15 abril 2019
La revolucionaria primera fotografía de un agujero negro que se ha publicado en todo el mundo ha proporcionado la única evidencia visual directa de que existen estas zonas del espacio-tiempo. El fenómeno fue imaginado hace cien años por Albert Einstein y teorizado en los 70 por el también físico Stephen Hawking. Los agujeros negros son como L’Hospitalet en Cataluña, una masiva concentración de materia comprimida en un área pequeña que genera un campo gravitatorio que engulle todo lo que le rodea, incluida la luz.
La luz en ciencias sociales es la información, la comunicación libre de ataduras entre la ciudadanía. En L’Hospitalet, el campo gravitatorio de los medios municipales propiedad del ayuntamiento engulle toda la comunicación en la ciudad y, al ejercer de monopolio, fagocita toda posibilidad de generación de luz independiente, porque, además de ser sostenidos con el dinero de todos, también se traga toda la publicidad que genera la que es segunda ciudad de Cataluña, de forma que, como el caballo de Atila, impide la posibilidad de que surjan medios de información autosuficientes, autofinanciados y, por lo tanto, libres.
El título de segunda ciudad catalana lo ganó L’Hospitalet en la segunda mitad del pasado siglo al acoger-engullir a la masa de migrantes que llegaron a Cataluña procedentes del resto de España en busca de un futuro mejor. Las oleadas de migrantes siguieron durante el boom inmobiliario previo a la crisis, cuando ciudadanos, ora procedentes de todo el mundo, habitaron las viviendas de los hospitalenses que prosperaron y optaron por vivir en otros lugares que consideraron mejores. Ahora, la ciudad vuelve a engullir-acoger a los expulsados del mercado inmobiliario del rey sol-Barcelona.
Buena salud de la prensa de proximidad
En el mapa de la prensa local de Cataluña, L’Hospitalet también es un agujero negro, puesto que desde cerró el semanario L’estaca, hace 41 años, no existe ningún medio de comunicación independiente editado en la ciudad y expresamente dirigido a sus habitantes. Las grandes auditorías de medios obvian las publicaciones locales y comarcales desde que en el año 2016 el Estudio General de Medios (EGM) dejó de analizar los datos de estos medios de proximidad.
La Asociación Catalana de Prensa Comarcal (ACPC) ha presentado un estudio encargado a la empresa Audimedia, con la conclusión de que la prensa local y comarcal en catalán y de pago lidera todos los rankings de audiencia en Cataluña frente a la prensa generalista: 1,1 millones de lectores mensuales en papel (565.000 lectores diarios, de media) y más de 5 millones de usuarios únicos a través de Internet. Este año 2019, además, la prensa de proximidad ha alcanzado un récord histórico en el ámbito digital: 27 millones de páginas vistas cada mes.
La prensa comarcal es líder en Cataluña sin tener ningún medio en Barcelona capital, ni en la ciudad de Tarragona, ni tampoco en la segunda ciudad catalana, L’Hospitalet. La ACPC reúne la gran mayoría de empresas editoras de prensa comarcal y local de Cataluña, escritas en catalán y con difusión de pago: 137 publicaciones, 94 de las cuales son en formato papel y 43 eminentemente digitales. El consultor Enrique Yarza, autor del estudio, ha remarcado en la presentación del informe la buena salud de la prensa comarcal y ha recordado que estas publicaciones “siempre están presentes en la vida local asumiendo un papel de dinamizadoras de la vida social” y que, en prueba de ello, “aporta un contenido de proximidad que no ofrece ningún otro medio”, ya que llega “donde los otros no pueden”. Una afirmación que se sustenta también en la gran cantidad de actividades en que se involucra la prensa de proximidad, ya sea como organizador o participante.
Emular a TVE
Apreciado lector, el soporte donde está leyendo estas líneas es el germen de un medio de comunicación local independiente en L’Hospitalet, basado en el altruismo de los periodistas que lo impulsamos. No queremos estar a sueldo del Ayuntamiento. Queremos ser autosuficientes, sostenibles, y poder contratar a jóvenes periodistas para que construyan un diálogo permanente con los hospitalenses desde postulados profesionales y libres del Ayuntamiento. Pero nos encontramos en un agujero negro que todo lo engulle. Hasta la luz. Por eso es imprescindible que el gobierno que surja de las elecciones municipales del 26 de mayo emule al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que suprimió la publicidad en TVE, y deje de incluir publicidad comercial en los medios de comunicación propiedad del ayuntamiento. Sin ese monopolio, sin esa distorsión del mercado publicitario, las posibilidades de existencia de medios independientes como la EstrellaLH será un poco más posible. Y L’Hospitalet brillará con luz propia en el panorama de la comunicación de proximidad de Cataluña.
Por Juan Carlos Valero