La calle Mas

Fotografía de la calle Mas

Una de las principales calles de la barriada de Collblanc-La Torrassa es la calle Mas. Nace en la Riera Blanca, cuya calle divide los términos municipales de L’Hospitalet y de Barcelona por lo que una acera pertenece al primer municipio y la acera de enfrente al otro. Y muere en la calle del Torrent Gornal ya en el barrio de La Florida.

La calle Mas tiene una imponente subida y una bajada semejante. En la cima de la calle se encuentra el montículo que, según parece, da nombre a la barriada de Collblanc (Collado Blanco, por el color preponderante del substrato que lo compone)

El nombre de la calle Mas puede tener dos orígenes distintos aunque el primero que vamos a explicar es el que más puntos tiene de ser el auténtico, según los expertos. En la documentación de la zona se hace referencia a Climent Mas Soldevila, propietario barcelonés de diferentes terrenos en los inicios del siglo XX. Este ejemplo, como iremos viendo, no es el único que existe en la ciudad. L’Hospitalet cuenta con muchas calles cuyos nombres sólo responden a los propietarios de los terrenos de las zonas donde, en su día, se abrieron las calles.

Climent Mas Soldevila tenía muchos terrenos en esa parte de la ciudad al igual que los hermanos Romaní tenían terrenos en su finca de La Torrassa. De ahí viene el nombre de unos antiguos almacenes situados en este último barrio, situados cerca de la calle Mas.

Otra de las posibilidades del nombre de la calle Mas, aunque muy vaga, es la existencia de un mas (masía) hasta el año 1940, situado aproximadamente en el número 22 de la calle actual, aunque desde el Centre d’Estudis de L’Hospitalet se inclinan de forma clara por la primera opción: el propietario de los terrenos le dio el nombre a la calle Mas.

Climent Mas propuso, junto con otros propietarios como el doctor Martí Julia, la urbanización de sus tierras y que pusieran su nombre a una de las calles. El proyecto fue aprobado en noviembre de 1902 y la pretensión era urbanizar 16 hectáreas, espacio muy superior al de otros proyectos que había en la barriada de Collblanc.

El primer tramo que se abrió fue el de la parte más alta del “turó” (montículo) aproximadamente donde luego se abrirían las calles Oriente y Progrès. En 1919, el trazado de la calle ya llegaba hasta la Riera Blanca y en la década de los 20 se acabó hasta el Torrent Gornal.

En toda esta zona se empezaron a construir viviendas y se iniciaron con las típicas viviendas de pasillo, las primeras sobre la calle París. La tipología era siempre la misma. La apertura de un pasillo en medio de la parcela que medía cinco metros de ancho por 30 de largo y a ambos lados se disponían diferentes viviendas de unos 25 metros cuadrados, cuyas fachadas daban al pasillo.

Estas viviendas eran ocupadas por la inmigración que provenía de otras ciudades como Almería, Valencia y, sobre todo, Murcia. Fueron  jornaleros, de los más pobres,  y se convirtieron en la mano de obra del crecimiento de Barcelona. De hecho, esta barriada fue conocida como la Murcia chica por la cantidad de personas que vinieron de esa provincia.

Hoy en día ya quedan pocas “viviendas de pasillo” cuya construcción duró hasta 1925. Las que sobreviven están dignificadas y mejoradas considerablemente, teniendo en cuenta que se habían construido con materiales de baja calidad. También estas viviendas se pueden ver en las barriadas de La Florida, Santa Eulalia y Sant Josep.

En el número 52 de la calle Mas se abrió en 1934 una de las dos escuelas nacionalistas que se localizaron en la ciudad en tiempos de la Republica. Le dieron el nombre de Escuela Moderna de la Torrassa. Despues se trasladó a la calle Salvador Seguí (actualmente Rafael Campalans) y cuando comenzó la Guerra Civil se trasladó a la calle Riera blanca, 23.

Actualmente la calle Mas es un eje de comunicación desde Barcelona hasta las barriadas de La Florida y Sant Josep.

La calle Mas es la que divide los barrios de La Torrassa y Collblanc, según los más antiguos de la zona. Se llega a afirmar que había rivalidad entre ambas barriadas.

Por Lluís Berbel y Jesús A. Vila