28 de octubre, 2020
El espacio de intersección entre dos calles, la calle Mayor y la calle Barcelona al final del término justo en la intersección con Cornellà, que configuró una escueta plazoleta, adquirió durante la postguerra el nombre de un lugar que se encontraba próximo pero que no estaba en ese punto. Todo el mundo en l’Hospitalet conoce el lugar donde se encontraba el antiguo cuartel de la Remonta, pero muy pocos saben que a unos metros de ese cuartel hay una plaza que lleva su nombre. Se tiende a identificar la Plaza de la Remonta con el espacio interior de ese antiguo cuartel asignado al ejército de caballería pero en realidad es el primer espacio libre cuando se entra a l’Hospitalet por Cornellà. Justo en esa plaza se levanta la antigua masia Serra que pese a estar unos metros alejada del antiguo cuartel en el término hospitalense, está ubicada en Cornellà. La plaza se remodeló hace un par de años y se amplió después de eliminar el cruce de la calle Frederic Prats en su prolongación con Francesc Moragas, ganado unos pocos metros para su urbanización.
La plaza tiene escasa entidad, es generalmente muy poco concurrida y toma el nombre del antiguo cuartel de la Remonta que ya no es cuartel y que lógicamente no tiene remonta. Es verdad que en ese lugar se levantan una serie de edificios, alguno de los cuales pertenece a una antigua masía probablemente del siglo XVI que estaba originalmente rodeada de tierras de cultivo regadas por el Canal de la Infanta que recorre el espacio en su vértice norte justo en el desnivel del Samontà, a unos metros de la línea del tren. Ese tramo del Canal fue recuperado hace también unos pocos años, aunque recuperar es un verbo muy exagerado porque ya no existe ningún canal y solo se conserva una pasarela que lo atravesaba y que fue reconstruida para dar cuenta de que allí existió en su tiempo esa infraestructura de riego que dio a las tierras que la rodeaban su fertilidad habitual. La masía, en término municipal de l’Hospitalet, tuvo varios nombres: Mas Nadal, Can Mélic, Ca n’Angulo o ca l’Agustí y se mantuvo en activo hasta bien entrado el siglo XIX cuando fue abandonada y alquilada por el Ejército para ubicar allí el Escuadrón de Remonta de Artillería que se cuidaba del ganado equino del regimiento en cuestión. El ejército terminó comprando la masía y sus alrededores en el año 1868 a la propietaria Mercé Bertrand i Amat, viuda de isidor Angulo i Agustí y se mantuvo como depósito de sementales hasta el año 1994. Al año siguiente, la Generalitat firmó un contrato con el ejército para instalar allí la Escola de Capacitació Agrària Equestre dependiente de la Conselleria d’Agricultura pero en mayo de 2007 fue cedida al Ayuntamiento, como paso previo a su pérdida definitiva como equipamiento público y espacio libre para la ciudad. Al año siguiente el Ayuntamiento realizó un proyecto urbanístico que ha supuesto la construcción de varios centenares de viviendas y la desaparición de los 50.000 metros cuadrados de espacio libre que se mantuvo hasta hace apenas ocho años. Con ello, el cuartel de la Remonta, se convirtió en historia pero la plaza que lleva su nombre sigue ahí: tan desangelada como el espacio urbano superdensificado que ocupa lo que antaño fueron cuadras y hoy son bloques de pisos.