Ronda amb els representants/candidats de les forces polítiques amb representació actual al Consistori de la ciutat, de menor representació a major representació. Calendari del cicle i representants:
19.1.2023. Sònia Esplugues (PPC) 16.2.2023. Representant encara no decidit (ECP) 16.3.2023. Miguel García (C’s) 20.4.2023. Jaume Graells (ERC) 04.5.2023. Nuria Marín (PSC)
Dins la primera quinzena de maig (a determinar amb Espai de Ciutadania): Debat amb tots els candidates a les eleccions municipals.
Pel que fa als 5 debats inicials, el criteri de FIC és que es convoca al cap de llista elegit i no s’accepta substitut com no sigui a causa de força major. Si algun dels candidats no es presenta, es valorarà si val la pena convocar a alguna altra força nova amb perspectives de representació.
Proposta presencial: La idea és fer debats presencials a la sala d’actes del Centre Cultural Tecla Sala (està reservada la sala per tots aquests dies) tot i que oberts via Zoom per tots aquells que no hi puguin estar presents.
Mecànica dels debats: Per tal que no sigui un cicle tediós es proposa el següent:
Demanar al candidat que faci una síntesi del programa electoral global del seu partit. (temps aconsellable: 10 minuts).
A continuació, la JD de FIC prepararà 6 preguntes temàtiques al voltant de les següents àrees: Urbanisme; Seguretat; Hisenda, impostos i atenció al ciutadà; Salut, polítiques d’igualtat, serveis socials i immigració; Cultura, ensenyament i innovació; Economia i medi ambient. (per cada tema un màxim de 10 minuts)
La idea és fer preguntes globals que tinguin en compte la realitat per conèixer les línies mestres d’actuació en aquests àmbits per part dels candidats. Els àmbits seran els mateixos per tots els candidats tot i que les preguntes seran diverses. Les preguntes es redactaran amb antelació i seran llegides per membres de la JD.
A continuació s’obrirà un torn de preguntes obertes dels que hi vulguin participar (presents i per Zoom). (màxim 15 minuts per totes les preguntes)
En cada debat hi haurà un moderador elegit per la JD de FIC, que presentarà el candidat/a i moderarà les paraules. (temps
Hoy tengo que confesar que me lo he pasado teta en el Consell de Ciutat, una cosa que se ha inventado el gobierno para hacer ver que rinde cuentas a la ciudadanía de lo que se va haciendo, en presencia de un montón de entidades que van allí a escuchar y a decir, en general, amén. Ha habido algún conato de crítica, y alguna crítica sin conato, por parte de FIC el Fomento de la Información Crítica, que para eso llevan ese nombre rimbombante y un poco pretencioso y que son los que me dejan escribir en esta cosa que se llama L’Estaca. Algún conato, porque las subvenciones no llegan, o llegan tarde o llegan recortadas a las entidades, y a las entidades les cuesta funcionar, programar, hacer ciudad, integrar a la ciudadanía sin el soporte, la ayuda, de algún profesional que se encargue de ejecutar aquello que los voluntarios voluntaristas piensan, promueven y articulan. Algún profesional que se aviene a cobrar muy poquito para que las entidades no se mueran de inanición. Vivimos en un mundo complejo, donde además de trabajar hay que hacer muchas otras cosas y entre esas cosas, activar actividades, producir convergencia de voluntades para promover el bien colectivo, exige un esfuerzo, una dedicación, un perder horas en beneficio del común.
Todas las entidades se quejan de la falta de ayudas porque todas las entidades querrían hacer más de lo que hacen. La mayoría no llega, porque los esfuerzos voluntaristas no alcanzan para organizar las cosas en condiciones o para organizar más cosas y llegar a más vecinos. El gobierno municipal, que vive de los recursos de todos y que administra en nuestro nombre —o debería—, es el encargado por costumbre y por norma, de facilitar el funcionamiento de los colectivos ciudadanos que le ayudan a convertir la ciudad en un organismo vivo. Eso es la teoría. En la práctica, el presupuesto municipal no es el dinero de todos. Es el suyo, el del gobierno, y con su dinero hace lo que quiere. Siembra, allí donde está seguro de recoger. Y si está convencido de que no va a recoger, no siembra, o siembra menos, o siembra con desgana y tarde. O se hace de rogar para negar el auxilio en el último momento. Para que los díscolos dejen de serlo.
Esto ya lo sabíamos… pero desde hoy es un secreto a voces. A voces, porque la alcaldesa de la ciudad le ha dicho a esta entidad díscola que es FIC, que no se la subvencionará —los pobres no han recibido un euro de subvención desde el 2018 hasta ahora y la última vez que se atrevieron a pedir una subvención en Cultura les dijeron que no se la daban porque no eran una entidad cultural— hasta que no cambie. Y lo ha dicho en voz alta como reprimenda al pesado del presidente de FIC que se empeña en explicar que ellos no son el enemigo, y que ni siquiera son el adversario, porque ellos no compiten por ningún poder. Compiten por poner ideas sobre la mesa para mejorar la ciudad y para decir a quienes consideran que el poder es un patrimonio, su patrimonio, que se equivocan. Que el poder es efímero, mientras que la ciudad es eterna. Solo que el poder efímero puede destrozar la ciudad, que es lo que está pasando.
Y les ha dicho en voz alta, con el subconsciente en ebullición y traicionando las buenas maneras, que hasta que la entidad no cambie de actitud, hasta que dejen de ser díscolos para ser colaboradores, lo tienen crudo si quieren un poco de ayuda. Este tipo de traiciones del subconsciente no suelen ser habituales más que cuando los nervios agarrotan las tripas porque algo está pasando. Y lo que está pasando es que se acercan las elecciones y que las mayorías absolutas se van a poner caras y sobre todo caras en una ciudad que es la más densa de Europa y que parece tener la vocación de ser la más densa del planeta a juzgar por las barbaridades que se están cometiendo en su territorio. Si se piensan que los vecinos son ciegos y no ven el negocio que se está produciendo a costa de su salud ambiental, por ejemplo, van a descubrir que ven muy bien a donde les lleva esta gente. Con no votarles está casi todo solucionado, solo que esta gente ha estado sembrando durante mucho tiempo y sigue recogiendo lo que puede, cada vez menos, pero suficiente para seguir demasiado arriba. Pero ya decimos que las mayorías son caras y las mayorías absolutas absolutamente carísimas.
¿Con quién pactará la señora Marín si no alcanza 14 concejales? No es difícil que la segunda fuerza vuelva a ser Esquerra —aunque con la lumbrera que han puesto al frente, ya veremos— y si es así, ¿se atreverá el señor Graells a dar apoyo a su verdugo? ¿Y se atreverá el verdugo del señor Graells a pedirle un gobierno conjunto? Ya veremos. Todo podría ser, de modo que mejor olvidarnos de esas parejas de baile si queremos un cambio auténtico. Pero ya digo, los nervios andan a flor de piel. Solo así se explica el exabrupto de la señora alcaldesa que suele ser más recatada cuando se sabe sólida.
O séase: si bien nos quieres Marín, da menos leña y más langostín.
Desde la junta de FIC y, en su nombre, quiero daros a todos la bienvenida a este encuentro. Este año las entidades que forman el Espai de Ciutadania vuelven a organizar la Setmana de la Solidaritat. En esta semana, se quiere sensibilizar y pedir solidaridad a toda la ciudadanía de L´Hospitalet en torno a la Salud Mental.
Para situar la evolución de la Salud Mental en el contexto histórico, un par de datos:
En 1953, la Asamblea de la Organización Mundial de la Salud introdujo la Salud Mental como una forma de atención que abre su abanico desde la atención psiquiátrica hasta la prevención.
Propone que se pongan en marcha los Servicios de Atención Comunitaria. Se revisa y se transforma la asistencia hospitalaria desde el modelo manicomial hasta los servicios actuales de hospitalización en unidades de tratamiento de crisis agudas, o Unidades de Rehabilitación.
Hoy, nuestra invitada es Mercedes Delgado. Pondrá luz a esa evolución que la Salud Mental ha experimentado en la ciudad de L’Hospitalet. Pero antes, permitirme que os la presente:
Mercedes Delgado Anguisola es Licenciada en Psicología por la Universidad de Barcelona. Master en Políticas Públicas y Sociales por la Universitat Pompeu Fabra, con la colaboración de la Universidad John Hopkins de Baltimore (Estados Unidos).
En 1977 inicio su vida profesional como psicóloga en Mondragón en el Centro Medicopsicopedagógico del Altoy Medio Deva. A finales de 1982 comienza a trabajar en el Ayuntamiento de L’Hospitalet en Servicios Sociales. Durante unos años desarrolló su actividad profesional en el Programa Municipal de Drogodependencias.
Después, en Servicios Sociales como jefa del Programa de Infancia y Adolescencia, Programa Emergencia Social-PIRMI-Renta Mínima de Inserción e Inserción Laboral.
Y, por último, y también en el ayuntamiento de L’Hospitalet, trabajó como responsable técnica del Programa de Salud Mental hasta su jubilación. Ha sido secretaria de la Mesa de Salud Mental y Adicciones desde su constitución en 2006 hasta el 2018.
Buenas tardes Mercedes,
Vamos a ir entrando en el tema que hoy nos ocupa “Espacio público, Salud Mental Comunitaria y ciudadanía. L’Hospitalet de Llobregat. 1979-2018.”Este es el título que le has puesto a tu intervención. ¿Que te parece si nos sitúas en el tema con una breve introducción?
En primer lugar, mi agradecimiento a Foment de la Informació Crítica por invitarme a participar en este acto de la Setmana de la Solidaritat. Mi felicitación al Espai de Ciutadania por la elección del tema de la Setmana de la Solidaritat. Resulta importante que un conjunto de entidades no dedicadas específicamente a estos temas, haya considerado relevante dedicar la semana de este año a estos asuntos.
Contribuir actualmente a poner palabras sobre una realidad ignorada durante mucho tiempo, también estigmatizada, es fundamental. Pensar juntos, debatir sobre salud y enfermedad mental, es importante y necesario.
Mi intervención trata de dar algunas pinceladas sobre cómo la salud y enfermedad mental se han hecho presentes en la vida pública de la ciudad de L’Hospitalet en las cuatro décadas que van de 1979 al 2018. Hablaré sobre el papel en ello de la ciudadanía, más allá del despliegue de los servicios de salud mental y de otros que abordan también esta temática, más allá de las instituciones que de una forma u otra inciden en este ámbito.
Conversar hoy de salud mental resulta cotidiano y frecuente. De cualquier forma, no resulta obvio hablar sobre lo que entendemos por ello y hacer referencia a su significado como marco compartido de este encuentro. Para ello comenzaré con hacer referencia a lo que entendemos por Salud Mental y Salud Mental Comunitaria.
En 1946, la OMS- Organización Mundial de la Salud -la define desde una perspectiva bio-psico -social, de la manera siguiente:
“La salud, es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solo la ausencia de enfermedad”, y “la salud mental como el estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y es capaz de hacer una contribución a la comunidad”.
Así, habremos de tener presente, que la salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad.
La salud mental es parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos.
La salud mental es, además, un derecho humano fundamental. Y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico.
La salud mental es más que la mera ausencia de trastornos mentales. Se da en un proceso complejo, que cada persona experimenta de una manera diferente, con diversos grados de dificultad y angustia, resultados sociales y clínicos que pueden ser muy diferentes.
Las afecciones de salud mental comprenden trastornos mentales y discapacidades psicosociales, así como otros estados mentales asociados a un alto grado de angustia, discapacidad funcional o riesgo de conducta autolesiva. Las personas que las padecen son más propensas a experimentar niveles más bajos de bienestar mental, aunque no siempre es necesariamente así. No es hasta el cambio democrático en nuestro país en 1978, que se produjeron transformaciones sostenidas en el tiempo que permitieron dejar atrás el modelo manicomial e incorporar la atención a la salud mental en la atención a la salud.
La Ley General de Sanidad de 1986, conocida también como “ley Lluch” situó la atención a la salud mental en el ámbito comunitario, potenciando los recursos asistenciales a nivel ambulatorio, la hospitalización de los pacientes, por procesos que así lo requieran, en las unidades psiquiátricas de los hospitales generales, y el desarrollo de servicios de rehabilitación y reinserción social.
Se promueve también la atención a la salud mental desde la atención primaria de salud y el desarrollo de programas de prevención.
Se trata de llevar a cabo una atención integral de los problemas de la persona con enfermedad mental, buscando la necesaria coordinación con los servicios sociales, educativos y de inserción laboral.
La referencia y memoria de iniciativas llevadas a cabo por la Mancomunidad a comienzos del siglo XX, así como las de la II República, sin olvidar las experiencias de profesionales del sector y luchas ciudadanas anteriores a la llegada de la democracia, incorporaron estos saberes y legado a los nuevos tiempos.
La salud mental comunitaria se convierte así en el nuevo modelo de referencia, se dirige al individuo y a la población de un territorio, la metodología implica compartir tareas con recursos del entorno. El vínculo personal, familiar e institucional es preminente en lo comunitario, lo comparten las personas y colectivos, y puede favorecer o dificultar la aparición y la resolución de dolor psíquico. La participación de familiares, usuarios de servicios, personas en primera voz, se hacen presentes en los diferentes espacios, servicios y en la vida pública.
Cuando hablamos de salud y enfermedad mental estamos hablando efectivamente también de las adicciones. Adicciones que pueden referirse a sustancias legales como el alcohol o el tabaco, sustancias ilegales, nuevas tecnologías etc.
En mi intervención no haré mención alguna a las personas que han colaborado y lo siguen haciendo. La lista sería inacabable. Así, merece la pena volver a expresar como final de esta introducción que la Salud Mental es parte esencial de la salud y el bienestar, y el modelo de atención en nuestro país es la salud mental comunitaria.
Una vez situado el tema podemos destacar que en los años 70 estaba todo por hacer en la atención comunitaria. ¿Cómo describirías el marco social donde se desarrollaron los primeros servicios comunitarios de atención a la Salud Mental?
Teniendo en cuenta que lo que hoy nos ocupa, cómo la salud mental y la salud mental comunitaria han emergido en la vida pública desde la ciudadanía de la ciudad; con la mirada atrás, hay que considerar que ya en las luchas antifranquistas y los primeros pasos de la etapa democrática se van poniendo en marcha iniciativas y una nueva forma de abordar estos asuntos. Así, tanto en el ámbito municipal, como en espacios supramunicipales por parte de los nuevos responsables políticos, como por parte de iniciativas profesionales se van perfilando las grandes líneas de acción.
En la ciudad, el “Pacto de Progreso Municipal”[i] de 1979 fue el acuerdo de gobierno de la mayoría política que recogía las aspiraciones de transformación y la participación. Esta (la participación) constituyó un eje significativo desde los inicios dando continuidad a la voluntad de llevar a cabo la tarea de gobierno con la conjunción de la ciudadanía.
Así mismo esa voluntad se concretó en la acción de gobierno municipal con la aproximación del ayuntamiento a la ciudadanía a través de la distribución territorial de los nuevos servicios municipales en la ciudad, y la organización y metodología de trabajo de los servicios de atención a las personas de forma comunitaria. Estos planteamientos establecidos para los departamentos de Salud y Servicios Sociales fueron de especial significación para el tema que nos ocupa. La línea política no solo incide en los propios servicios con estos planteamientos, sino también con otras administraciones en la promoción y colaboración para la instalación en la ciudad de nuevos servicios en el mismo sentido.
En este contexto en 1981 se constituye ADEHAR, Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de L’Hospitalet. Cuesta probablemente hoy poder imaginar la situación en la que se encontraban las personas con problemas de adicción alcohol. Era algo no reconocido socialmente que era una enfermedad, que las personas que lo padecían y sus familias necesitaban atención para superar la situación y que existían servicios y equipos profesionales a su disposición, en nuestro caso el Centro de Alcoholisme i d’altres Toxicomanies de L’Hospitalet.
Alcohólicos rehabilitados contando con el soporte de los profesionales del servicio, ponen en marcha esta asociación. Esto supone que un grupo de personas rehabilitadas de sus problemas de alcoholismo deciden poner en marcha la entidad con el objetivo de soporte y apoyo mutuo entre los asociados, la concienciación pública sobre la problemática alcohólica y la demanda de servicios. Comienzan a hacerse presentes en el espacio público de la ciudad a través de actos, medios de comunicación, acogida en sus locales o charlas por parte de las personas del propio colectivo. Se amplía la voz de los profesionales que trabajan específicamente en el ámbito de las adicciones y salud mental y también de salud y servicios sociales. Implica también la presencia de quienes se han rehabilitado de un problema de salud negado, ignorado y también estigmatizado y excluido, de forma más extrema en el caso de las mujeres. También comienzan a tomar la palabra en espacios de participación y a trasladar y poner en evidencia las necesidades de prevención y atención del colectivo.
Unos años más tarde, en 1987, nace la Asociación Horitzó de Ayuda e Información al Drogodependiente, que tiene como marco de actuación l’Hospitalet y municipios del entorno. Se dirige a personas con problemas de adicción y sus familiares en un tiempo en que se están poniendo de manifiestos los problemas derivados de este tipo de adicciones, complicados con la emergencia del SIDA. Esta entidad en su historia tuvo dos ejes de acción central, las persones con problemas de adicción y sus familiares, por una parte y las reivindicaciones de servicios a las administraciones, por otra. Importante tarea ante una realidad entonces novedosa, difícil, que necesitaba de prevención especialmente en lo que se refería a la población juvenil y adulta, y respuestas amplias asistenciales.
En los años 90, en el espacio asociativo el problema de las adicciones es central. Así como ADEARH continua su trabajo referido a los problemas de alcoholismo de la ciudad, la acción de la asociación Horitzo se complementa con actuaciones desde la Vocalia de Drogodependencias de la Associació de Veïns de Bellvitge, con actuaciones dirigidas a la reinserción y con espacio de soporte mutuo de familiares, en coordinación y colaboración con el Centre de Alcoholisme i altres Toxicomanies.
A lo largo de todos estos 40 años, personas y pequeños grupos de la ciudad han compartido preocupaciones y proyectos con otros del entorno metropolitano y más allá, y han comenzado nuevos proyectos asociativos. En esta línea de trabajo, en los 90, se constituyen la Associació d’Ajuda al Toxicòman -AAT- y AEC-GRIS -Associació de Exdrogodepencies de Catalunya-Grup per la Reinserciò i Inserciò Social”. Esta última iniciará también otra dimensión de las asociaciones que es la prestación de servicios. De esta forma entra en funcionamiento el proyecto de intercambio de jeringas y condones, proyecto preventivo importante, financiado por la Diputación, que comenzó pronto a prestarse en la ciudad con soporte municipal.
AFEMHOS- Asociación de Familiares y Enfermos Mentales de L’Hospitalet- se constituye enriqueciendo y ampliando la presencia y las voces en la ciudad desde la ciudadanía organizada. Lo ponen en marcha un pequeño núcleo mayormente de mujeres con el soporte de profesionales. Las personas con enfermedad mental y sus familias son uno de los ejes fundamentales a lo largo de su historia. Así comienzan promoviendo espacios de encuentro y trabajo grupal entre familiares, y la organización de actividades para personas con enfermedad mental. También buscan la colaboración con otros agentes como los responsables municipales y otras entidades del sector para plantear sus propuesta y necesidades, sumar energías para los retos a conseguir.
En 1996 se constituye la FECAFAMM- Federació Catalana d’ Entitats de Familiars i Malals Mentals de Catalunya. Como ya había sucedido antes con otras entidades del ámbito de la salud mental, se fueron constituyendo federaciones que suponen el incremento de la capacidad de incidir en las administraciones y la opinión pública e incrementar las capacidades de soporte mutuo y de organización.
En estos primeros veinte años se despliegan en la ciudad servicios comunitarios de salud mental: para adultos, CSMA, Unitat de Salut Mental y el Hospital de Día; para la población infantil y adolescentes el CSMIJ dando continuidad al Programa de Salud Mental de competencia municipal, así mismo a través de la Fundación Salud y Comunidad se amplían los recursos para la atención a las drogodependencias. En la recién creada Atención Primaria de Salud, también se comienza a ejercer lentamente tareas referidas a la salud mental. Desde otros sistemas como el educativo o desde los servicios sociales, van concretando servicios y actuaciones en donde se busca de dar respuestas a derechos que incluye las necesidades desde la salud mental.
Llegamos así a finales de los 90 con una diversidad de entidades en la ciudad en el ámbito de la salud mental y adicciones resultado de la capacidad autoorganizativa del colectivo y el soporte y colaboración de profesionales, Ayuntamiento y otras administraciones. Todo ello en un contexto general de despliegue de una suma de actuaciones dirigidas al hacer efectiva la salud mental comunitaria.
¿Cuál ha sido la progresión que ha tenido en la ciudad la creación de los distintos dispositivos de Salud Mental?
Realmente a pesar del trabajo desarrollado por entidades, profesionales y administraciones durante los años anteriores, no es hasta finales de los años 90 y los inicios del 2000 cuando comienza muy lentamente a hacerse visible la realidad de la salud mental en la vida pública de la ciudad. Se va normalizando así, de forma lenta, haciéndose presente.
Los años 2005 y 2006 suponen un fuerte impulso a diferentes aspectos que abren perspectivas especialmente en lo que se refiere a asentar el modelo comunitario de atención, a ampliar lo desarrollado hasta entonces y se señalan nuevos retos.
En el 2005 la OMS de la Región Europea en la Conferencia de Helsinki dedica una reunión monográfica por primera vez a la salud mental, en la reunión de ministros de salud se establece el Plan de Acción en Salud Mental, en donde entre otros retos se incorpora la participación de las personas con enfermedad mental y los familiares como uno de sus ejes.
En nuestro entorno se establece la “Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud “del ministerio correspondiente, Pla de Salut Mental i Addiccions (2006) de la Generalitat donde se incorporan también los nuevos planteamientos. En el año 2010 se aprueba en Cataluña el primer Pla Integral d’ Atenciò a Persones amb Transtorn Mental i Addiccions.
En la ciudad varios acontecimientos manifiestan una ampliación del espacio social donde se hace presente la salud mental, el modelo de atención inserto en la vida social y comunitaria y donde las entidades tienen un papel significativo:
-Así, AFEMHOS que ya era un punto de referencia para familiares y personas con enfermedad mental, amplía sus actuaciones. Comienza a desarrollar una nueva dimensión como entidad, con la gestión de servicios, el club social. También amplia su actividad a actuaciones dirigidas al conjunto de la sociedad.
-En esa línea, la misma entidad mencionada, AFEMHOS, junto con FECAFAMM – Federació Catalana d’Entitats de Familiars i Malalts Mentals – y el Ayuntamiento organizan un acto en donde se trata cómo se expresa en el espacio público la información y los contenidos referidos a la salud y enfermedad mental. Se presenta una guía de estilo para periodistas y medios de comunicación de forma que la información no sea estigmatizante.
A su vez, en el 2005 se pone en marcha el Consell de la Salut, que ya había existido en años anteriores, aunque en esta ocasión por primera vez con la Mesa de Salud Mental y Adicciones. Este espacio de encuentro, trabajo y elaboración de iniciativas y propuestas surge del acuerdo y la voluntad de las entidades, los profesionales y las empresas en las que ejercen y el Ayuntamiento. Desde el inicio se pone en marcha la voluntad por parte de todos los participantes de poder contar con representación específica de las personas con enfermedad mental; y al cabo de cuatro años pasan se incorporan.
El hecho de que la ciudad dispusiera de la Mesa de Salud Mental y Adicciones supuso un importante paso desde diferentes perspectivas. Un paso adelante en la cultura de colaboración y trabajo conjunto, coordinado entre los diferentes agentes. El resultado de todo ello se materializa en un mejor trabajo en los proyectos, en las iniciativas del propio sector, incluido la que se refiere a las actuaciones dirigidas a la sociedad no directamente involucrada en estos asuntos.
– El Dia Mundial de la Salud Mental. AFEMHOS inicia su celebración centrada en sus asociados y su entorno. Avanzada la primera década del siglo XXI, el Ayuntamiento y la Generalitat van haciendo declaraciones relativas a la salud mental con ocasión del del Dia Mundial.
Pequeñas iniciativas y acontecimientos que van expresando y mostrando una realidad con sus retos y necesidades. La celebración se amplía en los años siguientes con un programa más amplio de actividades, la participación de todas entidades y también espacios en la calle. La multitud y variedad de tipos de actos de este año en la celebración del mundo mundial durante todo un mes es una muestra más del arraigo y la voluntad.
– El Estigma de las Personas con Problemas de Salud Mental. El trabajo referido al estigma de las personas con enfermedad se inició en los servicios de salud mental de profesionales y personas con estos problemas. Un fuerte impulso público fue la iniciativa OBERTAMENT promovida por la FECAFAMM dirigida a incidir con proyectos diversos en la vida comunitaria para transformarlo. En la ciudad se presentó la iniciativa en el 2010 promovida por AFEMHOS, FECAFAMM y el Ayuntamiento. La actividad relativa a este asunto continuó a través de la Xarxa de d’Iniciatives Antiestigma.
-La crisis económica del 2008 fue mostrando su impacto en los años siguientes, se manifestándose problemas diversos: el retraso en la puesta en marcha de los servicios previstos en la Unidad Polivalente; la emergencia de una mayor demanda y necesidad de atención de los servicios y las dificultades en el ámbito de la inserción laboral. Hacia el 2014 comienzan a evidenciarse las dificultades de acceso a la vivienda del colectivo de personas con enfermedad mental que, por motivos económicos, aun teniendo unos ingresos básicos, no pueden disfrutar de una vida autónoma, así como otras necesidades en este ámbito en la ciudad.
–Nuevas voces y nuevos espacios de las personas en propia voz. – Resulta la realidad más significativa desde la perspectiva de la dimensión asociativa, con una relevancia significativa en la vida social.
Hace más o menos una década comienzan a emerger también diferentes iniciativas, algunas propiamente asociativas y otras de carácter no formal, es decir que lo llevan a cabo actuando en representación del colectivo, aunque no esté formalizado en una entidad. Así mismo se van constituyendo entidades en el entorno metropolitano donde ciudadanos/as de l’Hospitalet son parte activa como promotores y/o participantes.
La Asociación Grupo de Teatro Imagina se constituyó en 2010 poniendo las técnicas creativas del teatro es el centro de su actividad que los lleva a desarrollar su actividad en espacios muy diversos de la ciudad y fuera. Para Imagina lo importante era y es disfrutar y compartir aprendizajes. En estos años ha amplia su repertorio de actividades como por ejemplo la lectura de cuentos.
Aquí se ha de incorporar la presencia en el espacio público, en la vida cultural, el festival de cortometrajes DulCINEa que desde hace casi dos décadas promueve el Club Social el Roure y AFEMOS bianualmente. También las aportaciones artísticas de cuadros de Francesc de Diego y sus textos. Todas estas iniciativas llevadas a cabo por personas en propia voz.
Concluyendo, en esta etapa que va desde los inicios del año 2000 hasta 2018, se han señalado algunas actuaciones, iniciativas y proyectos que suponen avances importantes en la presencia de salud mental y el modelo comunitario de atención y donde las asociaciones del ámbito de la salud mental han sido fundamentales. Lo anterior no contradice que la crisis del 2008 supuso enlentecimiento y freno al proceso de despliegue de los servicios de salud mental necesarios y a la construcción del modelo de salud mental comunitaria.
La OMS destaca a través de estudios científicos que en el primer año de la pandemia ha habido un incremento significativo de problemas de depresión y ansiedad. Por otro lado, destacan algunos estudios, que los servicios de Salud Mental han sido los más interrumpidos y afectados de todos los servicios de salud esenciales en la mayoría de los estados miembros de la OMS analizados.
A nivel de ciudad, la pandemia de la COVID-19 habrá impactado a sus ciudadanos como al resto de la humanidad. ¿Cómo crees que la ciudadanía de l’Hospitalet va afrontando la nueva situación?
Mi exposición tiene su base en un trabajo referido a las cuatro décadas: 1979- 2018, aunque la escritura de texto ha finalizado durante la pandemia. Todo este tiempo he continuado en contacto de entidades del sector de la ciudad y de espacios profesionales.
La pandemia ha sido un acontecimiento, del cual no hemos salido todavía del todo. Ha tenido un impacto importante sobre salud mental en la ciudad y su entorno. Los problemas y deficiencias se suman al propio desarrollo histórico del sector, por todo ello es fundamental poner la salud mental en la centralidad.
Como ya se ha señalado anteriormente, la crisis del 2008 tuvo un importante impacto en el colectivo de personas con enfermedad y sus familias, los servicios de salud mental y en el retraso del despliegue de los de los servicios que estaban ya previstos. Aumentaron de forma significativa las necesidades de población con necesidades de atención y demanda de servicios. Se incrementa así presión sobre los servicios y profesionales de la salud mental y de servicios sociales y aumentó el número de personas y familias en situación de vulnerabilidad.
No entraré en la concreción de la situación actual en la ciudad, quizás en el coloquio haya quien quiera intervenir en ese sentido. Aunque si quiero hacer referencia a los diferentes agentes de la ciudad con responsabilidad e intervención en el ámbito de la salud que han estado trabajando y tomando medidas desde los tiempos intensos de la pandemia hasta la ahora donde se están manifestando sus efectos.
Para finalizar quiero concretar algunos puntos fuertes con los que la ciudad cuenta para ir dejando atrás esta etapa de recuperación de la crisis relacionada con la COVID 19 ir entrando en un nuevo periodo fortalecidos con más recursos y potencialidades a la luz de la experiencia de los 40 años pasados:
Las políticas de favorecer la participación ciudadana han mostrado ser un instrumento relevante y acertada que se concreta en que l’Hospitalet es una ciudad con una importante vida asociativa. En este contexto la salud y la enfermedad mental ha podido emerger, hacerse visible y formar parte de su espacio público.
El hecho que ya desde el primer mandato municipal se fuera consciente de la importancia de la dimensión comunitaria de la salud y el bienestar, ineludiblemente de la salud mental, y se actuará en esa línea ha resultado muy importante. Es uno de valores compartidos entre los agentes que vienen trabajando conjuntamente en el ámbito de la salud mental.
El papel proactivo del ayuntamiento referido a la salud mental y la salud mental comunitaria ha sido insustituible.
El modelo de atención a la salud mental de forma comunitaria era un reto inmenso, había que partir prácticamente de 0, donde la acción entre las diferentes administraciones e instancias sociales es fundamental.
La salud mental comunitaria no es únicamente un modelo de atención a la salud mental. Implica a todos los agentes relacionados directamente con estos asuntos: los /as responsables políticos, profesionales, administraciones, las personas con necesidad de ser atendida y los familiares. Este modelo en construcción implica a todos los agentes para trabajar juntos avanzar, la sociedad es también un agente activo.
Los y las profesionales tienen y han tenido un papel fundamental en todos los avances.
La experiencia y las grandes líneas de acción señalan que para avanzar en salud mental y en la atención, cuando es necesario, se ha de hacer con los ciudadanos.
Vayamos pues a la alternativa, como prometí en el artículo de la semana pasada. Iría bien, para fijar la coyuntura, hacer un paralelismo con Barcelona ciudad. Dada la estructura demográfica y sociológica de la población de sus distritos y la experiencia electoral de estos años, costaría entender a priori que el PPC pudiera llegar a gobernar en ese Ayuntamiento. En cambio, no cuesta entender que el PSC, Convergència y adláteres, e incluso la izquierda a la izquierda de los socialistas, como Ada Colau y los suyos ahora mismo, hayan podido formar mayorías absolutas o relativas. ERC y el PSC apuntan para las próximas como posibles ganadores, pero no son descartables los Comuns, que se mueven bien entre las discordancias ajenas. En Barcelona viven muchos catalanes de origen y de adopción, una clase alta bien arraigada, otra clase media amplia acomodada o venida a menos, y una población obrera e inmigrada en barrios periféricos y en el Raval, que decanta las tendencias electorales según los ciclos, hacia una izquierda más moderada o más radical y, muy recientemente, hacia el nacionalismo de signo diverso.
L’Hospitalet es otra cosa. La clase acomodada es muy reducida y sin influencia, la clase media sufre cataclismos de tanto en tanto y se suele sentir huérfana electoralmente, aquí residen catalanes de origen o de adopción —nacionalistas o no—, pero pervive una gran masa de trabajadores e inmigrantes de diversas oleadas que hacen muy difícil que fuerzas como el PPC, los convergentes varios o incluso ERC —y no digamos ya Ciudadanos si resisten—, puedan llegar a gobernar algún día en solitario. Estas fuerzas suelen conocer bien la realidad y la van asumiendo. Lo normal es que el gobierno local se mueva en la órbita socialista o a su izquierda aunque en estos últimos años, con el peso ideológico del procés, se pueda contar para forzar mayorías con el apoyo del independentismo de la CUP o el más digerible de ERC.
Las posibilidades electorales han ido cambiando con el tiempo, especialmente tras la crisis del 2008 con la aparición del movimiento de los indignados y tras la del 2012 con el fenómeno independentista. Los gobiernos municipales han ido cambiando, especialmente en el área metropolitana, gracias al progresivo desgaste de los socialistas y al protagonismo de los nuevos movimientos. En algunos lugares siguen gobernando los de siempre, pero con mayorías obligadas que les han ido forzando al consenso y, en cualquier caso, excepto en algunos municipios bien señalados, han sido sensibles a la necesidad de poner coto al mercado inmobiliario, atendiendo al grado de saturación territorial que todo el mundo sufre. Si en muchas de estas ciudades próximas se han ido modificando los comportamientos, cómo es posible que aquí llevemos 43 años gobernados por los mismos, con la misma arrogancia del primer día.
La explicación parece sencilla, aunque admita una cierta complejidad: el PSC ha conseguido estabilizarse a lo largo del tiempo y la izquierda del PSC no ha sabido superar los condicionantes, sumida en múltiples jaquecas y contradicciones pese a los innegables esfuerzos. La ruptura de los años 80 en el PSUC fue tremendamente traumática no solo porque partió por la mitad una fuerza que había batallado ferozmente por conseguir la hegemonía en la ciudad y a punto estuvo de conseguirla. Fue lacerante porque ni siquiera los que mantuvieron la estructura del partido, los que gobernaron con los socialistas hasta el último día, acertaron con la fórmula para aguantar la debacle y darse tiempo en la autocrítica para volver a convertirse en foco de atracción de los que se habían desgajado. Quedaron tan asombrados por el fracaso, que no supieron reaccionar adecuadamente o quizás perdieron todo interés. Venían de un relativo fracaso electoral anterior que jamás se analizó a conciencia: el partido que había galvanizado la protesta y la movilización ciudadana se quedó a las puertas del éxito total frente a otro partido que se había sumado a la vorágine en los últimos meses, pero que contaba con la ola favorable del felipismo y con el peso brutal de la propaganda anticomunista que había destilado a conciencia la dictadura. Aquel PSUC de los 11 concejales, que terminó con buena parte de sus 11 concejales iniciales removidos por las continuas expulsiones y dimisiones de los primeros de la lista, pudo haber perdido las siguientes elecciones, pero disponía todavía del rédito positivo de lo que contribuyó a poner en marcha en la primera legislatura y un peso todavía considerable en una parte de la militancia activa. Le pudo la dinámica institucionalista y el desaliento, y un error en el que jamás cayeron los socialistas (hasta hace cuatro días, y así les va a ir): el abandono de su propia gente.
Todo aquello ya es historia, pero una historia que no deberíamos olvidar, porque aquel gobierno del 79 al 83 se impuso como objetivo reconstruir una ciudad marchita, crear nuevos servicios y dotar a la ciudad de infraestructuras, y los 27 concejales, incluidos los 4 de la oposición que asumieron elegantemente su papel, trabajaron bastante al unísono —pese a los roces, los malentendidos y las servidumbres— durante 4 años. Si ésta dinámica se hubiera mantenido desde entonces, otro gallo nos hubiera cantado como colectividad. Desde luego, la ciudad no habría caído en el descrédito del mercantilismo inmobiliario, ni la degradación urbana de muchos de los barrios del municipio habría llegado tan lejos. Al PSUC le pareció que a la ciudad le hacía falta un alcalde en 1983 —el eslogan de campaña fue “Aquí lo que hace falta es un alcalde”— cuando lo que realmente la ciudad necesitaba era, sobre todo, mantener el espíritu de colaboración en el gobierno de la ciudad sin olvidar hacer valer la imprescindible influencia social que el partido había conseguido en la lucha antifranquista, junto a la presión de la calle. Despechado el alcalde del PSC y todos los suyos, pusieron a los antiguos coaligados donde según ellos les correspondía: en el desván de la historia municipal. Y allí siguen no ellos, sino todos los herederos que el tiempo ha ido esculpiendo.
Las cosas han ido tan a peor, que 43 años más tarde, las encuestas indican que el PSC sacará en 2023 mayoría absoluta y la izquierda del PSC, otros 3 concejales. Y que el resto irán a parar, como siempre, a las migajas del nacionalismo emergente y a los restos de la derecha españolista. Como siempre, una oposición fragmentada, débil e inevitablemente inoperante en la práctica, aunque la repetición esteril de la dinámica sirva para hacer ver que la democracia funciona. La oposición resulta, en la práctica, inservible para quienes la han elegido. Y a muchos nos gustaría pensar que los elegidos no pueden conformarse con el triste papel subsidiario que el gobierno les otorga. Luego insistiré sobre ello.
En abril del 2020, la entidad probablemente más incómoda de la ciudad para el gobierno local, el Foment de la Informació Crítica, puso en circulación un Manifiesto en el que pedía a la izquierda del PSC, incluida toda la izquierda nacionalista, un esfuerzo de reflexión para cambiar las cosas en el Ayuntamiento de la ciudad. La propuesta no pretendía cambiar solo el Ayuntamiento. Jamás como ahora, cambiar el Ayuntamiento significaría tan claramente cambiar el futuro de la ciudad. Cuarenta y tres años después, aquel PSC desorientado de 1979 que ganó las elecciones por sorpresa, ha convertido la ciudad en su finca, el presupuesto público en su particular chequera y buena parte del entramado cívico organizado y el aparato administrativo municipal, en una red clientelar sujeta con mano de hierro por las subvenciones y los puestos de trabajo repartidos durante décadas. Y, sobre todo, ha dejado de tener proyectos como no sean los que van dirigidos a permitir que los promotores inmobiliarios sigan haciendo negocio y a mantener una política de imagen que les saque de la sensación general, fuera de su propio ámbito, de que la ciudad continúa siendo un amasijo irrecuperable.
Hace pocos días, TV3 dedicó un largo reportaje a una sinfonía caótica —como la ciudad misma— que intentaba retratar “sense ficció” una realidad autocomplaciente. Consiguió justo todo lo contrario. El reportaje hablaba de una ciudad desarticulada, pero a la vez ficticia. L’Hospitalet: la ciudad más densa de Europa donde se siguen construyendo miles de nuevos pisos bajo supervisión directa de la Agencia de Depredación Urbana (ADU) que impulsa la concejalía de Urbanismo, junto al invento de un distrito cultural —estilo Brooklyn, insisten— sin dirección estratégica alguna, y una política de cesiones patrimoniales que hipotecará durante décadas el espacio público. No es de extrañar que se haya agotado el imaginario colectivo: para quienes gobiernan, la ciudad solo tiene remedio en la medida en que se venda la pura ficción de su destino esencial e irremediablemente periférico. Ya no saben que inventar para hacer ver que hay un horizonte: hace cuatro días, los hoteles para turistas y el biopol, ahora un Brooklyn de cartón piedra y mañana la liberación de las vías del tren que siguen alimentando en la mente calenturienta de quienes desordenan la ciudad, los sueños de nuevas promociones urbanísticas especulativas.
El esfuerzo de reflexión que se pedía a toda la oposición en aquel Manifiesto de abril, pero de manera muy especial a las fuerzas de izquierda e incluso de centro izquierda, se basaba en una constatación y apuntaba hacia un proyecto común. La constatación era que el PSC local está huérfano de ideas, dividido interiormente, débil orgánica e intelectualmente hablando, y desacreditado como proyecto apasionante para cualquiera que tenga ojos para ver: la pura imagen del desgate. El objetivo del documento era unir esfuerzos para no desperdiciar un solo voto, con cualquier fórmula que permitiera desplazar a un colectivo desestructurado de oportunistas, que no merece conservar unas siglas que hablan de socialismo. El PSC necesita volver a las esencias y seguro que hay en l’Hospitalet gente, incluso en puestos de relieve, que tiene todavía respeto por las esencias. Hay que permitirles, incluso a ellos, ese relevo y eso solo se puede conseguir descabalgando a los dueños del cortijo. Por eso, ese esfuerzo de reflexión que se pedía era transversal, abierto a todo el mundo, incluidos todos los partidos del municipio sin exclusión y a todos aquellos que todavía sienten algo por esta desgraciada ciudad.
Nos consta que se han generado debates, que ha habido colectivos que se han tomado la propuesta en serio. Ha habido incluso reuniones, que partían del desencanto y del pesimismo, pero que han servido para ver más claro. Todo el mundo parecía coincidir en el principal obstáculo para unificar esfuerzos: la inconcebible miopía de los partidos, incapaces de atender a las realidades concretas. Estas no son unas elecciones cualesquiera. En l’Hospitalet es probablemente una de las últimas oportunidades para parar la debacle en la que nos han instalado. O ahora, o esto no habrá quien lo reconduzca. Todas las ciudades tienen su problemática, pero no todas las ciudades tienen la tremenda carga de ser la más densa de Europa, con el índice de zonas verdes más bajo del área metropolitana, con una de las problemáticas más acusadas de inmigración hacinada y sin perspectivas, con barrios depauperados, con infraestructuras míseras, sin cumplir la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con talas de árboles indiscriminados por falta de espacio y de luz en las calles, con una pérdida progresiva de patrimonio local…
Los partidos se presentan para ganar las elecciones en condiciones normales. Pero en l’Hospitalet no hay condiciones normales. Ningún partido solo, excepto quizás el que lleva 43 años gobernando, va a ganar las elecciones y ningún partido en ningún lugar se enfrenta a una situación de emergencia como la que hay aquí. O los aparatos locales de los partidos hacen ver esta situación de emergencia a las respectivas cúpulas, que de l’Hospitalet solo conocen lo que divulga la política propagandística municipal, o las consecuencias van a ser irreparables porque, los que no lo hagan, van a resultar cómplices de lo que venga. Y lo que vendrá van a ser más rascacielos en el único espacio libre del municipio (disfrazado de biopol), más bloques de pisos en los espacios que dejen libres las vías del tren, más facilidades para los artistas que vengan de fuera, no para los sufridos residentes de los barrios degradados de Collblanc, La Torrassa, Pubilla Casas, etc. Y cualquier cuestión táctica que se les vaya ocurriendo y que solo les beneficie a ellos.
Cómplices de lo que venga. No será fácil asumir la representación de los electores hospitalenses que no voten a los de siempre, si se desperdicia esta oportunidad para ir todos unidos. El gobierno municipal tan cicatero para tantas cosas es sumamente generoso a la hora de comprar voluntades. Los electores no socialistas pierden todas las elecciones pero sus concejales electos y sus partidos, se benefician del reparto de prebendas: retribuciones de más de 70.000 euros para los portavoces y cerca de 20.000 para los concejales de a pie en 2022, dinero de todos los contribuyentes que se reparten con los partidos respectivos. Será sonrojante aceptar tales cantidades en el futuro tras perder la oportunidad de sumar esfuerzos y consensuar un programa común. Muchos no podrán entender las excusas contra la unidad de acción. Muchos quedarán extraordinariamente decepcionados. Y estas decepciones, suelen ser siempre una llamada para la abstención activa.
Ha llegado el momento de que los hospitalenses de todos los partidos se planten ante sus respectivas cúpulas, les convenzan del punto de no retorno y les expliquen que, o vamos todos juntos, o perdemos la mayoría de los ciudadanos. El argumento de las cúpulas siempre remite al “ya se pactará después”, pero aquí el después no existe, porque esa ha sido la fórmula de todas las elecciones y luego, ante las mayorías absolutas o relativas pero demasiado amplias, no hay nada que pactar.
No se pedía a nadie que renunciara ni a su ideología ni a su programa. Se pide a todos que redacten un programa de mínimos, que apasione al personal para ganar las próximas elecciones municipales. Que apasione, es la única característica ganadora. Ninguna candidatura, por sí sola, va a entusiasmar. Se pide algo parecido a una “oposición de concentración” que configure un “gobierno de concentración” para la emergencia. Con todo lo que una, y nada de lo que separe, y con gente de todas las opciones representando a una ciudadanía unida contra los mercaderes. Una plataforma de ciudad, con todos los que amen a esta ciudad detrás, partidos incluidos.
No es fácil. Pero de esta necesidad son conscientes hasta los que han votado socialista en l’Hospitalet desde siempre, los que han participado del empuje del PSC a lo largo de los años. Solo hace falta tomar la iniciativa y movilizarse. Muchos vendrás detrás. Seguro.
A 193 días de las elecciones municipales cuando esto se escribe, todo parecería indicar que las cosas van a cambiar muy poco en l’Hospitalet. La última encuesta que he podido consultar, publicada en la prensa en el pasado mes de agosto, explicaba que “el PSC se muestra imbatible” y que con el 39,6% de los votos, conseguiría los mismos concejales que tiene ahora. Es decir, una nueva mayoría absoluta, a sumar a las otras ocho, de doce elecciones que se han celebrado desde 1979 en las que siempre, siempre, ha ganado el PSC.
Se diría que el l’Hospitalet que hoy tenemos lo ha hecho el PSC, que lleva gobernando, muy cómodamente, a lo largo de toda la historia de la democracia municipal, en un caso insólito si lo comparamos con el resto del área metropolitana de Barcelona. Afirmo que muy cómodamente, porque en las únicas tres elecciones donde no obtuvo mayoría absoluta hasta ahora (1979, 2011 y 2015) consiguió una mayoría consolidada de concejales (11 en 2015, 12 en 1979 y 13 en 2011, de 27) y gobernó con facilidad con Guanyem (2015), con ICV-EUiA (2011) y con el PSUC (1979). Excepto en estas primeras elecciones de 1979, donde la cosa fue más complicada, siempre marcando el ritmo, la política y las decisiones.
En 1979, l’Hospitalet ya era una ciudad extraordinariamente densa. Muchos la comparaban con Calcuta, en la India —yo escribí hace unos años un libro que se titula Acollidora Calcuta y que solo habla de l’Hospitalet. En aquellos años, el PSUC hizo bandera del problema urbano en la ciudad e hizo famoso el slogan electoral de “Ni un bloque más” que era una de las cantilenas más coreadas en las manifestaciones de vecinos durante la Transición. De aquel l’Hospitalet deshilachado y caótico, pero todavía con bastante patrimonio inmobiliario histórico y con notables espacios libres aunque desordenados, se ha pasado a este l’Hospitalet, donde los gobernantes locales en una vorágine que empezó en 1983 y que se ha acentuado gravemente desde 2008, se han comido el territorio que quedaba libre y han despreciado literalmente el patrimonio histórico de la ciudad. Ahora, aquel l’Hospitalet difícil de arreglar, excepto para gobernantes que amaran la ciudad que no ha sido el caso, se ha convertido en la ciudad más densa de Europa, en declive absoluto por lo que respecta a la satisfacción de las necesidades de sus residentes.
Y aun así, las encuestas afirman que el PSC, que ya lleva gobernando la ciudad más que los alcaldes de la dictadura —exactamente 43 años—, “se muestra imbatible”. Se diría, por lo tanto, que los hospitalenses se sienten a gusto viviendo en la ciudad más densa de Europa, con menos metros cuadrados de zona verde por habitante de todo el área metropolitana, a la cola en servicios e infraestructuras, con barrios degradados donde se hacinan crecientes oleadas de emigrantes llegados de todo el mundo con un deseo firme a tenor de los últimos estudios sociológicos realizados en la ciudad: marcharse a otras zonas más habitables en cuanto se presente la primera oportunidad. L’Hospitalet es, para ellos, no un lugar de acogida sino un simple refugio provisional hasta estabilizar su vida y su economía, para encontrar un espacio donde echar verdaderamente raíces. L’Hospitalet no parece ser su ciudad, sino una estación de tránsito provisional. De ahí que, en algunos de esos barrios de urbanismo febril y hacinamiento familiar, se produzcan los índices más considerables de abstencionismo electoral en las elecciones municipales.
Más allá del enorme conglomerado de emigración que trabaja donde puede y solo va a l’Hospitalet a dormir para poder madrugar al día siguiente, tiene que haber en la ciudad muchos ciudadanos satisfechos de ser gobernados por este PSC, porque si no, no se entienden los datos. Es verdad que ya estamos lejos de aquellos porcentajes y votos de los años 80 donde votaron a los socialistas entre 75.000 y 86.000 vecinos. En 2015 solo les votaron 31.000 vecinos, aunque en las últimas, las de 2019, les votaron 12.000 electores más: 43.696, exactamente. Es decir, entre 31.000 y 86.000 votos, es lo que el PSC local se lleva en cada elección. De modo que esos votos son los que en cada elección marcan una mayoría considerable de concejales y, en varios casos, por encima de los 35.000 votos, la mayoría absoluta.
Claro que todo esto es muy relativo, porque lo que cuenta de verdad no son los votos directos sino los porcentajes, y estos se mueven en virtud de los votos válidos emitidos. De modo que en una ciudad como l’Hospitalet, nos gobiernan por mayorías absolutas porcentuales gracias a que la participación ha fluctuado siempre en las elecciones municipales entre el 64,1%, en las de 1987 y el 46,7%, en las de 2007. Es decir, cuando más han votado en la ciudad —en las municipales—, han votado solo 2 de cada 3 vecinos con derecho al voto y cuando menos, ha votado algo menos de 1 de cada 2. Con este dato se hace fehaciente el sentimiento de pertenencia. En general, si te sientes partícipe del futuro de tu ciudad, intentas poner al frente de tu ayuntamiento a gente que te represente lo mejor posible. Si no sientes la ciudad como algo tuyo, si la sientes como algo simplemente provisional, no te muestras concernido en la elección de tus concejales. Toda la política L’H (las siglas que se vendieron como un icono de pertenencia) ha servido para lo que ha servido: la imagen no resuelve los problemas. Los problemas los resuelve la gestión.
En democracia deciden los que votan, es cierto. Y como votar no es obligatorio, los que no votan —y los que votan también— deben someterse al criterio de la mayoría. Pero una democracia donde la gente no vota, no es una democracia fuerte, consolidada, eficaz, aunque nadie se moleste en denunciarlo. En una ciudad donde solo vota un porcentaje bajo de electores, la democracia es débil y el gobierno resultante poco representativo. Cuando eso ocurre durante 43 años seguidos es que algo funciona muy mal.
Un ejemplo concreto. En las últimas municipales de 2019 el PSC fue la fuerza más votada con 43.696 votos válidos. El censo electoral ascendía a casi 177.000 personas con derecho a voto, de un total de casi 265.000 habitantes totales. Con esos resultados, el PSC obtuvo 14 concejales y mayoría absoluta. De hecho, apenas el 25% de la población que podía votar le dio al PSC la mayoría absoluta para hacer lo que le diera la gana en la ciudad durante 4 años. (Sí aplican el programa electoral, nos dirán, no hacen lo que les da la gana. Bien, discrepo de esa posible afirmación: si aplicaran el programa electoral sería comprensible. Lo cierto es que hacen mucho de lo que no aparecía en el programa y dejan de hacer mucho de lo que si aparecía…)
En las elecciones del 2019 se presentaron en la ciudad 16 candidaturas, la vez que mas. Entre todas ellas consiguieron 56.700 votos, es decir un 32% de los votos válidos frente a casi el 25% del PSC. Pues bien, en virtud de la Ley Electoral, esos 56.700 votos se convirtieron de hecho en solo 13 concejales y de las 16 candidaturas solo 5 consiguieron representación. Es verdad que en las candidaturas había de todo desde la perspectiva del arco ideológico y por lo tanto, no son votos homologables. Pero no es menos cierto que todos ellos competían con el PSC para arrebatarle la hegemonía electoral, consiguieron en conjunto más votos pero, de facto, no han podido hacer más que protestar a lo largo de los últimos 4 años. 43.696 votos han dictado la política a seguir frente a 56.700 votantes que no querían que les gobernara el PSC y frente a otros 76.500 vecinos que no se sintieron concernidos en la contienda electoral. De hecho, 44.000 ciudadanos han dictado la política de l’Hospitalet de estos últimos 4 años, repercutiendo sobre la vida de los 265.000 habitantes que ha tenido de promedio la ciudad durante este período. Y esto, este año. Cuando el PSC sacó solo 31.000 votos, pasó exactamente lo mismo. Esta ha sido hasta ahora la cruda realidad.
Resulta del todo insólito que durante más de cuatro décadas, nadie de quienes intentan hacer política en la ciudad se haya preguntado seriamente qué nos está pasando. Malo, si nadie se lo ha preguntado, pero todavía mucho peor si alguien se lo ha preguntado y no ha tratado de profundizar en el relato. La historia es muy elocuente al respecto porque en once elecciones, salvo el PSUC en 1979, ninguna candidatura que no fuera el PSC ha conseguido superar la media docena de concejales. Y quien consiguió ese número de concejales fue el PPC en 2011, es decir la derecha de la ciudad que, con los 2 concejales de la ultraderecha en esas mismas elecciones, obtuvo unas cifras de representación inauditas y que no ha conseguido superar. Con esas cifras, tanto las fuerzas nacionalistas como la derecha o la izquierda transformadora tendrían que haberse interrogado a fondo para ver que estrategia de fondo se hubiera tenido que seguir, con la vista puesta quizás no en las siguientes elecciones sino en un horizonte algo más lejano. No se hizo, y el PP jamás superó los 6 concejales, CiU jamás superó los 5 de 1991, los mismos que ERC en el 2019, Ciudadanos los 4 de 2015 y de 2019, y las fuerzas que con distintas siglas han estado a la izquierda del PSC (desde ICV hasta En Comu Podem) con excepción del PSUC en 1979, jamás han pasado de 4 concejales (los que obtuvieron en 1995).
Teniendo en cuenta la estructura de la población, que ha ido cambiando pero que se mantiene probablemente en el espectro de la clase trabajadora e inmigrada con escasos recursos económicos y una formación elemental, tanto la derecha españolista como las fuerzas nacionalistas lo tienen a priori crudo para conseguir un apoyo suficiente para gobernar con holgura. No es imposible, en línea con las coyunturas cambiantes a nivel general, puesto que en fases de crisis ideológica la derecha españolista suele hacerse fuerte y en fases de radicalismo nacionalista, tanto ERC como CiU —o lo que representa—, pueden adquirir relieve. Pero no es lo más predecible. Lo que sonaría más lógico es que una izquierda alternativa, con solvencia de cuadros y una estrategia política destinada a mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía y a revertir las políticas de clientelismo, propaganda y de depredación urbana que se ha impuesto con los años, pudiera plantearse seriamente tomar el relevo de la gobernación de la ciudad y dar esperanzas de futuro a la ciudadanía y perspectivas de reconstruir la ciudad.
Nada es gratuito. L’Hospitalet jamás fue una ciudad consolidada en la organización de la rebeldía civíca. Se llegó a la Transición un poco a remolque de la eficacia organizativa de los principales municipios del Baix Llobregat. Se trabajó intensamente entre 1976 y 1979 con mucho talento político colectivo y mucha práctica reivindicativa en la calle, pero todo declinó en 1980 con la ruptura del PSUC y la deriva institucionalista que adquirió la parte más lúcida del eurocomunismo hospitalense. Era normal que la debacle hundiera las perspectivas de los años inmediatos y que se pasara de 11 concejales a 2 entre 1979 y 1983. Lo que ya cuesta más de digerir es que en 1987 y 1991 se sacarán 3 concejales; en 1995, solo 4; en 1999, 1; en 2003, 3; en 2007 y 2011, 2; en 2015 y en 2019, otros 3 con siglas distintas…
Una parte importante del resultado es la poca afinidad demostrable del votante hospitalense, pero no me podrán negar que buena parte del problema radica en la alternativa. Y de la alternativa les quisiera hablar en el próximo artículo de esta serie. Hasta entonces.
Hace un par de días aparecía en la prensa la noticia de que el Ayuntamiento de l’Hospitalet estaba dispuesto a competir con unas cuantas capitales de provincia españolas para que la ciudad fuera la sede de la Agencia Espacial española, una delegación de la Nasa europea que el gobierno central quiere ubicar fuera de Madrid para descentralizar actividades de cierto calado. El último pleno municipal de octubre aprobó de urgencia presentar la candidatura con la única abstención de los concejales de ERC, poniendo de relieve que a casi nadie le disgusta que l’Hospitalet compita con Sevilla, con León, con Palencia, con Ciudad Real, con Huelva, con Teruel, que son capitales de provincia —todas ellas con menor población que l’Hospitalet excepto la primera— además de con las principales islas canarias (Gran Canaria y Tenerife) y los municipios de Tres Cantos, San Javier, Cebreros, Yebes, Cabanillas, Robledo, Puertollano o Elche —que en su mayoría tienen mucha menos población que algunos de los barrios hospitalenses más poblados.
Las condiciones para ser sede de la agencia espacial tienen en cuenta la posición estratégica (cerca de un aeropuerto internacional y de una línea del AVE) y contar con un espacio superior a les 3.000 metros cuadrados disponibles para esa infraestructura. L’Hospitalet parece tenerlo todo, especialmente una vocación megalómana, de la mano de su principal instigadora, la alcaldesa Marín, que quiere codearse con todas las élites posibles. Tiene de todo excepto, por ejemplo, los mínimos metros cuadrados de espacio verde por habitante que recomienda la OMS (la OMS recomienda entre 10 y 15 m2/hab y l’Hospitalet apenas llega a 4). Es decir, para la Agencia Espacial el ayuntamiento va a buscar 3.000 metros cuadrados libres, pero para sus habitantes ha sido, es y será incapaz de conseguir las zonas verdes que necesitan para poder vivir con dignidad civil y calidad sanitaria. Pero eso no es todo.
El ayuntamiento no encuentra, porque no existe, espacio libre para construir polideportivos (planeaba cargarse un parque en Santa Eulalia para ubicar un polideportivo que reclama el barrio, un hecho insólito que no se recuerda en ningún otro municipio del país), ni espacio libre para ubicar una urgente nueva escuela en La Torrassa, ni un edificio público en condiciones para instalar una biblioteca que ha cerrado también en Santa Eulalia. Va a buscar 3.000 metros cuadrados para la Agencia Espacial pero ha sido, es y será incapaz de dotar a la ciudad de un teatro municipal en condiciones en una zona céntrica (hay uno en Collblanc en un lugar recóndito), de modo que las escuelas que quieren organizar un acto de fin de curso se ven obligadas a solicitar un teatro en Cornellá e incluso en Sant Joan Despí porque en su ciudad no existen esas infraestructuras. En cambio, para el Cirque de Soleil el Ayuntamiento ha tenido espacio, cediéndole casi 20.000 metros cuadrados para que pueda desarrollar sus espectáculos; para el grupo Planeta Formación, un edificio entero donde estaban los antiguos juzgados, con casi 11.000 metros cuadrados para la enseñanza privada, etc.
Pero como que, en definitiva, esta política de escaparate sin fin no le provoca desgastes y solo una epidemia de náuseas a los que lamentan esta destructiva hipoteca del suelo municipal y del escasísimo patrimonio público, ya se han ofrecido al Hermitage para que ubiquen el Museo que no quiso Barcelona en la antigua fábrica Godo y Trias (otros 15.000 metros cuadrados); hace cuatro días ofrecieron las instalaciones públicas de la antigua fábrica Albert Germans (casi 2.000 metros cuadrados) para un centro de formación de Renfe y ahora preparan la candidatura para la delegación española del espacio.
Estos son los últimos capítulos de esa deriva megalómana. Porque lo cierto es que se inició con la cesión de 240.000 metros cuadrados para la ampliación de la Fira de Barcelona en terrenos municipales hace ya unos cuantos años, que se verá ampliada con otros 60.000 metros cuadrados más en 2024, la participación municipal en la sociedad Fira 2000 que hasta ahora solo ha traído a las arcas municipales gastos permanentes y, ya más recientemente, un par de propuestas extemporáneas cuyo alcance todavía resulta incierto aunque cada vez más turbador: el proyecto de distrito cultural en las naves abandonadas del polígono industrial de la Carretera del Mig y allí donde se puede ofrecer suelo barato a galeristas, artistas de vanguardia y productores varios y el proyecto del biopol sanitario estrechísimamente vinculado al desarrollo del último espacio especulativo de gran alcance que le queda al municipio, entre el nus del Llobregat y el hospital de Bellvitge a ambos lados de la autovía.
La pregunta obvia es qué gana la ciudad con todos esos proyectos externos y toda esa cesión de metros cuadrados a negocios que no persiguen ningún beneficio objetivo para la ciudadanía hospitalense, como no sea un beneficio subsidiario (poder ir al estreno del Cirque de Soleil antes que nadie, tener unas cuantas becas en Planeta-Formación y los ingresos del canon que pueden garantizar los gastos crecientes del presupuesto municipal, entre ellos los sueldos astronómicos que cobra el equipo de gobierno y el resto del Consistorio).
La otra gran pregunta, no tan obvia, pero del todo imprescindible es qué gana el equipo de gobierno con todo este aparataje entre programático y propagandístico. Porque si esa política no va dirigida a beneficiar a la ciudadanía, ni a beneficiar a la ciudad infraestructuralmente y en cambio, apuesta decididamente por una hipoteca del desarrollo futuro de l’Hospitalet, ya que el patrimonio cedido estará en manos privadas durante décadas, solo puede tener una explicación: beneficia en exclusiva a quienes la promueven.
Hay un beneficio objetivo que tiene mucho que ver con la megalomanía: haciendo cosas grandes con las élites, acabas convirtiéndote en élite, codeándote con la élite, compartiendo honores con la élite y sintiéndote como si vieras el mundo desde arriba. Esto, para gente que lo único que ha hecho en la vida ha sido apuntarse oportunamente a un partido e ir escalando posiciones hasta la cúpula, tiene que dar una cierta sensación de vértigo y el equívoco de considerarte muy inteligente o muy hábil, o las dos cosas al tiempo. Pero el otro beneficio resulta mucho más viscoso, porque lo cierto es que en todas estas operaciones de proyectos inmobiliarios y cesiones de derechos y de espacios, suele moverse muchísimo dinero. Y este no es precisamente un país donde están proscritos los vicios económicos.
Me hizo pensar en esta parte del beneficio oculto, un ladillo destacado y un párrafo entrecomillado y con negritas, de una crónica que publicó el sábado día 5 un digital conservador: «Es el gran pelotazo que preparamos. Queremos hacer de Hospitalet la capital europea de la biomedicina del sur de Europa». Ponían esta frase pronunciada desde el ayuntamiento de la ciudad, para explicar el bioclúster Innovación y Salud que impulsa el Ayuntamiento de la mano de la Generalitat y los profesionales sanitarios del Hospital de Bellvitge, el Duran y Reynals, Sant Joan de Déu, además de unas cuantas universidades, algunos laboratorios, centros de excelencia y hospitales de media Europa. Una zona de 23.000 metros cuadrados más al servicio del negocio, en los que se invertirán 50 millones de euros, que se pondrá en marcha el año que viene y que producirá 700 puestos de trabajo. O eso dicen.
La crónica citada no tenía desperdicio porque apuntaba claramente en una dirección y lo decía expresamente: “El Ayuntamiento de la localidad, limítrofe con la capital catalana, desarrolla una estrategia que pasa por reivindicar todos los proyectos que rechaza Ada Colau”. Y ponía como ejemplo el distrito cultural, donde los productores huyen de los alquileres de Barcelona y del 22@ y l’Hospitalet les ofrece mucho suelo, muy barato y con ayudas fiscales; los hoteles de lujo que Barcelona postergaba y que l’Hospitalet acogió sin demora o los proyectos del Hermitage o del Cirque de Soleil. Todo ello para poner el dedo en el ojo de Colau, ahora que se acercan las elecciones, con los socialistas en Barcelona queriendo sacar tajada de la mojigatería de los Comuns. Una estrategia extraña, teniendo en cuenta que la señora Marín puede que saque mayoría absoluta en su ciudad pero puede que no y que, aunque gane, con quien mejor lo tendrá para gobernar será precisamente con los Comuns de su pueblo. Porque para gobernar con ERC, tendrá que comerse algunos sapos, entre ellos a su cabeza de lista Jaume Graells, el sapo mayor que la acompañaba en la lista socialista del 2019 y que tiene que conocer unas cuantas interioridades divertidas…
De modo que ese gesto contra la Colau (un favor a Collboni) es un poco feo para los Comuns hospitalenses, aunque ya se sabe que la política local hace buenos compañeros de cama siempre que se duerma con una pinza en la nariz.
El caso es que hablar de pelotazo desde el Ayuntamiento o una de dos: o resulta una indiscreción lamentable o demuestra una impunidad sorprendente. En cualquiera de los dos casos pone de manifiesto que la estrategia política de los socialistas hospitalenses piensa en cualquier cosa excepto en beneficiar a la ciudad y a sus ciudadanos. Esto que se ve desde estos modestos anteojos de quien escribe, lo tienen que ver los que se dedican a la política local en la ciudad, que tendrían que estar haciendo malabares para intentar—por lo menos intentar—, derrotar a la candidatura socialista que ha demostrado sobradamente que no tiene política ciudadana, que lo único que le interesa es el escaparate público aunque para ello tenga que hipotecar el patrimonio, comerse el suelo libre y vender el suelo infrautilizado a precio de saldo para que hagan negocio aquellos que podrían hacer negocio en Barcelona pero a los que la señora Colau les pone firmes.
No otra cosa es ese invento del distrito cultural: mucho suelo, suelo barato y prebendas bajo la excusa de la cultura, aunque ya es sabido que la cultura le importa una higa a este equipo de gobierno que es capaz de cerrar una biblioteca y que no proyecta las infraestructuras culturales que la ciudad necesita, ni el soporte técnico y administrativo que la debería impulsar. No otra cosa es el bioclúster: puro negocio inmobiliario con la excusa de la investigación científica en una ciudad que lo que necesita con urgencia es más verde y menos cemento. No otra cosa es el Hermitage (uno de sus impulsores en Barcelona, el socialista Xavier Marcé, es un hospitalense histórico), otro proyecto que en Barcelona tenía un trasfondo inmobiliario y que en l’Hospitalet es una incógnita por el espacio en el que se podría instalar. Iniciativas que tienen una apariencia de ingenio y atrevimiento pero que en el fondo solo muestran escaparate y beneficio.
No puede extrañar entonces que, en un reciente estudio diseñado por Foment de la Informació Crítica de l’Hospitalet y realizado con estudiantes del Institut Can Vilumara sobre el barrio de La Florida, se ponga de manifiesto que el 85% de los jóvenes que allí habitan proyecten marcharse en cuanto puedan. Ese es el rasgo característico del vecino de la ciudad: huir de l’Hospitalet si hay alguna oportunidad. Lo se porque docenas de amigos de mi generación ya no viven allí donde compartimos tantos momentos, en general, todos aquellos que buscaban mejor calidad de vida que la que la ciudad les ofrece. El amable sello de la acollidora que con la LH quería ser un rasgo distintivo de la segunda ciudad de Catalunya, debería complementarse con esa ciudad del pelotazo que ellos mismos confiesan y cuyo objetivo es hacinar a los que no puedan marcharse y expulsar a los que tengan mejores horizontes. Esta es la política auténtica del equipo de gobierno: hacer imposible otro futuro colectivo que no sea el de ellos y el de sus familias. Lejos de l’Hospitalet cuando toque, naturalmente.
Presentació de l’estudi «Ser jove a la Florida: desitjos i mancances»
Només un 17% dels joves entre 14 i 16 anys residents al barri més dens de l’Hospitalet “tenen la intenció de quedar-se a viure en el futur”, segons les conclusions de l’estudi “Ser jove a La Florida: desitjos i mancances”, realitzat per alumnes del grau superior d’Integració Social de l’IES Vilumara sota el patrocini de l’associació Foment de la Informació Critica (FIC) de l’Hospitalet
Una de les causes assenyalades del poc arrelat sentit de pertinença és que un 45% de les persones enquestades tenen seriosos problemes econòmics a casa, circumstància que condiciona la baixa implicació i participació social al barri.
De les enquestes realitzades es va obtenir un total de 140 vàlides, un 52% dones i un 48% homes, quantitats molt elevades tenint en compte que el qüestionari tenia a prop de 100 preguntes i que es va enquestar aproximadament a un terç del total de joves de 3r i 4t d’ESO de La Florida-Les Planes.
El 33% dels joves no realitza cap activitat de lleure per motius econòmics i cal “reflexionar sobre el grau de masculinització dels entorns d’oci, ja sigui per la tipologia d’esports que s’ofereix, per la relació entre nois i noies, o bé per la desigual permissivitat que poden rebre per part de les famílies”
El grup objecte d’estudi representa menys d’un 11% dels 29.000 habitants de La Florida, amb una alta incidència d’abandonament escolar, doncs només tres quartes parts de la població ha obtingut el títol de l’ESO i un 36% de persones no tenen cap tipus d’estudis.
Cal un millor enllumenat: bona part de les dones joves manifesten que quasi cada dia presencien accions o situacions conflictives i/o violentes, així com que se senten molt poc segures i vulnerables quan caminen soles al vespre o ben entrada la nit pel carrer.
L’Ajuntament s’ha compromès a tenir en compte els resultats obtinguts per tal de satisfer les necessitats detectades del jovent de La Florida, així com proporcionar recursos i serveis més adients.
Una de les singularitats de la recerca ha estat que l’alumnat de l’IES Vilumara ha pogut arribar a una dimensió crítica de la realitat ancorada en l’experiència i, sobretot, en el sentir-se jove, com un dels seus objectes d’estudi i anàlisi, utilitzant com a mètode de treball l’aprenentatge i servei.
L’informe fa palès “un conjunt de dades que posen l’alerta sobre la importància d’afavorir una cultura lliure de masclismes i unes polítiques veritablement interculturals (no només multiculturals).
La recerca també fa una alerta específica sobre el patiment de les dones amb distintius religiosos, probablement les més afectades per aquesta discriminació —que ens atrevim a titllar d’islamòfoba—.
Una de les conclusions de l’estudi apunta a l’escàs coneixement en el tractament de residus que tenen els joves “en una època en què l’empremta ecològica està posant en crisi la sostenibilitat del planeta”.
Molt poques persones coneixen recursos de salut mental tot i haver manifestat patiment psicològic en els darrers anys de pandèmia, cosa que convida a pensar que caldria activar alguna campanya —que es podria fer dins l’àmbit escolar— que posi de manifest aquests recursos per tal que la gent jove sàpiga on adreçar-se en cas de necessitat.
Resum de l’estudi a càrrec de Juana Ibáñez, antropòloga i membre de la Junta Directiva de FIC
El 45% dels joves entre 14 i 16 anys que viuen al barri de La Florida de l’Hospitalet tenen seriosos problemes econòmics a casa, circumstància que condiciona la baixa implicació i participació social al barri i un sentit de pertinença molt poc arrelat. Aquesta és una de les raons de que només un 17% d’aquests joves tinguin “la intenció de quedar-se a viure al barri en el futur”, segons les conclusions de l’estudi Ser jove a la Florida: desitjos i mancances, sobre la percepció que té el jovent de 3r i 4t d’ESO resident de La Florida-Les Planes, a L’Hospitalet. Una recerca que han realitzat alumnes de l’IES Vilumara del grau superior d’Integració Social en un projecte d’aprenentatge i servei promogut i dirigit per l’associació Foment de la Informació Critica (FIC).
La dada que el 83% dels joves enquestats volen marxar a viure a un altre lloc que no sigui La Florida és un dels tocs d’alerta que caldria remetre als responsables municipals que, d’altra banda, s’han compromès a tenir en compte els resultats obtinguts per tal de satisfer les necessitats detectades pel jovent d’aquest barri, així com proporcionar recursos i serveis més adients. El grup objecte d’estudi representa menys d’un 11% dels 29.000 habitants del barri, amb una alta incidència d’abandonament escolar, doncs només tres quartes parts de la població ha obtingut el títol de l’ESO i un 36% de persones no tenen cap tipus d’estudis. De les enquestes realitzades es va obtenir un total de 140 vàlides, essent un 52% contestades per dones i un 48% per homes, quantitats molt elevades si considerem que l’enquesta tenia a prop de 100 preguntes i que es va enquestar aproximadament a un terç del total de joves de La Florida-Les Planes.
Inicialment, l’objecte de l’estudi era conèixer “quines necessitats, percepcions i desitjos tenen les persones joves del barri de la Florida i quins efectes ha tingut la pandèmia en la seva salut mental”, de manera que l’alumnat de l’IES Vilumara va engegar el treball a partir d’aquest enunciat, tenint en compte alhora que la intenció no era pas convertir-se en un estudi exhaustiu de la dades obtingudes sinó posar de manifest “allò rellevant per al jovent que habita el barri”. A més de les dades quantitatives, l’alumnat del grau superior d’Integració Social ha arribat a la conclusió que el barri de La Florida “és més insegur que segur, més intranquil que tranquil, més incòmode que còmode, però més agradable que desagradable. Més sorollós que silenciós, més descuidat que cuidat, massificat abans que fluid, però més solidari que insolidari. Veiem, per tant, que el barri és complex, i que tot i els aspectes que clarament consideren millorables, també destaquen aspectes positius que pagaria la pena tenir presents i seguir potenciant”.
Alumnes de 3r i 4t de l’ESO de La Florida-Les planes revisant el qüestionari que forma part de l’enquesta
Segons opina l’alumnat que ha fet el treball, tot no és negatiu i “cal potenciar allò que espontàniament ha sorgit en el comportament i en la manera de relacionar-se entre els residents de La Florida”, com és “la solidaritat que el jovent detecta entre les veïnes i veïns del barri”. Per això es precisa en les conclusions de l’informe que “és interessant partir de les potencialitats i no tant de les mancances a l’hora de dissenyar una intervenció eficaç”.
L’informe fa palès també “un conjunt de dades que posen l’alerta sobre la importància d’afavorir una cultura lliure de masclismes, unes polítiques veritablement interculturals (no només multiculturals) i també fa una alerta específica sobre el patiment de les dones amb distintius religiosos, probablement les més afectades per aquesta discriminació —que ens atrevim a titllar d’islamòfoba—”. En el mateix àmbit femení, es constata que cal un millor enllumenat de carrer, doncs bona part de les dones joves manifesten que quasi cada dia presencien accions o situacions conflictives i/o violentes, així com que se senten molt poc segures i vulnerables quan caminen soles al vespre o ben entrada la nit pel carrer. Les autores de l’estudi afirmen que cal “reflexionar sobre el grau de masculinització dels entorns d’oci, ja sigui per la tipologia d’esports que s’ofereix, per la relació entre nois i noies, o bé per la desigual permissivitat que poden rebre per part de les famílies”.
Altres de les conclusions de l’estudi destaquen l’escàs coneixement en el tractament de residus entre els joves, qüestió aquesta que l’alumnat que ha fet l’estudi considera clau “en una època en què l’empremta ecològica està posant en qüestió la sostenibilitat del planeta” i on resulta “cabdal garantir que la ciutadania disposi dels coneixements bàsics per evitar empitjorar la realitat ecològica”. També molt poques persones de les enquestades coneixen recursos en salut mental tot i haver manifestat patiment psicològic en els darrers anys de pandèmia, cosa que convida a pensar en activar alguna campanya —que es podria fer dins l’àmbit escolar— que posi de manifest aquests recursos per tal que la gent jove sàpiga on adreçar-se en cas de necessitat.
En relació a l’educació, l’alumnat de l’IES Vilumara assenyala com a important “la manca de formació relacionada amb la salut sexual i reproductiva, amb l’ús recreatiu i problemàtic de substàncies psicoactives o amb temes relacionats amb el racisme o el masclisme. Sense afavorir la formació en aquests temes, encara que no siguin curriculars, difícilment l’escola servirà per prevenir tots els danys que la desinformació de tot això pot ocasionar”. Altres de les dades en què l’alumnat investigador ha posat l’accent, és el 33% dels joves enquestats que no realitzen cap activitat de lleure per motius econòmics dada que, d’acord amb la valoració que es fa a l’informe, necessita d’una atenció immediata per part de les autoritats municipals, atès que han constatat que, a més a més dels motius econòmics, la majoria de les respostes insatisfactòries en relació a l’esport o a l’ús de les instal·lacions i opcions d’oci al barri, provenien principalment de les dones. Aquesta circumstància porta a les autores de l’estudi a “reflexionar sobre el grau de masculinització dels entorns d’oci, ja sigui per la tipologia d’esports que s’ofereix, per la relació entre nois i noies, o bé per la desigual permissivitat que poden rebre per part de les famílies”.
Gènesi d’un projecte d’aprenentatge i servei
Aquest projecte delimità com a objecte d’estudi la integració social en el barri de La Florida i Les Planes dels seus joves residents, seleccionant com a univers de la mostra l’alumnat de 3r i 4t de l’ESO d’instituts del districte V: l’IES públic Pedraforca i l’IES privat-concertat Balaguer. Es va estendre la mostra a l’alumnat de l’IES Fax, que és un centre concertat de Can Serra perquè part de l’alumnat viu a la Florida i podia donar un marge comparatiu entre els barris.
Just després de la pandèmia, a la tardor de 2020 i arran d’una iniciativa de l’Angèlica Arranz (vicepresidenta de FIC), que alhora ha estat la seva coordinadora, l’associació Foment de la Informació Crítica es plantejà engegar un projecte d’aproximació de joves estudiants de diferents barris i edats de l’Hospitalet, sota la cobertura del mètode Aprenentatge-Servei (APS) i amb els objectius genèrics de l’associació de facilitar, des d’una perspectiva crítica, l’anàlisi de la informació i l’avaluació de la qualitat dels mitjans de comunicació. La finalitat d’aquesta iniciativa consistia en oferir eines i mecanismes entre el jovent de la ciutat per possibilitar, entre altres coses, la discriminació de la informació periodística veraç, les fake news o la redirigida de contingut propagandístic o de consum.
L’alumnat de 3r i 4t de l’ESO de l’IES públic Pedraforca amb l’Angèlica Arranz, la viscepresidenta de FIC
La singularitat que caracteritzà aquest projecte va ser que l’equip d’investigació va estar format exclusivament per joves alumnes de l’IES Vilumara del grau superior d’Integració Social. Singularitat que, d’acord amb les pretensions de FIC, hauria de permetre donar una mirada particular i un èmfasi especial a la investigació pel fet de ser jove per una banda, i establir una connexió generacional propera entre els diferents joves, per l’altra. Es tractava d’arribar a una dimensió crítica d’aquesta realitat ancorada en l’experiència i, sobretot, en el sentir-se jove, utilitzant com a mètode de treball el d’aprendre i fer alhora servei, com ja s’ha dit.
Les membres de la Junta Directiva de FIC Angèlica Arranz i Ana Rodríguez van arribar a un acord per conveniar aquesta iniciativa amb el comissionat de l’alcaldia de l’Hospitalet al Departament d’Ensenyament, Lluís Esteve. D’igual manera van establir les col·laboracions necessàries dels equips docents de l’IES Vilumara, Pedraforca, Balaguer i Fax amb FIC, per tal de dissenyar la participació específica de cadascun d’aquests interlocutors. Cal assenyalar que, des que van conèixer aquesta proposta, els equips docents dels IES Pedraforca, Balaguer i Fax es van convertir en un suport imprescindible per a la seva posada en marxa, facilitant i oferint tot allò que estava al seu abast. Sense aquesta predisposició hagués estat molt difícil realitzar aquesta recerca.
Analitzar, contrastar i verificar la informació
D’aquesta manera, es va programar la intervenció de FIC per a aquesta investigació a dos nivells: un primer format tipus xerrada-col·loqui impartit a l’alumnat del grau d’integració social de l’IES Vilumara, en aquest cas l’alumnat investigador, on es va treballar sobre els mitjans de comunicació formals i informals actuals i sobre el codi ètic i legal de cadascun d’ells. Paral·lelament es van recollir les seves impressions, els mecanismes d’actualitat amb els que s’informaven i els de verificació de la informació que utilitzaven i disposaven, així com els mitjans a partir dels quals els arribava la informació local o general, quines eren les xarxes socials mitjançant les quals rebrien la informació que els semblava més fidedigna, quins eren els elements que tenien com a ciutadanes per avaluar la qualitat de la informació rebuda i quins mecanismes de verificació feien servir per donar rang de veracitat o falsedat a una noticia. Totes aquestes qüestions, imprescindibles si l’alumnat investigador havia de treballar amb dades publicades i, especialment, amb dades obtingudes de la seva pròpia recerca. Van ser un total de sis sessions impartides durant el primer trimestre del curs 2021-22 pels periodistes i membres de la Junta Directiva de FIC: Juan Carlos Valero, Jesús Vila i Luis Berbel. Tots ells van proporcionar les bases teòriques per analitzar, contrastar i verificar la informació obtinguda.
El segon nivell va consistir en sessions de caire més pràctic, de coneixement de les eines que s’aplicarien al llarg de la recerca, on la psicòloga Ana Rodríguez i l’antropòloga Juana Ibáñez van compartir mètodes de treball en grup i tècniques d’estudi amb l’alumnat per tal que poguessin dissenyar el marc on anaven a realitzar la seva feina. Per tant, durant el segon trimestre del curs acadèmic 2021-2022 es va practicar amb el maneig de les diferents elaboracions i realitzacions d’enquestes, qüestionaris, anàlisis estadístics i de documentació, entrevistes individuals i col·lectives, etc. Si es partia d’una investigació sobre el barri de La Florida-Les Planes per avaluar el grau d’integració social dels seus joves, així com de la utilització que fan dels serveis públics dels quals disposen, del coneixement que tenen de la ciutat on habiten i de les seves necessitats i inquietuds, era necessari que, a més de tenir un coneixement empíric del territori, és a dir del barri —de les seves dades socials i econòmiques, dels programes i serveis socials, del pla integral de les Planes-Blocs Florida, de les entitats ubicades en la seva demarcació, dels projectes de millora i desenvolupament, dels diferents professionals públics que hi treballen, etc— es tenia que disposar d’un mètode de treball en grup i de les tècniques d’investigació adients per aconseguir els objectius plantejats, que no eren altres que conèixer la realitat a estudiar i entendre el per què del comportament i els desitjos d’aquests joves de La Florida.
Des de FIC, amb la implementació d’aquests dos nivells, es tenia clar que la recerca s’havia de desenvolupar aplicant i diferenciant el mètode periodístic del mètode de les Ciències Socials i, així es va fer.
Intercalat entre les sessions d’aquests dos nivells de participació de FIC, Roser Batlle, impulsora del mètode Aprenentatge-Servei (APS), va donar una conferència als alumnes del grau d’Integració Social sobre les seves característiques d’actuació, cosa que els va proporcionar un context innovador des del punt de vista metodològic.
Enquesta-qüestionari de quasi 100 preguntes
Paral·lelament a la feina que van realitzar els i les professionals de FIC en aquests dos nivells, l’equip docent de l’IES Vilumara, en concret el professor responsable d’aquest grau d’Integració social, Enric Olartecoechea, va impartir el programa que corresponia al curs amb els continguts teòrics d’aquest grau específic i va tutoritzar i supervisar el desenvolupament gradual del treball dels seus alumnes. Això va facilitar, no només disposar d’un cos teòric per portar a terme una investigació en ciències socials centrada en temes d’integració, sinó que també va facilitar progressivament el coneixement previ i la selecció de les dades disponibles i publicades del territori a estudiar, sense perdre la visió crítica de la informació obtinguda.
Durant aquest tercer trimestre del curs, l’alumnat investigador del projecte va elaborar i dissenyar una enquesta-qüestionari de quasi 100 preguntes que van aplicar utilitzant les tècniques grupals amb els alumnes de 3er i 4t d’ESO dels IES Pedraforca, Fax i Balaguer.
Angelica Arranz (centre) coordinadora del projecte i membre de la junta directiva de FIC, flanquejada per altres membres de FIC i el professor tutor de l’estudi Enric Olartecoechea
S’ha fet un bon aprofitament dels mètodes de treball en grup i de les tècniques d’investigació que, junt amb els conceptes teòrics impartits dintre del programa del grau acadèmic, ha portat a un disseny de l’enquesta que, d’acord amb la perspectiva de la recerca, ha estat “articulat a partir de diferents tipus d’escales. Hem utilitzat les escales d’estimació per indicar el grau d’implicació, de satisfacció i la valoració que es dona a diferents espais o situacions. Les escales d’apreciació s’han emprat per conèixer el grau de satisfacció sobre condicions del barri, espais, etc. Les escales de distància social s’han fet indirectament amb les preguntes sobre dificultats econòmiques, diversitat funcional, gènere, racialització, etc. El diferencial semàntic ha estat útil per descriure el barri i la convivència veïnal. En darrer lloc, les escales de Likert per valorar el grau d’acord i desacord del jovent”.
També van confeccionar un model d’entrevista per realitzar a persones influents i coneixedores de la temàtica juvenil així com a entitats arrelades a La Florida, com l’Esplai i la Biblioteca municipal, aquesta última com a espai o lloc principal d’estudi del 70% dels joves enquestats, tal com així es va poder comprovar a travès de l’enquesta. Dues entitats amb trajectòries i experiències molt relacionades amb les característiques pròpies del barri.
A partir de les tècniques emprades van obtenir, van processar, van seleccionar, van tabular i van ordenar les dades i la informació necessàries per tal de redactar l’informe final de la seva investigació.
Aquest magnífic informe que sota el títol Ser jove a la Florida: desitjos i mancances(Estudi sobre la percepció que el jovent (14-16 anys) resident de La Florida, L’Hospitalet de Llobregat, manifesta sobre el seu barri), es va presentar, en acabar el curs acadèmic 2021-2022, davant el Comissionat de l’alcaldia de l’Hospitalet al Departament d’Ensenyament, el president i la Junta Directiva de FIC, la representant del mètode Aprenentatge-Servei, la coordinadora del Projecte, el professor tutor del grau i part de l’equip docent de l’IES Vilumara, entre d’altres.
Aclamació unànime a la presentació de l’estudi
Les investigadores a càrrec de la presentació dels resultats de la recerca van aconseguir l’aclamació unànime de les persones presents a la sala, no només per la seva frescor i l’amenitat expositiva, sinó també per la solidesa de les conclusions tretes que evidencien el bon diagnòstic de la realitat estudiada i per la mirada jove i crítica amb què van exposar les seves conclusions, aspecte aquest últim que va corroborar la pretensió inicial de FIC que l’equip investigador havia d’estar composat exclusivament per joves. És aquesta mirada juvenil la que al final de la introducció de l’informe permet assenyalar que “l’impacte d’aquesta investigació compta amb el compromís de l’Ajuntament a l’hora d’elaborar les accions dels plans de barri. En altres paraules: l’administració local s’ha compromès a tenir en compte els resultats obtinguts per tal de satisfer les necessitats detectades del jovent de la Florida, així com proporcionar recursos i serveis més adients”. L’alumnat investigador, durant la seva locució, vainsistir sobre aquest aspecte davant del representant i portaveu municipal, en el sentit de deixar ben clar que aquest compromís era un deute inexcusable i que no podia acabar com bona part de les promeses dels polítics que mai arriben a complir-se.
En la introducció d’aquest informe s’exposa que el repte de partida per iniciar la investigació va ser aquell que va transmetre l’Ajuntament de l’Hospitalet per observar “quines necessitats, percepcions i desitjos tenen les persones joves del barri de la Florida i quins efectes ha tingut la pandèmia en la seva salut mental”, de manera que es va engegar el treball a partir d’aquest enunciat, però manifestant al mateix temps que la intenció no era pas fer un estudi exhaustiu de la dades obtingudes sinó d’“allò que calia ser considerat més rellevant per al jovent que habita el barri”.
S’ha de tenir en compte que la mostra de població es centrava en gent jove del barri compresa entre els 14 i 16 anys i, tenint present que aquest segment representa menys d’un 11% de la població total del barri propera als 29.000 habitants, es posa de relleu que no és un sector precisament majoritari. No obstant això, no es pot perdre de vista que La Florida és un dels nuclis amb més densitat de població per metre quadrat d’Europa, la qual cosa indica que tot i no ser un segment majoritari de població, les condicions de vida d’aquests joves no són les més adients per garantir el seu desenvolupament personal, com es corrobora al llarg de l’informe en base a les dades obtingudes. Si a aquesta singularitat afegim que es tracta d’un barri que presenta una alta incidència d’abandonament escolar, que només tres quartes parts de la seva població ha obtingut el títol de l’ESO i que un 36% de persones no tenen cap tipus d’estudis, ens trobem davant d’una realitat social i per tant d’un barri concret que, d’acord amb el redactat de l’informe que tenim entre mans, “és més insegur que segur, més intranquil que tranquil, més incòmode que còmode però més agradable que desagradable. Més sorollós que silenciós, més descuidat que cuidat, massificat abans que fluid, però més solidari que insolidari; veiem, per tant, que el barri és complex, i que, tot i els aspectes que clarament veuen com a millorables, també destaquen aspectes positius que valdria la pena tenir presents i seguir potenciant”.
Valoració que obre les portes a treballar en la línia de continuar no sols millorant allò que és precari o deficitari sinó, més important encara, potenciar tot allò que espontàniament ha sorgit en el comportament i en la manera de relacionar-se’n entre els residents de La Florida, com és “la solidaritat que el jovent veu entre les veïnes i veïns del barri”. Per això es puntualitza en les conclusions de l’informe que “és interessant partir de les potencialitats i no tant de les mancances a l’hora de dissenyar una intervenció”.
Enquesta a un terç del total de joves de La Florida
L’alumnat investigador tenia clar que davant el volum de persones joves que habiten el barri, el temps que disposaven per realitzar el treball i treure resultats, era obvi que tenien que optar per el mètode quantitatiu que proporciona la tècnica de l’enquesta. Per això es van centrar principalment en l’elaboració d’una enquesta amb un ventall de preguntes que possibilités arribar, si més no, a la majoria d’aspectes que els interessava conèixer d’aquests. Posteriorment van ser conscients que alguns aspectes prou importants i significatius no havien quedat coberts i van tenir que ampliar aquesta enquesta amb preguntes dirigides als àmbits de “l’urbanisme feminista, la salut mental, l’educació en drogues, la sexualitat i l’accessibilitat”. Ampliació de temes que els va brindar els coneixements per tal d’exposar claríssimament que “en relació a l’educació, ens sembla important assenyalar la manca de formació relacionada amb la salut sexual i reproductiva, amb l’ús recreatiu i problemàtic de substàncies psicoactives o amb temes relacionats amb el racisme o el masclisme. Sense afavorir la formació en aquests temes, encara que no siguin curriculars, difícilment l’escola servirà per prevenir tots els danys que la desinformació de tot això pot ocasionar”.
Moment de la realització de l’enquesta supervisat per la coordinadora Angèlica Arranz, de FIC
De les enquestes realitzades es va obtenir un total de 140 vàlides, essent un 52% respostes per dones i un 48% per homes, quantitats molt elevades si recordem que l’enquesta tenia a prop de 100 preguntes i que es va enquestar aproximadament a un terç del total de joves de La Florida. “Aquestes enquestes van ser creades amb el propòsit d’extreure dades reals de la percepció, els desitjos, les necessitats i l’estat del barri. A partir del buidatge d’aquestes enquestes, esdevé possible tenir una idea força acurada de la percepció de la població més jove del barri”.
La meitat tenen problemes econòmics a casa
Alhora de treballar amb les dades obtingudes de les enquestes realitzades, una vegada aquestes van estar classificades, tabulades, contrastades i ordenades, l’anàlisi dels resultats es va fer creuant les diferents variables (persona racialitzada o no, gènere, situació econòmica familiar, diversitat funcional, lloc de naixement…) que va portar a una de les primeres conclusions relacionades amb el fet que al voltant del 45% de les persones enquestades tenien seriosos problemes econòmics a casa i que aquesta circumstància condicionava d’alguna manera la baixa implicació i participació social al barri, la qual cosa desembocava en un sentit de pertinença molt poc arrelat.
És significatiu i desolador la dada obtinguda que només un 17% d’aquests joves “tenen la intenció de quedar-se a viure al barri en el futur”, dit d’una altra manera, el 83% dels joves enquestats de La Florida volen marxar a viure a un altre lloc.
Manca d’enllumenat
Malgrat que a l’informe s’exposa que els i les joves enquestats no consideren que al barri la delinqüència sigui un problema real, bona part de les dones joves manifesten que quasi cada dia presencien accions o situacions conflictives i/o violentes, així com que se senten molt poc segures i vulnerables quan caminen soles de nit o al vespre pel carrer, és per aquest motiu que preguntades sobre si calia un major enllumenat a la nit, la majoria va opinar que era necessari i imprescindible per proporcionar seguretat i tranquil·litat. Situació que és fàcil de resoldre per part del govern municipal mitjançant un estudi urbanístic que reflecteixi les deficiències de l’enllumenat i procedeixi a la instal·lació dels punts necessaris.
Igualment les i els joves enquestats van manifestar que molt sovint, presenciaven i escoltaven prejudicis respecte al lloc on habiten, relacionats amb el color de la pell de les persones residents, o bé amb qüestions religioses o pel lloc de procedència. Situacions que, d’acord amb les conclusions de l’informe, evidencien “un conjunt de dades que posen l’alerta sobre la importància d’afavorir una cultura lliure de masclismes, unes polítiques veritablement interculturals (no només multiculturals) i una alerta específica sobre el patiment de les dones amb distintius religiosos, probablement les més afectades per aquesta discriminació —que ens atrevim a titllar d’islamòfoba—”.
Desconeixement de la gestió dels residus
Un dels temes que ha sorprès en el moment de treure les conclusions ha estat aquell relacionat amb la gestió dels residus, atès que un bon nombre d’enquestats ha manifestat fer un ús correcte i selectiu dels contenidors, però preguntats específicament pel reciclatge de matèries força present en el seu dia a dia com ara l’alumini, el porexpan, el paper de cuina o els taps de conserves, mostren un desconeixement important en la seva classificació respecte del seu reciclatge. També és aquest un tema fàcilment resoluble amb una bona campanya educativa dirigida al conjunt de la població per sensibilitzar-la en relació amb l’assoliment d’una societat sostenible. “En una època en què l’empremta ecològica està posant en qüestió la sostenibilitat del planeta, és cabdal garantir que la ciutadania disposi dels coneixements bàsics per evitar empitjorar la realitat ecològica”, conclou l’informe.
Moment de realització de les enquestes
Una altra de les dades en què s’ha posat l’accent ha estat en el fet que un 33% dels joves enquestats no realitza cap activitat d’oci i lleure per motius econòmics dada que, d’acord amb la valoració que es fa a l’informe, necessita d’una atenció immediata, atès que han constatat que, a més a més dels motius econòmics, la majoria de les respostes insatisfactòries en relació a l’esport o a l’ús de les instal·lacions i opcions d’oci al barri venien principalment de les dones. Circumstància aquesta que les ha portat a “reflexionar sobre el grau de masculinització dels entorns d’oci, ja sigui per la tipologia d’esports que s’ofereix, per la relació entre nois i noies, o bé per la desigual permissivitat que poden rebre per part de les famílies”.
Pel que fa als serveis de la salut mental a La Florida, a l’informe s’especifica que “un 60% dels joves estan d’acord amb el fet que la salut mental revesteix una importància palmària en els temps actuals, i que un altre 20% es mostra indiferent. Tot i aquesta alta importància donada, un 70% de les persones enquestades no coneix cap recurs en relació a la salut mental. Un 26% ha anat a algun centre d’ajuda psicològica, el 36% no ha anat a cap, i el 38% no coneix cap centre d’ajuda psicològica”.
En resposta a la qüestió plantejada inicialment per l’Ajuntament sobre el grau d’incidència de la pandèmia entre les i els joves de La Florida, l’informe recull que la incidència, efectivament, ha tingut diferents efectes sobre la salut mental dels joves i assenyalen que especialment sobre les dones. En base a les dades obtingudes, han estat els joves homes els que més han fet ús d’algun servei en salut mental, així com que entre aquests s’ha produit un empitjorament notable en les seves relacions familiars, arran de la pandèmia i la seva reclusió domiciliària.
L’informe resumeix que “ens ha cridat l’atenció el fet que molt poques persones coneixen recursos en salut mental tot i haver manifestat patiment psicològic en els darrers anys de pandèmia. Això convida a pensar en activar alguna campanya —que pot donar-se dins l’àmbit escolar— que visibilitzi aquests recursos per tal que la gent jove sàpiga on adreçar-se en cas de necessitat. La darrera dada que ens agradaria assenyalar fa referència a l’atenció d’homes i dones en recursos de salut. Si bé moltes dones han manifestat patiment psicològic en els darrers anys, és majoria d’homes qui ha estat atès en aquests centres”.
Finalment, la conclusió general a la que s’arriba una vegada acabada la recerca i extretes les conclusions, és que existeix un descontent global relacionat amb un l’estat en què es troba el barri. Conclusió que tindria que fer pensar als responsables municipals.
Jaume Graells y Nuria Marin antes del presunto caso de corrupción en el Consell Esportiu de l’Hospitalet
Juny de 2022
El 27 de maig saltava la noticia que el regidor del PSC que va protagonitzar al febrer de 2020 la denúncia contra el Consell Esportiu de l’Hospitalet, presentava la dimissió com a membre de l’equip municipal i la baixa com a militant. Explicava, en un llarg text, que demanava la baixa decebut per l’actitud del partit on havia militat des dels anys 80, al·legant que l’havien condemnat a l’ostracisme i s’havien vulnerat les mateixes normes del partit destinades a protegir els denunciants de corrupció. Això, i moltes altres males pràctiques, com ara que els màxims dirigents s’havien estalviat rebre’l personalment o que havien, intencionadament, desvirtuat les seves informacions internes.
Graells, que de ser una mena de protegit del partit pels seus mèrits, havia deixat gairebé d’existir des de feia dos anys pels seus demèrits, no tenia intenció, malgrat el que podia semblar, de dir adéu a la política plegant de regidor i demanant la baixa de militància. Dos dies més tard, Esquerra Republicana de Catalunya confirmava el fitxatge de l’ex-regidor socialista i el proposava com a cap de llista per les properes eleccions municipals de l’any vinent.
No era la primera vegada que els mitjans de comunicació es feien ressò del que semblaven simpaties de Graells per ERC, assenyalant la seva presència —quan encara era membre del grup municipal socialista— en diferents actes públics republicans. El que ningú podia arribar a sospitar era que passaria, en poques hores, de ser membre repudiat dels socialistes, a candidat in pectore dels republicans, del principal partit de l’oposició local que ha exercit amb eficàcia i constància el seu rebuig al govern Marín, en un ampli ventall d’àmbits.
El meteòric ascens, avalat pel que alguns consideren la seva sòlida i inqüestionable lluita contra la corrupció local, que el va dur a denunciar uns fets a l’alcaldia que han portat com a conseqüència la dimissió de tres regidors —entre els quals ell mateix— i un llarg periple d’investigacions policials encara no resoltes judicialment, s’ha produït de sobte. En aparença, inexplicablement, perquè no es pot dir que la tasca opositora d’ERC hagi estat pobre durant aquest mandat, ni que els seus regidors i especialment el seu cap de llista no s’hagin preocupat per estar arreu, defensant les propostes reivindicatives d’una ciutadania cada vegada més descontenta. Més aviat al contrari, Antoni García, s’ha destacat per l’afany fiscalitzador que li corresponia com a líder de l’oposició i s’ha mostrat ferm en la defensa del seu programa i de la seva ideologia, ajudat per la seva afable personalitat que n’ha multiplicat, sens dubte, l’eficàcia.
Que ERC fa bastant de temps que navega pel sinuós mar de l’oportunisme, no és hores d’ara cap secret per ningú que hagi seguit les seves darreres vicissituds. Des que el partit està dirigit per un ximplet rosegaltars amb memòria, que qualsevol pot medrar a l’organització si té dues eines ben esmolades: les amistats i els contactes, i un currículum que faci patxoca.
D’això n’ha estat sobrat pel que sembla, l’amic Graells. El currículum, en política, té molt a veure amb la capacitat per emmotllar-te, quan toca, i per aprofitar les petites possibilitats quan es presenten en temps i hora. Aquesta capacitat fa servir un altra substantiu en el món real: se’n diu oportunisme. Si a l’oportunisme hi afegeixes les amistats i els contactes, pots passar de la postergació a la fama en dos segons: els que calen per superar la vergonya.
Resulta difícil empassar-se el sobtat atac d’honorabilitat que va patir Graells al febrer del 2020, quan es va decidir a denunciar fets que coneixia de prop com després s’ha sabut. Sobretot, perquè Graells ja portava una temporada a la cuina del PSC local i no és precisament un ignorant. Costa d’entendre que algú al rovell de l’ou del partit socialista a l’Hospitalet no vegi desviacions denunciables a cada cantonada. Especialment pel fet que el PSC governa a l’Hospitalet des de fa 43 anys i, quan un governa durant tant de temps, acaba considerant que el pressupost municipal són els teus recursos; la casa gran, la teva oficina particular; els funcionaris, els teus treballadors, i la ciutat, la pròpia finca. I naturalment, amb els teus recursos pots fer el que necessitis, especialment si et beneficia a tu i als teus; a la teva oficina, contractar a qui vulguis i com vulguis, especialment la família, que per això et seran sempre fidels; convertir els teus treballadors en serfs agraïts, i la teva finca en un espai que pugui garantir les màximes plusvàlues, que mai se sap on acabarem tots d’aquí a uns anys.
Pot ser que tot sigui immaculat i que Graells només veiés corrupció al Consell Esportiu, però no és això el que sembla mirant el paisatge de lluny, que és des d’on ens el deixen mirar als que ens consideren xafarders per massa crítics. La veritat és que si hi havia coses sospitoses en un aparell de cinquè rang on es movien quatre duros, què no és possible imaginar en les planificacions urbanístiques de requalificacions de terrenys, en les grans operacions econòmiques i en les petites contractacions habituals.
El cert és que Jaume Graells era el tercer home en importància del PSC local fins al febrer del 2020. Anava el sisè a les llistes de l’any 2019 i això perquè eren llistes cremallera intercalant homes i dones i s’havia convertit en el millor tinent d’alcalde per representar l’alcaldessa en àmbits culturals i educatius. Primer va ser tinent d’alcalde de Cultura i després d’Educació Esports i Joventut. Una mica abans havia estat membre de l’equip del conseller socialista Ernest Maragall en el govern tripartit de José Montilla. Va ser cap dels Serveis Territorials d’Ensenyament del Baix Llobregat-Anoia en aquesta època, però no es tractava d’un personatge desconegut. Qui escriu aquesta nota el va conèixer com a representant de la UGT d’Ensenyament a la comarca, quan es passejava pels instituts per tractar de mantenir una relació cordial amb els professors més reivindicatius. Després, com que vivia a l’Hospitalet, el va fitxar Núria Marín i tenia un futur còmode i pròsper per uns quants anys més, de no haver-se creuat en el seu camí personal una treballadora del Consell Esportiu amb qui, segons la premsa, mantenia una relació sentimental. Relació sentimental que està —com sembla evident— en l’origen de la denúncia i que els seus antics correligionaris s’han encarregat d’escampar distorsionadament per fer veure que darrere la denúncia no hi havia un afany d’acabar amb la corrupció sinó una venjança per algunes importants diferències internes que afectaven aquesta treballadora.
Qui escriu aquesta crònica només ha protagonitzat un parell de converses amb l’esmentat candidat republicà a alcalde i no pot dir, per tant, que el conegui gaire. La primera conversa, quan li ho van presentar essent regidor de Cultura en un acte a la Tecla Sala. Aleshores, el més significatiu va ser que jo li recordava algú que no era jo. A la segona ja ho tenia més clar. Va ser qui substituiria l’alcaldessa el dia de la presentació del llibre Capdevila i Nosaltres, a l’Harmonia, un mes de febrer de fa 5 anys, quan el tinent d’alcalde era un home poderós i va marxar sense tan sols ni acomiadar-se. Després em van dir que el meu text de presentació no li havia agradat gens ni mica, cosa que era fàcil de sospitar. El que ja era més difícil de sospitar és que me’l creuaria uns quants dies després pel carrer Major, i giraria la cara per no saludar-me, després que jo vaig iniciar el gest quedant-me amb un pas de nas.
Una mica desconcertat, vaig pensar que igual no m’havia vist o potser no m’havia reconegut enmig de tanta gent com hi havia al carrer. Una setmana després vaig aclarir incògnites en el transcurs d’un sopar al Casino del Centre quan va saludar efusivament Joan Francesc Marco, que estava assegut al costat meu, sense dirigir-me la paraula. No era una badada, era simplement mala educació. La que fan servir els personatges que es valoren molt i consideren els que discrepen, gent altament indesitjable.
Solen ser persones acostumades al poder, ambicioses i sectàries que intenten disfressar molts dels seus actes argumentant que es mouen per principis rectes i compromesos. N’hem conegut molts en aquesta ciutat. No diré que tinguin el segell de fàbrica de la socialdemocràcia del país, però s’hi apropa força. Un estil polític i de relació amb la política que està en la idiosincràsia de les cúpules de poder de la gran majoria de formacions i que és la que, en el fons, aparta la gent honrada d’aquesta honorable dedicació al servei públic.
Esquerra Republicana havia tingut vocació d’una altra cosa. Des que els antics socialdemòcrates catalans l’han volgut fer seva, el batec republicà s’ha contaminat notablement. L’Ernest Maragall, el tete, que sempre va viure a l’ombra de l’altra Maragall, ha aconseguit contra pronòstic influir bastant en el pinyol del poder republicà. Amb això gairebé està dit tot i expressa a bastament com surem en la precarietat més absoluta.
Si Graells està on està no és perquè sigui un croat contra la corrupció. Bàsicament, és l’amic del tete. Si això trenca la dinàmica republicana a l’Hospitalet, ja de per si complexa però que semblava anar a més, caldrà apuntar el desfici en el deure del rosegaltars amb memòria, no pas dels que han estat treballant per canviar les coses.
No seré jo qui li desitgi èxits a l’amic Graells. Alguns no som ningú i, per tant, el que jo desitgi no té cap importància. Però ens haurem d’esforçar per explicar que l’arribada de Graells no és precisament un símptoma positiu en aquesta ciutat permanentment en crisi i que votar Graells és votar novament Marín amb una estelada a la planta del peu.
Aspecte parcial de la sala on es fan presentar les noves publicacions de FIC
Divendres 22 d’abril, més de trenta persones vàrem compartir la primera Festa de Foment de l’Esperit Crític, organitzat enguany per Foment de la Informació Crítica (FIC), on es va anunciar la creació dels Premis al Fill o Filla Insurrecte de l’Hospitalet i també es va presentar un manifest on es fa una crida a totes les formacions polítiques de l’oposició municipal a aplegar-se “dins d’una candidatura unitària de crisi” desprès d’un “procés de reflexió”.
La celebració va ser acollida generosament per Aquí tu Reforma, que va cedir part de les seves noves instal·lacions del carrer Cobalt de l’Hospitalet, i va tenir també el suport de Família Torres i Caprabo, que van aportar el contingut d’un càtering.
La festa va començar amb la presentació de les activitats dels primers quatre anys d’existència del FIC. En Joan Carles Valero, president de la entitat, va fer un recorregut pels ja quatre cicles de Factoria d’Idees, que han plantejat debats entre diferents especialistes sobre temes d’interès per la Ciutat. En aquest sentit, es va distribuir la publicació d’un opuscle que recull les intervencions i els debats del II i II Cicle de la Factoria d’Idees, que es defineixen com “el pensament posat a treballar”.
Presentació de la Festa de l’Esperit Critic de FIC que cada any es farà a les Festes de la Primavera
El president de l’entitat va entregar també la publicació que recull els textos de les presentacions de dos llibres des publicats pel FIC els darrers anys, i dels seminaris organitzats per la entitat a l’Institut Vilumara en col·laboració amb el Pla d’Actuació Comunitària de La Florida, Les Planes i els Blocs de La Florida, així com una conferència sobre inclusió digital feta al Centre Cívic del Gornal en el marc de la Setmana de la Solidaritat.
En Jesus Vila va presentar una nova iniciativa del FIC: el nomenament de fill o filla insurrecte de l’Hospitalet; una iniciativa que vol fer un reconeixement a persones actives en el terreny veïnal o social, en defensa dels interessos comunitaris i socials de la ciutat, que es farà properament en el marc d’un sopar per nomenar tres categories: una persona vida, la memòria d’una persona desapareguda i a una entitat de la ciutat.
Patti Elias, jove periodista, amb Joan Carles Valero, president de FIC
En Lluís Berbel va anunciar la propera publicació del cinquè llibre editat pel FIC que, en aquest cas, es centrarà en la historia de la Radio de l’Hospitalet: “40 anys d’història, 30 en emissió i 10 anys tancada”, una obra que escriuran diferents autors, tots relacionats amb l’emissora.
Finalment, Jesus Vila va presentar un Manifest per la unitat en un temps de crisi, en el que desprès de fer un diagnòstic de la situació crítica de l’Hospitalet, tant pel que fa a la política urbanística al servei d’operacions immobiliàries, com un govern municipal atenallat per sospites judicials de corrupció i una política ensimismada i clientelar. El manifest acaba proposant als partits polítics de la ciutat, amb representació municipal o sense, “l’apertura d’un procés de reflexió comuna que permeti un document programàtic de mínims que contempli les urgències a curt, mitjà i llarg termini” i reclama així mateix “als partits polítics, les entitats més preocupades de la ciutat, el teixit social i l’activisme social, l’inici d’un procés de debat i trobada que dissenyi una política d’unitat capaç d’articular una Candidatura Unitària de Crisi” Aquest manifest serà enviat al partits i entitats de la Ciutat en els propers dies, juntament amb la publicació dels cicles de Factoria d’Idees i altre revista que recull les conferències, seminaris i presentacions de llibres fetes per FIC.
Joves periodistes de la ciutat en primer pla i, al fons, periodistes seniors
Desprès de la presentació, els assistents van gaudir de la retrobada presencial desprès dels dos anys de confinament i restriccions, compartit unes copes i un pica-pica divers. I tots es van emportar una planta d’àloe vera, perquè és el que necessita l’Hospitalet: una mica de verd i de bàlsam.
A la Nit dels Insurrectes de l’Hospitalet s’entregaran els títols als guardonats
Abril de 2022
Aprovechando que el equipo de gobierno socialista de la ciudad nombró recientemente al consejero delegado de GSMA, el norteamericano John Hoffman, Hijo Predilecto de l’Hospitalet, se propone la organización alternativa de un evento de carácter público donde se entregue a los galardonados el título de Hijo/a Insurrecto/a de l’Hospitalet, valorando:
“La independencia de criterio del candidato/a, su no vinculación oficial con la Administración municipal, sus valores personales y su contribución al desarrollo de la ciudad en cualquier ámbito del conocimiento o del activismo social, su altruismo, así como la relevancia popular en el sector donde haya desarrollado su actividad en relación con la ciudad.”
Se trata por lo tanto de destacar su independencia de criterio y su contribución ciudadana y por lo tanto favorecer un homenaje público al candidato/a, con la entrega del Título de Hijo/a Insurrecto/a.
La propuesta presenta tres fases diferenciadas.
1. La selección del candidato/a.
2. La aceptación del homenaje por parte del interesado/a.
3. La realización de una cena-homenaje donde se entregaría el título y donde, tal como se hizo en la cena de alcaldes, la Junta de FIC haga, primero, una presentación de la persona homenajeada, y posteriormente establezca un coloquio a base de preguntas y respuestas con el homenajeado/a.
Se propone también un timing estructurado, es decir una propuesta de nombramiento regular y una candidatura doble. Es decir, se proponen dos homenajes anuales (en mayo/junio y noviembre/diciembre de cada año) y uno de ellos a título póstumo, de manera que, en los puntos dos y tres habría que contactar con familiares o amigos para la aceptación y la entrega del título.
Se propone asimismo que se abra un período de candidaturas entre los miembros de la Junta de FIC y que se consensuen los candidatos y que se nombre a un miembro de la Junta como coordinador/a del proyecto para centralizar en su persona todos los trámites a realizar. (La cena-homenaje tendría una estructura y funcionamiento exactamente igual al de las cenas de alcaldes, de modo que ya tenemos experiencia de cómo hacerlo. El título sería un diploma diseñado por Porres que resulte simpático y que se pueda enmarcar. El idioma a utilizar sería indistintamente català-castellano, en virtud de la persona homenajeada, o bien conjuntamente con ambos idiomas).
Proposta per discutir a la propera reunió de Junta Directiva, del nomenament de
Fill/a Insurrecte/a de l’Hospitalet
Aprofitant el fet que l’equip de govern socialista de la ciutat recentment va designar el conseller delegat de GSMA, el nord-americà John Hoffman, Fill Predilecte de l’Hospitalet, es proposa l’organització alternativa d’un esdeveniment públic on es faci entrega al guardonat del títol de Fill/a Insurrecte/a de l’Hospitalet, avaluant:
«El criteri de la independència del candidat, la seva no vinculació oficial amb l’administració municipal, els seus valors personals i la seva contribució al desenvolupament de la ciutat en qualsevol àrea de coneixement o activisme social, el seu altruisme, així com la rellevància popular en el sector on ha desenvolupat la seva activitat en relació amb la ciutat.»
Per tant, és qüestió de destacar la seva independència de criteri i la seva contribució ciutadana i, per tant, promoure un homenatge públic al candidat, amb el lliurament del títol de Fill/a Insurrecte/a.
La proposta presenta tres fases diferents.
1. La selecció de candidats.
2. L’acceptació de l’homenatge de l’interessat.
3. La realització d’un sopar-homenatge on es lliuraria el títol i on, com es va fer al sopar d’alcaldes, la Junta Directiva de FIC fa, en primer lloc, una presentació de la persona homenatjada i, posteriorment, estableix un col·loqui a base de preguntes i respostes amb la persona homenatjada.
També es proposa un timing estructurat, és a dir, una proposta de cita regular i una doble candidatura. És a dir, es proposen dos homenatges anuals (al maig / juny i novembre / desembre de cada any) i un d’ells a títol pòstum, de manera que, en els punts dos i tres, caldria contactar amb la família o els amics l’acceptació i el lliurament del títol.
També es proposa que es pugui obrir un període de candidats entre els membres de la Junta Directiva de FIC i que els candidats siguin consensuats i nomenar un membre de la Junta com a coordinador/a del projecte per tal de centralitzar en la seva persona tots els processos. (El sopar-homenatge tindria una estructura i un funcionament exactament igual als sopars dels alcaldes, de manera que ja tenim experiència per fer-ho. El títol seria un diploma dissenyat pel Porres que sigui simpàtic i es pugui emmarcar. La llengua a fer servir seria indistintament català-castellà, en virtut de la persona homenatjada, o conjuntament amb ambdues llengües).
Per Junta Directiva de Foment de la Informació Crítica.