Texto de la intervención de Jesús Vila en la presentación del libro de Baconfa
El mantenimiento o pérdida de las mayorías absolutas del PSC en las principales ciudades del Baix Llobregat y el avance de ERC en el área metropolitana, principales factores para la conquista de la institución provincial, que ostenta el tercer presupuesto público de Cataluña
El avance de ERC en la comarca del Baix Llobregat posibilitaría el próximo mes de mayo al partido de Pere Aragonés la conquista del tercer presupuesto público de Cataluña, la Diputación de Barcelona, institución donde PSC y los republicanos están ahora empatados y gobierna la socialista Núria Marín con el apoyo de un Junts X Cat en declive. Esta circunstancia, junto con la enorme abstención de un 40% que suele producirse en las elecciones locales en el Baix Llobregat, fueron dos de las conclusiones a las que se ha llegado este lunes en la presentación del Anuari 2023 Next Llobregat, titulado “La batalla del Baix”, publicación donde los alcaldes y alcaldesas y los jefes de la oposición de los municipios de esta comarca y l’Hospitalet hacen balance del mandato y avanzan sus propuestas electorales de cara a mayo de 2023. El acto, celebrado este lunes en el Palau Falguera de Sant Feliu, ha contado con la participación del delegado del gobierno de la Generalitat de Cataluña en la veguería de Barcelona, Joan Borràs, la presidenta del Consell Comarcal del Baix Llobregat, Eva Martínez, y la alcaldesa accidental de Sant Feliu, Lídia Muñoz.
La redacción de BCN Content Factory, editora de la publicación https://drive.google.com/file/d/16BZx-P6H9QbB31FMoSwxhdpjTzsFSCY-/view?usp=share_link que se distribuye de forma gratuita en distintos medios de comunicación, anticipa temas claves del 2023 a partir de 90 entrevistas realizadas también a los líderes de los partidos políticos y de las áreas de interés ciudadano. A lo largo de 680 páginas se adelantan las claves de la batalla que se librará este año en el Baix Llobregat y L’Hospitalet en las elecciones municipales. La obra hace el análisis tanto desde una perspectiva comarcal como poniendo la lupa sobre cada uno de los 31 municipios al sur del área metropolitana barcelonesa, desde el delta del Llobregat hasta Montserrat, un territorio conocido como “el cinturón rojo” donde viven 1,1 millones de personas, “más población que toda la comunidad autónoma de Extremadura”.
Las elecciones municipales deberían desligarse de la política nacional para centrarse en la gestión y en los datos y no sólo en la ideología. La cita con las urnas de mayo debe servir para que los políticos locales rindan cuentas de su gestión, para evaluar el cumplimiento de los objetivos marcados y para poner todos los datos sobre la mesa. En las entrevistas también se incluyen los líderes comarcales de siete partidos políticos y la presidenta del Consejo Comarcal del Baix Llobregat, Eva Martínez, que adelanta que “tenemos un plan de internacionalización que quiere ser una oportunidad para poner al Baix Llobregat en una nueva dimensión”.
En una visión de 360 grados, también se analizan las áreas de todos los consejeros comarcales para conocer el mandato de forma sectorial y territorialmente transversal. Y en otros capítulos, como el de Seguridad, se incluye una entrevista en profundidad con Miquel Esquius, comisario jefe de los Mossos d’Esquadra de la Región Policial Metropolitana Sur, que reconoce no estar “dimensionados para dar respuesta a las estafas en internet y necesitamos un ‘reset’ policial y judicial”.
La publicación también pone voz a los vecinos a partir del análisis de los resultados del Dibaròmetre, la encuesta sobre la percepción ciudadana de cada municipio, los servicios y la administración de los ayuntamientos realizados por la institución que preside Núria Marín. El trabajo demoscópico se ha realizado a partir de 400 encuestas telefónicas en cada uno de los municipios de más de 10.000 habitantes y 2.000 por el conjunto del resto de localidades con menor población. El capítulo de cada municipio se abre con un cuadro que recoge la mayor parte de la percepción vecinal y otro gráfico con la composición del Consistorio en el mandato 2019-2023, con el número de votos obtenidos por cada formación, porcentaje y reparto de concejales.
Tanto en el capítulo de Política, como en la presentación del libro, se realiza un análisis de la evolución de los resultados de las cinco citas electorales celebradas desde 2019 hasta ahora en esta comarca, con desigual resultado pero con el denominador común de que la abstención es más elevada en las elecciones locales y autonómicas que en las generales en esta demarcación.
En el Anuario 2023 Next Llobregat también aspectos claves en la dirección del crecimiento respetuoso con el capital natural. Porque es en el sur metropolitano donde el equilibrio entre progreso y naturaleza es cada vez más importante alcanzar por el conjunto del país. Una importancia que no sólo radica en que el territorio Llobregat acoge grandes infraestructuras de transporte como el puerto, el aeropuerto y también alimentarias como el Parque Agrario, sino porque la industrialización del Baix Llobregat supone un reto de modernización para la economía de toda Cataluña.
El reto de la reindustrialización
La comarca está bien posicionada para sacar rendimiento a la reactivación de la estrategia industrial europea en un mundo donde la globalización ha mostrado sus deficiencias. La reindustrialización favorecerá al Baix Llobregat y l’Hospitalet gracias a su tejido industrial y a su posición competitiva, no sólo en materia logística, que también. Es cierto que en Cataluña el peso de las empresas del Ibex es limitado porque hemos dejado perder muchas oportunidades, pero estar más orientados hacia la nueva economía nos dará claramente más oportunidades de cara al futuro. Muestra de ello es la apuesta por la electrificación de SEAT y el papel de motor de la industria 4.0 que realiza el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB). En las páginas de una economía cada vez más circular y de colores (verde y azul) y también feminista, se da cuenta en el Anuario 2023 Next Llobregat de las iniciativas en este sentido pilotadas por el CZFB.
En la publicación también se anticipan los principales retos distribuidos por las secciones: Mujeres que mandan, con un repaso al liderazgo en femenino característico de esta comarca; Territorio y Movilidad (El reto de garantizar la movilidad dentro de la comarca, con más transportes viarios, ferroviarios y los accesos al Puerto); Vivienda (La misión casi imposible de encontrarla digna a precios razonables); Salud (Tanto la atención primaria como la salud medioambiental están en la comarca en la UCI); Seguridad (En 2023 aumenta la preocupación ciudadana por la seguridad a todos los niveles); Educación (Persiste la infrafinanciación y continuarán las protestas y huelgas en la enseñanza de la comarca); Economía (De la electrificación de SEAT y una Montserrat “smart” al papel dinamizador del Consorcio de la Zona Franca y la economía azul portuaria); y Cultura, con todos los ganadores de los XI Premios de Reconocimiento Cultural del Baix Llobregat.
(Intervenció de Jesús A. Vila, en la presentació del llibre Next Llobregat Anuari 2023 La batalla del Baix, editat per BACONFA i que va tenir lloc dilluns 23 de gener de 2023 a l’Auditori del Palau Falguera de Sant Feliu de Llobregat)
Anàlisi dels resultats electorals al Baix Llobregat i l’Hospitalet entre 2019 i 2022.
L’estudi de l’evolució del vot al conjunt comarcal en les cinc eleccions que es van produir al territori de l’Estat entre 2019 i 2021, el poden llegir complet en el voluminós llibre que avui els presentem i, per tant, no els detallaré la comparativa de dades, ni les diferències entre tipologia electoral, anys i candidatures, ni tampoc la precisió de com ha evolucionat el cens o la participació, per exemple. Cal dir primer, que l’anàlisi del vot en els darrers quatre anys a la comarca s’ha centrat exclusivament en el resultat electoral a candidatures de partit i, per tant, no s’ha analitzat el resultat de les eleccions al Senat en el cas de les generals del 2019, que d’altra banda no registren diferències substancials a la Cambra Alta pel que fa als resultats del Congrés dels Diputats. Cal dir, també, que en l’estudi en qüestió s’han segregat els resultats dels 30 municipis de la comarca del resultat de l’Hospitalet, com es fa tradicionalment, per bé que els 603.000 electors potencials dels 30 municipis del Baix Llobregat tenen, com és obvi, un repartiment demogràfic molt desigual, en molts casos, molt superior percentualment al que podríem considerar si en el global de la comarca afegíssim els resultats hospitalencs.
Podríem dir, doncs, per fer-nos una idea, que el conjunt de la comarca és electoralment (m’estic referint al cens electoral) com tres Hospitalets i mig (600.000 sobre 175.000 electors), però dels 30 municipis de la comarca, els 10 més grans són, electoralment, el doble dels 20 més petits. És a dir, una tercera part dels municipis del Baix Llobregat estricte tenen més de 20.000 electors, i les altres dues terceres parts, menys de 20.000 electors. Per ser més clars: si sempre s’ha considerat a l’Hospitalet com un municipi demogràficament excessiu per la comarca —i per això no pertany oficialment al Baix Llobregat—, caldria replantejar-se la realitat des d’aquest punt de vista demogràfic perquè, aquests 10 municipis grans de la comarca ja són, gairebé ells sols, com tres Hospitalets electoralment parlant. Els citaré: Castelldefels, Cornellà, Esplugues, Gavà, El Prat, Sant Boi, Sant Feliu, Sant Joan Despí, Sant Vicenç dels Horts i Viladecans. I estan a tocar, hores d’ara, d’estar per sobre d’aquests 20.000 electors potencials per municipi: Martorell, Molins de Rei i Sant Andreu de la Barca. I una última dada respecte del cens electoral: mentre l’Hospitalet s’estabilitza demogràficament i per tant decau pel que fa al cens electoral, a la comarca s’han guanyat 17.000 electors nous en els darrers 4 anys.
Faré, per tant, una síntesi, a mode de conclusions, de l’estudi que poden llegir a l’Anuari 2023. És conegut que el comportament electoral pel que fa a la participació, acostuma a variar en funció del que s’elegeix. De manera tradicional a l’àrea metropolitana de Barcelona, las eleccions que generen més expectativa i per tant més participació electoral són les eleccions generals. Les altres eleccions són valorades electoralment menys importants i, per tant, generen menys expectativa i menys participació. En aquests darrers 4 anys això es pot veure perfectament a la comarca i també a l’Hospitalet. Mentre que l’abstenció a les generals es mou entre el 21 i el 26% del cens —xifres realment altes— a les municipals acostuma a augmentar, i encara s’incrementen més a les catalanes i a les europees. A les municipals últimes del 2019 l’abstenció mitjana, en els 30 ajuntaments de la comarca, va ser del 37,2%, és a dir uns 12 punts més alta que a les generals i, a les catalanes, el percentatge es va apropar força al 50% del cens electoral (47,5%) i aquestes van ser les darreres de fa dos anys.
A l’Hospitalet les xifres són paral·leles, de manera que el comportament electoral a l’Hospitalet i a la resta de la comarca no presenta diferències de tendència. Si de cas a l’Hospitalet s’accentuen, perquè a les generals l’abstenció fluctua entre el 26 i el 31%, a les municipals supera el 42% i a les catalanes arriba al 53%. Són importants les dades d’abstenció perquè assenyalen l’interès electoral de la ciutadania. Sempre s’ha dit que la democràcia municipal és la més propera, la que toca més directament els afers quotidians, la més propera a la ciutadania. No és aquesta la percepció general dels electors. I encara ho és menys quan es tracta d’elegir diputats al Parlament de Catalunya o europarlamentaris. Probablement, els mecanismes que dicten el sistema democràtic dels espanyols fan que els electors sentin que mantenen poc contacte amb els representants que elegeixen. Això semblaria lògic que s’observés, com més allunyat es troba el representant del seu elector. (els europarlamentaris, per exemple, o els diputats al Congrès o al Parlament). Però curiosament, l’elecció del representant més proper, que és el regidor del seu municipi, no genera la millor participació electoral i, significativament, pitjor, en la mesura que l’elector no se sent íntimament vinculat al seu municipi, factor molt destacable també allà on hi ha una forta immigració encara no integrada.
Això fa, per exemple, que en alguns municipis es produeixin abstencions en eleccions municipals que s’apropen o ratllen el 40% i, per tant, que els governs municipals, en ocasions amb majories absolutes, en realitat tinguin el suport electoral d’un 25% aproximat del cens electoral. Una lectura exhaustiva d’aquest fenomen ens portaria a considerar que, en alguns ajuntaments, es governa sense cap mena d’oposició amb un 75% dels potencials electors en contra o simplement desinteressats. Una dada que no estaria gens malament tenir-la present, —o haver-la tingut present— especialment quan es determinen polítiques locals que han de resultar històricament definitives, irreversibles, com per exemple el planejament urbanístic municipal.
Pel que fa als resultats electorals, el monopoli dels registres resulta aclaparador. Aquesta és una comarca on el PSC aconsegueix ser la primera força en tot tipus de convocatòria electoral des del 2014 (i abans), amb un lleuger parèntesi a les generals del 2016 després de l’espectacular esclat de Podem un parell d’anys abans, i de la força de Ciutadans a les autònomiques del 2017 (21 de desembre), quan va resultar la primera força al Parlament de Catalunya amb més d’un milió de vots, un 25,3% del cens i 36 diputats de 135. (I el PSC quarta força, amb 17 diputats). Així i tot, en aquests eleccions del 2016 i del 2017, el PSC va ser la segona força a la comarca, darrere els Comuns en la primera i de Ciutadans en la segona. Els percentatges en tots aquests anys s’han mogut entre un 19,3% en el pitjor cas (Autonòmiques del 2017) i el 34,2% a les municipals de fa quatre anys. El punt fort del PSC a la comarca, inclòs l’Hospitalet, es troba per tant, en el context electoral municipal: no en va governa a 17 dels 31 municipis de la comarca i l’Hospitalet, a 9 dels 11 més grans (només El Prat, que té la única alcaldia dels Comuns i ara Sant Feliu on governa ERC, són els dos municipis de més de 20.000 electors que no estan en mans del PSC), mentre que ERC governa a 5, Junts a 4, i hi ha 4 plataformes independents, totes, tret d’Olesa, a municipis petits.
D’acord amb totes aquestes dades, la segona força comarcal és ERC, que s’ha mantingut des del 2019 darrere del PSC en totes les convocatòries, amb excepció dels Comuns que li va treure 1.600 vots de diferència a les primeres generals del 2019 del mes d’abril. A partir d’aquí, la tercera forà comarcal és molt disputada. Junts té 4 alcaldies, però al menys una, és producte de pactes de govern de final de mandat i, pel que fa a les xifres de les autonòmiques, que són les més destacades per a les forces nacionalistes o independentistes a la comarca, aconsegueix més o menys la meitat de vots i de percentatge que ERC. Hi ha també les candidatures de municipi, que són candidatures independents dels partits tradicionals, que han anat decaient en els darrers anys excepte en municipis d’una certa tradició com Olesa i Torrelles, per exemple. Són candidatures que tenen també 4 alcaldies a la comarca però on ja necessiten de suports puntuals o governs de coalició.
A la comarca Ciutadans, el PP, la CUP i, ara darrerament Vox, han tingut —excepte en conjuntures molt particulars o de forma puntual— un percentatge de vots bastant més residual, malgrat que Ciutadans, per exemple va ser dues vegades quarta força, i al 2017 durant les autonòmiques d’aquell any, la primera a la comarca, amb més de 150.000 vots i un 31,6% del cens. Després, només al 2019 va ser la tercera força, però a l’Hospitalet i en les municipals, on va aconseguir 4 regidors de 27. En el conjunt de la comarca també va registrar un resultat important a les primeres generals d’abril de 2019 amb un 14% dels vots (quarta força) que es va reduir a la meitat a les generals de novembre del mateix any després de les dificultats per constituir-se govern a Madrid.
Voldria acabar aquesta anàlisi amb una constatació general. La comparativa de dades electorals té un interès específic, més enllà del coneixement de la presència regular de les candidatures en l’ànim de l’elector. És a dir, ha de servir per alguna cosa més que per posar de manifest, per exemple, la vigència d’una candidatura concreta a la comarca per davant de qualsevol altra força. És obvi que les candidatures es voten en funció de la percepció que té l’elector del que representen en el context polític del moment. I és obvi també que hi juga un important paper, l’espectre ideològic de l’electorat. Però tant la percepció de la conjuntura política com l’espectre ideològic són dos conceptes que permeten moltes interpretacions. No tothom observa la conjuntura de la mateixa manera i no tothom interpreta, què és esquerra i dreta, de manera inequívoca. Juguen, i molt, el clima polític, la capacitat d’influència dels mass-mèdia, ara darrerament l’influx de les xarxes socials i, també en molt bona part, la sensació de la quotidianitat. És a dir, si les economies familiars viuen moments àlgids o van a la baixa, si el cost de la vida s’eleva o es manté, si l’ocupació es normalitza o presenta situacions de precarietat, etc. La vulnerabilitat individual i familiar juga en contra de la participació electoral i quan juga a favor presenta tendències extremes: cap a l’extrema esquerra o cap a l’ultradreta. Quan les economies familiars s’estabilitzen, creix la participació electoral i s’opta més per posicions centrals en l’espectre de partits.
I tampoc no tothom té per què entendre la dicotomia esquerra/dreta de la mateixa manera i, de fet, succeeix exactament així. Per la gent que vota PP o VOX (i en bona part també Ciutadans o Junts), l’esquerra és el PSC, els Comuns i fins i tot ERC i la CUP podria ser perfectament l’extrema esquerra. Per a gent que vota la CUP o Comuns, per exemple, l’esquerra són aquests, mentre que el PSC i ERC són el centre i la resta, inclòs Junts, són la dreta. Aquells que voten PSC o ERC tenen clar, però, que estan votant a l’esquerra diguin el que diguin els de la CUP o Comuns. Per això és tan difícil i poc rigorós assenyalar simplificadament que la comarca del Baix Llobregat vota generalment l’esquerra o és — o ha estat— el cinturó roig de Catalunya.
També és evident que l’elector mitjà vota aquelles opcions de més confiança política en funció de les seves experiències particulars. Per tant, a la comarca, és evident que la primera força electoral ha cobert les expectatives polítiques d’una part molt important del col·lectiu ciutadà. Però ens podem fer diverses preguntes al respecte que deixo obertes per a la reflexió: 1. Fins a quin punt el suport electoral és conseqüència de com de bé s’han fet les coses o també és conseqüència de les xarxes clientelars, especialment quan ens referim a eleccions més properes a la ciutadania en general. 2. Fins a quin punt l’èxit electoral dels uns és conseqüència o no dels fracàs de les alternatives dels altres. 3. Fins a quin punt el pes electoral té més a veure amb el missatge actual de la candidatura o amb el pes de la tradició. 4. Fins a quin punt el transvasament de vots entre candidatures té més a veure amb l’atractiu del candidat o del partit elegit, que amb el rebuig del candidat o del partit abandonat. (És allò de votar a la contra o votar el mal menor, o votar amb una pinça al nas) 5. Fins a quin punt resulta coherent —i és controlable electoralment parlant— un vot diversificat en funció del tipus de convocatòria (electors que voten sempre un partit a les generals, un altra de diferent a les municipals i un altre de diferent a les del Parlament de Catalunya).
Aquesta és una lectura del darrer període de 4 anys que marca un mandat o una legislatura, però si alguna cosa és evident en aquests temps que corren és que la realitat política tendeix a la fluïdesa i que el comportament del cos electoral en un territori qualsevol no és gens estable, malgrat ho sembli. El que avui és vermell, en algun moment ha estat taronja i fins i tot morat. Però demà podria girar cap al blau o fins i tot el verd o, si som menys pessimistes, cap el groc.
Moltes gràcies.
Jesús A. Vila
Gener de 2023