Fátima Laghrib, emprendedora de l’Hospitalet que diseña y alquila vestidos nupciales marroquíes

Por Almudena Yolanda Mesones y Justine Paramio

La emprendedora Fátima Laghrib es la fundadora de Caftan Palace, empresa de la calle Bòbiles, en La Florida, donde diseña y alquila vestidos nupciales, de novia, acompañantes y familiares, en los que combina la rica herencia marroquí, su país de origen, con la moda contemporánea. Como los caftanes de novia y para celebraciones son tan caros (suelen costar a partir de 400 euros), Fátima decidió apostar por el alquiler para facilitar su acceso, de modo que reduce diez veces su precio sin abandonar la sofisticación de la moda artesanal. Esta entrevista ha sido cedida por la Xarxa Europea de Dones Periodistes, donde colaboran sus autoras. (Foto: En la imagen, Fátima Laghrib).

Fátima Laghrib es una emprendedora española y marroquí que reside en l’Hospitalet desde hace 55 años. Llegó a Cataluña a la edad de seis años, y desde pequeña sintió una gran pasión por el mundo de la peluquería, la estética y el maquillaje. Durante diez años impartió clases de estética antes de dedicarse al estilismo para bodas, especializándose en novias árabes. Con la experiencia adquirida creó su peluquería: Fátima, en la calle Pedraforca de La Florida, pero no se detuvo ahí, y creó su propia marca de moda Caftan Palace (https://caftanpalace.es/) en la calle Bòbiles del mismo barrio, con la que diseña y confecciona ropa inspirada en sus raíces. Su marca ha alcanzado tal reconocimiento que ha sido invitada a participar en pasarelas de Tánger, entre otros eventos.

Tras haber creado esos dos negocios en l’Hospitalet, Fátima también sintió la necesidad de contribuir a la sociedad y fundó una entidad de apoyo social basada en la escucha activa: Lector Genial. Llena de ideas, ella nunca se dejó minimizar por la mentalidad machista de la sociedad. Supo transformar su sensibilidad y empatía en fortaleza, y empleó su creatividad para aportar a la comunidad un espacio de ayuda y expresión.

-¿Qué importancia le das a tus raíces?
-Una no puede negar de dónde es. Puedes nacer aquí, como mis hijas o mis nietas, pero intento que conozcan sus raíces y su cultura. Para mí, una persona sin raíces no es nadie.

-¿Y cómo surgió la idea de alquilar trajes árabes?
-Empezamos a pensar, ¿por qué no hacemos trajes también árabes y los alquilamos? Pensamos en el mundo del alquiler de ropa árabe, que no existía. La gente no quería comprar un traje para un día que costaba 400 o 500 euros. Por eso surgió la idea del alquiler.

-La idea de Lector Genial, ¿cómo te inspiraste?
-En el mundo de la peluquería la gente necesita ser escuchada. Yo a veces alucino cuando la gente viene y te explica cosas sin conocerte. Hay personas que ya saben más sobre tu trayectoria de vida, y otras que empiezan a explicarte su vida, Entonces ayudamos hasta dónde y cómo podemos. Si echamos una mano al que lo necesita de verdad, pues eso es bueno.

-¿Cómo funciona Lector Genial ?
-Va sobre cuentos. Por ejemplo, yo inicio, y lo cuelgo en la página web, tú lo sigues, y escribes, pones cuatro, cinco, seis párrafos sobre esa base de ese cuento que yo empecé. Luego, tú lo dejas y continua otra persona, y ese cuento al final se hace un libro.

-¿Es anónimo o para escribir necesito registrarme?
-Es una web, no hace falta que pongas tu nombre. Expresas y explicas lo que tú necesitas contarle a alguien, pero que nadie sepa quién eres y eso es de gran ayuda. Porque la persona que tiene un problema no suele hablar de ello, entonces lo cuenta como un cuento. Disfrazas un poquito, cambias tu nombre, cambias tu situación, lo haces como un cuento y tú ya te has sacado ese malestar.

-¿Qué tipo de historias encuentras en Lector Genial?
-De todo. A veces lo que hay es el problema de muchas mujeres hoy en día, por desgracia, la gente joven con estudios y carreras está maltratada, y al mismo tiempo le da pudor o le da vergüenza explicarlo.

-¿Dónde crees que está la ayuda en el proyecto?
-Supongamos que te han contado algo muy íntimo de ellos y le has ayudado o lo has intentado. Yo soy mayor y sé gestionar mis problemas, pero a veces se me escapa de las manos. Y el proyecto en general ha sido una vía. Queríamos tener algo diferente, no tipo psicólogo, porque no tenemos psicólogos, tenemos gente que te puede informar.

-¿Cuántas personas formáis parte del proyecto actualmente?
-Cuando empezamos, éramos 12, y ahora somos unas cinco o seis. Algunas personas se han ido desvinculando un poquito.

-¿Cómo reaccionas cuando una persona viene a pedirte ayuda?
-Mi vida privada está ahí en una mochila, cojo mi vida personal y la dejo en la mochila. Cuando salgo, cierro, cojo mi mochila privada y dejó la laboral, porque si no, te volverías loca. Nunca llevo temas de trabajo a casa.

-¿Sientes que es diferente ser mujer ahora que antes?
-Antes te educaban, y si te casabas, tenías que dejar aparte tu carrera. Tu función era procrear, tener hijos y ya está. Y bueno, ahora, como en los 90 aquí, las mujeres son cada vez más independientes y más avanzadas, pero aún nos queda mucho camino por hacer.

-¿Qué le dirías a tus hijas y nietas?
-Que se cuiden a sí mismas, pero sobre todo que se respeten a sí mismas y respeten a los demás. Si no te respetas a ti misma, nadie va a hacerlo. Y que conozcan, aunque hayan nacido aquí, sus raíces que son árabes. Eso no quiere decir que tengan que separarse del resto del grupo o del resto de la gente, si no que se sientan más orgullosas de lo que son y de dónde vienen.

-¿Has vivido racismo durante estos años?
-Bueno, el tema del racismo es muy complejo. A mí nunca me han dicho: tú no trabajes, tú no enseñes, tú no puedes. Hay racismo, pero tenemos que hacer una autocrítica todos. Por ejemplo, en el tema de la política, a mí me gustaría hacerle una entrevista a alguien de Vox y que vengan a decirme dónde me voy a integrar, ¿cómo es la integración para vosotros? Yo trabajo, pago mis impuestos, ayudo en lo que puedo, hago una vida normal. De mi casa para dentro, tu no vas a mandar si yo hago o no el Ramadán.

-¿Cómo ha cambiado tu barrio desde que llegaste a La Florida?
-De los 80 hasta los 90 hubo una época muy mala. Por desgracia se metió el mundo de la droga en Hospitalet y bueno, ha pasado mucha gente por allí y ha fallecido muchísima. Dentro de lo malo de la droga, digamos, había un poco de respeto para el barrio. De los 90 hasta el 2010 Hospitalet estuvo bastante bien. Ahora está muy saturado. Hay inseguridad, vas por la calle y por desgracia te roban, ves gente que está ahí sentada todo el día tomándose latas, haciendo botellón, y eso sí que ha degradado un poquito la ciudad. No te gusta ver tu barrio así, y es lo que te afecta más, porque La Florida no era así. Entonces eso sí que te molesta y te afecta.

-¿Cuál es tu consejo para quienes quieren perseguir sus sueños?
-No dejes tu idea en un cajón. Lucha por tus sueños, salga bien o mal. Da igual el ámbito, el negocio, la carrera, el oficio… Si quieres algo, lucha por ello.

La seguridad no es un lujo, es un derecho

Sonia Esplugas (Portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de l’Hospitalet)

L’Hospitalet es una ciudad insegura, una ciudad hostil donde los delincuentes actúan sin miedo. Un miedo que, sin embargo, sí sienten los vecinos: de salir a la calle por la noche, de ser víctimas de un robo, de ver okupadas sus viviendas y un largo etcétera de hechos delictivos que se dan a diario en nuestro municipio.

El gobierno municipal socialista ha perdido el control de las calles. El alcalde, David Quirós, sigue noqueado por la reciente y multitudinaria manifestación que no se esperaba y que coreaba al unísono: ¡Alcalde dimisión, alcalde cobarde!

Están sobrepasados, se les nota. Y el negacionismo es su errática respuesta al problema: “No tenemos un problema de inseguridad, tenemos un problema de incivismo”, decía el alcalde hace tan solo unos meses, mientras los datos de la criminalidad se disparan cada trimestre. Según el último informe del Ministerio del Interior, la criminalidad ha aumentado un 9,7% en el último trimestre, los robos con violencia se han disparado un 28,3% y los delitos sexuales han crecido casi un 10%. Es injustificable.

Y no, no compramos la excusa de que Quirós lleva poco más de un año al frente de la alcaldía. No la compramos porque no heredó el cargo a ciegas: es concejal de gobierno desde hace nueve años y, por lo tanto, corresponsable de las malas decisiones que los gobiernos socialistas han ido tomando y que nos han traído hasta aquí. 

El hecho de que los vecinos recurrentemente nos expresen su deseo de marcharse a vivir fuera de L’Hospitalet solo puede ser interpretado como un fracaso de las políticas socialistas, que han llevado a la ciudad a un punto de decadencia que solo podrá revertirse con un cambio de rumbo en la gestión municipal. Ese cambio pasa, necesariamente, por el fin de la era socialista al frente del gobierno local. 

Y si todo esto no fuera suficientemente inquietante, el Ayuntamiento ningunea a la Guardia Urbana, manteniendo un conflicto laboral latente hace años, por mantenerles en condiciones materiales, tecnológicas, laborales y salariales precarias. Hasta ahora se han negado a solventarlo, y ha tenido que ser como consecuencia de la convocatoria de un Pleno Extraordinario de Seguridad -impulsado de manera conjunta por el Partido Popular y ERC- cuando finalmente los socialistas se han abierto las negociaciones con nuestra policía local. 

Lo que está claro es que si la seguridad es un problema, la policía es parte de la solución. La receta es clara: se necesita más presión policial en la ciudad y trabajar la seguridad de manera preventiva. Para ello, es imprescindible una convocatoria ambiciosa de plazas de Guardia Urbana. Actualmente, solo contamos con un agente por cada mil habitantes, una proporción claramente insuficiente. Necesitamos, como mínimo, 140 agentes más.

Desde el Partido Popular hemos presentado en reiteradas ocasiones mociones al Pleno municipal proponiendo recuperar la Unidad de Proximidad: el agente que patrullaba a pie era el referente en la seguridad del barrio y conocía palmo a palmo sus calles. Sin embargo, pese a que estas propuestas fueron aprobadas, el PSC decide no llevarlas a cabo. ¿Qué podemos esperar de un gobierno municipal que ni tan siquiera respeta los mandatos del Pleno de la institución a la que representa?

Pero nosotros no vamos a cesar en la defensa del derecho que supone la seguridad. Por eso forzamos una sesión extraordinaria de seguridad, para que el alcalde y los responsables municipales pudieran dar explicaciones sobre la situación actual y, asimismo, poner sobre la mesa una vez más medidas concretas: recuperar la policía de proximidad, reforzar la plantilla de Guardia Urbana, instalar cámaras de vigilancia, combatir la okupación y luchar contra la multirreincidencia. 

Y cuando nos reunimos todos los representantes municipales, de todos los partidos, de todas las sensibilidades, para votar propuestas concretas de seguridad, es cuando VOX, optó por montar un ‘teatrillo’ y abandonar la sala de plenos durante las votaciones, impidiendo que se aprobaran medidas en favor de la seguridad, alineándose así con las políticas fallidas del PSC.  Flaco favor a los ciudadanos.

Lo que tengo claro es que yo, Sonia Esplugas, portavoz del Grupo Municipal del Partido Popular, no voy a dejar de trabajar por la seguridad de los vecinos, escuchándoos a todos, porque creo que un L’Hospitalet más seguro es posible.

El Pa dels Restaurants

Tomàs M. Porta

A casa nostra, i jo diria que a tota la Mediterrània europea, els restaurants han de tenir tres elements de qualitat que, si no la tenen, els haurien de fer tancar immediatament: el pa, l’oli i el vi. El mateix que dic dels restaurants val per les llars, encara que entenc que aquí les possibilitats i els coneixements de tothom no són els mateixos i no es pot ser tan exigent. 

Avui deixarem de banda el vi i l’oli i parlarem del pa i, específicament del pa dels restaurants. 

A alguns restauradors els costa entendre la importància del pa. Normalment són els mateixos que pensen que posant-li un títol molt llarg i amb mots francesos a un plat caurem de cul encara que el que tinguem al davant sigui microscòpic i no valgui res. Rien. Rien de tout. Naturalment, molts comensals, que hauran pagat un ull de la cara per anar a aquell restaurant i n’estaran fent el gallet amb qui correspongui -una senyora, un senyor, qui sigui- elogiaran tot el que els hi van servint com si fos un menjar propi dels Déus a l’Olimp.  Els o les acompanyants faran el mateix. Cap dels dos no s’atrevirà a dir que el rei va nu, que allò és una porqueria, que els estan aixecant la camisa i que portin el llibre de reclamacions. Pensen que, si ho fessin, passarien per uns ignorants, provincians, cretins, etcètera. I ells -sobretot els mascles- hi han anat a fer-se els fatxendes. En general, som així.  

Ara, per exemple, jo i la Marina som a un hotel de Begur a l’Empordà (Baix). L’hotel està bé, com a mínim de notable. La cuina és bona. Tots els plats que ens han servit ens han agradat: les amanides, els picantons, els arrossos, l’ànec, etcètera. Tenen un bon cuiner (o una bona cuinera o les dues coses). Ara bé, el pa que ens serveixen és de jutjat de guàrdia. O és de goma o és dur com una pedra. Si és dur com una pedra vol dir que és del dia anterior i això és imperdonable a un hotel d’aquesta categoria (la Marina va intentar obrir el panet i una mica més i es disloca la mà). Però, pel matí és goma, com si fos pa de motllo (un invent nefast que ratifica la pèssima capacitat dels anglosaxons per la cuina i demostra que pel simple fet de la triada pa – oli – vi nosaltres sempre serem superiors, per molt que mig món parli anglès i siguin capaços d’inventar màquines i jocs idiotes que només cansen i entretenen). 

Ara que he fet aquesta dura crítica a la cuina de la Commonwealth també vull escriure -perquè és de justícia- que l’any passat a Texel (Illes Frisones neerlandeses) vàrem menjar un pa extraordinari a un alberg rural a un poble tant petit que semblava el poble de l’Astèrix. De fet només servien sopa i pa per sopar, però hòstia noi quin pa, quina meravella. Allò si que era el cos de Crist i no les hòsties que ens reparteixen a l’església (això El Vaticà també s’ho hauria de fer mirar: Crist no repartia hòsties, sinó que va agafar un pa i en va fer bocins: si no tenim dret a compartir la sang de Crist amb el mossèn, que el vi, al menys que el pa sigui com Déu mana!). 

El mateix podria dir del pa de Galícia. A Vigo -a una taberna que des de fora semblava un lloc de mala mort però on jo vaig intuir que menjaria bé- vaig preguntar què tenien i em van dir: pa, formatge i Ribeiro. Jo vaig dir: només això? A veure si s’ho acaba. Va ser, sense cap mena de dubte, un dels millors àpats de la meva vida. Extraordinari. Diví. 

Em costa parlar del pa perquè soc fill i net de flequers, he treballat a la fleca dels meus pares i fa molts, molts anys que estic vinculat amb el Gremi de Flequers de Barcelona, que és una institució que m’estimo. Procuraré no ser ni tou ni dur. 

Jo vinc d’una fleca artesanal on la màquina pastava el pa, les barretes es feien de manera manual, hi havia un forn giratori en el que el paler enfornava i una escopeta de llenya amb la que s’escalfava el forn fins una temperatura d’uns 200 graus. Avui tot això ha canviat radicalment: la màquina continua pastant el pa, una altra màquina fa les barretes, la pasta es col·loca dins del forn elèctric en uns armaris metàl·lics (i, per tant, el paler és innecessari). Les poques fleques que continuen coent el pa amb llenya en presumeixen, perquè ha esdevingut quelcom extraordinari.  

A partir d’aquí hi ha dos grans grups: les fleques que venen pa de panificadores i les fleques que s’han convertit en boutiques de pa. Les fleques que venen pa de panificadora -i no només les fleques, perquè pa de panificadores en venen a tot arreu, algun dia fins i tot en trobarem a les bugaderies- venen un producte que no val res. Opten per la quantitat contra la qualitat, guanyen un marge petit que multipliquen per moltes barretes i, de mica en mica, és van fent els amos del mercat. És el que te el capitalisme.

Les boutiques de pa són just l’altra cara de la moneda. Presumeixen de ser artesanes, però tenen una sofisticació que les allunya de la tradició de l’ofici. Els meus pares no estaven per fer quatre barretes de tres mil classes, sinó per fer-ne dues-centes de tres o quatre classes. Aquestes fleques opten per la qualitat en comptes de la qualitat i tenen un marge més ampli però venen menys i, per tant, guanyen menys diners que les altres. 

Jo he de dir, amb tota sinceritat, que les fleques – boutiques fan un millor pa que el que feien els meus pares i que, en general, són excel·lents. Conec de molt a prop l’esforç que han fet per innovar a través de l’Escola del Gremi i la veritat és que fan meravelles. Meravelles que tenen un preu. Tot el que és de qualitat el te. 

Tornem als restaurants: un restaurant de categoria ha de servir un pa de categoria perquè també pagues un preu de categoria. Les coses han de lligar. I quan falla el pa falla l’essència. Si l’amo del restaurant no ho sap s’ha de dedicar a una altra cosa. 

El meu sogre, EPD, era corredor de comerç i feia la zona nord de la península ibèrica. Ni les carreteres ni els cotxes no eren els d’ara i s’havia de quedar sovint a dormir a les fondes i als hotels. Ell m’explicava que, per triar un hotel, demanava de veure els lavabos i si els trobava nets s’hi quedava. Jo, per menjar a un lloc, demanaria que em deixessin tastar el pa, l’oli i el vi de la casa i decidiria si m’hi quedava o no.  

L’Hospitalet no es insegura

Carlos Galve (activista i peixater)

Creo que deberíamos tener más en cuenta la manifestación del día 1 de octubre en l’Hospitalet. Fue la manifestación más política y multitudinaria, aparentemente no partidista, desde hace más o menos cuarenta y seis años. Los convocantes eran la Asociación de Comerciantes de Pubilla Casas y vecinos anónimos.

En política, como en muchas otras actividades humanas, analizar es fundamental para conocer la raíz de donde nacen los movimientos y sus consecuencias. El lema, aparentemente, en la pancarta reivindicaba seguridad en nuestros barrios. Había diferentes lemas, algunos contra el equipo de gobierno. El aspecto más interesante: ninguna formación política aparecía en ningún papel ni pancarta. Creo que asistieron todos los representantes de la oposición en el Consistorio. Más tarde, el alcalde inclusive reconoció y compartió el lema de la manifestación, afirmando que se comprometía a solucionar estas carencias.

Desde hace varios meses sigo grupos de L’H en Facebook que van relatando aconteceres o hechos que, bajo mi punto de vista, tienen el objetivo no solo de informar, sino de crear con distintos relatos la opinión de que nuestra ciudad es insegura, incómoda y sucia. Curiosamente, cuando se describen personas, normalmente siempre suelen ser emigrantes.

Lo más interesante de esta manifestación es la aparente neutralidad. Manifiestan que no son políticos, confundiendo partidismo político con política. Por supuesto que han hecho política, y de la buena: la que la gente cree que es auténtica porque no hay partidos detrás de ella. Eso es sutil, pero sobre todo útil, y una de las razones del éxito de la convocatoria.

Esta manifestación tiene una clara característica: es como una bomba de efecto retardado. Ningún partido la ha criticado frontalmente o públicamente. Nadie se atreve. Todos tienen miedo. Nadie dice la verdad. Creo que es un embrión para el cambio del futuro político de nuestra ciudad.

No voy a cometer el error de juzgar a mis vecinos por sus sensaciones frente al miedo, sus conceptos ideológicos y menos por sus creencias de distinto rango. Tanto es así que, como he dicho, desde el alcalde hasta el último concejal de los veintisiete, todos aceptaron que los vecinos tenían sus razones. Unos de una forma, otros de otra, pero todos se apuntaron a la manifestación.

De lo que no tengo duda es de quién se beneficiará electoralmente en los próximos comicios. También voy a utilizar la discreción: no quiero pensar en apriorismos y correr el riesgo de no respetar a los miles de vecinos que fueron desde la Bòbila a la plaza del Ayuntamiento, la mayoría de buena fe. Me faltan datos, pero tengo miedo de equivocarme y por eso elijo la prudencia para dar mis opiniones.

Reitero otro aspecto muy de moda actualmente, pero claramente sospechoso: confundir fácilmente el partidismo político y la política. Cuando alguien dice que es apolítico, tengo claro meridianamente cuál es su característica política.

Eché en falta saber qué opinaba la AAVV de Pubilla Casas. Por cierto, una de las más activas del pasado reciente.

Hospitalet no es insegura. Lo que produce inseguridad es el miedo al diferente. La ola migratoria es imparable y no es difícil entender el porqué: los humanos buscamos la mejor manera de sobrevivir. El eslogan “Date cuenta primo, todos somos clase obrera” es magistral y útil para explicar qué está pasando. Los que somos inseguros somos las personas pobres que nos creemos que somos ricos. El racismo surge generalmente entre pobres y más pobres. Los ricos tienen sus barrios/guetos para ricos. Allí no tienen inseguridad: existe la valla de los precios del coste de sus viviendas. Allí los emigrantes solo entran para servir.

La cara del capitalismo aparece claramente en una sociedad desigual, empeñada —y lo consigue— en hacer desaparecer o diluir el concepto de la lucha de clases.

Hay diversas miserias sociales. La primera, como ya he dicho, el conflicto entre pobres y más pobres: el racismo. La segunda, la inactividad o, mejor dicho, la indiferencia de los responsables y poderosos: el neoliberalismo. La tercera, el desprecio al sistema, aunque deficitario, el más evolucionado: la democracia está en juego.

El otro día, apoyado en un árbol en la avenida Isabel la Católica, quise ver quién participaba en la manifestación significativa y multitudinaria después de tantos años. Eran buena gente cabreada. Me preguntaba las razones de fondo. No es lo mismo la agresión violenta de un chico en patinete eléctrico, robando y tirando de una cadena o un monedero a una señora mayor con el riesgo de herirla, que el volumen de la música o la práctica de bailes en los parques públicos haciendo barbacoas. No es lo mismo zonas con bolsas de basura rotas y enseres junto a los contenedores, que creer que los comerciantes “nou vinguts” —que, por cierto, evitan la desertización urbana de nuestras calles— se crean dueños exclusivos de los contenedores.

Tengo edad de tener miedo de la inseguridad ciudadana y de un montón de cosas más, pero sobre todo me inquieta la estupidez humana.

Desde el máximo respeto a las personas que piensan diferente, no voy a dejar de decir lo que considero una trampa: la convocatoria, sin decirlo, asociaba inseguridad con emigración. Este binomio es el argumento para segregar, expulsar, rechazar, sospechar, temer y, sobre todo, reprimir.

Al alcalde le acusan de falta de policía, por eso no para de hacerse fotos con la policía. Recuerdo que le di un sobresaliente. No le acusan de la falta de programas sociales que investiguen y analicen qué está pasando en nuestros barrios. Nuestros problemas son el reflejo de la sociedad. Si un rey emérito está implicado en casos de corrupción y robo y solo pasa que tiene que vivir en Abu Dabi, y algunos ricos poderosos y políticos roban y corrompen y tampoco pasa casi nada… ¿De qué manera podemos aumentar la paz social con semejantes ejemplos?

La violencia y el robo son un tema claramente policial, no tengo duda, pero sobre todo también es de responsabilidad social. Igual que tenemos que reivindicar más policía, tenemos que hacer lo mismo exigiendo que el delito se reprima y, al mismo tiempo, exigiendo más educadores de calle, más trabajadoras/es sociales que expliquen a los nuevos vecinos —que han llegado para quedarse— que el civismo y el respeto por lo comunitario en nuestros barrios es indiscutible: todos somos clase trabajadora. Educación y reinserción de grupos de jóvenes.

¿Cuántos pequeños pero violentos delincuentes tenemos? Los grandes, algunos salen en los telediarios.

Hablar del pasado puede ser anecdótico, pero ayuda al análisis. La gran diferencia es que en nuestros barrios existían AAVV que atenuaban y evitaban las reacciones de los que proponían patrullas vecinales. En eso sí veo una clara responsabilidad. En nuestros barrios tenemos muchas entidades que trabajan cada una por problemas diferentes, y el pulso social —salvo excepciones— de nuestros barrios en la sociedad civil, no lo tiene nadie. Las entidades domesticadas y clientelares no hacen nada más que desmovilizar.

Va a resultar que los que creen que se debe repatriar, expulsar, repudiar si están indocumentados, tienen hoy la sartén por el mango. Tenemos leyes y normas obsoletas y estúpidas que benefician a los poderosos, manteniendo una multitud de personas que acusan de ilegales para abaratar los costes de la mano de obra y tener un mercado negro laboral y económico de proporciones más altas de lo que imaginamos.

Bajemos de la nube de nuestro bienestar y analicemos que el tsunami que viene o lo paramos con argumentos radicales y profundamente democráticos, o el futuro de nuestros barrios será mucho peor.

Los amantes de la política estamos aletargados, divididos y discutiendo si son galgos o son podencos. ¿Tendremos que sufrir la propuesta reaccionaria para proponer algo con sentido común?

No tener en cuenta y leer la música de la manifestación del otro día no es solo ser sordo y ciego: es no ser responsable. Esto es un clarísimo aviso. A ver si somos capaces, entre todos, de entender de qué va el tema.

L’ESTACA VOL MOSTRAR LA SEVA SOLIDARITAT AMB EL POBLE PÀLESTI I S’ADHEREIX A LA VAGA DE AVUI DIA 15 QUE S’HA CONVOCAT PER DIFERENTS ORGANITZACIONS PER LA FI DE L’OCUPACIÓ A PALESTINA I DELS ATACS A LA LLIBERTAT DE PREMSA

Llengua i immigració: la construcció d’un Nosaltres

Pedro Luna (Activista veïnal de l’Hospitalet i membre de la Junta de la CONFAVC)

A l’abril de 1979 es va publicar a la revista Els Marges un manifest sobre l’estat i el futur de la llengua catalana. El text estava signat per un grup d’intel·lectuals catalans de gran prestigi acadèmic com Joaquim Molas, Jordi Castellanos, Enric Sullà, Joan Albert Argenter, Josep Maria Nadal, Manuel Jorbà i Josep Murgades, tots ells filòlegs i lingüistes especialitzats en la història de la llengua i literatura catalanes. El manifest que es va presentar amb el títol Una nació sense estat, un poble sense llengua va generar en aquell moment un debat intens al sí de l’opinió pública i del món polític català. Els signants assenyalaven que la situació del català a 1979 era més molt més precària que en les dècades anteriors i feia responsables a la classe política catalana, al paper dels mitjans de comunicació i a les migracions procedents d’arreu de l’Estat espanyol. Alhora, s’afirmava que el bilingüisme a Catalunya era asimètric, és a dir, bilingües eren els catalanoparlants mentre que la població castellanoparlant era en la seva majoria monolingüe. En aquest sentit, s’afegia que calia un tracte preferent per la llengua catalana per tal de protegir-la i garantir el seu ús social. Val a dir que l’anàlisi respecte a l’existència d’un bilingüisme diglòssic era prou encertada i que els autors del manifest tenien bona part de raó.
El problema, potser, era que la reflexió obviava la realitat material i de classe de l’emigració que hauria servit per posar en context i explicar aquest desequilibri lingüístic.

En tot cas, la controvèrsia al voltant del manifest es va orientar més cap el marc de la identitat nacional que no pas cap al de la lingüística. Segons el text, Catalunya era una societat dividida en dos grups diferents escindits entre sí des d’un punt de vista lingüístic, cultural i ètnic. Es situava en la demografia i en les grans migracions de la segona meitat del segle XX les causes d’aquesta fragmentació. La visió binacional del manifest no deixava de ser una esmena al concepte d’Un sol poble i a les tesis de Francesc Candel expressades al seu llibre Els altres catalans publicat l’any 1964. Òbviament, és legítim el desacord vers l’assaig de Candel de la mateixa manera que seria un error mitificar Candel fins al punt de convertir la seva obra en una mena de textos sagrats esculpits en pedra. Però parlar a finals de la dècada dels 70 de la conformació de dues comunitats nacionals separades per raó de llengua i identitat, d’alguna manera, abonava el terreny a discursos d’ulsterització de la societat catalana encara que aquesta no fos la pretensió del manifest publicat a Els Marges.

Més enllà de les intencions, però, el manifest que va veure la llum l’any 1979 argumentava, i són paraules textuals, que “les migracions dels darrers decennis no tan sols havia originat una sèrie de problemes pràctics relatius a la convivència d’uns i altres, sinó que també feia trontollar les bases d’homogeneïtat ètnica en què sempre s’havia fonamentat el catalanisme històric.”
Gairebé mig segle després, aquestes teories tornen a ressonar amb força als debats sobre les actuals onades migratòries, la llengua i la identitat catalana. De fet, podríem assenyalar el manifest del Grup Koiné de març de 2016 com la represa de les línies argumentals del manifest de 1979. El text titulat Per un veritable procés de normalització lingüística a la Catalunya independent arribava a considerar als emigrants dels anys 60 i 70 com un instrument involuntari de colonització lingüística, tornant a ignorar el component social, econòmic i sistèmic de les migracions, les desigualtats territorials i el perquè d’uns fluxos migratoris com a expressió de l’extractivisme poblacional i laboral de l’economia franquista.

Tant el manifest d’Els Marges de 1979 com el del Grup Koiné de 2016 descrivien una Catalunya fragmentada a nivell lingüístic i nacional. Es teoritzava un país compost per “nosaltres” i “ells”, catalanoparlants autòctons d’una banda i castellanoparlants emigrants de l’altra. Aquesta divisió, aparentment antagònica, sustentada en un bilingüisme amb clar predomini del castellà, ha permès que molts sociolingüistes auguressin un futur no gaire alentidor pel català. L’any 1990 es va publicar El futur de la llengua catalana de Modest Prats, August Rafanell i Albert Rossich. En aquesta obra, els autors predeien que el procés d’extinció del català podia quedar sentenciat al cap de cinquanta anys “quan l’última generació que haurà tingut el català com a llengua materna, clarament minoritària al conjunt del país, l’abandoni per adreçar-se als seus fills.” Tenint en compte que el text es va escriure a 1990, la data de defunció del català es fixava per 2040 arran d’un procés de substitució lingüística causat pel bilingüisme i el fenomen migratori.
La temptativa de relacionar el fet migratori amb la davallada de l’ús social del català no és nova i avui dia està tornant a situar-se com una de les raons principals de la caiguda del català com a llengua habitual. En aquest punt no serè jo qui em posi una vena als ulls: és evident que els canvis demogràfics tenen una incidència directa en l’ús d’una llengua minoritzada. Negar-ho seria intel·lectualment deshonest per la meva part. Ara bé, davant d’aquesta realitat tenim tres opcions: 1ª) cridar als quatre vents que no hi res a fer i que la fi del català és qüestió de temps, 2º) preservar el català només entre la població catalanoparlant amb doble xarxes escolars i 3º) passar a l’ofensiva amb polítiques actives de formació perquè la llengua arribi a tothom. No cal dir que hem d’apostar per la tercera opció. Bàsicament perquè és molt necessari defugir de les visions més apocalíptiques i segregadores, i perquè no hem de veure la immigració com una amenaça per la llengua i als immigrants com un col·lectiu intrínsecament contrari al català.

Lluny d’idealitzar una realitat que és sens dubte complexa, sí que crec que hem de posar en valor les contribucions dels immigrants, dels que van arribar fa cinquanta anys i dels mes recents, al procés de normalització lingüística del català. Molt sovint parlem que la immersió lingüística a Catalunya va néixer a Santa Coloma de Gramenet i als barris castellanoparlants de l’Àrea Metropolitana de Barcelona. Perquè molts d’aquells emigrants andalusos, castellans o murcians, sent majoritàriament monolingües, van mobilitzar-se perquè els seus fills aprenguessin el català a les escoles. Possiblement no ho van fer perquè fossin més o menys catalanistes o per una idea de país sinó per un raó més material: volien un futur millor pels seus fills i el català era una llengua associada a l’ascensor social. Fer del català una eina per la cohesió social i la igualtat d’oportunitats va articular als anys 80 una sèrie de campanyes institucionals com la fita generacional El català, cosa de tots! de l’any 1982 que va afavorir que s’arribés a un ampli consens social i polític que va permetre l’aprovació de la Llei de Normalització Lingüística al cap d’un any. Aquesta llei establia el català com la llengua pròpia de Catalunya esdevenint vehicular a l’ensenyament mitjançant la immersió lingüística que, com dèiem en línies anteriors, es va aplicar per primer cop a Santa Coloma de Gramenet a dinou centres educatius, sent l’escola Rosselló-Pòrcel la pionera, i estenent-se poc després a escoles de Badalona, Rubí, El Prat i l’Hospitalet de Llobregat.
L’any 2017 Plataforma per la Llengua va publicar l’estudi La immersió lingüística a Catalunya: un model eficaç i exitós. A l’esmentat estudi es destacava que la implementació de la immersió lingüística havia evitat el risc d’un procés de fractura social i de segregació lingüística a Catalunya. Certament aquest va ser i hauria de seguir sent el pal de paller de la immersió.

Després es podrà debatre sobre l’aplicació real de la immersió al llarg del temps. Perquè fins i tot aquells que han posat en dubte l’èxit de la immersió han centrat les seves crítiques no tant en el model sinó en la seva falta d’aplicació. Aquestes crítiques s’han accentuat arran dels nous canvis socials i demogràfics de les últimes dècades que han fet revifar de nou el debat lingüístic. Entomem, doncs, aquest debat cíclic sobre el català i la immigració.
A l’horitzó s’entreveu un nou repte que haurà d’afrontar el català com va fer fa quaranta anys a la Catalunya dels sis milions. Però la realitat social ha canviat i avui el repte és majúscul: la Catalunya dels vuit milions. El català a l’era de la globalització i de les noves migracions s’enfronta a la paradoxa de veure com s’ha reduït la diversitat lingüística al món mentre creixia a Catalunya. S’estima que avui dia a Catalunya es parlen unes 300 llengües de parlants procedents d’uns 200 països d’arreu del món. Segons la darrera Enquesta d’Usos Lingüístics de la Població de 2023, el català és la llengua habitual del 32% d’habitants mentre que a 2018 ho era del 36%. Però la qüestió no és tant que el català hagi perdut parlants, perquè de fet va guanyar 267.000 nous parlants entre 2018 i 2023, sinó que aquest increment va ser inferior al creixement de població que va ser de 398.500 persones en aquell lustre. Per tant, el català guanya nous parlants però a la vegada és insuficient perquè no s’arriba a tota la població nouvinguda. No per falta d’interès dels immigrants per aprendre la llengua sinó pel fet que l’oferta s’ha vist àmpliament superada per la demanda.

Òmnium Cultural ja va alertar al maig de 2024 que actualment hi ha a Catalunya 2,3 milions de persones que volen aprendre o millorar el seu català però no poden fer-ho perquè només hi ha 120.000 places anuals de formació disponibles. No són dades menors, parlem de 2,3 milions, que representen el 35,7% de la població de Catalunya. D’aquests més de 2 milions de persones que s’han interessat per accedir als cursos de català hi ha un total de 800.000 immigrants nascuts fora de l’Estat espanyol. Aquestes dades trenquen clarament amb la percepció de la presumpta animadversió de la immigració cap el català i desmunta els discursos de l’extrema dreta sobre la també suposada falta d’arrelament dels immigrants. Ho tornarem a dir: la immigració representa una oportunitat de futur per la llengua i no pas una amenaça com alguns ens volen fer creure.
Campanyes com la del Català per a Tothom impulsada per Òmnium Cultural aquest mateix any situen la necessitat de revertir el dèficit estructural de formació amb l’increment de l’oferta de cursos de català fins arribar a les 200.000 places anuals durant el pròxim decenni. Aquesta campanya, que ha rebut l’adhesió d’unes 200 entitats catalanes, vol erigir-se com un moviment de país transversal en defensa de la universalització del català i del seu ús social entre tots els sectors de la població. Crec que aquestes són les iniciatives que hem de treballar en relació a la immigració i el català. De la mateixa manera que a la dècada dels 80 es va entendre que el català era un element d’integració i vertebració social, avui hem de recuperar aquell esperit de construcció de poble per tal d’evitar el risc de la fractura interna i d’una Catalunya de dues velocitats amb l’enquistament de les desigualats socials. Això passa, efectivament, per
incorporar a la població immigrant tots els àmbits de la vida comunitària, al teixit associatiu, a les lluites veïnals, socials, polítiques i evidentment, a la llengua com a vincle de cohesió. És tracta d’un gran repte que requereix centrar totes les nostres energies en allò que és veritablement important.

Al darrers mesos hem vist com les polèmiques lingüístiques a casa nostra s’han multiplicat a causa d’una sèrie d’episodis de catalanofòbia i d’hostilitat cap a la llengua catalana. Ja sigui una obra de teatre, un metge que no vol atendre als pacients en català o un gelater argentí que va menysprear un client catalanoparlant, les denuncies per discriminació lingüística, especialment al comerç i l’hostaleria, són cada cop més nombroses. Plataforma per la Llengua va recollir al mes d’abril més de 450 queixes per discriminació lingüística als comerços en només 15 dies, fet que evidència que hi ha problemàtica i que han de ser les administracions les encarregades d’actuar i sancionar, si cal, en compliment de la Llei de Política Lingüística. Sí que penso que hem de defugir dels debats estèrils i tòxics de les xarxes. Sincerament, crec no aporta gaire al debat lingüístic haver estat mig estiu parlant del gelater de Gràcia a Twitter i articles d’opinió. Perquè ni el cas del gelater ni d’altres són representatius de cap col·lectiu o nacionalitat. El que sí es representatiu és que hi ha 800.000 immigrants en llista d’espera per aprendre català. Fer front a aquesta emergència lingüística hauria de ser la nostra prioritat i on hem de d’adreçar els nostres esforços atès que és aquí on realment ens hi juguem el futur de la llengua.

Per anar acabant aquest article m’agradaria recordar que la batalla pel català no només es limita a Catalunya. És una obvietat que sovint oblidem. De tant parlar de la Catalunya dels 8 o 10 milions i de com podria afectar aquesta realitat a la llengua, passem per alt que la població de les terres de parla catalana és de 14,5 milions d’habitants. Els atacs contra la llengua al País Valencià, a les Illes i a la Catalunya Nord posen en relleu que també ens enfrontem al perill de la fragmentació territorial. Parlàvem abans dels risc de la segregació lingüística a Catalunya i de la necessitat d’anar cap a la construcció d’un “nosaltres” on hi càpiga tothom davant dels qui volen construir un “nosaltres” fossilitzat. Doncs bé, aquest “nosaltres” opera en diferents àmbits: a nivell social, amb igualtat i drets fonamentals per a tothom; a nivell lingüístic, fent del català la llengua d’acollida i cohesió social; i a nivell nacional, amb la vertebració territorial i cultural com a poble. Construint aquest “nosaltres” podrem aspirar a ser un país més just socialment i a preservar un dels nostres llegats més preuats: la llengua.

Candel, més que mai

Manuel Domínguez, historiador i Portaveu de L’Hospitalet En Comú Podem

Som en L’any Candel. Per què seguim parlant de Paco Candel? Cent anys després del seu naixement, seixanta anys després d’Els altres catalans, seguim parlant d’ell, de la seva obra, de la seva trajectòria vital, per què? Perquè és necessari per entendre la Catalunya que va viure, entre les dècades de 1920 i 2000, perquè és necessari per construir la Catalunya d’ara i del futur.

Candel, per sobre de tot, va ser un cronista. Va començar com novel·lista, amb novel·les que relataven esdeveniments reals que passaven o havien passat al seu entorn. És ben conegut que el veïnat del seu barri no va acollir gens bé que descrivís tant explícitament, amb noms reals, les seves misèries a Donde la ciudad cambia su nombre (1957).

La transformació dels barris de la Marina de Barcelona des d’abans de la Guerra és magistralment descrita a Han matado a un hombre, han roto un paisaje (1959) de la mà d’El Grúa, un personatge que trobo que és dels millors de la literatura catalana del segle XX, una mena de Buscón contemporani.

El grapat de novel·les que va escriure al voltant de 1960 el projectaren com la veu de la immigració i dels suburbis, en uns anys en els que a l’àrea metropolitana de Barcelona (com a totes de les ciutats d’Espanya) arribaven desenes de milers de persones cada any. Tot això, en el context de la dictadura franquista, un règim gens favorable a la cultura catalana i a Catalunya en general.

D’aquí va venir l’encàrrec d’Els altres catalans, on es consagrà com cronista d’unes situacions que estaven passant, sovint molt a prop, però que eren desconegudes per part de moltes persones. Candel va donar veu a la població immigrant de les barraques, de les habitacions a pisos compartits, de les cases d’autoconstrucció, dels barris que eren uns fangars.

Ho va fer prenent partit, posant-se del costat de qui havia hagut de marxar del seu poble i vivia en condicions precàries i indignes, denunciant les injustícies socials. És a dir, amb consciència de classe. Recordem que hi havia una terrible censura que va prohibir fragments de les seves obres, tot i la autocensura prèvia que, com la resta d’escriptors i escriptores, s’havia d’imposar a si mateix. Per tant, les denúncies i crítiques havien de ser ja inicialment difuses i indirectes.

I també ho va fer per evitar el trencament de la societat catalana en dues comunitats lingüístiques, com sabia que havia estat a punt de passar durant l’episodi immigratori anterior, en les dècades de 1920 i 1930. Va eixamplar el concepte de catalanitat, començant pel títol de l’obra, que ha esdevingut una categoria històrica i social.

A partir d’aquí, ja va ser més periodista que novel·lista, però també quan practicava aquest ofici s’apropava a la literatura, de la mateixa manera que quan feia de literat s’apropava al periodisme. I també va ser polític, al voltant del PSUC, el partit comunista, el més important de l’antifranquisme. Quan era novel·lista deien que escrivia com es parlava, quan era periodista escrivia fent literatura.

D’aquesta trajectòria va deixar petjada a tota Catalunya, i un dels llocs on va ser més present i on és més recordat és l’Hospitalet, on hi va arribar a ser regidor.

Candel és vigent, el que va escriure és aplicable a l’actualitat. Cal candelitzar l’anàlisi de la realitat i l’acció cultural, social i política de la Catalunya dels 8 milions. Ara és la nostra responsabilitat, entre totes i tots hem de fer de petits candels perquè l’extrema dreta xenòfoba guanya espai als mitjans de comunicació i les xarxes, que ja sabem de qui són, i també a les urnes.

Hem de promoure el candelisme i conjugar el ver candelitzar per acabar amb el racisme, que compleix dues funcions, assegurar una mà d’obra barata i difondre una concepció del món en el que es justifiquen les desigualtats. Candel pot ser un dels pals de paller de la reunificació de l’esquerra i la reconstrucció ideològica contra el nou feixisme.

Mentre l’Ajuntament de l’Hospitalet no fa res per commemorar l’any Candel, malgrat que l’alcalde se`n va comprometre en la Diada de l’any passat davant la seva filla, moltes persones i col·lectius recordem i fem servir les seves obra i trajectòria. Perquè s’ho mereix i perquè ens pot ser molt útil.

La solidaritat de l’Hospitalet amb el poble palestí no ha fet vacances

Tota persona activista sap que l’arribada de l’estiu significa una aturada de les activitats i les mobilitzacions. Contra tot pronòstic, no ha estat així per al col·lectiu de L’Hospitalet amb el poble palestí. Si bé no totes les accions s’han desenvolupat a la ciutat, membres del col·lectiu han estat molt actives de diferents maneres i en llocs diversos.

Suport a la vaga de fam de l’artista Mi Hoa Lee a la plaça Catalunya de Barcelona. L’1 d’agost començava la vaga de fam de l’artista i activista a la plaça Catalunya de Barcelona. Durant els quinze dies que va durar la vaga, la seva tenda de campanya en un racó de la plaça va ser punt de reunió d’activistes i ciutadanes de tot origen que passaven a mostrar el seu suport. Membres del col·lectiu de l’Hospitalet vam compartir moltes estones amb la Mi Hoa Lee, i fins i tot vam fer allà mateix una assemblea del nostre col·lectiu.

Cassolades dels dimecres a plaça Sant Jaume. Tots els dimecres d’agost s’han fet cassolades de denúncia a la plaça Sant Jaume de Barcelona. Sempre hi ha hagut un grup de membres de l’Hospitalet en aquestes mobilitzacions que, després de la concentració a la plaça, feien un recorregut per les vies properes i al seu pas s’aturaven davant comerços còmplices d’Israel (Zara, Carrefour, Burger King…), promovent el boicot.

Boicot a Zara. Fent-nos ressò de la campanya de boicot a les empreses còmplices amb el govern sionista d’Israel, hem estat diversos dies fent una acció informativa no violenta davant diversos establiments de Zara, repartint fulletons i explicant a les persones que entraven o sortien de la botiga les raons per al boicot.

Difusió en xarxes i accions arreu de Catalunya. Malgrat estar de vacances, companyes de l’Hospitalet han continuat fent una difusió entusiasta i permanent en xarxes de les possibles accions que es podien fer allà on cadascú estigues passant uns dies de descans. Així han sorgit iniciatives a festes majors de pobles i barris, presència en les protestes contra la participació de l’equip israelià a la Volta ciclista a Espanya i suport a la vaga de consum de tots els dijous, a més de la presència de membres del col·lectiu en tota mobilització convocada.

Suport a la Global Sumud Flotilla. A més del suport a les accions proposades per la Comunitat Palestina de Catalunya, la Coalició Prou Complicitat o el moviment BDS de boicot a Israel, una nova iniciativa ha entrat de ple en el nostre espai de denúncia aquest mes d’agost.

Després dels intents infructuosos de trencar el setge de Gaza per mar amb el vaixell Madleen, per terra amb el Comboi Sumud i per aire amb milers de participants en la Marxa Global a Gaza des del Caire, els organitzadors d’aquestes tres iniciatives van decidir fer un pas més: llançar la Global Sumud Flotilla, amb l’objectiu de desafiar la violació de drets humans a través d’una acció directa humanitària coordinada i no violenta.

Desenes de vaixells salparan des de diverses ciutats amb el propòsit de trencar el bloqueig imposat sobre Gaza, lliurar la major quantitat possible d’ajuda humanitària i obrir un corredor humanitari que permeti finalment a països, organitzacions i institucions internacionals no còmplices d’aquest genocidi proporcionar l’ajuda que el poble palestí necessita amb màxima urgència.

Barcelona és un dels ports de partida escollits i calia organitzar-se amb urgència. Es va fer una crida a la col·laboració i la resposta ha estat enorme. Persones que s’oferien per viatjar en els vaixells, persones i entitats que oferien casa seva per a l’allotjament de qui viatgés a Barcelona des d’arreu del món abans de la sortida i munts de persones voluntàries disposades a ocupar-se de les mil i una tasques necessàries els dies previs i en especial els dies 29, 30 i 31 d’agost en les activitats i concerts organitzats al Moll de la Fusta per acompanyar la partida de la flotilla des del port de Barcelona el diumenge 31.

Des de l’Hospitalet amb el poble palestí estem donant suport a aquesta gran iniciativa no violenta protagonitzada per persones comunes que ens neguem a romandre en silenci davant d’aquest genocidi assassí que se’ns mostra dia a dia amb la pretensió de fer-nos més febles, atemorides i desesperançades. Sabem que lluitar pel poble palestí és lluitar per tants altres pobles objecte de tot tipus de violència, lluitar per la vida a Palestina és lluitar per les condicions de vida digna per a totes les persones, arreu del món.

Davant de tanta violència desfermada contra éssers humans,sigui quin sigui el seu origen i condició; davant de tanta impunitat de governs i centres de poder violents i corruptes; davant de tanta complicitat governamental i empresarial, no callem, no ens conformem, i continuem en una lluita no violenta per aconseguir la transformació social. Pel poble palestí, per tots els pobles oprimits i violentats, per totes nosaltres, el silenci i el pessimisme que immobilitza no són una opció. Contacta’t, informa’t, difon i participa a l’Hospitalet amb el poble palestí. T’esperem!

L’Hospitalet amb el poble palestí
Instagram: lhambpalestina
X: @LHambPalestina
Email: lhospitaletambpalestina@gmail.com
Canal de telegram: lHospitalet amb el poble palestí

L’Hospitalet amb el poble palestí

Carlos Galve (activista, peixater i membre del col·lectiu L’H amb el poble palestí)

Un dia, cap al final dels vuitanta, a l’aeroport Tunis Cartage vaig tenir l’experiència de creuar-me amb Yassir Arafat, líder de l’Autoritat Nacional Palestina. El vaig mirar als ulls i no oblido la seva mirada. Durant aquells anys l’OLP tenia la seu a Tunísia capital.

Em va impactar de tal manera la seva àuria que vaig començar a seguir la causa palestina. Vaig néixer el 1948, l’any que Palestina va perdre enfront d’Israel el dret a la seva autodeterminació i va començar el drama, avui genocidi, del poble palestí.

Sento Tunísia com un país vinculat a la meva vida. Vaig trobar més que amics, germans i germanes que formen part del cercle sentimental de la meva existència. Les seves gents són molt semblants al poble palestí i a la meva gent.

L’acció d’Hamas em va inquietar perquè va despertar la bèstia i va justificar que el govern feixista d’Israel iniciés el genocidi més gran del nostre segle.

Mai no vaig imaginar que les organitzacions internacionals mantinguessin neutralitzada la comunitat internacional i permetessin la barbàrie que està sofrint el poble palestí a Gaza. Després de molts mesos encara citen el conflicte com a guerra. El genocidi que està sofrint el poble palestí és una barbaritat humana.

Des del primer moment que va esclatar el conflicte vaig intuir que no era una guerra, que seria un genocidi.

El meu vincle amb el col·lectiu L’H amb el poble palestí és la cerca desesperada de trobar-me amb persones a la meva ciutat que reaccionin, que treballin, que busquin resposta a la impotència enfront de la barbàrie més gran de què tinc constància des que vaig néixer.

El col·lectiu, majoritàriament femení, reafirma que el paper de la dona en la nostra societat és imparable i constata la força, el seny i la intel·ligència del sentit comú com a esperança de futur. Sempre han estat, però avui ja són majoria. L’H amb el poble palestí té la força de la raó i de la dignitat. No és un col·lectiu més, sensible a la justícia, és un crit desesperat cridant que pari la deshumanització exercida per un govern genocida contra la gènesi del poble palestí. Faig una crida per venir a participar; fem assemblees obertes per veure què fer entre totes.

Un dels objectius de L’H amb el poble palestí  és mobilitzar i sensibilitzar les consciències de les ciutadanes de l’Hospitalet davant la tragèdia humana més gran dels nostres dies, la que està sofrint el poble palestí.

Recuperar Albert Germans per la comunitat

Plataforma Recuperem Albert Germans

Des de RECUPEREM ALBERT GERMANS hem vist amb inquietud com dies enrere, l’Ajuntament anunciava el futur trasllat de la Regidoria del Districte III al complex fabril de Can Trinxet, menystenint el moviment popular de Santa Eulàlia que ha estat anys reivindicant la seva conversió en un espai autogestionat.

Després del tancament de la biblioteca del barri el 2021, la pressió veïnal ha fet reconsiderar aquesta lamentable decisió, encara que ara la solució passa per traslladar la Regidoria, l’Oficina d’Atenció Ciutadana i el Centre Cultural de Santa Eulàlia a les naus de Can Trinxet, i ubicar la nova biblioteca a les instal.lacions que deixaran lliures les dependències esmentades.

Dos milions nou-cents mil euros atorgats per l’AMB, serviran per condicionar quatre edificis de l´històric centre industrial, i acollir aquests serveis que podrien perfectament haver-se ubicat a qualsevol altre local de propietat municipal.

Executar aquest projecte dissol la demanda d’un Can Trinxet autogestionat, un lloc popular i social obert a totes, i exemple significatiu de les lluites obreres de moltes dones de la ciutat, alhora que nega el dret democràtic a decidir com volem que sigui la nostra ciutat.

Si no hi ha canvis de darrera hora, passarà a ser un simple òrgan burocràtic i administratiu incompatible amb la història del recinte.

I no, aquests usos no són acceptables per al patrimoni arquitectònic industrial.

Es banalitzen els seus valors, tant els reals com els simbòlics, es perd l’oportunitat de donar-los un paper rellevant, es trenca amb l’estètica, l’atmosfera i la dignitat dels immobles, s’impedeix que siguin indrets vius i participatius, i es desaprofiten entorns singulars que podrien ser referents.

És un gran error desposseir-los de la seva personalitat i oblidar tot el que han representat.

Cal que Albert Germans o Can Trinxet siguin centres neuràlgics on construir xarxa i vincles veïnals, motors de transformació social on crear COMUNITAT amb majúscules, espais populars i contraculturals bastits des de baix i autogestionats per i per a les veïnes.

Cal que siguin enclavaments plens de vida.

Ara, RECUPEREM ALBERT GERMANS.

Comissió per la guerra bruta contra l’independentisme català

Fan comissions al congrés,
Dels diputats i diputades,
I els hi pregunten que com és
Que ens hagin fet tantes putades.
Fernandez Diaz no sap res,
Diu que tot va passar endebades,
La Cospedal baixa de l’hort,

La Saez, ve de l’airoport
I, sí, així funciona Espanya.

Tot plegat fa una catipén
Que fa venir ecs i vomitera.
Què cony volen aquesta gent.
Que des el Dret fa diarrea?
I tu què hi dius, Mercè Perea
reina del PSOE hospitalenc?

L’esperit vil del dictador
Gran fill de puta i homicida
Es passeja i va de senyor
Du a l’exili o a la presó
El qui combati el status quo.
La justícia està podrida