Los escritores de l’Hospitalet Antonio Fornés y Manuel Calderón ganan sendos premios literarios nacionales

Amancio López, presidente de Hotusa, Antonio Fornés y el rector de la UB, Joan Guàrdia.

El premio Comillas y el Eurostars de Narrativa de Viajes, dos prestigiosos galardones bien dotados económicamente

Este 2024 ha sido prolífero para la literatura con origen hospitalense. En enero conocimos que el periodista licenciado en Filosofía Manuel Calderón recibía el Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias con el libro Hasta el último aliento: “Puig Antich, un policía olvidado y una guerrilla contracultural en Barcelona”, y este jueves recibía el Premio Eurostars de Narrativa de Viajes el también filósofo de l’Hospitalet Antoni Fornés por el libro “Corazón ligero”.

Antonio Fornés Murciano (L’Hospitalet de Llobregat en 1968) es doctor en Filosofía, licenciado en Humanidades y diplomado en Ciencias Religiosas y este jueves ha recibido el Premio Eurostars de Narrativa de Viajes dotado con 18.000 euros y al que se habían presentado 150 obras, la mayoría de autores españoles y de Latinoamérica. El libro, titulado “Corazón ligero”, lo distribuirá en enero la editorial RBA, mientras que un mes antes ya estará en todas las habitaciones de la cadena hotelera Eurostars del Grupo Hotusa en los principales destinos de España, Europa, América Latina y Estados Unidos.

Por su parte, el periodista y también filósofo Manuel Calderón (Peñarroya-Pueblonuevo, Córdoba, 1957, que llegó a l’Hospitalet junto a su familia a los 12 años) ganó este año el XXXVI Premio Comillas 2024 y el libro “Puig Antich, un policía olvidado y una guerrilla contracultural en Barcelona”, ya ha sido publicado por editorial Tusquets cuando se han cumplido 50 años de la muerte por garrote vil de Puig Antich.

Un filósofo en el espacio

Fornés se considera un peregrino en todas partes, y con esa frase de Petrarca (“sum peregrinus ubique”) corona su perfil de WhatsApp. Pero ese sentimiento de extrañeza y ciudadanía global es a su juicio totalmente compatible con la defensa de nuestra civilización, “porque es la que nos conforma y por eso no podemos renunciar a ella, porque si borramos el pasado ¿qué nos queda?”. Así lo señaló este jueves en la gala de entrega del premio, a preguntas del escritor y periodista Sergio Vila-Sanjuán, que actuó de maestro de ceremonias. El conductor del acto también preguntó a Fornés si le gustaría viajar al espacio, ahora que hay empresas que ya lo hacen, a lo que respondió que “si pudiera económicamente, claro que sí lo haría porque para un filósofo es importante distanciarse del mundo”.

En su discurso, Fornés recordó cuando siendo un niño de La Torrassa (L’Hospitalet), “soñaba con los viajes mientras miraba fascinado aquel Informe Semanal televisivo en blanco y negro que me descubría que existían Haile Selassie y Etiopía, el obispo Makarios y Chipre, o que en Estambul, si uno tiene el dinero suficiente, puede comprar, incluso, un elefante blanco. Es decir, fue el conocimiento, a través de algo tan simple como un programa de televisión el que me impulsó a viajar”.

En busca del arca de la alianza

En un almuerzo con periodistas previo a la gala, reconoció que de los viajes que ha realizado por 75 países del mundo, el que más le marcó, con diferencia, fue Etiopía, donde transitó por caminos sin asfaltar, se encaramó a iglesias en la cima de montañas a las que sólo se podía acceder subiendo con una cuerda en busca del arca de la alianza custodiada en Axum en ese país de emperadores y reyes, como la reina de Saba, presunta amante del rey hebreo Salomón, lo que podría explicar la leyenda del arca de la alianza etíope.

También en Etiopía Fornés relata la curiosa experiencia de alimentar a hienas salvajes, después de que su guía se lo propusiera saliendo del lugar donde dormían: “clavó un corte de carne en un palo y me dijo que estirara el brazo; de pronto, empezaron a aparecer puntos amarillos brillando y se acercaron las hienas a comer de nuestras manos”. Acaricia la idea de volver a viajar a Irak, donde ya visitó el norte, pero ahora el filósofo quiere ir a Bagdad atraído por el inmenso patrimonio que atesora la capital de la cultura de Mesopotamia, de gran influencia en el viejo mundo.

La risa, compañera del viaje

En otro momento de su discurso, Fornés subrayó que “viajar ha de ser conocer, pero sobre todo reconocer, es decir, disfrutar de aquello de lo que ya se sabe algo, de aquello de lo que conocemos, aunque sea someramente, su trascendencia. Pues en realidad, quien viaja, como diría el maestro Javier Reverte, camina hacia la eternidad en una búsqueda incansable del tiempo detenido”. En ese sentido, sostiene que “viajar sin saber nada del lugar al que nos dirigimos es rebajar el viaje a una pura experiencia lúdica, como la de quien pasa un día en un parque de atracciones. Lo cual no excluye por supuesto que viajar, sea en su propia esencia, algo profundamente divertido. De hecho, la risa suele ser una de las compañías habituales del viajero”.

Sobre la industria de la felicidad y el sueño de la humanidad que supone el turismo, Fornés defiende la democratización de los viajes “que han dejado de ser un privilegio de ricos” y reivindica la comodidad “siempre que se pueda”, alejada de esa idea de la búsqueda de “lo auténtico” cuando no es lo representativo de la cultura de los países.

Sin respeto por la cultura

Sobre la salud de la filosofía en la actualidad, Fornés se queja de que “se ha perdido el respeto por la cultura en general y de la filosofía en particular”. Y recuerda que tras las grandes revoluciones de la historia, como la revolución francesa, “hubo pensadores en la Ilustración, y también tras la revolución bolchevique estaba el pensamiento de Marx y otros, pero ahora solo hay el vacío, la nada”. Y concluye: “ya no queremos ser gobernados, solo ser conducidos al pasto”, porque, entre otras cosas, “el problema de la modernidad es el vacío de la trascendencia y seguir como si no pasara nada”.

Sobre los viajes, el galardonado con el Premio Eurostars, que este año ha recibido un total de 150 originales, un 50 por ciento más que en la anterior edición, consolidándose como uno de premios más destacados en su género literario”, recomendó disfrutarlos tres veces: en la preparación mientras el viajero se documenta, en el recorrido y posteriormente en la asimilación de lo vivido. “Hay que intentar que la vida tenga un mínimo de densidad para que no sea un mero parque de atracciones”, subraya.

Texto de viajero reflexivo

La obra de Fornés, “Corazón ligero” no es un típico libro de viajes, sino una obra divertida, escéptica e irónica que explora diversos lugares desde una perspectiva filosófica. En lugar de centrarse en detalles turísticos habituales, el autor reflexiona sobre temas humanos profundos. Cada capítulo del libro está dedicado a un país (Kurdistán iraquí, Etiopía, India, Namibia, China, Azerbaiyán, Japón) donde, el autor explica algunas de sus experiencias en su visita y, además, aborda cuestiones trascendentales, como la muerte, los prejuicios, la globalización y la aculturación.

Fornés invita al lector a ver más allá de lo evidente, utilizando los viajes como vehículo para la reflexión filosófica. A través de anécdotas curiosas y filosofía accesible, busca entretener al lector mientras lo anima a convertirse en un viajero reflexivo. En esencia, es una obra que transforma el viaje en una exploración tanto del mundo exterior como del interior.

Libro repleto de ironía y anécdotas

Para Fornés, “viajar y filosofar es parecido porque parte de la admiración de que el mundo exista”. El libro está escrito con ironía y repleto de anécdotas, de modo que “no es La Metafísica y la Teoría del Conocimiento, de Platón”, porque lo he escrito con chascarrillos y situaciones críticas”. Por ejemplo, en Azerbaiyán viajó en verano y se sorprendió al ver que en los restaurantes había mantas porque el aire acondicionado en aquel país lo ponen a tope porque “es de mal tono no pasar frío, lo que me invitó a escribir sobre la sostenibilidad en una tierra productora de petróleo”.

Y concluye que “viajar es mucho, muchísimo más que un desplazamiento. Debe convertirse -agrega- en algo transformador, que nos haga diferentes de cómo éramos antes de emprender cada uno de nuestros viajes, y no hay nada más radicalmente transformador (y revolucionario) que aprender”. Al hilo de esa reflexión, el galardonado apostilló que “el auténtico viajero, invariablemente, debe caminar en dos direcciones, la que conduce geográficamente hacia su punto de destino y otra, mucho más importante, que transita hacia el interior de sí mismo”.

Sexto libro de Fornés

Antonio Fornés Murciano, nacido en L’Hospitalet de Llobregat en 1968, ha publicado cinco libros hasta el momento: “Las preguntas son respuestas”, “Reiníciate”, “Viaje a la sabiduría”, “Creo” y “¿Son demócratas las abejas?”, éste último escrito a cuatro manos junto a J.A. Vila. También ha colaborado en diversos programas de Radio Nacional, Radio Clásica y Ràdio 4. En el almuerzo con periodistas previo a la gala, Fornés recordó una curiosa anécdota de cuando, de joven, encontró trabajo en el sector farmacéutico. En la entrevista de selección, el empresario le comentó que tenía un curriculum muy curioso y le preguntó por qué quería trabajar con ellos, a lo que el filósofo le respondió con total sinceridad: “la verdad es que me hubiera gustado más dedicarme a estudiar las herejías medievales”. Tras ser seleccionado, en la primera reunión que mantuvo junto a otros directivos de la empresa, el directivo le presentó como “un especialista en orgías medievales”.

Manuel Calderón, otro hospitalense primado

Por su parte, el periodista, escritor y también filósofo Manuel Calderón (Peñarroya-Pueblonuevo, Córdoba, 1957 pero hospitalense de adopción, porque estudió el Bachillerato en el instituto Torras i Bages y ejerció de director del Aula de Cultura de Bellvitge), ha ganado este año ganó el XXXVI Premio Comillas 2024 de Historia, Biografía y Memorias, con el libro “Hasta el último aliento: Puig Antich, un policía olvidado y una guerrilla contracultural en Barcelona”.

El certamen, al que se presentaron en esta edición 83 textos, fue creado por Tusquets Editores en 1988, está dotado con 12.000 euros, una estatuilla de bronce diseñada por Joaquín Camps y la publicación de la obra, que se encuentra en todas las librerías en la colección Tiempo de Memoria. Del libro de Calderón, el jurado destacó la “minuciosa reconstrucción” que hace de la historia del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), organización armada que, en la Barcelona de los primeros años 70, pretendía ser heredera del viejo anarquismo barcelonés y estaba fascinada por los aires revolucionarios de mayo del 68.

Ejecución de Puig Antich

El jurado recuerda cómo su militante más conocido y rebelde, Salvador Puig Antich, fue ejecutado “de forma abyecta y vengativa por la dictadura franquista en marzo de 1974, tras el atentado mortal contra Carrero Blanco”, una figura en la que indaga la obra, que “muestra de forma extraordinaria las muchas caras e interpretaciones que ofrece una misma historia, al tiempo que rescata del olvido intrahistorias personales, episodios y dramas íntimos injustamente marginados”.

La obra recupera también la historia del joven subinspector Francisco Anguas, muerto en septiembre de 1973 en el trágico tiroteo con el MIL, y quien funciona como contrapunto de Puig Antich, quien es detenido y acusado de la muerte del policía. Un consejo de guerra lo condenaría a muerte al año siguiente y la ejecución, por garrote vil, sería la última en su tipo en España hace justo 50 años.

Testimonios de familiares y militantes del MIL

Calderón analiza también el juicio militar, que estuvo sometido a presiones políticas, y da cuenta del esfuerzo de los abogados de Puig Antich por evitar la sentencia. El autor contó asimismo con el testimonio tanto de los familiares de los principales protagonistas como de los antiguos militantes del MIL que sobreviven en la actualidad, hasta lograr una “brillantísima crónica”, según el jurado.

Calderón, quien ahora reside en Madrid, es también licenciado en Filosofía por la Universidad de Barcelona y ha publicado los libros “Bach para pobresEl hombre inacabadoEl músico del Gulag y Descampado”. Ha trabajado en medios como El SolABC Cultural y La Razón, donde dirigió el suplemento de libros Caballo Verde. Ha colaborado también en revistas como La LecturaRevista de Libros y Revista de Occidente.