Los vecinos de un bloque social de Santa Eulàlia piden a la Generalitat y el ayuntamiento una solución a los problemas de insalubridad que padecen

Una asistenta social que se jubiló en agosto y que era una especialista en el tratamiento del síndrome de Diógenes no tiene todavía sustituta medio año después

Un edificio de viviendas sociales de la calle Victoria Kent, junto a la Ciutat de la Justìcia, padece desde hace años una multitud de problemas, pero sobre todo destacan los de insalubridad. Los vecinos conviven con malos olores y cucarachas y aunque ambos problemas han sido denunciados en diferentes ocasiones no se ha dado solución.

Ni el ayuntamiento, ni la Generalitat de Catalunya se han tomado en serio el problema. Sonia Esplugas, portavoz del Partit Popular en el Ayuntamiento de L’Hospitalet ha exigido a las dos instituciones que den soluciones a los vecinos y destinen recursos para mejorar la situación.

Todo parece indicar que los problemas proceden, presuntamente, de una vecina con el síndrome de Diógenes que provoca la aparición de las cucarachas. Sònia Esplugas ha solicitado a los Servicios Sociales del ayuntamiento de l’Hospitalet su intervención de forma inmediata. “Sin perjuicio de que este problema tenga que solucionarse de manera urgente en beneficio del vecindario, también hay que prestar ayuda y afrontar desde un punto de vista social la situación de esa vecina que podría padecer una enfermedad mental”, ha manifestado la regidora popular.

Este no ha sido el único conflicto que ha sufrido este edificio, propiedad de la Generaltiat, y destinado a alquiler social. Con anterioridad, hubo una ocupación masiva de los pisos públicos, y ahora hay que añadir los que se padecen desde los últimos años de “insalubridad e incivismo” y todo ello, según Sonia Esplugas, provocado por “la mala gestión de la administración que no ha sabido atajar los problemas de raíz”.

Los vecinos han pedido ayuda a las dos administraciones, Generalitat y ayuntamiento de l’Hospitalet, “y más allá de buenas palabras, no han obtenido ninguna solución rápida”. Los inquilinos están sufragando de su propio bolsillo la erradicación de las plagas y la contratación de servicios de fumigación.

Algunos vecinos tienen un nivel de hartazgo tan grande por la situación de insalubridad del edificio que incluso se han planteado abandonar los pisos. Pero les frena el hecho de que, si lo hicieran, perderían la opción de poder conseguir otra vivienda social, durante un largo periodo de tiempo y, por lo tanto, hipotecarían su futuro por una situación ajena a ellos y sobre la cual las administraciones deberían estar interviniendo.

Sònia Esplugas cuestiona que tanto la Generalitat como el ayuntamiento alerten tanto sobre la situación de emergencia habitacional actual, a la vez que hacen una gestión tan deficiente del parque de vivienda pública de la ciudad.

Precisamente sobre este mismo tema que causa el problema de insalubridad en Santa Eulalia se produjo hace pocas semanas la noticia de que l’Hospitalet aparecía como un municipio pionero en Catalunya sobre el síndrome de Diógenes gracias al trabajo especializado de una trabajadora social de la ciudad que se jubiló el pasado mes de agosto. Desde entonces, el equipo de gobierno no ha sido capaz de conseguir una substituta en condiciones. La segunda teniente de alcalde anunció en la televisión local no hace demasiado que se está en un proceso de coordinación de los dos servicios —previsiblemente Sanidad y Servicios Sociales— para mantener y fortalecer este servicio especializado, pero la realidad es que no se ha avanzado en estos últimos 5 meses y se reproducen estos problemas como el que previsiblemente sufren los vecinos de la calle Victoria Kent.

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