L’Hospitalet no es insegura

Carlos Galve (activista i peixater)

Creo que deberíamos tener más en cuenta la manifestación del día 1 de octubre en l’Hospitalet. Fue la manifestación más política y multitudinaria, aparentemente no partidista, desde hace más o menos cuarenta y seis años. Los convocantes eran la Asociación de Comerciantes de Pubilla Casas y vecinos anónimos.

En política, como en muchas otras actividades humanas, analizar es fundamental para conocer la raíz de donde nacen los movimientos y sus consecuencias. El lema, aparentemente, en la pancarta reivindicaba seguridad en nuestros barrios. Había diferentes lemas, algunos contra el equipo de gobierno. El aspecto más interesante: ninguna formación política aparecía en ningún papel ni pancarta. Creo que asistieron todos los representantes de la oposición en el Consistorio. Más tarde, el alcalde inclusive reconoció y compartió el lema de la manifestación, afirmando que se comprometía a solucionar estas carencias.

Desde hace varios meses sigo grupos de L’H en Facebook que van relatando aconteceres o hechos que, bajo mi punto de vista, tienen el objetivo no solo de informar, sino de crear con distintos relatos la opinión de que nuestra ciudad es insegura, incómoda y sucia. Curiosamente, cuando se describen personas, normalmente siempre suelen ser emigrantes.

Lo más interesante de esta manifestación es la aparente neutralidad. Manifiestan que no son políticos, confundiendo partidismo político con política. Por supuesto que han hecho política, y de la buena: la que la gente cree que es auténtica porque no hay partidos detrás de ella. Eso es sutil, pero sobre todo útil, y una de las razones del éxito de la convocatoria.

Esta manifestación tiene una clara característica: es como una bomba de efecto retardado. Ningún partido la ha criticado frontalmente o públicamente. Nadie se atreve. Todos tienen miedo. Nadie dice la verdad. Creo que es un embrión para el cambio del futuro político de nuestra ciudad.

No voy a cometer el error de juzgar a mis vecinos por sus sensaciones frente al miedo, sus conceptos ideológicos y menos por sus creencias de distinto rango. Tanto es así que, como he dicho, desde el alcalde hasta el último concejal de los veintisiete, todos aceptaron que los vecinos tenían sus razones. Unos de una forma, otros de otra, pero todos se apuntaron a la manifestación.

De lo que no tengo duda es de quién se beneficiará electoralmente en los próximos comicios. También voy a utilizar la discreción: no quiero pensar en apriorismos y correr el riesgo de no respetar a los miles de vecinos que fueron desde la Bòbila a la plaza del Ayuntamiento, la mayoría de buena fe. Me faltan datos, pero tengo miedo de equivocarme y por eso elijo la prudencia para dar mis opiniones.

Reitero otro aspecto muy de moda actualmente, pero claramente sospechoso: confundir fácilmente el partidismo político y la política. Cuando alguien dice que es apolítico, tengo claro meridianamente cuál es su característica política.

Eché en falta saber qué opinaba la AAVV de Pubilla Casas. Por cierto, una de las más activas del pasado reciente.

Hospitalet no es insegura. Lo que produce inseguridad es el miedo al diferente. La ola migratoria es imparable y no es difícil entender el porqué: los humanos buscamos la mejor manera de sobrevivir. El eslogan “Date cuenta primo, todos somos clase obrera” es magistral y útil para explicar qué está pasando. Los que somos inseguros somos las personas pobres que nos creemos que somos ricos. El racismo surge generalmente entre pobres y más pobres. Los ricos tienen sus barrios/guetos para ricos. Allí no tienen inseguridad: existe la valla de los precios del coste de sus viviendas. Allí los emigrantes solo entran para servir.

La cara del capitalismo aparece claramente en una sociedad desigual, empeñada —y lo consigue— en hacer desaparecer o diluir el concepto de la lucha de clases.

Hay diversas miserias sociales. La primera, como ya he dicho, el conflicto entre pobres y más pobres: el racismo. La segunda, la inactividad o, mejor dicho, la indiferencia de los responsables y poderosos: el neoliberalismo. La tercera, el desprecio al sistema, aunque deficitario, el más evolucionado: la democracia está en juego.

El otro día, apoyado en un árbol en la avenida Isabel la Católica, quise ver quién participaba en la manifestación significativa y multitudinaria después de tantos años. Eran buena gente cabreada. Me preguntaba las razones de fondo. No es lo mismo la agresión violenta de un chico en patinete eléctrico, robando y tirando de una cadena o un monedero a una señora mayor con el riesgo de herirla, que el volumen de la música o la práctica de bailes en los parques públicos haciendo barbacoas. No es lo mismo zonas con bolsas de basura rotas y enseres junto a los contenedores, que creer que los comerciantes “nou vinguts” —que, por cierto, evitan la desertización urbana de nuestras calles— se crean dueños exclusivos de los contenedores.

Tengo edad de tener miedo de la inseguridad ciudadana y de un montón de cosas más, pero sobre todo me inquieta la estupidez humana.

Desde el máximo respeto a las personas que piensan diferente, no voy a dejar de decir lo que considero una trampa: la convocatoria, sin decirlo, asociaba inseguridad con emigración. Este binomio es el argumento para segregar, expulsar, rechazar, sospechar, temer y, sobre todo, reprimir.

Al alcalde le acusan de falta de policía, por eso no para de hacerse fotos con la policía. Recuerdo que le di un sobresaliente. No le acusan de la falta de programas sociales que investiguen y analicen qué está pasando en nuestros barrios. Nuestros problemas son el reflejo de la sociedad. Si un rey emérito está implicado en casos de corrupción y robo y solo pasa que tiene que vivir en Abu Dabi, y algunos ricos poderosos y políticos roban y corrompen y tampoco pasa casi nada… ¿De qué manera podemos aumentar la paz social con semejantes ejemplos?

La violencia y el robo son un tema claramente policial, no tengo duda, pero sobre todo también es de responsabilidad social. Igual que tenemos que reivindicar más policía, tenemos que hacer lo mismo exigiendo que el delito se reprima y, al mismo tiempo, exigiendo más educadores de calle, más trabajadoras/es sociales que expliquen a los nuevos vecinos —que han llegado para quedarse— que el civismo y el respeto por lo comunitario en nuestros barrios es indiscutible: todos somos clase trabajadora. Educación y reinserción de grupos de jóvenes.

¿Cuántos pequeños pero violentos delincuentes tenemos? Los grandes, algunos salen en los telediarios.

Hablar del pasado puede ser anecdótico, pero ayuda al análisis. La gran diferencia es que en nuestros barrios existían AAVV que atenuaban y evitaban las reacciones de los que proponían patrullas vecinales. En eso sí veo una clara responsabilidad. En nuestros barrios tenemos muchas entidades que trabajan cada una por problemas diferentes, y el pulso social —salvo excepciones— de nuestros barrios en la sociedad civil, no lo tiene nadie. Las entidades domesticadas y clientelares no hacen nada más que desmovilizar.

Va a resultar que los que creen que se debe repatriar, expulsar, repudiar si están indocumentados, tienen hoy la sartén por el mango. Tenemos leyes y normas obsoletas y estúpidas que benefician a los poderosos, manteniendo una multitud de personas que acusan de ilegales para abaratar los costes de la mano de obra y tener un mercado negro laboral y económico de proporciones más altas de lo que imaginamos.

Bajemos de la nube de nuestro bienestar y analicemos que el tsunami que viene o lo paramos con argumentos radicales y profundamente democráticos, o el futuro de nuestros barrios será mucho peor.

Los amantes de la política estamos aletargados, divididos y discutiendo si son galgos o son podencos. ¿Tendremos que sufrir la propuesta reaccionaria para proponer algo con sentido común?

No tener en cuenta y leer la música de la manifestación del otro día no es solo ser sordo y ciego: es no ser responsable. Esto es un clarísimo aviso. A ver si somos capaces, entre todos, de entender de qué va el tema.

L’ESTACA VOL MOSTRAR LA SEVA SOLIDARITAT AMB EL POBLE PÀLESTI I S’ADHEREIX A LA VAGA DE AVUI DIA 15 QUE S’HA CONVOCAT PER DIFERENTS ORGANITZACIONS PER LA FI DE L’OCUPACIÓ A PALESTINA I DELS ATACS A LA LLIBERTAT DE PREMSA

Les Marees Blanca i Pensionista de la ciutat comencen mobilitzacions per recollir signatures per exigir el nou Hospital General de l’Hospitalet

Reclamen que l’hospital es construeixi a la pastilla de Can Rigalt sense esperar el pla estratègic del Clínic que no arribarà fins més allà del 2030

Que la ciutadania a l’Hospitalet s’està movent ho posa de manifest la convocatòria que ahir van posar en marxa els col·lectius de la Marea Blanca i de la Marea Pensionista de la ciutat que ja fa temps es queixen de la negligència municipal pel que fa a un tema tan important com és la sanitat pública. Temes de salut col·lectiva per una població, com l’hospitalenca, que presenta un nivell elevat de persones que superen l’edat de la jubilació.

Al voltant de 60.000 persones tenen 65 o més anys, de prop de les 300.000 persones que viuen avui a l’Hospitalet i no arribarien a les 40.000 les que tenen menys de 14 anys. Entre 15 i 64 anys estarien les 200.000 persones restants. Hi ha a la ciutat 12 CAPs, un CAE i un CUAP i només dos hospitals generals de referència: el de Bellvitge i l’antic de la Creu Roja, en pèssimes condicions. Això vol dir que tret de l’atenció primària, els afiliats a la Seguretat Social que volen ser atesos hospitalàriament han de desplaçar-se a l’Hospital Moisés Broggi de Sant Joan Despí, a molta distància de l’Hospitalet, que ja atent una població creixent del Baix Llobregat.

La ciutadania hospitalenca porta anys reclamant, en aquest punt, la inversió necessària per activar l’antic hospital de la Creu Roja entre Collblanc i La Florida, perquè les seves instal·lacions s’han fet petites i, a banda, presenta una teulada carregada de fibrociment que resulta perillosa i que caldria retirar amb la màxima urgència. Com que aquest hospital necessita una reforma integral, la ciutadania va fer cas d’una proposta antiga municipal consistent a traslladar l’Hospital General de l’Hospitalet a la pastilla de Can Rigalt, just on les autoritats barcelonines i la Generalitat han previst molt recentment les instal·lacions del nou Hospital Clínic en terrenys de Barcelona, just en el límit entre la ciutat comtal, Esplugues i l’Hospitalet.

Crida als veïns per reivindicar la construcció d’un nou Hospital General

Semblava que era més fàcil construir el nou Hospital General de l’Hospitalet en aquest indret, que pertanyia a l’Hospitalet i estava buit i abandonat, que no pas exigir una inversió en el vell, i durant molt de temps, es va estar especulant amb aquesta hipòtesi. No fa gaire, però, l’alcalde Quirós va afirmar que no tenia cap sentit construir el nou hospital general de la ciutat just al costat del flamant Clínic, perquè la previsió era que el Clínic servís també per donar servei a la ciutadania hospitalenca.

La veritat és que el Clínic futur té una previsió que se’n va bastant més enllà del 2030 i que, per tant, els veïns de l’Hospitalet hauran d’esperar-se més d’un lustre llarg per poder ser atesos en condicions a tocar del seu terme municipal, si l’equip de govern no agafa el toro per les banyes i reconsidera la urgència. Reconsiderar la urgència voldria dir no esperar al nou Clínic i exigir que l’Hospital General de l’Hospitalet es faci a la pastilla de Can Rigalt o bé, reclamar una inversió d’urgència per posar en les condicions que caldria l’antic Hospital de la Creu Roja.

En tots dos casos, la solució s’albira llunyana i els veïns ja han explicat a bastament que no pensen esperar, que estan farts i que no pensen estar-se de braços creuats. Com una primera prova que estan disposats a activar-se definitivament han preparat una convocatòria demà dimecres entre 11 i 12 hores, a la sortida del metro de Pubilla Casas on estaran mobilitzats per recollir signatures de la ciutadania a favor del nou hospital. I aquesta serà una primera mobilització massiva que espera recollir en forma de suport popular el que ja comença a ser un clam social.

Nuevas promesas, nuevos compromisos, ¿nuevos incumplimientos?

El alcalde de l’Hospitalet, David Quirós, anunció el lunes pasado en una rueda de prensa por todo lo alto, un proyecto faraónico como es la transformación de los barrios de Collblanc-La Torrassa, La Florida-Les Planes y Pubilla Casas, que ahora recibe el nombre de Pla del Samontà. Junto a la primera autoridad municipal, le acompañó la consellera de Territori, Silvia Paneque, cuya institución también va a participar en este propósito.

No sabemos del todo claro si este anuncio se produjo como consecuencia de la manifestación donde unas 3000 personas de todos los barrios de la ciudad salieron a la calle para expresar el cabreo generalizado que tiene la ciudadanía del municipio, llegando hasta las mismas puertas del Ayuntamiento de l’Hospitalet.

O es que realmente existe una propuesta, de la cual se viene hablando hace años, para reformar unos barrios que a la vez que son los más densos de la ciudad, son los más deteriorados o con más déficits en todos los aspectos: enseñanza, vivienda, equipamientos, servicios sanitarios….

El alcalde anunció una serie de proyectos a realizar a partir del 2026 que por su volumen e importancia parece difícil que se lleven a cabo. Son ambiciosos y darían otra imagen de esos barrios: la remodelación de la avenida de Catalunya como nuevo eje verde que conectará el parque de Les Planes y el parque de La Torrassa; la ejecución de la primera fase de la cornisa verde de La Torrassa; nuevos jardines en el solar de la antigua Fábrica SAS y la ampliación del parque de La Torrassa hasta el transformador (7.000 metros cuadrados) y la mejora del entorno de la estación del metro de Pubilla Casas hasta la zona verde del parque de Federico García Lorca.

Pero los vecinos son muy escépticos y con razón. Allí mismo, y escarmentados de tantas promesas, le recordaron toda una serie de compromisos, entre ellos el soterramiento de las vías del tren que atraviesan la ciudad, del cual se viene hablando hace tiempo y nunca se ha llevado a efecto. Y más ahora que parece que al actual ministro el proyecto no le seduce mucho por la inversión que significa.

Esta fue una de las promesas de las que hicieron memoria al alcalde. La consellera intervino y les pidió paciencia porque están resolviendo, o al menos intentando, problemas endémicos. Vino a decir: todo a su paso.

Allí mismo, y delante de las dos autoridades, los representantes de las entidades pidieron información y participación directa en el Pla del Samontà. Concretamente uno de ellos, se lo requirió directamente al alcalde. Pero no obtuvo respuesta. De hecho, los partidos políticos de la oposición no sabían absolutamente nada de la convocatoria de prensa que anunciaba el encargo realizado al Consorcio para la Reforma de la Gran Via y el Samontà del proyecto para reformar esos 5 barrios que tienen 140.000 habitantes en dos kilómetros cuadrados.

El alcalde de l’Hospitalet se contradijo al manifestar que la ciudad ya estaba en el techo de su crecimiento para después declarar que en la zona de Can Rigalt se construirían pisos, alrededor de un millar por lo que tenemos entendido. Eso sí, para justificar la autorización de esas nuevas viviendas, aseguró que podrían ir destinadas a las posibles afectaciones por las reformas a realizar en alguno de los barrios. Todo un sinsentido. Estas barriadas necesitan más espacio para zonas verdes, equipamientos como colegios, centros sanitarios… y ya quedan pocos terrenos libres. El de Can Rigalt podría servir para cubrir esos déficits.

También otro de los motivos de la convocatoria de prensa parece ser la proximidad de las elecciones municipales a realizar en el 2027. David Quirós se someterá al refrendo de l’Hospitalet para avalar su continuidad al frente del consistorio. Los socialistas vienen gobernando la ciudad desde 1979 pero al actual alcalde no lo eligieron los ciudadanos, ya que quien encabezaba las listas era Núria Marín que a su marcha le dejó con la vara de alcalde.

Construir, construir i construir en la conurbació metropolitana de Barcelona: un missatge que subestima el valor de l’espai lliure en zones altament densificades

La Generalitat disposada a construir més de 210.000 habitatges nous en l’horitzó del 2040, mentre hi ha a Catalunya més de 415.000 habitatges buits

Quan el vicepresident de l’AMB i el president de la Generalitat consideren que el principal problema del país és l’habitatge i es posen d’acord per trobar la fórmula que el resolgui, que consisteix en “construir, construir i construir” i “accelerar la densificació per atendre la gran demanda” és que alguna cosa està saltant pels aires. La principal: que es torna a defensar que una gran oferta d’habitatges forçarà la rebaixa dels preus de compra i de lloguer, i que la realitat del lloguer assequible passa per afavorir construcció d’habitatge protegit i ja se sap que per construir habitatge protegit has de garantir beneficis compensatoris als promotors.

No està clar que hi hagi fórmules màgiques per modificar radicalment el percentatge d’habitatge protegit especialment quan tota la política urbanística del país ha estat sotmesa als interessos especulatius de promotors, constructors i inversionistes. Això indicaria que la millor manera d’afavorir el dret a l’habitatge digne a preu assequible, passaria justament per evitar que promotors, constructors i inversionistes facin més negoci del que correspondria a empreses que no han de perdre diners però que s’ha de vigilar de prop que no oblidin la seva funció productiva en lloc de convertir-se en especuladors objectius, que és al que ens tenen acostumats.

En l’àmbit de l’habitatge es plantegen moltes incògnites. Cal habitatge digne i assequible, indubtablement, perquè hi ha una forta demanda, però cal també una racionalització de l’espai públic, dels plans urbanístics i del creixement urbà perquè tan important és l’existència d’habitatges dignes com una gestió correcte de l’espai públic que garanteixi qualitat de vida. És a dir, una política urbana progressista i conscient ha de tenir en compte tant l’oferta d’habitatge com el servei que s’ofereix a la ciutadania: equipaments i serveis adequats, espais verds imprescindibles, infraestructures i qualitat ambiental i paisatgística.

S’ha d’impulsar també la rehabilitació

Ara, com que el que crema és l’habitatge, sembla que la única solució per garantir qualitat de vida passi per construir tant habitatge com és demandi. És el que va defensar el president l’altra dia: construir, construir i construir. Quan, tan important com construir per viure en condicions és garantir que es viu en condicions. Per explicar-ho millor. De res serveix tenir un habitatge de 60 metres quadrats a lloguer assequible si no tens un parc a prop de casa, les escoles que necessiten els teus fills, un sistema de mobilitat que et permeti desplaçar-te ràpida i còmodament, unes infraestructures adequades i una sensació de qualitat de vida que no s’improvisa.

El problema és que construir 500.000 habitatges de lloguer assequible i uns altres 500.000 habitatges de compra normalitzada que és el que els promotors asseguren que caldria, vol dir ocupar un espai que hores d’ara, especialment en zones tensionades per l’urbanisme depredador, ja és molt reduït. El president ha assegurat que abans del 2040 hi haurà a Catalunya un 15% d’habitatge protegit i més de 214.000 habitatges nous pels quals necessita un acord de país —és a dir, que tothom vegi la part fantàstica però no les servituds obligades—. Ha dit també que vetllarà pel “màxim respecte mediambiental i per la sostenibilitat” i ha assegurat que s’ha d’impulsar també la rehabilitació, entesa especialment com la requalificació i reconversió d’espais comercials en espais residencials, així com l’eliminació de 10.000 llicències de pisos turístics i la compra de 1800 habitatges per ús social.

Per fer tants habitatges com segons Illa calen, ja ha posat en pràctica una convocatòria de solars als ajuntaments per tal d’aflorar els espais urbans necessaris per construir 22.000 habitatges nous. I, en aquest sentit, ha reclamat el suport dels grups polítics al projecte de la nova Llei d’Urbanisme que el Parlament vol debatre i que es veurà dintre de molt poques setmanes.

Dins aquest projecte de Llei d’Urbanisme, el president defensa tres modalitats d’usos per aconseguir els solars imprescindibles per la construcció d’habitatges: els de les àrees amb planejament urbanístic aprovat i la gestió urbanística aprovada, encara pendents d’urbanització; els que estan amb el planejament aprovat i la gestió en curs i els que estan encara sense planejament.

214.000 habitatges nous amb una previsió d’entre el 40 i el 50% de protecció oficial

Els càlculs per les tres modalitats també s’han fet públics. Del primer mecanisme hi ha 25 àrees a Catalunya i es podran construir 21.728 habitatges; del segon 57 àrees a Catalunya amb una previsió de 32.396 habitatges i el tercer es preveu en àrees indeterminades on podrien construir-se entre 118.000 i 160.000 habitatges, fins arribar aproximadament als 214.000 habitatges en l’horitzó del 2040. Per cert 160.000 habitatges si al final s’opta per pisos petits, gratacels, etc: densificació programada.

El president va parlar, per tant, de 214.000 habitatges nous amb una previsió d’entre el 40 i el 50% de protecció oficial. Això vol dir que, per construir aquest volum d’habitatges, caldrà destinar a zona urbana desenes de milers de metres quadrats d’espai avui encara lliure, al qual caldrà sumar desenes de milers necessaris per serveis, zones verdes i infraestructures, si no es vol condemnar la població compradora a uns estandars de qualitat de vida del tercer món. Però l’altra conseqüència queda també clara: això voldrà dir que els ajuntaments sacrificaran terreny, del que ja els queda poc, per seguir fent milionaris els promotors, constructors i inversionistes perquè, entre el 50 i el 60% de l’habitatge construït, serà de preu lliure de mercat.

Hi ha un altre aspecte que no pot passar desapercebut. De les 25 àrees de Catalunya amb planejament aprovat i gestió en marxa, 10 son de l’àrea metropolitana de Barcelona i de les 57 àrees amb planejament aprovat i la gestió en curs, la meitat també son a l’àrea metropolitana. És a dir, en el territori més saturat de Catalunya que és la conurbació urbana de Barcelona, hi ha al menys 40 de les 82 àrees amb planejament en marxa: és previsible que al voltant de 25.000 nous habitatges acabaran de saturar els termes municipals d’aquests ajuntaments, avui ja precaritzats des del punt de vista territorial.

Això, que queda contemplat en el Projecte de Llei d’Urbanisme que s’ha de discutir en breu al Parlament de Catalunya, potser hauria de servir perquè aquells que consideren el sol com un instrument de qualitat de vida i no com un simple instrument de lliure mercat, posin una mica el crit al cel.

“O vamos en serio o generaremos frustración en la población”

De moment, el que si està clar és el que fa molt pocs dies van defensar el vicepresident de l’AMB i alcalde Cornellà, Antonio Balmón quan va dir que “hay que pensar en vertical y dejar de pensar en horitzontal” o quan va assegurar que “o vamos en serio o generaremos frustración en la población”. Amb ell, en unes jornades de GMG a BCN Desperta!, la directora general de BCN Global, Mercè Conesa i el president de la Immobiliària Guinot Prunera, Marcel Prunera, van afirmar que “la densificació de la població és imprescindible i que el que cal és que els alcaldes es posin d’acord per veure on es pot aplicar” i van coincidir amb el President Illa que el que caldrà fer també és segregar pisos grans per fer-los més petits o utilitzar baixos comercials per habilitar-los com habitatges.

Tot plegat ens porta a recordar operacions desmesurades que semblaven fàcils i que van generar exactament el contrari del que pretenien —o potser no!—. És el cas de la llei de Suelo Nacional que va aprovar el govern Aznar l’any 1998 que garantia la liberalització del sol per construir massivament habitatges, per tal de fer disminuir els preus. El que es va aconseguir va ser tot el contrari: encarir els preus dels habitatges i arruïnar moltes famílies quan va esclatar la bombolla immobiliària. Es van construir més del doble dels habitatges necessaris i, en realitat, els que més es van beneficiar van ser els constructors i els promotors, i els bancs oferint hipoteques per sobre del preu de compra.

El cert és que el valor de la ubicació dels terrenys jugava un paper transcendental sobre el mercat, que no es va voler posar mai sobre la taula. Com és evident, el sol no és un recurs il·limitat i, segons on es construeixi, el preu no baixa per molt que es construeixi en un altre lloc. Això sol ja explica que construir més no garanteix que baixin els preus: depèn on es construeix. I com. Però això importava poc perquè, del que es tractava, era d’eliminar qualsevol restricció urbanística i convertir el sol en una mercaderia lliure per l’especulació.

Es van construir 700.000 habitatges anuals en aquells anys i és evident que no tots s`han omplert ni venut. Un altre aspecte que el President Illa no ha tingut en compte i sobre el qual ni se n’ha parlat. Dels gairebé 4 milions d’habitatges que hi havia a Catalunya a finals del 2024, més de 415.000 estan buits, és a dir gairebé l’11%. Hi ha a més, segons l’Idescat, 322.000 habitatges d’ús esporàdic —segones residències?— i més de 105.000 que tenen un registre baixíssim d’ús —que no s’usen i no estan al mercat—. La ubicació d’aquests habitatges és molt variada, però és evident que allà on hi ha més habitatges construïts, hi ha també més habitatges buits. A l’Hospitalet, per exemple, on la demanda és enorme, hi ha més de 8.000 habitatges buits i això ha de ser molt semblant a la resta de l’àrea metropolitana. Dels gairebé 850.000 habitatges que té Barcelona, quasi bé 80.000 estan buits. Una bona part d’aquests 415.000 pisos buits han d’estar, per pura lògica, a les àrees urbanes més densificades.

A l’Hospitalet, hi ha més de 8.000 habitatges buits

Per què ni se’n parla del rescat d’aquestes propietats? Per què es prefereix ocupar sol lliure que és justament el bé més preuat en les densificacions urbanes? Perquè en el fons, semblen buscar-se les solucions més fàcils i és més fàcil programar sol lliure per convertir-lo en edificable que esbrinar què està passant amb els centenars de milers d’habitatges inutilitzats que no es posen al mercat?. Una dada que hauria de centrar el debat en una societat que reconegués la vàlua de l’espai lliure al mateix nivell que el dret a l’habitatge digne i econòmicament sostenible.

Un pal sense llum

I no és l’únic. N’hi ha uns quants a diversos espais lliures… però encara que només fos un, ja n’hi hauria prou per demanar que quan passa una cosa d’aquestes no es trigui mesos a arranjar-la. Aquest pal sense llum està al parc de Can Buxeres, però n’hi ha problemes amb la instal·lació elèctrica a uns altres punts. Per exemple, la zona enjardinada del Tecla Sala, on l’òxid amenaça d’acabar amb les faroles. Una mà de pintura resoldria el problema…