negocio y el territorio como una mercancía, es decir, con la gentrificación”.
Aunque no existen estudios específicos, otras experiencias parecidas nos sugieren que dos fenómenos que se están produciendo en l’Hospitalet pueden ser consecuencia de la gentrificación: el Districte Cultural que ofrece 25 hectáreas del polígono de la Carretera del Mig a artistas y en segundo lugar el turismo. En l’Hospitalet se pueden encontrar decenas de hoteles y edificios de apartamentos turísticos, a los que hay que sumar los ilegales, todo ello influenciado por Barcelona que se ha convertido en uno de los principales polos de atracción turística del mundo.
La construcción de vivienda social, la única solución
La única solución es la construcción de vivienda pública. “Tanto la Generalitat como el propio Ajuntament han invertido 0 euros en vivienda social en la ciudad durante unos cuantos años”, dice Manuel Domínguez
No se aleja mucho de las cifras que se barajan a nivel de toda España, un 2,5% la vivienda pública cuando en Europa, el nivel es bastante superior: un 9,3 %. Los países de la UE con mayor proporción de vivienda social en relación con su parque de viviendas son Países Bajos, con un 30% del total; Austria, con un 24% y Dinamarca, con un 20,9%. En el extremo opuesto se encuentran Grecia, Letonia, Lituania, Chipre y Malta, con un 0%, Rumanía, con un 1,5%; Estonia, con un 1,7% y Croacia, con un 1,8%.
En l’Hospitalet, el año pasado se acordó una ridícula e insuficiente promoción en el barrio de Sant Josep de 179 viviendas protegidas de alquiler asequible. La Generalitat ya ha prometido 10.000 pisos de alquiler social en 82 municipios del territorio para el 2026 y la ciudad de Terrassa será la más agraciada tras un acuerdo Estado-Generalitat.
Con todo, todavía falta para ver colocar las primeras piedras en las promociones de l’Hospitalet, dado que se prevé que se puedan licitar las obras en el segundo trimestre de 2025. Las promociones se construirán en los solares que el ayuntamiento cederá al INCASÒL con un derecho de superficie gratuito de 75 años de duración.
En una primera fase, se desarrollarán tres promociones situadas en la calle de la Muntanya núm.17-19 y en la avenida Pau Casals, núm. 32 y 48. En fases posteriores, y “en el plazo de vigencia de este convenio”, se determinará la construcción de nuevas promociones de vivienda hasta completar el potencial de 350 viviendas ubicadas en diferentes lugares del municipio, explican tanto desde el Departament de Territori como desde el consistorio hospitalense.
La inversión prevista para su desarrollo asciende a 20.570.000 euros y, antes de final de año está previsto que se convoque el concurso para seleccionar al equipo de arquitectos que redactará el proyecto y que dirigirá las obras de construcción.
La promoción de 21 viviendas de la calle de la Muntanya se destinará a alojamientos dotacionales sometidos al régimen de las viviendas de protección oficial de alquiler para gente joven.