Participació

Se sap que hi havia un rei,

amb un pensament molt noble

i que va fer fer una llei: 

tot pel poble, sense el poble. 

Ara, aquí a la nostra vila,

el batlle David Quirós,

la mateixa agulla enfila,

la cançó de l’enfadós. 

Fent aprovar un nou decret 

vol que el poble participi, 

la gent de l’Hospitalet 

molt més li val que no és flipi

haurà de llaurar ben dret 

i potser podrà anar a fer pipi.    

Diu l’adagi popular 

de mes verdes en maduren:  

més que fer participar

decreten per on t’aturen. 

I com sempre, sí senyor, 

saps que el nom no fa la cosa, 

La participació…,  

als polítics els fa nosa. 

El sobresaliente a Quirós

Carlos Galve Farré (peixater i activista)

El alcalde ha recibido elogios en su primera acción de apoyo a la policía para desarticular diferentes lugares de conflicto en nuestra ciudad. No faltan los pelotas, o los medios de comunicación amigos para resaltar una acción que no dudaré en reconocer que tiene un aspecto positivo y otro de pura apariencia. Explicaré por qué lo pienso así.

Empezaré por lo positivo. La inseguridad, como la emigración, son los caldos de cultivo donde germina y crece a la perfección la extrema derecha. Los sondeos de opinión resaltan como uno de los más importantes el problema de la inseguridad. Fotografiarse con las policías es una buenísima idea y una imagen que puede ayudar a modificar esa sensación de inseguridad. Hay vecinos que piensan: “por fin un alcalde que vela por la seguridad ciudadana”. Dicen: “hace poco que está y ha puesto a trabajar a la policía, ya era hora”.

Neutralizar los aspectos donde la extrema derecha se siente como pez en el agua no solo está bien, sino que lo considero un acierto político importante. Ahora bien, la responsabilidad política de un gobierno teóricamente de izquierdas es aumentar las políticas de integración y de ayuda social a los grupos vulnerables y susceptibles de segregar desequilibrio. La policía o la represión solo sirven para aparentar. Esa es la política simplista, cínica, de la extrema derecha facha. No soluciona el problema de raíz de los sectores sociales con características frágiles. Sólo los estigmatiza.


Otro elemento positivo de la foto del alcalde, útil y no menor, es si ayuda a lavar la imagen de gueto de esta ciudad. Tenemos en l’Hospitalet una imagen de ciudad insegura. Confieso que me pone de los nervios cuando ciudadanos de Barcelona amigos y familiares me miran casi horrorizados preguntándome si vivo en l’Hospitalet.
Hace más de cincuenta años que soporto estás opiniones y ya estoy acostumbrado. Mi reacción es rápida cuando les digo que, efectivamente, llevo el cuerpo lleno de cicatrices por vivir en l’Hospitalet.

Tenemos el estigma de ciudad insegura y, a pesar de los sondeos de opinión, tengo opinión sobre esto. Conozco personas mayores que han sido víctimas de robos e intimidaciones tanto en l’Hospitalet como en Barcelona. Tengo también conocidos que, en Pedralbes como en Pubilla Casas, han padecido robos en sus casas. Sin embargo, la sensación de inseguridad en l’Hospitalet es incomparable respecto a la ciudad de Barcelona o la de Cornellá por poner dos ejemplos.

Imagino que el concepto de inseguridad está en relación con otro lugar que tiene seguridad. La inseguridad significa paz social, significa igualdad de oportunidades. ¿Hay algún lugar donde haya equilibrio social y económico en nuestra sociedad? No estoy en absoluto de acuerdo con que La Torrrasa sea más insegura que Sants. El crecimiento de nuestra ciudad siempre ha sido diferente y más complejo, por una razón elemental: los componentes sociales y económicos siempre han tenido unas características precarias como otras ciudades o pueblos de nuestro entorno. L’ Hospitalet ha crecido a golpes de emigración. Recuerdo perfectamente los ochenta con el auge de la heroína. Hizo estragos en todas las ciudades y pueblos, también en el nuestro. Viví en directo en esa época y la recuerdo. Una parte de vecinos en La Torrassa quisieron organizar patrullas ciudadanas para combatir la inseguridad que producían determinadas bandas.

¿Cúal es la diferencia con la actualidad? En los ochenta, en nuestros barrios, había una sociedad civil mínimamente organizada en entidades y asociaciones que neutralizaron esa reacción comprensible pero arbitraria de una parte de nuestros vecinos. Denunciamos que eran los cuerpos de seguridad, o sea la policía, la que tenía que activarse para parar la delincuencia y no los vecinos. Combatimos en parte esa actitud de creer que tomarse la justicia por la propia mano nos llevaría a algún lugar.


Hoy, bajo mi punto de vista, al estar desactivada la sociedad civil, son las opciones reaccionarias las que rentabilizan política y socialmente esa desigualdad que siempre ha existido y que evidentemente sigue activa. Mi propuesta al alcalde es clara. De acuerdo con la foto, y de acuerdo con pactar con Salvador Illa el President de la Generalitat para que legisle cómo reactivar a la policía en l’Hospitalet.

Ahora, también estaría bien reactivar a la sociedad civil para dar coherencia a esa foto.
No me cansaré de repetir que la auténtica acción política, la radical, es activar las de integración de amplio espectro. Comparto el interés del alcalde, como he dicho, pero no deja de ser aparente. Solo será una foto auténtica si trabaja con la otra mano el antídoto para que socialmente las entidades civiles y asociaciones de distintas características, recuperen, ayuden y expliquen las particularidades del tejido humano y social de nuestra ciudad.


No vale solo hacer más bloques de viviendas y vías más rápidas entre el Samontà y la Marina. Hay que detectar las miserias y combatirlas con inversiones para neutralizarlas. Esa es la auténtica política contra la inseguridad. Tenemos que asumir, y tiene que entender el alcalde, que la articulación urbana debe desarrollarse en paralelo y armónicamente entre el urbanismo y el músculo de la articulación social. Estoy casi seguro de que lo sabe, falta que lo ponga en práctica.

Tenemos que reactivar a la sociedad civil de nuestra ciudad, que trabaje para conseguir integrar y neutralizar los diferentes grupos sociales que segregan el fascismo que se esfuerzan para que tengamos la sensación de que nuestra ciudad es más insegura que otras. Nos falta trabajar para hacer entender que la solución de la delincuencia no puede ser solo policial.

Alcalde Quirós: hazte las fotos que quieras, pero no olvides que la sociedad la hacen evolucionar y cambiar las personas y sus organizaciones diversas y plurales y, sobre todo, que tengan el ADN democrático bien desarrollado. El urbanismo ayuda, sobre todo sí evitamos que sea especulativo y que priorice los intereses y los valores de las personas. El negocio, nunca por delante del bienestar del ciudadano.

Necesitamos una ciudad más equilibrada, más Integradora, plural y progresista. Mi obsesión es poner un grano de arena para cambiar el estigma de ciudad insegura y en consecuencia de segunda categoría. Los habitantes de nuestra ciudad somos gente normal, trabajadora, que tenemos algún vecino conflictivo como en todas las ciudades, y que tenemos que luchar para poder decir sin complejos que “vivimos y somos de l’Hospitalet”.

Aranzels

Amb això dels aranzels
l’economia fa figa:
afecta a fondes i hotels,
el fuet i l’oli d’oliva.
Quasi tothom està espantat,
ningú dona peu amb bola
i el sector més emprenyat
vol prohibir la coca-cola.
Els xinesos que eren grocs
ara s’estan tornant negres.
Diuen que no estan per brocs:
ianquis us tocarà el rebre
Europa, el crit al cel.
En Trump li fa pam i pipa,
li endinyarà els aranzels
que li surtin de la tita.

Carta abierta al alcalde David Quirós

Por: El hijo del portero

Estás cerca de cumplir un año de alcalde, David Quirós. 15 de junio 2024. Desde que te conocí, tu expresión no verbal me generó confianza y esa sensación me resulta positiva. Otro aspecto que me genera aprecio y consideración es que comparto la afición contigo por el básquet. Es un deporte que ayuda a desarrollar armónicamente al individuo.

Más aspectos positivos. Te has criado en Pubilla Casas, el mismo barrio al que un día llegué en 1970. También por eso me caes bien. Eres de Pubilla, no del Centre.

Hice, o hicimos, hace más de 50 años, lo que tú dices “una ciudad más amable”, yo digo más justa, partiéndonos la cara y el pecho en la AAVV para evitar que construyeran en la Bóvila. Soy de esos anónimos que sin ningún interés en figurar hemos trabajado por l’Hospitalet.

Alcalde, soy de los que aún habiendo nacido en el Poble Sec de padre aragonés y madre catalana, me enamoré de l’Hospitalet desde el principio. Fue un flechazo. L’Hospitalet es una ciudad diversa. Una ciudad complicada. Hay varios l’Hospitalets dentro de nuestra ciudad. Es una ciudad apasionante que he observado que le han faltado políticos que la entiendan, la cuiden, y la amen. L’Hospitalet es como una mal querida y vosotros sois como un mal marido.

Los socialistas lleváis 45 años gobernando y yo llevo 45 años esperando. Es verdad que habéis ganado democráticamente pero también es verdad que vuestro poder ha enquistado la dinámica política, social y cultural de la ciudad. No puedo ni quiero obviar decir que habéis hecho cosas que valoro positivamente, como las Aulas de Cultura en los 80. Seguro que me dejó alguna, pero no muchas más.

Habéis tenido la habilidad de controlar la mayoría de entidades de nuestra ciudad. Las habéis domesticado. Las políticas clientelares no son la mejor manera para hacer crecer a las entidades con buena salud, para que aumente la participación. Estamos, en cuanto a participación, en horas bajas. La sociedad civil está desmovilizada. No todo es culpa vuestra, pero vosotros no hacéis nada para reactivarla. Ya os va bien.

Casi siempre he sido crítico con los que tienen el poder, pero hoy, con el paso del tiempo, me siento con la autoridad moral para escribirte está carta y decirte unas cuantas verdades sobre lo que pienso. Con un solo objetivo: ayudar a nuestra ciudad.

Lo primero y esencial para ser un buen alcalde es pensar en tu ciudad, en sus barrios y, sobre todo, en su gente, pero no solo para que te vuelvan a votar, que también, si no para romper esa frialdad y el vacío que hay entre los gobernantes y los gobernados.

Los socialistas de l’Hospitalet en general tenéis una capacidad corporativa y una soberbia política de enormes proporciones.
Tenéis habilidades que en política son importantes. Sois tan simpáticos como sectarios. Si los partidos a vuestra izquierda tuvieran la mitad de sentido y de responsabilidad de partido por su organización como vosotros, otro gallo cantaría en l’Hospitalet.

Pero no es así. Los partidos de izquierdas se han ido dividiendo mientras vosotros os manteníais compactos electoralmente como una roca. En eso os felicito, aunque lo lamente porque esa actitud no ayuda a mejorar la salud y la diversidad política de ninguna ciudad.
Aterriza alcalde, no dejes que te lleven por donde quieren que vayas. El partido, normal que lo tengas en cuenta, pero en su justa medida. Lo primero son los ciudadanos. Todos, los que te votan y los que no te votan. Trabaja para erradicar la mediocridad que tienes a tu alrededor.

L’Hospitalet necesita un Alcalde que diga basta a la construcción especulativa, que abra puertas y ventanas en la Casa Grande y que entre aire nuevo, gente que cumpla con las nuevas formas de hacer política con luz y con visión de futuro, que trabaje para que en nuestra ciudad baje la densidad demográfica, no para dejar de ser acogedora si no para hacerla más humana y habitable.

No podemos aumentar más la densidad y tú lo sabes. Tienes que escuchar a los que no te hacen la pelota, a los que tienen opiniones diferentes y luego llegarás a tus propuestas de consenso y de racionalidad.

No voy a citar barbaridades que se han hecho recientemente en nuestra ciudad, pero igual que en los 70 cuando seguramente aún no habías nacido unos cuantos locos luchamos —y solo lo pongo como ejemplo—, en la Bovila de Pubilla para conseguir un barrio y una ciudad más digna y habitable.

Hoy te ánimo a que rompas y demuestres que eres valiente, que hay otras maneras de hacer política. Pide minuto y cambia jugadores de tu equipo. Cambia la táctica. No veo que cambies la dinámica gris del anterior equipo. Por eso me atrevo a decirte que tú eres el director y por tanto el que puedes cambiar la dinámica del partido. Los equipos los dirige el entrenador y tú eres el responsable. En política, como en la vida, hay muchos aduladores, pelotas y guías espirituales que viven de eso. No les hagas caso. Ten en cuenta a los que te criticamos. Nunca nos atreveremos a pedirte una contrapartida.

La imagen la trabajas muy bien, lo haces genial, pero ahora ya hacen falta hechos. Democratiza la ciudad. Ser alcalde es un honor; ser hijo de Pubilla Casas también. No te olvides. Los hechos son lo que cuenta. Estoy seguro de que el programa de tu partido te da posibilidad de cumplir el compromiso contra los poderosos que insisten y persisten en mantener a l’Hospitalet como una ciudad de segunda.

Sólo una actitud valiente determinaré el cambio y el desarrollo de nuestra sociedad, de nuestra ciudad y ganarás el partido. Hazla más participativa y la harás más humana y digna. Ganarte los votos de esta manera te hará ser el alcalde de la mayoría. Te voten o no te voten.
No te hagas trampas al solitario, sabes a lo que me refiero. Se que no es fácil, por eso te aconsejo que lo intentes. Saca lastre.

Queremos una ciudad como tú dices tantas veces “amable”, yo digo justa, participativa, racional, abierta con espacios para respirar, para habitar, para aprender, para disfrutar. Para nacer, vivir y morir dignamente. Con futuro, moderna, con identidad, que sus vecinos y vecinas se sientan orgullosas de haber nacido en l’Hospitalet.

Aunque ya no es fácil porque ya te conocen, te aconsejaría como ejercicio básico que, de incógnito, te pasees y escuches en los bares y entidades no pro-ayuntamiento y en los mercados y en las colas de las escuelas y en las escaleras de los vecinos, lo que realmente piensan del Ayuntamiento. Comprobarás que mis caborias tienen sentido. El único objetivo de toda esta reflexión son las personas de l’Hospitalet. Como decía el viejo slogan: ¿cuento contigo?.

La memòria històrica i el centenari del títol de ciutat

Manuel Domínguez (portaveu De L’Hospitalet en Comú Podem)

L’Hospitalet va ser pionera en rescatar de l’oblit la lluita antifranquista, alguns anys abans que es popularitzés el concepte “memòria històrica”. Es tractava de posar en valor la història del bàndol que havia perdut la Guerra Civil, que es considerava injustament ocultada pels pactes polítics de la Transició.

La “memòria històrica”, per tant, quedava limitada als fets relacionats amb la Guerra i l’època franquista. En ocasions, també, s’incorporava l’època de la Segona República. Tanmateix, si veiem la trajectòria dels protagonistes del període 1936-1975 veiem que també són molt importants en la seva formació les dècades anteriors.

La majoria dels militars franquistes, començant per Franco, eren “africanistes”, formats en el genocidi en la Guerra del Marroc (1909-1927). El règim polític liberal es va posar en mans del militars a partir de 1917 davant les cada vegada més majoritàries mobilitzacions camperoles i obreres i de les demandes democratitzadores i del catalanisme.

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) és la reacció dels militars i de la classe burgesa a les demandes populars, amb un fort aparell repressiu i una no dissimulada admiració pel feixisme italià, al que van intentar imitar. És aquest el context de l’atorgament del títol de ciutat a l’Hospitalet.

Aquest títol no va servir per res, tret de fer propaganda a l’alcalde i líder local del partit únic, la Unión Patriótica, per reforçar-lo en el poder, atès que la majoria de la població de l’Hospitalet era republicana o anarquista.

El centenari d’aquest fet podria servir per fer reflexions, debats o divulgació, però mai en un to festiu, de celebració, perquè si no, ens fem còmplices d’aquella maniobra propagandística d’un règim dictatorial i, potser, atemptem contra la Llei de Memòria Històrica.

El desembre de 2015, amb motiu del 90 aniversari, vaig escriure que siguem poble, ciutat o el que siguem, ho som per nosaltres, pels nostres mèrits, no per la concessió d’una colla de paràsits i criminals”.

Falten bressols i sobren diners: la paradoxa de la pèssima gestió

Sílvia Casola Salvatella (regidora d’ERC-EUiA)

Ben aviat començarà el termini de prescripció a les escoles bressol, i un any més, tot continuarà igual, o fins i tot pitjor. L’Hospitalet tenim el deshonrós mèrit de ser la ciutat de Catalunya amb menys places públiques de bressol municipals, 1.356 places, entre públiques i subvencionades i gràcies a l’aportació de 3 bressols que són gestionades directament per la Generalitat. Sols perquè us feu una idea, l’any 2024 es van oferir 781 places i 850 infants es van quedar en llista d’espera.

Un any més amb sensació de “déjà-vu”. 5 escoles pendents de passar a la xarxa pública, amb una situació precària i d’inseguretat per les treballadores i famílies, i 6 escoles que actualment ja formen part de la xarxa pública amb el contracte encara pendent de licitar i ja caducat que posa en perill, un any més, la seva estabilitat. Gairebé 3 anys més tard d’un anunci fet en plena campanya electoral, continuem igual.

Les escoles bressol poden ser públiques o privades. Les públiques tenen un sistema de copagament entre famílies, municipi i Generalitat a parts iguals, i dins de les públiques existeixen dos models de gestió: el directe, és a dir, que tota la gestió la faci l’ens públic responsable, o indirecte, que vol dir que es treu a concurs la seva gestió. En el cas de l’Hospitalet, a més, ens trobem amb una anomalia. 6 escoles que malgrat estar situades en espais municipals, i comptar amb part de subvenció municipal, no de la Generalitat, són privades. I aquestes són les 5 que l’equip de govern es va comprometre a passa a la xarxa pública el gener del 2023.

I en el cas de l’Hospitalet la tria del model ens ha portat a aquest bloqueig absurd que afecta directament famílies i professionals. Tal com la mateixa regidora reconeix, “No s’ha de confondre el nostre projecte d’integració amb el d’altres Ajuntaments que han municipalitzat la gestió de les escoles bressol. El nostre model és el de la titularitat municipal de les escoles bressol, amb gestió indirecta del servei, a través d’una contractació externa.” I aquí està el quid de la qüestió. 

Un cop estudiats molts municipis i models, continuem convençuts que la millor solució per la nostra ciutat és la creació d’un Institut Municipal d’Educació. Una empresa pública que permeti municipalitzar les 11 escoles bressol de la ciutat i impulsar la creació de noves. Els avantatges en són múltiples, especialment també per les treballadores. Fer-ho permetria garantir estabilitat als projectes educatius, millorar les condicions laborals i cobrir molt millor la demanda perquè seria més senzill crear places noves.

I malgrat que hem demanat en més d’una ocasió que s’estudiï seriosament passar a la gestió directa, convençuts que això és la millor sortida, l’equip de govern s’hi nega. I com pot ser que el nostre municipi s’hi negui, quan ha estat l’aposta de molts municipis aquests anys? És manca de valentia potser? És manca de creença amb el sistema públic? És manca de projecte de ciutat que posi al centre les famílies? Sigui com sigui, no s’entén, menys quan precisament el nostre municipi no és àgil amb els contractes públics.

També, perquè, com hem vist, amb la incorporació d’aquestes 6 bressol a la xarxa pública no n’hi ha prou. Ens fa falta construir escoles noves a la ciutat, i no entenem per quin motiu no s’ha fet, especialment aquests darrers anys que hi havia diners disponibles dels Fons Next Generation per crear noves escoles bressol, i que cobrien pràcticament el 100%. Tampoc per quin motiu ara sembla que no es projecta fer cap escola bressol a Bellvitge, tal com van prometre fa uns anys. Per no parlar dels 54 milions d’euros de superàvit del pressupost 2024. Us imagineu quantes escoles i projectes per les famílies podríem fer amb aquests diners?

A més, el sistema de gestió indirecta, és a dir a través de contracte, especialment per les dificultats del govern municipal de tirar endavant els contractes públics, no garanteix que quan finalitza el contacte no es generin situacions de bloqueig com la que actualment viuen les 6 escoles bressol que formen part de la xarxa pública a la nostra ciutat i que es troben en una situació d’inestabilitat econòmica i de molta inseguretat perquè el seu contracte ja va caducar, però encara no s’ha fet el concurs del nou.

Les famílies de l’Hospitalet mereixem una ciutat per viure-la en família i això vol dir que necessitem un govern que tingui en compte les nostres necessitats, amb una estratègia clara i definida sobre quina política familiar vol impulsar. Ens hi va el futur de la nostra ciutat.

Centenari del títol de ciutat: res a celebrar, molt a recuperar l’autoestima de ciutat

Josep Ferrer (Gent pel Canvi)

Enfocar el centenari del títol de ciutat de L’Hospitalet com una celebració festiva és ignorar la indignitat i la inutilitat d’aquella concessió, alhora que blasmar la memòria dels qui amb els seus esforços l’han fet efectivament una ciutat. Tanmateix, pot ser una oportunitat per reflexionar sobre el nostre passat i per reivindicar un futur millor.

El proppassat dia 10 l’Ajuntament va fer una pas més cap una commemoració essencialment festiva i descontextualitzada de la concessió del títol de ciutat, ara fa 100 anys, per part del règim dictatorial d’aleshores. La Plataforma “res a celebrar; molt a reflexionar i reivindicar” vam manifestar novament, mitjançant una silenciosa exhibició de cartells, la nostra discrepància amb aquest enfocament i la nostra demanda d’actuacions alternatives.

Una primera acció a considerar seria la renúncia institucional a aquella concessió. Rebutjar un premi o retornar una condecoració és una forma clara i contundent de denunciar la indignitat del donant. En el nostre cas, la indignitat d’una monarquia dictatorial que, en particular, reprimia durament el moviment obrer d’aquí i d’arreu. De ben segur la nostra ciutadania donaria suport a aquest gest de denúncia. Més encara en uns moments en que  les dretes autoritàries semblen revifar per tot. Seria un gest per mostrar públicament que l’Hospitalet s’alinea en el bàndol de la democràcia i dels drets humans.

En segon lloc, és una magnífica oportunitat per recordar i difondre la nostra història recent. Es una de les iniciatives que l’esmentada Plataforma vol desenvolupar, amb les naturals limitacions dels nostres escassos recursos. Cal explicar que al 1900 l’Hospitalet era una població rural i dispersa, d’uns quants milers d’habitants, que encara es veuria més disminuïda uns anys després per l’espoli de gairebé la meitat del seu terme municipal. Cal explicar que diverses onades immigratòries, atretes per la industrialització, han fet que hores d’ara ens acostem als 300.000 habitants, amb una saturació urbana que ens fa una de les ciutats més denses del mon. Cal explicar que els poders públics van deixar aquest creixement desmesurat en mans de la especulació immobiliària, només atenuada per la resistència de les associacions de base i les consegüents mobilitzacions ciutadanes.

D’aquesta història es deriva que el creixement quantitatiu no ha anat acompanyat, ni de bon tros, del corresponent creixement qualitatiu. Doncs, el nostre pla de futur no ha de ser continuar creixent com fins ara, sinó prioritzar la qualitat de vida de la nostra ciutadania, rectificant i fins i tot revertint les actuacions passades. L’Hospìtalet ha de créixer en verd, en equipaments, en serveis, en lleure, en transport, en neteja i en un llarg etcètera ben oposat al que ha viscut en aquests cent anys i escaig.

L’Ajuntament encara és a temps de reorientar el centenari en aquestes direccions. No volem carrosses ni banderetes, sinó reflexions i plans de futur engrescadors. Amb això aconseguiríem potser el més important: aprofitar el centenari per recosir la ciutat, per aplegar totes les forces vives en una reflexió col·lectiva sobre el passat i el futur, per integrar tots els sectors socials en un projecte compartit. En altres paraules, per autènticament FER CIUTAT.

Mala gestión del PSC en la plantilla municipal

Javier Díez Crespo (Grupo municipal PPC)

En el pasado pleno de febrero se aprobó la plantilla de personal del Ayuntamiento de l’Hospitalet, y pudimos constatar lo que los sindicatos hace tiempo vienen denunciando: la falta de personal y mala praxis en la gestión de los recursos humanos del Ayuntamiento.

Hay muchas áreas con carencia de personal, lo que se traduce en un retraso en la tramitación de los expedientes, en un mal servicio a la ciudadanía, y en departamentos colapsados.

Los datos son reveladores: en una plantilla de 1.929 trabajadores teóricos, hay 550 vacantes.

Algunas áreas están bajo mínimos, como por ejemplo en Serveis Socials: de una plantilla teórica de 95 trabajadores sociales hay 29 vacantes. La falta de trabajadoras y trabajadores sociales es uno de los déficits más graves en nuestra ciudad, ya que tenemos una de las más altas tasas de pobreza y exclusión social del Área Metropolitana de Barcelona. En l’Hospitalet, tenemos 1 trabajador/a social por 3.183 habitantes, lejos de la ratio de 1 trabajador/a social por cada 1.700 habitantes que recomienda el Consejo General de Trabajo Social.

Con respecto a los educadores sociales, hay 29 vacantes de una plantilla de 68 personas, casi la mitad de las plazas.

La gestión del personal en las bibliotecas es otro ejemplo evidente del despropósito municipal, la falta de trabajadores ha provocado que el jueves 13 de marzo,  se haya tenido que cerrar puntualmente la biblioteca de la Florida, y el  sábado, día 16,  suceda lo mismo en la de la Plaza Europa; situaciones que seguirán repitiéndose mientras el consistorio no de solución. 

Ello se traduce en una sobrecarga de trabajo, en una plantilla desbordada y desmotivada en un área que no es que necesite cubrir las vacantes, sino que además requiere una ampliación urgente de los profesionales que atienden a los ciudadanos.

Y lo mismo sucede de la Guardia Urbana: de una plantilla teórica de 443 agentes, hay 99 vacantes. Esta es una de las causas (aunque no la única) que agrava el problema de inseguridad que padecemos los ciudadanos de l’Hospitalet.

Tenemos una Guardia Urbana desmotivada, maltratada por el equipo de gobierno del PSC, que sufre una constante perdida de efectivos por la marcha de profesionales a otros ayuntamientos donde tienen mejores condiciones de trabajo y están más valorados.

No solo desde el Partido Popular hemos denunciado esta situación: como es lógico, los sindicatos también llevan tiempo manifestando la mala praxis en la contratación. UGT denuncia “la falta de personal, sobrecarga, “ñapas” y estrés de los trabajadores municipales”. CCOO ha denunciado “la falta de personal generalizada en RRHH, regidorías, cultura, educación, servicios sociales y Guardia Urbana”.

Y es que el problema es grave: en todo el Ayuntamiento hay 62 plazas vacantes de administrativos, 113 de auxiliares y 26 de subalternos. Esta falta de previsión y la mala gestión en la cobertura de las vacantes está afectando gravemente no solo a la calidad y eficiencia de los servicios municipales, sino también a la ejecución de proyectos e inversiones clave para el municipio.

Un ejemplo claro es la tramitación de las subvenciones Next Generation. La falta de personal, unida a la desidia y dejadez del PSC, supuso la pérdida de 3.202.000 euros de subvenciones Next Generation.

En septiembre de 2022, el Ayuntamiento solicitó la subvención para la reforma de diversas calles para mejorar la movilidad sostenible y la reforma de las escaleras mecánicas del metro de Santa Eulalia. Estas ayudas se adjudicaron en el BOE de julio de 2023. Sin embargo, no fue hasta cinco meses más tarde que el Ayuntamiento aceptó estas ayudas, y volvieron a dejar pasar cuatro meses para la aprobación de la contratación y apertura del proceso de licitación. 

Es decir, desde que a este Ayuntamiento se le concedió la subvención hasta que abrió el proceso licitatorio, pasaron nueve meses que hicieron imposible cumplir con la fecha tope de ejecución de los proyectos subvencionados (31 de diciembre de 2024). En consecuencia, el Ayuntamiento se vio obligado a asumir estos proyectos con fondos propios en lugar de con fondos europeos.

Otro de los aspectos a destacar es la proliferación de comisiones de servicio internas, “a la carta” en la que se nombra a una persona que luego consolida ese puesto. Como ha denunciado CCOO, es vergonzoso que estos procesos de comisiones de servicio se resuelvan en menos de tres meses, mientras que las convocatorias de bolsas de urgencia se eternizan. 

Es lamentable la premura que hay para cubrir a dedo las plazas de directores, o asesores o altos cargos, que se convocan y se cubren rápidamente. Todo lo contrario sucede con las convocatorias de ordenanzas, auxiliares o agentes de Guardia Urbana.

En definitiva, vemos un gobierno municipal con unas prioridades equivocadas en la gestión de los recursos humanos, puesto que está más pendiente de dar cobertura a la convocatoria de plazas de altos cargos, que de hacerlo en la plantilla que realmente da servicio a los vecinos de la ciudad: trabajadores sociales, educadores, bibliotecarios, o Guardia Urbana, entre otros muchos ejemplos.